Ronda de reseñas

En su reseña en Guitar Player, Jimmy Leslie se mostraba encantado con la versión ultra-premium de nuestra guitarra insignia. La puntuación de Leslie fue de 4,5 estrellas sobre 5 y le concedió el premio Editors’ Pick (la «favorita del editor» de la publicación) por «su conciencia medioambiental, ergonomía, tono refinado, solvencia en el escenario y sofisticación general».

Leslie calificó la primorosa artesanía y estética de la guitarra como «elegante y sofisticada», ensalzando los estilizados contornos de la caja con su apoyabrazos y cutaway biselados. «Solo tienes que colocarte la guitarra en el regazo y sostenerla contra tu cuerpo para vivir una experiencia sensual», escribe. «El contorno es fluido y seductor en todas las superficies de contacto: no hay ni un borde mínimamente anguloso».

La comodidad de interpretación le pareció «absolutamente perfecta a lo largo de todo el mástil y en cualquier posición, de pie o sentado». También encontró que el sonido complementaba la apariencia y la sensación de la guitarra: «un tono muy moderno, claro, vivo, con un carácter de alta fidelidad y un sustain largo y evocadoramente envolvente».

La construcción en palosanto y pícea, unida al estilo de la caja y la arquitectura de varetaje, hará las delicias de los enamorados del palosanto: «esta guitarra tiene el sonido rico y complejo de la combinación de palosanto y pícea, con un espléndido brillo de agudos dentro del equilibrio característico de una Grand Auditorium».

Leslie también apreció tanto la artesanía avanzada como las consideraciones medioambientales que entran en juego en la elaboración de una tapa de pícea de Adirondack de cuatro piezas, toda una declaración de principios sobre el futuro de la fabricación de guitarras.

Por último, el crítico reconocía el estatus de la guitarra como pieza de calidad suprema: «la 814ce Builder’s Edition es lo más parecido a un instrumento personalizado que podrás encontrar en una guitarra salida de una línea de producción industrial. Es preciosa y comodísima, tiene un sonido y un rendimiento de ensueño y no hará más que mejorar a medida que la madera vaya madurando».

Las revistas Guitar World y Acoustic Guitar hablaron de nuestra nueva Grand Concert AD12e-SB de nogal y pícea macizas con tapa sunburst, encuadrada en la serie American Dream. En la edición de agosto de Guitar World, el redactor Chris Gill llamó a la guitarra “American Beauty” (“belleza americana”, como la flor… y la película), y le otorgó el premio Platinum a la excelencia. Estas son algunas de sus conclusiones:

• » “Mi primera impresión fue que tiene un tono perfecto para el fingerstyle y también para sesiones de grabación”.
• » “La AD12e-SB ofrece una nueva voz que seguro que satisfará plenamente las necesidades de muchos músicos”.
• » “El tono general es rico y cálido con medios sólidos, graves dulces y unos agudos suaves sin picos de transitorios abruptos, lo cual garantiza un excelente equilibrio entre la respuesta percusiva de la tapa de pícea y la rotunda profundidad de la caja de nogal”.
• » “La comodidad de interpretación es inmejorable, como siempre en Taylor”.

Por su parte, Emile Menasché, recurría a dos términos para describir el carácter tonal de la AD12e-SB en Acoustic Guitar: “equilibrio y capacidad de respuesta”.

Sobre el equilibrio, Menasché opinaba que los medios, aparte de cálidos, están muy bien centrados en relación con los agudos y los graves. “Me sorprendió especialmente la claridad y profundidad de las cuerdas inferiores”, dice. “Al ir bajando de registro, no aparecen picos ni valles pronunciados en la resonancia de la guitarra. Y, aunque las cuerdas graves tienen un toque de mordiente de agudos, no presentan esa ligera atenuación de bajas frecuencias que se podría esperar de una guitarra de este tamaño”.

En cuanto a la respuesta, la guitarra le pareció muy adecuada para el fingerstyle. “No hay que hacer ningún esfuerzo para sacarle un buen tono. La mano del mástil puede dedicarse a formar las notas mientras la otra controla el tono, el ataque, el contorno y la dinámica. Hay mucho espacio para explorar matices y texturas en los acordes y arpegios, y eso es muy gratificante cuando puedes detenerte a cuidar con cariño los detalles de cada nota”.

Menasché también sintió que el balance tonal se adaptaba igualmente bien a la pulsación con púa. “Los medios plenos y los agudos equilibrados me impresionaron mucho. Es muy común que las guitarras tirando a pequeñas suenen un poco “plasticosas” cuando las tocas con púa, porque el ataque enfatiza los agudos y medios-agudos. En este caso, los graves relativamente redondos reducen ese efecto pero sin perder el toque cortante que buscas en una púa”.

Por otro lado, parece que esta guitarra inspiró en Menasché una nueva apreciación de la personalidad del nogal. “Este instrumento logra que el nogal brille con luz propia: suena más dulce que el arce y tiene algo de la claridad del palosanto y la calidez de la caoba. Me gusta la nueva voz que aporta la AD12e-SB”.

Nuestro rediseño de la Serie 400 de palosanto trajo la incorporación de una Grand Pacific 417e que gustosamente enviamos a varios críticos. Y tanto American Songwriter como Premier Guitar hicieron honor a la guitarra.

Andy McDonough, de American Songwriter, tenía más o menos claro qué podía esperar de la combinación clásica de palosanto y pícea en una guitarra de estilo dreadnought. Aun así, quedó gratamente sorprendido.

“La verdadera magia de este instrumento está en su tono y en la respuesta al intérprete”, escribía. “La 417e, tocada sin amplificación, superó con creces todas mis expectativas en cuanto a rasgueo de acordes amplios y con cuerdas al aire”.

A McDonough le gustó la limpieza de los contornos y la estética vintage de la tapa sunburst, y resaltó el papel de la “artesanía impecable” y el varetaje V-Class en el sonido y rendimiento de la guitarra.

“El sistema V-Class mejora mucho los graves en comparación con otras guitarras de tamaño similar, pero sin sacrificar claridad tonal en ningún momento. Para el intérprete, el resultado es un sonido magnífico con una entonación y resonancia perfectas tanto en acordes como en notas individuales”.

También subrayó su versatilidad musical para diferentes estilos y aplicaciones, especialmente con la electrónica ES2 integrada: ”esta guitarra va tan bien para tocar en directo como para practicar, componer canciones o grabar en el estudio”.

Charles Saufley, de Premier Guitar, inicia su reseña de la 417e con un aviso de que, a pesar de su atractivo aspecto de dreadnought clásica con hombros redondeados y tapa sunburst, las apariencias pueden engañar en cuanto a sonido.

“Taylor se siente muy a gusto con la idea de que sus guitarras ofrezcan una alternativa a modelos más clásicos y su sonido sea percibido como “moderno” en algunos sectores. En el caso de los instrumentos de la marca, esto se materializa en un meticuloso equilibrio entre los registros de agudos, medios y graves, una entonación inmaculada y una adaptabilidad a contextos de grabación que les hace la vida muy fácil a los técnicos de estudio”.

Saufley considera que la 417e genera un sonido brillante para ser una dreadnought (frente a la Gibson J-45, esta guitarra le parece “más potente y luminosa; menos opaca”), pero que aun así crea una respuesta equilibrada que gustará a muchos músicos.

“Ese acento en las frecuencias altas no produce ni un atisbo de aspereza o estridencia. Y, aunque el extremo agudo del espectro queda reforzado, las cuerdas superiores suenan con un ataque bien contorneado y una caída suave. La combinación de ataque fluido, sustain prolongado y caída agradable se traduce en un equilibrio excepcional; es casi como si aplicaras un compresor de estudio a una grabación del instrumento”.

Saufley le adjudicó la puntuación máxima de 5 estrellas por su facilidad de ejecución (“una guitarra de tapa plana no puede ser más grata de tocar”), y también aplaudió su versatilidad musical: “la unión de su volumen y margen acústico con sus cualidades de dinámica y sensibilidad al tacto la hacen perfecta tanto para el fingerstyle más delicado como para un rasgueo enérgico y contundente”.

Teja Gerken probó para Peghead Nation un par de nuevos modelos Grand Concert de nuestra Serie 500 de Urban Ironbark y pícea torrefactada recientemente ampliada: la 512ce 12-Fret de 6 cuerdas y la 552ce de 12 cuerdas. Gerken es un experto intérprete de fingerstyle, de manera que se sintió como pez en el agua con estas dos guitarras de caja pequeña. De hecho, el modelo 12-fret le entusiasmó.

“La 512ce 12-Fret es una maravilla para el fingerstyle: tiene una sensibilidad increíble, un equilibrio tonal excelente y unos medios asertivos que le dan mucha presencia”, afirma. “Igual que ocurre con otras Taylor 12-fret que he tocado, los graves de esta edición de la 512ce son más cálidos y plenos que los de la versión 14-fret”.

La 552ce, un modelo 12-fret de 12 cuerdas, también se ganó al examinador por su facilidad de interpretación.

“Si alguna vez has sentido que las guitarras de 12 cuerdas son demasiado difíciles de tocar, date la oportunidad de probar una Grand Concert de Taylor. La combinación de caja pequeña, escala corta y una puesta a punto irreprochable cristaliza en un instrumento más fácil de tocar que muchas guitarras de 6 cuerdas. ¿Acordes con cejilla arriba en el mástil? Ningún problema. ¿Líneas solistas al estilo de guitarra eléctrica? Como la seda. Yo estoy más acostumbrado a la Taylor Jumbo 355 de 12 cuerdas (que también es muy confortable), pero a la 552ce deberían darle un premio a la sensación de facilidad y comodidad en los dedos”.

El tono de la guitarra le sedujo por su riqueza y equilibrio, aunque Gerken admitía que esta caja compacta no puede competir con el rango dinámico de una medida más grande si se toca con un ataque fuerte o con afinaciones rebajadas. “Sin embargo, para situaciones en las que la precisión del tono (vehiculada a través de la impecable entonación del instrumento o de su capacidad para facilitar una interpretación limpia) sea más importante que la pura potencia acústica, será difícil encontrar a un solo músico que no se enamore de esta guitarra”.

Gerken valoró un tercer modelo de la Serie 500 estrenado junto con las dos Grand Concert: la Grand Pacific 517e, también con fondo y aros de Urban Ironbark y tapa de pícea torrefactada (no confundir con nuestra 517e Builder’s Edition lanzada anteriormente, que cuenta con fondo y aros de caoba). Para la ocasión, el especialista en punteo con púa Jim Nunally le acompañó en un vídeo que explora la respuesta de la guitarra a varios estilos de interpretación.

“Todas las Grand Pacific que hemos tocado tienen una voz perfecta para el punteo, y la 517e no es una excepción”, comentaba Gerken. “Es posible que la tapa torrefactada le ayude a lidiar con los ataques agresivos, y Jim y yo estuvimos de acuerdo en que emite una gama de tonos espectacular tanto en el rasgueo como en el punteo con púa. Puede ser que no irradie los opulentos armónicos de una dreadnought de 70 años de edad, pero, a cambio, ofrece una claridad y un equilibrio que no suelen encontrarse en las guitarras de gran tamaño. Por su naturaleza, es muy cómoda para tocar con los dedos, y resulta lo bastante versátil como para cumplir muy dignamente en el fingerstyle”.

Gerken sugiere a los guitarristas que estén pensando en comprarse una Grand Pacific de palosanto que toquen esta guitarra y la comparen con modelos como la 417e de palosanto y pícea o la 717e Builder’s Edition.

No hace mucho que hemos empezado a incluir modelos Grand Concert en nuestras series 100 y 200. Entre ellos está la nueva 112ce-S, con fondo y aros de sapele contrachapado y tapa de pícea de Sitka maciza. Esta guitarra, fabricada en nuestra planta de México (a una hora de la sede central de Taylor en El Cajón), ofrece la calidad marca de la casa con unos complementos limpios y sencillos que la sitúan a un nivel de precio (799 dólares) accesible para presupuestos ajustados.

Enviamos una 112ce-S al equipo de Premier Guitar, que quedó impactado por su sensación, sonido y calidad de construcción.

“No solo tiene un tono estelar, sino que es excepcionalmente cómoda y agradable de tocar al nivel de otros instrumentos mucho más caros”, sostiene Charles Saufley. “La ergonomía con la que se adapta físicamente al músico invita a una interpretación matizada y delicada. De hecho, llegas a sentir el instrumento como una extensión de tu propio cuerpo”.

A Saufley también le encantó el tacto fluido del mástil. “Los movimientos expresivos, como el vibrato, resultan fáciles y naturales. Y, al igual que el resto de la guitarra, parece que el mástil se ha diseñado para evitar por completo la fatiga de la mano. Si a eso le sumamos la acción baja, puedes pasarte horas tocando sin despeinarte”.

Para Saufley, la caja Grand Concert favorece la respuesta a un ataque más ligero. ”Donde brilla de verdad es en el fingerstyle. El foco en los medios hace que las cuerdas tercera, cuarta y quinta reaccionen con muchísima agilidad a un tacto suave. El resplandor cálido y acampanado de las dos cuerdas superiores arropa a unos transitorios remarcados, y la cuerda más grave florece con unos armónicos que envuelven a un ataque redondo y robusto. Es un instrumento con un hermoso equilibrio que hace refulgir las armonías y transiciones de acordes a lo largo de todo el mástil”.

Para el punteo, Saufley recomienda una púa delgada con una pulsación ligera: “si la tocas de esta forma, la 112cs-S se ilumina para abrirse paso en una mezcla a través de bases rítmicas compactas o al grabar pistas de apoyo con posiciones alternativas de acordes con cejilla”.

El veredicto: “por algo menos de 800 pavos, la Taylor 112ce-S es, en muchos aspectos, una auténtica ganga. Y, aunque en la práctica es una Taylor de nivel “básico”, por decirlo así, yo no tendría ningún reparo en llevarme de gira o a un estudio a esta Grand Concert elaborada con tanta dedicación”.