Nota editorial: Excepto por una pregunta dirigida específicamente a Andy Powers, las respuestas de este número de Wood&Steel han sido escritas tanto por Bob Taylor como por Andy.
Tengo cinco guitarras Taylor y una Martin. Llevo muchos años leyendo Wood&Steel y pasándome habitualmente por la tienda de música de mi zona, así que creo que he llegado a entender matices del diseño de guitarras tales como la selección de materiales, la torrefacción, el tipo de varetaje, los componentes adhesivos y otros factores que pueden influir en el instrumento, como el hecho de que tenga golpeador o no. Parece que cada marca tiene su propio sonido identificable, incluso considerando las diferencias acústicas de cada guitarra individual. Bien, ahí va mi pregunta: cuando preparáis el lanzamiento de un nuevo modelo, ¿hacéis diversos prototipos para valorar si una guitarra puede sonar mejor o peor en función de variables como torrefactar la tapa o no, añadir golpeador o no, o colocar el varetaje del fondo o los aros en una determinada posición? Read Answer
Andy: Sí, Trevor: durante la fase de creación de una guitarra construimos prototipos en los que, a veces, experimentamos con alguna variable para evaluar un cierto componente en particular. En otras ocasiones, el desarrollo de un modelo puede implicar varios criterios que nos llevan a destilar las propiedades sonoras, estructurales y estéticas de un diseño en su forma definitiva. El contrapunto es que en todos estos años hemos construido muchas guitarras, y cada instrumento nos enseña que algunos rasgos siguen siendo válidos de un modelo a otro. Por lo tanto, no es necesario probar individualmente todos los aspectos de una nueva guitarra. Por ejemplo, una vez que aprendemos cómo se comporta una especie de madera en un marco determinado, es razonable esperar que funcione de forma parecida en otro contexto similar. Los parámetros a los que prestamos más atención durante el desarrollo de un proyecto son los elementos nuevos y desconocidos. Para citar un caso reciente, hemos necesitado varios años de investigación para averiguar cómo tendríamos que utilizar la madera de corteza de hierro roja que hemos estrenado en nuestras guitarras de la Serie 500. Esto puede parecer un proceso muy tedioso, pero no nos importa. Nos encanta construir guitarras y tantear ideas hasta crear un instrumento con una voz que agrade a los músicos.
Bob: Trevor, tus preguntas son muy interesantes, y me alegra ver que Wood&Steel te ha servido para aprender cosas sobre las guitarras. Sé a lo que te refieres cuando hablas de un sonido identificable. Es como cocinar: todo el mundo lo hace a su manera y le da su sabor personal a cada plato. A nosotros nos encanta nuestro perfil de sonido. Se puede decir que no sabríamos producir una guitarra que sonara como la de otro fabricante. Bueno, sí podríamos hacerlo si buscáramos una copia exacta, pero a fin de cuentas acabaríamos apartándonos de esa dirección. Personalmente, yo encajo un poco más que Andy en la categoría de prueba y error. Él es lo bastante bueno como para saber cómo sonará una guitarra antes de construirla. Yo sé hacer guitarras que me gustan, pero, si resulta que necesito un toque más de esto y algo menos de aquello, no tengo tanta seguridad como él. Aun así, tengo que decir que fabricamos tantísimas guitarras que esas variables acaban haciéndose evidentes solo con la observación diaria. La verdad es que no tenemos que probar una guitarra con golpeador y otra sin golpeador para decidir cuál nos gusta más. Cuando haces una misma cosa horas y horas todos los días, acabas adquiriendo un olfato bastante fiable.
Bob y Andy, siempre he sido un ferviente admirador de la filosofía y los productos de Taylor. Vuestros instrumentos son tan impecables como hermosos, y habéis hecho avanzar al mundo de la guitarra con grandes innovaciones de diseño. Otro aspecto que me parece igualmente importante es vuestra generosidad por intentar dejar los bosques mejor de como os los encontrasteis. Con suerte, esta actitud inspirará al sector a administrar más adecuadamente nuestros recursos naturales.
Sin embargo, llevo un tiempo queriendo comentar los dos únicos problemas que les he encontrado a las guitarras Taylor. Son el fenómeno del «hundimiento del mástil» [que se produce cuando el peso del clavijero tira del mástil hacia abajo en relación con la caja] y la fijación de las clavijas del puente, que va algo suelta. Con los años he tenido seis guitarras Taylor. Vendí una 612ce del 2006 y una T5z más reciente, así que ahora me quedan cuatro: una 514ce del 2000, una T3/B del 2009, una 517e Builder’s Edition y una 150e de 12 cuerdas.
La T3/B está equilibrada y no le pasa nada con el mástil; tampoco tiene clavijas en el puente, de manera que queda exenta de mi crítica constructiva. Por su parte, la 150e de 12 cuerdas es difícil de equilibrar porque tiene el doble de clavijas de afinación y un diapasón más ancho, así que puedo entender que sería complicado (si no imposible) evitar la caída del mástil. Pero el hundimiento de la 514ce y la 517e es una pequeña imperfección en comparación con el equilibrio perfecto de mi Martin D-18, que mantiene un ángulo de interpretación nivelado sin necesidad de usar correa ni de sujetar el mástil.
Por otro lado, yo les cambio las cuerdas personalmente a todas mis guitarras, y las clavijas del puente de la 514ce y la 517e siempre me dan algún problema. Dado que están relativamente sueltas en los orificios del puente, puede ser frustrante encontrar la posición que asegure la firmeza suficiente como para empezar a enrollar la cuerda con la tensión apropiada, sobre todo en las cuerdas sin entorchado (Si y Mi). Esto también me pasaba con la 612ce y la T5z, las dos Taylor que ya no tengo. No me gusta nada compararos con Martin, pero las clavijas de mi D-18 encajan perfectamente en los orificios del puente y me lo ponen más fácil para cambiar las cuerdas.
Tengo la sensación de que estas cuestiones podrían mejorar; de hecho, he oído bastantes comentarios parecidos de otros músicos al comparar las guitarras Taylor con las de otros fabricantes.
En cualquier caso, no quiero parecer un quejica: obviamente, se trata de inconvenientes menores y sigo teniendo más guitarras Taylor que de cualquier otra marca. Enhorabuena por el trabajo, ¡y gracias por vuestra asombrosa contribución a mi industria favorita! Read Answer
Nota editorial: Glen Wolff, gerente del servicio de atención al cliente de Taylor, responde junto con Andy y Bob.
Glen: Mike, sobre las clavijas: sí, las colocamos un poco más holgadas a propósito para que todas se asienten uniformemente en el puente. Es verdad que necesitan algo de tensión en las cuerdas para quedar bien sujetas y eso puede tener su maña, pero el esfuerzo vale la pena para dejarlas bien alineadas. El problema de la fijación a presión es que las clavijas acaban colocadas a diferentes alturas, lo cual puede llegar a ser molesto dependiendo del punto en el que apoyes la mano sobre el puente al tocar.
Andy: Gracias por tu crítica, Mike. Siempre estamos abiertos a los comentarios de los músicos sobre los aspectos del diseño de una guitarra que les parecen importantes. En cuanto al tema del hundimiento del mástil y el equilibrio físico del instrumento, a mí también me gusta una guitarra perfectamente nivelada. En algunos casos, el peso del clavijero está determinado por la maquinaria de afinación, el número de clavijas y el tamaño que debe tener la pala para alojarlas. Y en el lado de la caja hay que lidiar con factores como las especies de las maderas y las proporciones. Aunque a veces he tenido la tentación de añadir peso a la caja para contrarrestar el del clavijero, en general no me parece una solución satisfactoria porque no me gusta el efecto del peso total resultante sobre el instrumento. Ante ese dilema, un luthier puede jugar con variantes como el tamaño de las clavijas de afinación o el tipo de madera del mástil. Evidentemente, tenemos todo eso en cuenta. Pero, tal como tú señalas, siempre hay margen de mejora.
En cuanto a las clavijas del puente, nos gusta ajustarlas de manera que las cabezas acaben situadas a una altura uniforme. Un truco que yo utilizo para sujetar firmemente la bola de la cuerda contra la placa del puente es doblar ligeramente la parte retorcida de la cuerda e insertarla con el doblez y la bola mirando hacia la boca. Así, el extremo de la bola no está totalmente alineado con la clavija y queda bien sujeto contra la parte interior de la tapa sin riesgo de que haga saltar la clavija.
Bob: Gracias, Mike, y quédate tranquilo: no me pareces un quejica. Después de leer tus observaciones, estudiaré el asunto personalmente. Como dice Glen en su respuesta, nosotros dejamos las clavijas algo holgadas. Creo que Rob Magargal [responsable de la red de servicio de Taylor y técnico de reparación desde tiempo inmemorial] grabó un vídeo en el que muestra cómo fijamos las cuerdas con la bola en la clavija contra la placa de arce encolada a la parte interior de la tapa. Todas las clavijas y orificios son del mismo tamaño. En realidad, los orificios no están ahusados pero las clavijas sí, con lo cual estamos usando clavijas ahusadas en un orificio recto. Descubrimos que con este diseño podemos sujetar las cuerdas y las clavijas de forma que queden completamente niveladas. Lo que varía es el tamaño de las cuerdas y de la ranura de cada clavija, que deben coincidir. Yo no siempre oriento la ranura de la clavija mirando hacia adelante (hay varias formas de lograr esa coincidencia). Y, si ya he colocado una cuerda en su ranura con la bola fijada contra la parte interna de la tapa y aun así la clavija parece algo suelta, lo que hago es girarla para que la ranura no quede alineada con la cuerda. Normalmente, esto aumenta la presión, ya que interfiere un poco con la trayectoria de la cuerda. Puede parecer que es trampa, pero mejor considerémoslo como un «enfoque flexible». ¡Pruébalo! Y, mientras lo haces, nosotros echaremos un vistazo para comprobar si se nos ha descarriado algo en el proceso de fabricación.
Tengo una 714ce del 2017 con tapa de cedro rojo occidental. Es un instrumento con un sonido increíblemente dulce, y todo el que la escucha o la toca se enamora de su tono. Creo que antes teníais guitarras con tapa de cedro en un par de series, pero ahora parece que la única opción es el modelo Jason Mraz de cuerdas de nylon. Si es así, tengo curiosidad por saber por qué no hay más instrumentos de cedro en vuestro catálogo… ¿Es por falta de demanda, porque su tono no encaja del todo con la filosofía de la marca o por alguna otra razón? Read Answer
Andy: Caleb, pienso lo mismo que tú sobre el tono del cedro rojo occidental. Es una madera que me encanta para la tapa por su calidez y sensibilidad al tacto, especialmente en una Grand Concert o una Grand Auditorium como la tuya. El cedro de calidad para tapas de guitarra no está tan extendido como otras maderas, pero aún tenemos cierto acceso a él y nos gusta usarlo para construir instrumentos. Y, aunque no es una especie estándar en nuestras series, sí ofrecemos cedro como sustituto para la tapa de muchos modelos y también lo utilizamos para guitarras de edición limitada.
Bob: Caleb, es muy sencillo: hoy en día, el cedro es muy difícil de encontrar, y no podemos garantizar que tendremos suficiente suministro como para producir un modelo. Es más, no tengo claro que esta situación cambie en el futuro. Esta es la razón principal. Actualmente, podemos lanzar ediciones limitadas de guitarras con tapa de cedro, pero ya no estamos en disposición de fabricar modelos de gran tirada. Por cierto, yo tengo una Grand Auditorium edición 20.º aniversario de caoba y cedro. Y estoy totalmente de acuerdo contigo: es una guitarra genial.
Andy, ahora que acabas de asumir funciones de presidente y director ejecutivo, ¿has pensado en fichar a algún otro luthier para ayudarte en las labores de diseño de guitarras? Read Answer
Andy: Chuck, tengo la gran suerte de contar con unos equipos fantásticos en todas las áreas de la empresa. Sin su aportación y experiencia en sus respectivos campos, me sería imposible llegar a todo. Aparte de los nuevos cargos, yo sigo siendo ante todo un constructor de guitarras, y me encanta pasar buena parte de la jornada en el taller. No voy a colgar los cinceles. Y siempre queremos sumar talento a todas las facetas de nuestro negocio, así que también estamos formando activamente a futuras generaciones de luthiers amantes de la guitarra.
Partiendo de la base de que el varetaje debe ser rígido, flexible y ligero, ¿habéis considerado alguna vez el uso de varetas de fibra de carbono, que se pueden fabricar exactamente a medida? ¿O de fibra de vidrio? Read Answer
Andy: Buena sugerencia, Gary. Hay varios fabricantes de guitarras que han experimentado con fibra de carbono o de vidrio en sus arquitecturas de varetaje, ya sea como material único o en combinación con madera. Yo también he hecho pruebas en varios diseños. Y, de momento, siempre he acabado volviendo a la madera para las varetas. En mi opinión, la madera tiene un algo especial en su funcionamiento, sonido y maduración que parece ofrecer el resultado musicalmente más agradable.
Bob: Gary, esa pregunta es todo un clásico. Algunos fabricantes lo han hecho, pero generalmente con tapas compuestas íntegramente de fibra de carbono. Lo cierto es que la madera es un material perfecto. Puedes cortarla, secarla, tallarla en cualquier forma y encolarla. La fibra de carbono no se puede tallar, y solo se pega con epoxi. Todas las formas tienen que estar moldeadas, y nosotros tenemos cientos de ellas. Por otro lado, no es más fuerte de lo que necesitamos, y tampoco mejora el sonido. Solo el hecho de estar hablando de esto me hace apreciar aún más las maravillas de la madera. Y, encima, ¡la madera se saca de los árboles!
Tengo una vieja pieza de limba amarilla común que usé en el instituto para construir un estante. Y he observado que su estructura de veteado es muy parecida a la de la caoba. Hace poco, supe que un fabricante de guitarras eléctricas está produciendo guitarras de limba negra, que tiene un jaspeado muy bonito. ¿Tenéis alguna experiencia en Taylor con la limba amarilla o negra? Y, ¿creéis que podría encargar una guitarra personalizada de esta madera?
P. D. Me encanta la Grand Auditorium custom de granadillo, cedro y cocobolo con unos hermosos perfiles en rojo a rayas que me construisteis en 2013. Read Answer
Andy: De hecho, Jeff, hemos construido unas cuantas guitarras con limba negra, también conocida como korina. Esta madera se ha utilizado en guitarras eléctricas desde los años 50; sin ir más lejos, en los modelos «futuristas» de Gibson de finales de esa década. Su sonido recuerda a nuestra querida caoba y, como tú dices, tiene unas propiedades físicas similares. Sin embargo, no es una especie que te encuentres cada día, así que nunca hemos producido un modelo estándar con ella más allá de algunas guitarras de edición limitada o instrumentos personalizados.
Bob: Joe, hemos utilizado limba muy pocas veces. Tu valoración sobre sus cualidades es correcta. Pero, por desgracia, una fábrica como la nuestra tiene un pequeño inconveniente, y es que normalmente solo trabajamos con madera que asegure una cantidad suficiente como para lanzar al menos una tirada de edición limitada.
¿Tienes alguna pregunta para Bob Taylor o Andy Powers? Escríbeles un correo electrónico: askbob@taylorguitars.com