Nos encanta la madera. Y encontramos algo aún más fascinante en las especies de árboles que, igual que algunas personas, parecen tener una inclinación natural hacia la música. Esa «aptitud musical» de la madera viene determinada por unos atributos que resultan adecuados para la fabricación de instrumentos acústicos.
Si estás leyendo este artículo, probablemente ya sabrás que las guitarras acústicas están hechas de una combinación de maderas, y que cada una de ellas juega un papel importante en la articulación de la voz del instrumento. Si nos ceñimos a la caja de la guitarra, se establece una relación en tándem entre la tapa, también conocida con el apelativo más musical de «tapa armónica», y el fondo y los aros, que están construidos con una misma madera.
Para las tapas solemos utilizar maderas blandas como la pícea o el cedro, que proceden de coníferas. Estas especies ofrecen una combinación de propiedades ganadora, ya que son livianas pero rígidas, fuertes y lo bastante elásticas como para iniciar el movimiento fácilmente. Esa es una parte importante de su trabajo, que consiste en aprovechar la energía de la vibración de las cuerdas para desplazar el aire dentro de la caja de la guitarra. Normalmente, estas maderas generan un amplio rango dinámico.
En algunos casos, recurrimos a maderas duras como la caoba o la koa hawaiana para la tapa de una guitarra. Estos materiales más densos requieren más energía para ponerse en movimiento, y las vibraciones se transmiten más gradualmente a través de ellos. El resultado es un efecto de compresión natural que redondea el ataque inicial de la guitarra y produce una voz muy definida con menos armónicos.
Para el fondo y los aros siempre se utilizan maderas duras. En esencia, esos componentes forman la «carcasa de altavoz» de la caja acústica, y ayudan a colorear y amplificar el tono de manera natural en función de sus características acústicas propias. El tema es que la descripción de la identidad sonora intrínseca de cada especie puede acabar siendo un poco reduccionista, ya que nunca llegamos a escuchar una madera en particular de forma aislada. En la práctica, tiene que interactuar con otros elementos, incluido uno de los más influyentes: tú. De alguna manera, definir el sonido de una madera es como describir el sabor de una especia que, aunque tenga una personalidad fuerte, aportará su toque dentro del contexto de una receta más amplia decidida por el chef (o, en nuestro caso, por el luthier). Y, a veces, el esfuerzo por simplificar las propiedades sonoras de una madera puede provocar malentendidos o llevar a una excesiva generalización.
Dicho esto, la verdad es que nos entusiasma explorar el mundo de las maderas en compañía de los amantes de la guitarra, y esperamos arrojar algo de luz sobre sus colores musicales naturales y su contribución al sonido de un instrumento. Como mínimo, este artículo te dará elementos para la reflexión cuando toques y escuches diferentes guitarras. Y, cuanto más lo hagas, más enriquecerás tu propia paleta musical y mejor apreciarás los matices que distinguen a los instrumentos construidos con distintas maderas. ¡Es un ejercicio bastante divertido!
Perfiles de tono
Este año, le hemos pedido a Andy Powers, diseñador jefe de Taylor, que destaque las propiedades que le parecen más importantes al elegir las maderas para una guitarra. O, tal como él señala, «las características que guardan una relación más directa con la experiencia del guitarrista». Andy se ha basado en cuatro categorías de cualidades sonoras, y las ha utilizado para esbozar un perfil de tono para cada madera (el orden es arbitrario y no tiene nada que ver con su importancia).
1. Rango de frecuencias
Si pensamos en la curva de un ecualizador, muchas veces describimos los atributos sonoros de una madera según su tendencia a resonar en un determinado rango de frecuencias (es decir, a acentuar los graves, los medios o los agudos). Por ejemplo, el palosanto favorece las frecuencias graves y agudas, mientras que la pícea prefiere los agudos.
2. Perfil de armónicos
En un extremo de este eje tendríamos la disposición natural de la madera hacia la complejidad armónica, es decir, su tendencia no solo a resonar con los armónicos de la nota fundamental y de las cuerdas, sino también a añadir sus propios armónicos. Un ejemplo de ello sería la riqueza de la voz del palosanto, que tiene mucha resonancia de armónicos. Y en el otro extremo estaría la propensión de la madera a centrarse más en las fundamentales, amortiguando su propia generación de armónicos y emitiendo solo la nota fundamental y los armónicos producidos por las cuerdas. Esto es lo que ocurre con la voz seca y enfocada de la caoba. Andy subraya que no hay que pensar que la complejidad armónica es deseable y la amortiguación no: «estos extremos no son ni buenos ni malos. Pero, dependiendo de nuestras preferencias como guitarristas, es fácil ponerles esas etiquetas rápidamente».
3. Fidelidad
Este parámetro indica el grado en que la madera refleja el carácter del intérprete o [A1] el diseño de la guitarra o, por el contrario, reafirma su propia identidad sonora. Se trata de una característica relacionada con la escala de contenido de armónicos que hemos comentado. Por ejemplo, se suele considerar al arce como una madera muy fiel al intérprete, lo cual significa que mantiene una neutralidad o transparencia que le permite canalizar el estilo del intérprete o el diseño del instrumento con más claridad. La consecuencia es que puede comportarse más fácilmente como un camaleón musical. Otras maderas, como el palosanto, tienen un carácter más intenso que siempre coloreará el sonido, independientemente del intérprete o del diseño del instrumento.
4. Sensibilidad al tacto
Esta cualidad se explica por sí misma. Los músicos la interpretan como la facilidad y la rapidez con que la guitarra responde a su tacto. Se trata de un rasgo que puede estar condicionado por varios factores, como la densidad, la resistencia y el peso de la madera. En un extremo de la escala tendríamos una guitarra que reacciona inmediatamente al toque más ligero con una voz amplia y llena de aire, mientras que en el otro habría un instrumento que responde bien a un ataque fuerte y genera una proyección densa, potente y uniforme.
Normalmente, la sensibilidad al tacto se relaciona con la tapa armónica. Por ejemplo, una tapa de cedro es liviana y tiene un alto grado de sensibilidad, de manera que atraerá especialmente a los intérpretes de fingerstyle con un tacto ligero. En cambio, una especie como la pícea de Lutz o la de Adirondack tiende a ser menos sensible debido a su resistencia y peso, con lo cual genera un impacto sonoro bastante contundente y se adapta mejor a un guitarrista con un ataque más enérgico. Las tapas de maderas duras como la caoba también tienen una menor sensibilidad al tacto y ayudan a nivelar los ataques fuertes con su efecto de compresión natural.
«Maridaje» de maderas
La personalidad sonora de una guitarra acústica es una suma de las maderas utilizadas, la forma de la caja, la arquitectura de varetaje, otros elementos de diseño, el intérprete, etcétera. Pero imaginemos que las características de diseño, la forma del instrumento y el intérprete son exactamente los mismos, y fijémonos únicamente en el modo en que las maderas de la caja (es decir, la especie de la tapa y la del fondo y los aros) pueden funcionar juntas. Vamos a tomar como primer ejemplo una caja Taylor Grand Auditorium con tapa de cedro y fondo y aros de palosanto para analizar las propiedades acústicas de esa combinación en función de las cuatro categorías de Andy.
La tapa de cedro tenderá a: 1) enfatizar las frecuencias graves, 2) generar una complejidad armónica de media a alta, 3) mantener una personalidad sonora muy marcada y 4) ofrecer un alto grado de sensibilidad al tacto. Por su parte, el palosanto tendrá inclinación a: 1) favorecer las frecuencias graves y agudas, 2) presentar un grado de complejidad armónica bastante alto en los agudos y algo menor en los graves, 3) reflejar extraordinariamente las características de la madera y 4) ser poco sensible al tacto.
Partiendo de esta base, un instrumento que combine estas dos maderas producirá un sonido cálido, rico en armónicos y con una personalidad muy acusada, y responderá rápidamente a un tacto ligero. Por lo tanto, será una buena opción para intérpretes de fingerstyle que quieran una guitarra con un timbre cálido.
¿Y qué pasaría con una caja Grand Auditorium con tapa de pícea de Lutz y fondo y aros de caoba?
La pícea: 1) se decanta más bien hacia las frecuencias agudas, 2) tiene una complejidad armónica de media a alta, 3) se sitúa en el centro de la escala de fidelidad al intérprete o a la madera y 4) muestra una menor sensibilidad al tacto que el cedro debido a su peso y resistencia. La caoba del fondo y los aros: 1) prefiere las frecuencias graves, 2) pone mucho énfasis en las fundamentales, 3) refleja notablemente las características de diseño y del intérprete y 4) tiene un nivel más alto de sensibilidad al tacto. En conjunto, esta guitarra ofrecerá una respuesta en frecuencia equilibrada, generará un balance armónico agradable, tenderá a reflejar los matices del intérprete y favorecerá ligeramente un estilo de ejecución más enérgico.
Ahí va otro ejemplo, esta vez con tapa de madera dura: una Grand Auditorium construida íntegramente con koa.
La koa: 1) acentúa levemente los medios aunque su respuesta es prácticamente neutra, 2) tiene un nivel medio de complejidad armónica, 3) se sitúa hacia el centro de la escala de fidelidad (refleja a partes iguales el sonido del intérprete, las características del diseño y sus propiedades como madera) y 4) muestra una sensibilidad al tacto media, aunque responde algo mejor al rasgueo o punteo con los dedos.
En este ejemplo, el uso de la misma especie para toda la caja hace que algunas características de la madera ganen relevancia en función de su lugar en el instrumento. Si se utiliza para la tapa, la koa presenta menos sensibilidad al tacto en comparación con el fondo debido al vínculo directo con las cuerdas. Como resultado, esta caja de koa produce una respuesta equilibrada de las cuerdas, reacciona bien al rasgueo y al fingerstyle, ofrece un buen balance tonal con un toque de dulzura y refleja tanto su propia personalidad como el diseño del instrumento y el estilo de ejecución. Además, suaviza la articulación del guitarrista sin requerir un rasgueo agresivo. Ah, y para redondear, la koa es visualmente maravillosa. (Seamos sinceros: ¡a veces también «escuchamos» con los ojos!).
Como nota final, Andy apunta que la contribución de la madera de la tapa al sonido general de la guitarra puede variar según el diseño y las especies utilizadas, aunque algunos músicos y luthiers sientan la tentación de cuantificarla comparándola con la del fondo y los aros.
«A veces, he oído decir que el 95 % del sonido de una acústica está condicionado por la selección de la tapa», afirma. «Si eso fuera válido para nuestras guitarras, podrías tocar frente a frente una Grand Auditorium de pícea y arce y una Grand Auditorium de pícea y palosanto y sonarían iguales en un 95 %. Y quizá se trate de una percepción personal, pero yo no las escucho así. Siempre he pensado que no todos los porcentajes son iguales y que, en la práctica, ese 5 % acaba siendo mucho más significativo que el 95 % restante».
Evidentemente, nuestra tabla de tonos solo pinta una imagen parcial, pero esperamos que te sugiera una serie de criterios útiles para evaluar las propiedades acústicas de cualquier guitarra que toques.
Madera maciza o contrachapada
Una distinción importante entre los materiales que usamos es si la madera es maciza o contrachapada. Las maderas macizas generan un tono más complejo, y el sonido sigue mejorando con los años. Todos los modelos de la línea Taylor cuentan con una tapa armónica de madera maciza.
Utilizamos madera contrachapada para el fondo y los aros de nuestras guitarras hasta la Serie 200, que presentan un núcleo central con una capa más fina a cada lado. Gracias a la construcción con fondo y aros de madera contrachapada podemos sacar partido a nuestros recursos con más eficiencia. Por otro lado, de esta manera podemos disponer las maderas con un patrón de veteado alterno para mejorar la estabilidad y la resistencia de la guitarra.
Maderas para fondo y aros
Las maderas duras de árboles de hoja caduca se usan exclusivamente para el fondo y los aros, que actúan como estructura de soporte del instrumento. Sus características físicas enfatizan diversas frecuencias de resonancia, y la rigidez y consistencia que aportan ayudan a aumentar el sustain de la guitarra. Se pueden considerar como controles de tono naturales que añaden graves, medios y agudos junto con diversos grados de armónicos al sonido de una guitarra acústica.
Palosanto de la India
Serie
Serie 900, 800, 700, 400Perfil de tono
- Graves cálidos y resonantes; agudos relucientes
- Armónicos complejos con un rico sustain
- Rango de medios ligeramente rebajado: ideal para guitarristas que también cantan
Modelos destacados
Hawaiian Koa
Serie
Serie KoaPerfil de tono
- Fuerte presencia de medios y un toque extra de brillo de agudos midrange presence and an extra splash of top-end brightness
- Excelente maduración: cuanto más la toques, más se abrirá la koa y el sonido se irá haciendo más dulce con el tiempo
- Su hermosísimo veteado le da un imponente aspecto visual
Modelos destacados
Arce
Serie
Serie 600Perfil de tono
- Ampliamente utilizado en el mundo de los instrumentos de arco por su respuesta lineal y transparente
- Muy fiel a la interpretación del guitarrista: se adapta a tu técnica y matices particularesyer-reflective; adapts to your unique approach and technique
- El varetaje V-Class aporta más calidez, sustain y rango dinámico
Modelos destacados
Caoba tropical
Serie
Serie 500Perfil de tono
- Fundamentales muy sólidas sin gran contenido de armónicos: la nota que tocas es la nota que escuchas
- Tono seco con carácter de madera que responde muy bien a ataques fuertes
- La compresión natural suaviza los picos de volumen para ofrecer una respuesta más equilibrada
Modelos destacados
Ovangkol
Serie
Serie American DreamPerfil de tono
- Esta madera africana tiene un aire al palosanto y ofrece un espectro tonal amplio y equilibrado
- Medios contundentes y agudos brillantes y articulados
- Muy buena respuesta de graves con un agradable carácter y profundidad
Modelos destacados
Acacia negra
Serie
Serie 300Perfil de tono
- El margen dinámico adicional aporta volumen sin necesidad de un ataque demasiado fuerte
- Sonido seco y claro parecido al de la caoba pero con una respuesta de graves más rotunda
- Versátil y adaptable a una amplia gama de estilos y contextos
Modelos destacados
Urban Ash™
Serie
Serie 300 (Builder’s Edition 324ce, 326ce), GT/GTe Urban AshPerfil de tono
- Comparable a la caoba
- Fundamentales robustas con un tono directo y seco y un toque de compresión natural
- Se adapta bien a la mayoría de estilos de interpretación
Modelos destacados
Maderas para la tapa
La madera elegida para la tapa armónica de una guitarra juega un papel crucial en la definición del tono general del instrumento. Normalmente, nosotros utilizamos maderas «blandas» procedentes de coníferas. La pícea y el cedro son especies muy valoradas por ser ligeras pero fuertes, y su elasticidad les permite iniciar el movimiento fácilmente. Estas maderas suelen producir un amplio rango dinámico y aportan un color musical muy característico a una mezcla.
En algunos casos, recurrimos a maderas duras como la caoba o la koa hawaiana para la tapa de una guitarra. Estos materiales más densos requieren más energía para ponerse en movimiento, y las vibraciones tienden a desplazarse más gradualmente a través de ellos. El resultado es un efecto de compresión natural que redondea el ataque inicial de la guitarra y genera una voz muy definida con menos armónicos. Estas maderas son ideales para intérpretes de guitarras acústicas amplificadas.
Pícea de Lutz
Perfil de tono
- Híbrido natural de la pícea de Sitka y la pícea blanca o la de Engelmann
- Igual que la pícea de Adirondack con mucho tiempo de crecimiento natural, aporta una dosis más generosa de potencia y margen dinámico
Modelos destacados
Hawaiian Koa
Perfil de tono
- Respuesta de volumen uniforme y equilibrada tanto al rasguear como al tocar con púa
- Similar a la caoba pero con un toque algo más acampanado y brillante en los agudos
Modelos destacados
Cedro rojo occidental
Perfil de tono
- Es menos denso que la pícea y genera un sonido más cálido y maduro
- Su toque extra de presencia de medios añade complejidad al sonido
- Es especialmente sensible a un tacto suave, aunque el varetaje V-Class amplía el rango dinámico al rasguear acordes