Este ha sido un año de extremos, ¡y los últimos seis meses han parecido seis años! Desde el 11/9, no habíamos pasado por unos tiempos tan inciertos e inquietantes. Tuvimos que cerrar las instalaciones de El Cajón y, más tarde, nuestra planta de Tecate. Nos enfrentábamos a la batalla de nuestras vidas, la lucha por la supervivencia.
En ese contexto, Bob tuvo la brillante idea de hablar con los funcionarios del gobierno local y persuadirles de que nos dejaran mantener equipos básicos para continuar entregando guitarras y avanzando con nuevos productos. Y nos dieron todo su apoyo. Creímos que era importante acelerar el desarrollo y el lanzamiento de las nuevas guitarras que habíamos diseñado, porque estaba claro que íbamos a necesitarlas cuando fuera posible retomar la producción. Y era imprescindible seguir enviando las guitarras que nos encargaban para obtener ingresos de cara al futuro.
Gracias en parte a la promoción «Taylor Days», lanzada en marzo con excelentes resultados, tuvimos unos buenos meses de abril y mayo en términos de envío de guitarras, aunque nuestras operaciones de fabricación permanecieron suspendidas hasta finales de mayo. A principios de junio, no teníamos ni idea de qué iba a pasar a continuación. La promoción había finalizado y nuestro inventario estaba agotado. Habíamos vuelto a producir guitarras, pero a un nivel muy reducido.
“Lo más positivo que hemos sacado de esta situación ha sido el increíble trabajo en equipo que hemos realizado y cómo hemos remado todos juntos.“
Y, cuando llegó junio, observamos el cambio que se estaba operando en el mundo. La gente trabajaba desde casa si podía, y se dedicaba a aficiones saludables como tocar la guitarra. Durante aquellas semanas, empezamos a recibir cada vez más encargos de nuestros distribuidores, ya que las guitarras Taylor se vendían muy rápido. Nuestro equipo de fabricación puso toda la carne en el asador e hizo magia para entregar el máximo número de pedidos posible. Esta línea se mantuvo durante junio y julio, ¡que acabaron siendo los dos meses seguidos con más encargos recibidos en la historia de la empresa! Para agosto, habíamos vendido gran parte de nuestra producción prevista hasta el primer trimestre de 2021. El futuro vuelve a ser prometedor y parece que tendremos un mercado de guitarras saludable.
Nuestra forma de trabajar ha cambiado radicalmente, y yo no creo que vuelva a ser como antes de la pandemia. La mayoría de nuestro personal de ventas, marketing y finanzas lleva desde marzo trabajando en casa, aunque la gente ya está empezando a volver a la oficina unos días a la semana. Hemos utilizado mucho las aplicaciones de Internet para hacer virtuales las reuniones que antes hacíamos en persona. Claramente, hemos aprovechado el tiempo de forma más productiva y, ahora, ya no nos desplazamos para las reuniones de negocios. Todo esto ha cambiado la percepción de nuestra capacidad para seguir el ritmo de las actividades de la empresa sin tener que estar atados a nuestros lugares de trabajo. Por otro lado, echamos de menos los aspectos sociales de ver a nuestros compañeros.
Hacer guitarras en un ambiente limpio, seguro y con la distancia social necesaria es un desafío mucho más complicado, pero lo estamos consiguiendo. Recientemente, hemos reorganizado los turnos de trabajo de nuestra fábrica de Tecate para cumplir con los protocolos de seguridad y mantener a los empleados más separados unos de otros. Nos llevará tiempo recuperar los niveles de producción en los que nos movíamos antes de la pandemia, pero tenemos un plan sólido y vamos por el buen camino.
Sin duda, lo más positivo que hemos sacado de esta situación ha sido el increíble trabajo en equipo que hemos realizado y cómo hemos remado juntos para sobrevivir con éxito. Todos estamos tremendamente agradecidos por el esfuerzo y la implicación de cada uno de nosotros y, por supuesto, por el apoyo entusiasta de la gran comunidad de Taylor en todo el mundo. Os deseamos lo mejor para lo que queda de año. ¡Gracias!