Pequeña maravilla

Bajar

La idea de construir un bajo de escala pequeña parecía rocambolesca hasta que un par de innovaciones de diseño de Taylor cambiaron todo. Presentamos el nuevo e irresistible GS Mini Bass.

Nota editorial: En otra sección de esta “edición mini» de Wood&Steel repasamos nuestro artículo del 2010 sobre la génesis de la GS Mini. Y, ya que estamos, hemos pensado que tampoco estaría mal recuperar el relato de cómo surgió su revolucionario primo-hermano: el GS Mini Bass, estrenado a principios del 2017. Por aquellos entonces, Andy Powers había tomado las riendas del diseño de guitarras como sucesor de Bob Taylor. El concepto de un bajo acústico basado en las compactas proporciones físicas de la Mini (con su corta escala de cuerda) y que fuera musicalmente funcional sonaba muy poco realista. Sin embargo, la combinación entre unas gotas de pensamiento innovador y una colaboración creativa con nuestros amigos de D’Addario abrió las puertas al desarrollo de un instrumento increíblemente divertido, accesible e inspirador. Aquí te explicamos cómo se fraguó todo.

Comenzó con una travesura.

Hace unos años, Jesús Jurado de Taylor, que desde hace mucho tiempo es fabricante de nuestro equipo de desarrollo de productos, reflexionaba con nuestro colega David Judd acerca de la idea de construir una versión de la GS Mini que fuera un bajo.

“Pensamos que sería algo que a cualquier guitarrista le gustaría tener por casa”, recuerda Judd.

Un día, ambos le lanzaron la idea de manera informal a Andy Powers y le animaron a construir uno.

“Resultó que Andy tenía algunas cuerdas de ukelele bajo”, afirma Judd, “así que modifiqué una pobre guitarra para que funcionara como bajo. Las cuerdas no soportaron la tensión extra por la longitud de escala más larga de la Mini y se rompieron, así que le puse un juego de cuerdas de bajo eléctrico y una pastilla ES2. El sonido no era genial, pero al menos sí lo suficientemente bueno como para que Andy empezara a darle vueltas”.

Andy, que ha tocado el bajo en distintos contextos profesionales durante años, pensó que la idea de un bajo GS Mini había sido un motivo de conversación divertido, pero era escéptico acerca de si realmente funcionaría con una longitud de escala tan corta.

“Siempre me han atraído los bajos de escala corta”, cuenta. “Pero, a menudo, no consiguen producir muy bien notas graves precisas con la frecuencia adecuada debido a las peculiaridades de la longitud reducida de las cuerdas. Son divertidos de tocar pero tienen ciertas limitaciones”.

El GS Mini Bass de un vistazo

Fondo/aros: Sapeli contrachapado.
Tapa: pícea de Sitka Maciza
Diapasón/Puente: Ebano Genuino.
Longitud de escala: 23.5 pulgadas.
Anchura de la cejuela: 1 pulgada y 11/16.
Cuerdas: D’Addario GS Mini Bass con recubrimiento EXP.
Clavijas del puente: Dual Prong de policabornato.
Acabado: mate
Electronica: ES-B
Estuche: funda dura GS Mini Bass

Como referencia, la longitud de escala de un bajo estándar suele estar entre 32 y 35 pulgadas. La longitud de escala promedio de un bajo de escala corta es de unas 30 pulgadas. La longitud de las cuerdas de la Mini es de 23,5 pulgadas.

“Acortar media pulgada la longitud de escala de una guitarra, de 25,5 pulgadas a 25 pulgadas, es una cuestión muy delicada”, cuenta Andy. “Comparada con la longitud de escala estándar de un bajo, la GS Mini es unas 10 pulgadas más corta. Llegados a ese punto, prácticamente no es el mismo instrumento”.

Colocar cuerdas normales de bajo a la GS Mini y afinarlas, según cuenta Andy, nunca produciría notas utilizables. Los afinadores electrónicos ni siquiera reconocerían la vibración resultante como notas. (A modo de manual teórico básico sobre las cuerdas y las cuestiones físicas sobre su vibración, consulta la columna lateral).

No obstante, Andy siguió adelante con la idea. “De verdad que quería llevarla a la práctica”, afirma. Así fue cómo comenzó a investigar qué hacía falta para que las notas de frecuencias graves funcionaran con unas cuerdas de longitud tan corta. Desde el principio, la idea fue trabajar dentro de los parámetros estructurales de la forma ya existente de la GS Mini por varios motivos.

“Quería ver si era posible construir un bajo pequeño, cómodo y ergonómico que fuera más allá del típico bajo”, explica. “Esperaba poder construir un bajo suficientemente cómodo y abordable para los guitarristas acostumbrados a instrumentos más pequeños, para los niños o para bajistas curtidos que busquen algo con un tamaño adecuado para llevarlo en el autobús de la gira, con un sonido y unas sensaciones diferentes. Desde el punto de vista de la fabricación, al poder compartir la infraestructura de maquinaria de las GS Mini contamos con ciertas ventajas prácticas que nos permiten construirlo y que resulte asequible”.

Desarrollo de nuevas cuerdas

La física de la vibración y el sonido de las cuerdas

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Ocasionalmente durante aproximadamente un año, Andy experimentó con cuerdas de peso distinto, con núcleo de distinto tamaño y otras variables para determinar si podía conseguir que las cuerdas produjeran notas precisas con la longitud de escala de la GS Mini, pero sin conseguirlo. Luego tuvo una revelación gracias a algunos prototipos de guitarra clásica que había estado construyendo.

“Me di cuenta de que había estado yendo en la dirección equivocada”, cuenta. “Tenían que ser cuerdas de nylon, porque la manera en la que se fabrican las dota de un conjunto de características completamente diferentes respecto de las cuerdas de acero”.

Andy se puso en contacto con nuestros amigos de desarrollo de productos de D’Addario, cuyas cuerdas utilizamos en nuestras acústicas con cuerdas de nylon, y les explicó qué intentaba conseguir. Juntos repasaron todos los enfoques que Andy ya había probado.

“Aportaron su pericia en la fabricación de cuerdas de nylon para instrumentos de otros tipos”, cuenta Andy. “Es alucinante porque fabrican cuerdas para cualquier instrumento de cuerda que se te ocurra, prácticamente con cualquier material y cualquier método. Al final consiguieron dar con algo que funcionaba muy bien, que básicamente es una cuerda con núcleo de nylon y entorchado tradicional de bronce fosforoso. Esa combinación funcionó de maravilla. Sin estas cuerdas, no estoy seguro de que hubiera sido posible construir este instrumento”.

El juego de cuerdas personalizado se desarrolló exclusivamente para lo que acabó convirtiéndose en el GS Mini Bass. Para saber más sobre las cuerdas, consulta la columna lateral.

Nuevo diseño de las clavijas del puente

Una vez resuelto el importante problema de las cuerdas, Andy centró su atención en otro de los principales retos: cómo fijar las cuerdas de manera segura bajo el puente y conseguir un buen sonido.

“Con las clavijas tradicionales del puente de las guitarras, la cuerda tiene que salir del puente a través de una pequeña ranura y forma un pliegue pronunciado sobre la selleta”, explica. “Las cuerdas de bajo son bastante gruesas y les cuesta doblarse de esa manera porque la cuerda tiene un factor de estiramiento muy diferente en el interior del pliegue en comparación con el exterior; las cuerdas se deformarían tanto que ya no producirían la nota correcta. Para que el pliegue fuera más gradual, el puente tendría que ser tan voluminoso que físicamente ni sonaría ni funcionaría bien. Por no mencionar que quedaría bastante feo y desproporcionado en un instrumento de tamaño pequeño”.

Después de estudiar otras ideas, Andy concibió un nuevo diseño para las clavijas del puente que Taylor ha patentado posteriormente.


“Tienen el aspecto de una pinza antigua para la ropa”, cuenta mientras muestra una para examinarla de cerca y ver que se divide en dos puntas (ver foto).

El diseño de dos puntas consigue varias cosas que han hecho posible que el instrumento funcione y suene mejor. En primer lugar, la bola de cada cuerda se ancla en el lado opuesto de la clavija (en vez de en el lado más cercano a la boca), de manera que la cuerda pasa entre las dos puntas.

“Este espacio adicional permite un pliegue más gradual sobre la selleta”, cuenta Andy.
En segundo lugar, se crea una acción en forma de cuña cuando la cuerda se afina, que fuerza y separa las dos puntas y aprieta la clavija en su orificio.

“Básicamente, se convierte en una clavija autobloqueante”, explica Andy. “En vez del método típico de apoyar el pulgar en la clavija del puente para que no salga volando al afinar la cuerda, este nuevo diseño hace que tire de la clavija hacia el interior del puente. Para cambiar las cuerdas, al reducir su tensión, las clavijas se van soltando solas y quedan libres. Como resultado, colocar las cuerdas de este instrumento será más fácil tanto aquí en la fábrica como para quien lo haga en casa”.

Juntos, el pliegue gradual sobre la selleta y el anclaje más seguro de las cuerdas hacen que el instrumento produzca el mejor sonido posible.

Sonoridad y otras mejoras

Una vez resuelto el problema de las clavijas del puente, Andy pudo concentrarse en la sonoridad del instrumento, lo cual resultó relativamente sencillo en comparación con lo anterior.

“Es curioso que las dos cosas que retrasaron tanto la aparición de este instrumento son detalles de las cuerdas y de las clavijas que parecen pensados a posteriori”, declara. “Pero los buenos instrumentos requieren que todos los componentes funcionen de manera cohesiva”.

Aunque la arquitectura interna de la caja de la Mini se modificó para optimizar la sonoridad de las frecuencias graves, Andy afirma que no fue una modificación radical.

“Una de las ideas interesantes que guían el diseño de un instrumento es considerar la caja como si fuera un amplificador mecánico”, explica. “Si es un buen amplificador, responderá extraordinariamente bien en un gran intervalo de frecuencias. Siempre que las cuestiones estructurales no cambien de manera notable, puedes conseguir que funcione bien con una amplia variedad de sonidos”.

Uno de los elementos finales del diseño en los que hubo que trabajar fueron las clavijas de afinación. Un par de los primeros prototipos contaba con clavijas tradicionales de bajo, pero cuando llegó el turno de las mejoras estéticas, nuestro equipo de desarrollo trabajó estrechamente con uno de nuestros proveedores de clavijas de afinación para producir algo que estuviera más en consonancia con la escala de la GS Mini.

“Tienen postes grandes que permiten que las cuerdas de bajo funcionen bien, pero son suficientemente compactos y no tienen esas clavijas tan enormes ni el peso adicional que arruinarían el equilibrio físico y visual de este bajo”, afirma Andy.

El bajo vendrá equipado con la pastilla Taylor ES-B, que incluye previo con controles de tono y volumen, y un afinador cromático digital incorporado con pantalla LED e indicador de batería baja. Andy dice que el afinador es una de las cosas que han contribuido al éxito del diseño.

“Uno de los criterios que he seguido a lo largo del proceso era ver si los afinadores conseguían reconocer las notas”, afirma. “Una vez logramos entrar en el intervalo de fidelidad en el que cualquier afinador reconocía las frecuencias, supimos que la nota contaba con un movimiento lo suficientemente predecible como para que resultara musical”.

El bajo vendrá también con una funda dura GS Mini Bass modificada que cuenta en su exterior con el logo estilizado que se ha utilizado en el instrumento. La funda dura incorpora los mismos elementos de diseño que la funda dura GS Mini original y combina una estructura de protección que resulta ligera de transportar, con bolsillos internos y externos y correas ajustables con costuras.

La experiencia al tocar

Cuarteto de cuerdas

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Dada la enorme popularidad de la guitarra GS Mini original desde su lanzamiento en 2010, la posibilidad de pasar a producción y ofrecer un bajo mellizo igualmente fácil de transportar y asequible —especialmente dado el tamaño normalmente grande y más prohibitivo de los bajos— resulta gratificante tanto para Andy como para el equipo de diseño. Para los principiantes, es un instrumento que está en línea con la tradición de innovación de Taylor, que lleva el diseño de los instrumentos a un nuevo e inspirador territorio musical. Y, en realidad, no hay ningún otro instrumento como este en el mercado.

Como es natural, con su diseño compacto y las sensaciones “ceñidas” que proporciona, no funciona igual que un bajo convencional, ni tampoco es lo que se pretende con él. Está construido para guitarristas como muchos de nosotros, como Jesús Jurado y David Judd de nuestro equipo de desarrollo de productos, que pensaron que sería divertido tener en casa un bajo acústico. Y eso es lo que hace que sea tan estupendo: invita a que la gente lo pruebe.

“Si el bajo no es tu instrumento principal pero quieres tener uno acústico a mano para componer, para grabar algunas maquetas, para que tus amigos vengan a tocar en una jam, este es tu bajo”, afirma Andy. “Cualquiera puede tocarlo. No hace falta tener callos en los dedos. Físicamente es más fácil de tocar que una guitarra. Las cuerdas cortas con núcleo de nylon lo hacen tan cómodo que incluso un niño o un principiante podría tocarlo sin sentirse intimidado. Resulta tan fácil que hasta mi hijo de 6 años podría pulsar las notas y tocar”.

Al igual que sus mellizos Mini de 6 cuerdas, el bajo es ligero y fácil de transportar como para llevarlo de aventuras por el mundo, ya que cabe en el compartimento para equipajes de la cabina de cualquier avión. Y los bajistas ya no se quedarán de manos vacías junto a la hoguera.

Al ser un instrumento de caja pequeña y escala corta, la respuesta ceñida de las cuerdas no es probablemente la ideal para tocar con técnica de slapping o con un ataque fuerte. Pero al ser un bajo con unas sensaciones únicas y buen sonido, Andy opina que tiene mucho que ofrecer.

“No es ningún substituto del contrabajo, pero no hay ningún instrumento que se le parezca”, afirma. “Los bajistas que van de gira, cuando participan en el calentamiento vocal previo en el bus de la banda, suelen tener que imitar las líneas de bajo con una guitarra porque no muchos cuentan con un amplificador para conectar su bajo eléctrico. En otras situaciones, este instrumento es muy útil cuando el bajista no quiere acarrear un instrumento grande”.

Como ha dicho Bob Taylor, a la gente le encanta que Taylor siga fabricando productos que son verdaderos descubrimientos. Cuando presentamos la Baby Taylor no sabíamos la cantidad de usos diferentes que la gente acabaría dándole. Con la GS Mini hemos visto que sucedió lo mismo. Y es bastante probable que también suceda con este bajo y que despierte nuevas ideas musicales a medida que los músicos interactúen con él.

David Judd, uno de los instigadores originales del diseño, está feliz con el resultado.

“Es muy divertido”, afirma. “Cuesta dejar de tocarlo”.

Andy, a su vez, considera que este bajo es un alma gemela de nuestra nueva Serie Academy, ya que comparte la misma filosofía de diseño.

“Se trata de instrumentos accesibles tanto física como económicamente y que encierran gran cantidad de cualidades musicales buenas”, afirma. “Son instrumentos fabulosos para comenzar a tocar porque animan a que la gente incorpore el tocar música a su estilo de vida. Con este bajo, me encantaría ver que multitud de niños digan ‘quiero ser bajista’ ¡Hacen falta más!”

Busca el GS Mini Bass a partir de febrero en los distribuidores autorizados de Taylor. Para conocer las especificaciones completas, vídeos y mucho más, visita taylorguitars.com.

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