Pregunta a Bob

Qué gran pregunta, Shane. Podríamos hablar de estos temas durante horas; incluso daría para que Andy y yo grabáramos un podcast sobre ello. Pero, como aquí tenemos poco espacio, intentaré apuntar algunas de las diferencias que yo veo.

Nuestros enfoques han sido tan distintos como parecidos. Los dos teníamos muchos conceptos originales para la construcción de instrumentos, pero Andy estudió a fondo por qué las guitarras históricas eran tan buenas. Y, sobre esa base, aplicó sus propias ideas a sus diseños. Yo nunca estudié y, para ser sincero, tampoco me preocupé demasiado por lo que me había precedido, excepto por el hecho de que las guitarras acústicas eran difíciles de tocar. Y mi objetivo era cambiar eso. 

Ambos nos lanzamos de cabeza a este mundo con toda nuestra pasión, pero Andy se formó más que yo. Estudió al detalle y se convirtió en un experto del trabajo con herramientas manuales en el taller. Por mi parte, yo lo que quería era usar máquinas. Él dedicó sus 10 000 horas a aprender cómo afilar un cincel, y yo invertí las mías en averiguar cómo eliminar el cincel. 

Andy es un guitarrista increíble, y yo puedo rasguear algunas canciones e identificar cuándo toca cambiar de acorde, ¡pero eso no significa que sepa cuál viene a continuación! Él se conoce hasta los acordes más esotéricos. Y eso hizo que nuestras guitarras fueran diferentes, porque cada uno las diseñaba según sus expectativas y necesidades. 

A Andy le parecía bien trabajar solo, y yo quería levantar una fábrica. Así que, en esencia, intenté diseñar una planta capaz de ejecutar las tareas complejas que requerían mis diseños de guitarra. Andy resolvió esas tareas complejas con su excepcional habilidad manual. 

Una cosa en la que nos parecemos mucho es que los dos sabemos dibujar una curva bonita. Y tenemos las mismas ideas sobre lo que es una curva bonita y lo que no. Nadie se imagina lo importante que es eso ni cómo llegamos a sudar en esa parte del trabajo. 

Bien, esto es solo un resumen muy básico. Nuestra colaboración ha unido su profundo conocimiento del diseño de guitarras a mi capacidad para encontrar formas de crear piezas o ejecutar operaciones. Andy también ha ganado mucha solvencia en este campo en los casi 12 años que lleva aquí. Ahora, piensa directamente en cómo podemos materializar sus ideas en un entorno industrial. 

Cuando le sugerí a Andy que viniera a trabajar con nosotros, le dije: «Kurt y yo hemos puesto unos cimientos sólidos y un techo que no gotea. Ahora, puedes dedicar tu vida laboral a diseñar y construir el interior tal como tú decidas». 

Eso es exactamente lo que está haciendo, y yo estoy orgulloso de él y de nuestra asociación. Nuestras guitarras son mucho mejores gracias a ello. Y es maravilloso poder continuar nuestro legado de perfeccionamiento constante. 

Responde Andy Powers: Muy buenas preguntas, Steve. Los trastes son uno de los componentes más determinantes para la comodidad de interpretación de una guitarra y, paradójicamente, es posible que sean el elemento más pasado por alto. La propia instalación de los trastes debe ser de máxima precisión para optimizar la comodidad con una sensación y un sonido consistentes. Aparte de la instalación y la preparación del diapasón en sí, el tamaño de la parte del traste que sobresale por encima del diapasón (llamada «corona») también tiene su impacto sobre el tacto y el sonido de la guitarra. Con una corona alta, la yema del dedo puede presionar la cuerda contra el traste con más facilidad y limpieza. Y eso favorece la expresividad, ya que el dedo puede hacer bendings más cómodamente manteniendo la cuerda en contacto con el traste o crear efectos de vibrato variando la presión o la posición de la yema. 

Sin embargo, aunque los trastes altos facilitan estos efectos expresivos, también aumentan las posibilidades de pulsar demasiado fuerte o con una presión desigual en la yema de los dedos, lo cual afecta a la precisión de las notas en términos de frecuencias y hace que la guitarra suene desafinada. Los trastes con una corona más pequeña permiten que una parte de la presión de los dedos se distribuya por la madera del diapasón, y eso juega a favor de la exactitud de la afinación de las notas. En general, el tamaño de los trastes se elige pensando en lograr un buen balance entre expresividad y precisión.

Por otro lado, también hay que equiparar la dureza de los trastes con la de las cuerdas. Si los trastes están hechos de un material extremadamente duro, tendrán una vida útil larguísima y tardarán mucho en desgastarse hasta el punto de requerir mantenimiento. Sin embargo, un material duro puede producir un sonido algo áspero y metálico al contacto con las cuerdas, y también tiene tendencia a desgastar rápidamente el entorchado. Así, es fácil que las cuerdas pronto empiecen a zumbar y chirriar. Los trastes de una aleación de metal tirando a suave suelen generar un sonido más cálido, pero se desgastan antes. 

Nosotros utilizamos un material que ofrece un buen equilibrio entre longevidad, tono, expresividad y precisión de la afinación. Y para nuestras eléctricas T5z sí que aumentamos el tamaño de la corona del traste, ya que esas guitarras quieren tender un puente entre el estilo de interpretación de una acústica y la expresividad de una eléctrica. ¡Espero haberte ayudado!

Responde Andy Powers: ¡Me alegro de que te estés divirtiendo con tus dos guitarras, Dave! Aunque no me propuse específicamente diseñar una guitarra que se adaptara a una persona con distensiones en el cuello o los hombros, la comodidad física sí era una de mis máximas prioridades de cara a estos modelos. Desde mi propia experiencia, cuando me siento cómodo y relajado con un instrumento, disfruto más y hasta creo que toco mejor. Muchos aspectos de las guitarras Builder’s Edition (las dimensiones, el cutaway, el apoyabrazos, etcétera) están pensados para que la guitarra resulte más cómoda de sostener y tocar, con o sin molestias en los hombros. En cuanto al envejecimiento del fresno de Shamel, una cosa que he observado después de analizar el proceso de maduración de muchas guitarras distintas es que el desarrollo tonal de las diversas especies sigue un camino similar. Aunque las guitarras se construyen con varios tipos de maderas, el instrumento en conjunto tiende a enriquecerse con el tiempo. El rango dinámico mejora, y la sensibilidad al tacto del intérprete va creciendo. Es cierto que algunas maderas en particular requieren más tiempo que otras debido a una serie de sutilezas. Pero, en cualquier caso, seguirán madurando y serán cada vez más dulces, como un melocotón. El fresno de Shamel y la caoba de tu 324ce Builder’s Edition envejecerán perfectamente en sintonía.

Responde Andy Powers: Larry, has hecho varias observaciones muy interesantes. Efectivamente, la tapa de una guitarra acústica es un elemento muy importante para que el instrumento suene bien. También es una pieza con demasiados matices y complejidades como para generalizar sobre ella. Cualquier material que le añadamos, ya sea en forma de golpeadores, puentes de madera dura, rosetas con incrustaciones o incluso el tipo de acabado que utilicemos, influye en alguna medida en forma de amortiguación. En este caso, esa amortiguación no supone necesariamente una reducción total o lineal de las vibraciones, como si bajaras un control de volumen. Lo que ocurre es que se crea una disminución selectiva que afecta más a unas frecuencias que a otras, de manera que el carácter sonoro cambia más bien como si ajustaras un control de tono. Cuando modificas algo en una guitarra acústica (por ejemplo, si le quitas un golpeador de gran tamaño), el instrumento puede o no sonar apreciablemente más fuerte, pero normalmente responderá con alguna variación en el tono. Unas veces el cambio será para mejor y otras para peor, dependiendo del oyente y de sus preferencias. Esta es una de las razones por las que los modelos Builder’s Edition se diseñaron sin golpeador. No es que el golpeador haga que estas guitarras suenen mal; simplemente, nos gusta el tono que producen sin ningún tipo de amortiguación añadida.

Steve, cada nueva palabra o frase en español que aprendo me sabe a gloria. Ojalá mi comprensión auditiva del español fuera mejor. También me gusta profundizar en el cultivo de árboles. Tengo un terreno de más de 100 hectáreas en las montañas y espero ser más competente en el manejo de mi Bobcat y de otros equipos agrícolas que tengo allá arriba. Esa extensión está rodeada por tierras del Servicio Forestal de los Estados Unidos y pondré ganado en una parte de ella, así que esa es otra cosa que tendré que aprender. Además, quiero atraer más fauna a las zonas entre prados para caballos. Para eso, solo tienes que plantar comestibles y proporcionar agua. A los animales les gusta comer, y si encuentran un buen sitio se lo cuentan a sus amigos. Y, por supuesto, me encanta seguir aprendiendo sobre las guitarras y la construcción de instrumentos. No voy a salir de esta plaza. Es decir, puedo quedarme aquí en Taylor todo el tiempo que quiera: tengo un asiento en primera fila del cuadrilátero y otro en la mesa de los jueces para mirar, aprender y seguir ayudando.

John, diseñé las primeras tres fábricas que tuvimos. Lo hice yo solo, y trabajé mucho con mis propias manos para construirlas. En el cuarto edificio ya tenía a un equipo que me acompañaba. Después vinieron más instalaciones para las que ya tuve cada vez más ayuda. Cuando proyectamos nuestra fábrica actual en Tecate, Ed Granero, vicepresidente de desarrollo de productos de Taylor, la planificó con su grupo de trabajo. Tenemos un concepto que siempre hemos seguido, y lo continuaremos haciendo mientras nos funcione. Yo tuve muy poco que ver con el diseño de la fábrica de Tecate, aparte de mirarlo y decir: «¡vale, eso es lo que yo también haría!». Y sí, tenemos planes de expansión. Yo me sentaré en mi sillón y disfrutaré mirando cómo avanzan. Estoy bastante seguro de que la cosa irá así. Me gusta tener la capacidad de lanzar nuevas ideas que podrían cambiar el rumbo establecido, pero ahora el equipo ya suele ir por delante de mí.