La montaña rusa de este último año me ha llevado (a mí y a todos) por caminos que nunca había transitado en mi vida. Colectivamente, ha sido como si nos hubieran sacudido hasta lo más profundo y de diferentes formas en distintas partes del mundo. La sanidad, la igualdad, la justicia en las oportunidades, el liderazgo de los gobiernos, la predisposición de las poblaciones a seguir sus decisiones y muchos otros conceptos y condiciones han sido puestos a prueba, evaluados, re-evaluados y discutidos como nunca antes había visto. Y ha sido un fenómeno global.
En todo lo que había vivido hasta ahora, siempre había podido contar con que la gente se reuniera para remar todos juntos y salir de cualquier lío. Pero, esta vez, la posibilidad de resolver las cosas con la unión física ha quedado obstaculizada y, en algunos casos, completamente anulada.
Si miramos hacia el año que viene, no es difícil ver que aún hay un trecho para recuperarnos de la pandemia. Yo espero que las cosas mejoren para todos nosotros, y echo de menos a todas las personas que veía habitualmente tanto aquí en San Diego como en el resto del mundo.
Una cosa que ha vuelto a quedar clara es que la música es importante para ayudar a la gente a sentirse mejor. Los datos históricos demuestran que, en tiempos de dificultades económicas, el sector comercial de los instrumentos musicales siempre ha funcionado bastante bien. Cuando las personas se ven obligadas a apretarse el cinturón, parece que tocar música contribuye a levantar los ánimos. Y, para Taylor, esto nunca ha sido tan evidente como en el año 2020. La gente ha comprado guitarras en cantidades que yo nunca había visto. Debo admitir que he tenido sentimientos contradictorios al ver que nuestra forma de ganarnos la vida subsistía mientras que la de otras personas no. Nos alegra poder mantenernos a flote y seguir atendiendo las necesidades del público, pero al mismo tiempo estamos con el corazón en un puño por todos los que están atravesando un mal momento.
Me encanta escuchar tantas historias de personas que han encontrado un significado en tocar música para sí mismas, para otras y con otras.
Así que, al reflexionar sobre nuestros logros del año pasado, la sensación es agridulce. No es que pensemos que el mundo sería mejor si en Taylor hubiéramos pasado más complicaciones solo por formar parte del sufrimiento, pero os aseguro que a todos nosotros nos ha tocado ver de cerca a amigos y familiares que no han tenido tanta suerte. Y confío en que, a nivel individual, todos los que hemos sido más afortunados estemos ayudando a aquellos que conocemos personalmente y sabemos que se han llevado un golpe.
Un aspecto que nos enorgullece es que nuestra labor de construcción de guitarras realmente parece ayudar a la gente. Me encanta escuchar tantas historias de personas que han encontrado un significado en tocar música para sí mismas, para otras y con otras. Este es probablemente el mayor beneficio y bendición que he conocido en toda una vida dedicada al mundo de la guitarra. Este año, hemos hecho un gran esfuerzo para hacer lo que los guitarristas quieren. Y, para ser claro, cuando digo «nosotros» quiero decir justamente eso. Con el equipo de Taylor, representado en todo el mundo, es con quien quiero estar en momentos difíciles. Y eso incluye a nuestros distribuidores y a vosotros, que compráis nuestras guitarras. Juntos, formamos una gran familia con una buena perspectiva que deja un impacto positivo en el mundo. ¿Qué más se puede pedir?
En este número de Wood&Steel, seguiremos hablando de modelos de guitarras, técnicas de construcción, accesorios para el instrumento, música, proyectos de sostenibilidad y otras cosas relacionadas, porque la vida continúa y así es como debe ser. Nos sentimos muy afortunados por estar bien, y de verdad espero que vosotros también lo estéis. Y, si pasáis por un mal trago, quiero que sepáis que os tenemos en nuestros pensamientos, porque todos conocemos a alguien cercano que ha sufrido mucho.
Si se me permite una sugerencia, tocad música. Quered a los demás, ayudad al vecino, cread momentos para el recuerdo. Nunca os arrepentiréis ni lo olvidaréis.