El Talento

Un viaje sin final

Bajar

Andy reflexiona sobre la construcción de guitarras como búsqueda constante y ensalza la alegría de hacer nuevos descubrimientos.

Una vida dedicada a la creación de guitarras es muy parecida a una vida dedicada a la creación de música. El típico ciclo de trabajo-recompensa no se desenvuelve como en otras facetas de la vida, en las que se percibe como un período de esfuerzo seguido de una sensación de finalización o de cierta celebración (como al cruzar la línea de meta de una carrera, por ejemplo).

Aunque esa sucesión de anticipación y logro puede ser un ritmo natural, algunas actividades como construir guitarras o tocar música parecen discurrir más bien por una vía de avance continuo y sostenido. Claro, ahí también está la expectación y el gozo de encordar un instrumento por primera vez después de haber pasado horas, semanas y meses en el banco de trabajo, o la satisfacción de tocar una nueva canción tras haberla estado practicando durante un tiempo. Pero ese momento no es una conclusión como puede ser una línea de meta, sino un paso más en una travesía interminable.

No hay ningún punto en el que se pueda decir que has llegado al final de la creación de instrumentos o del aprendizaje musical. Ambas disciplinas son una incesante búsqueda de más conocimientos, más habilidades, nuevas ideas que explorar, nuevas piezas que construir. Este trayecto se vive en forma de miniciclos de trabajo-recompensa, como encolar un diapasón y contemplar un buen resultado, instalar unos trastes y admirar su fluida consistencia o tocar una nueva secuencia de acordes y apreciar cómo cada uno encaja en el siguiente de formas sorprendentes.

Cuando era pequeño, mi padre (que era carpintero) me decía que tenía que aprender a amar el trabajo, porque ocupa muchísimo tiempo de nuestra vida. Estas palabras podrían ser malinterpretadas como una sombría resignación, pero yo las entendí como un sabio consejo impregnado de optimismo y posibilidades. Con ese mensaje, mi padre quería animarme a reconocer y valorar la miríada de pequeñas tareas que forman parte de un proyecto más grande y motivador. Y eso tiene todo el sentido. Su esfuerzo como carpintero estaba dirigido a crear una casa hermosa. Estamos hablando de un proyecto ambicioso, pero puede dividirse en miles de pequeños trabajos que disfrutar uno a uno, clavo a clavo, tablón a tablón.

Construir una guitarra o aprender y tocar música tampoco es cualquier cosa, pero igualmente se puede descomponer en pequeñas acciones. Y cada una tiene su gracia.

De hecho, la interpretación musical puede ir aún más allá de la construcción de casas o guitarras en esa idea de viaje sin destino final. Yo he tenido el privilegio de tocar con músicos increíbles, y siempre me ha quedado claro que nunca dejan de aprender. No hay un momento en el que se planten porque ya creen que tienen todos los conocimientos y habilidades que necesitaban y han tocado todas las canciones que querían. Nada más lejos de la realidad: los músicos siguen avanzando, refinando sus capacidades, sumergiéndose en nuevos estilos e influencias, ampliando la gama de sonidos que dan forma a su creación artística. Cuando estudiaba en la universidad, un profesor de música resumió este concepto con una pregunta retórica: «¿cuántas veces puedes practicar una escala de Do mayor, la más sencilla de todas? Nunca las suficientes».

He tenido el privilegio de tocar con músicos increíbles, y siempre me ha quedado claro que nunca dejan de aprender.

Desde esta perspectiva de trabajo en constante evolución, no es difícil imaginar un mundo de proyectos que se reinventan continuamente y en el que las cosas que ya existen se pueden utilizar como plataforma para nuevos objetivos. En algunos casos, este enfoque es muy positivo. A mí me encanta escuchar una canción o una melodía conocida, pero reimaginada con un nuevo estilo o instrumentación. Como fabricantes de guitarras, nos encanta partir del trabajo que ya hemos hecho y reinterpretar nuestras piezas favoritas desde una nueva inspiración y con un aspecto o sonido diferentes. Pero, más allá de esos modelos ya existentes, nos entusiasma la frescura y la energía que aportan las últimas incorporaciones a nuestro catálogo de trabajo. Una nueva creación no hace que una obra anterior quede empalidecida ni obsoleta, igual que una canción recién escrita no le quita valor a un clásico imperecedero. Simplemente, se suman al repertorio.

Yo mismo me sorprendo ante la cantidad de opciones de nuestra actual línea de instrumentos. Cuando me doy cuenta de cuántas versiones distintas de guitarras estamos haciendo me siento casi abrumado, y por un momento fugaz me quedo preguntándome cómo hemos llegado hasta este punto. Pensar en cada una de estas guitarras como una obra individual también nos recuerda que todas ellas tienen un propósito y son el resultado de nuestra labor continua como luthiers. El trabajo que le dedicamos a cada diapasón, traste, tapa, mástil o cuerda es un pequeño desafío del cual disfrutar en nuestra vida de artesanos. Algunos de esos modelos son los clásicos a los que volvemos una y otra vez. Otros, como las guitarras Grand Theater de nogal o caoba, son creaciones actuales con otros sonidos. La nueva Grand Pacific Flametop con tapa de arce flameado ha irrumpido en nuestro repertorio de guitarras con tapa de madera dura demostrando una personalidad muy marcada desde el principio.

En Taylor tenemos la gran suerte de poder paladear todos los pequeños pasos que intervienen en la creación de nuestras guitarras, ya sean desarrollos recientes o modelos entrañables que ya llevan mucho tiempo con nosotros. Y nos encanta escuchar las canciones que los artistas sacan de los instrumentos que eligen para expresar su música.

Historias Relacionadas

Volumen 102 . 2022 Edición 1

En tono cómplice

Andy Powers, el luthier jefe de Taylor, reflexiona en profundidad sobre la evolución del diseño de nuestros instrumentos y los muchos factores que influyen en la personalidad musical de una guitarra acústica, incluido el intérprete.

Leer la Historia

Volumen 102 . 2022 Edición 1

Escalas de guitarra

En una época de crecimiento de la demanda de guitarras, Bob explica por qué la capacidad de producción de Taylor es una ventaja para todos.

Leer la Historia

Volumen 102 . 2022 Edición 1

Otro «Grand» diseño

Diez años después de que la Grand Concert pusiera a Taylor en el mapa, le llegó el momento a la Grand Auditorium. El resto es historia.

Leer la Historia