Scott Paul, director de sostenibilidad de recursos naturales de Taylor, comentaba en números anteriores de Wood&Steel los avances de los proyectos de restauración de bosques de koa que hemos emprendido en Hawái junto con Pacific Rim Tonewoods, nuestro socio proveedor desde mucho tiempo atrás. Para acompañar el lanzamiento de nuestra Serie 700 de koa, hemos querido compartir una nueva mirada a las diversas facetas de nuestro trabajo de gestión forestal en Hawái, como la selección de semillas, la investigación genética o el cultivo de árboles para el futuro.
Si tienes una filia especial por la koa, probablemente ya sabrás que esta madera crece exclusivamente en las islas de Hawái. Sin embargo, es posible que no conozcas con detalle el estado actual de la koa en términos ecológicos. Debido en parte a su localización en una isla remota, mucha gente se pregunta si la koa está en peligro de extinción. Bien, no es el caso. Lo que sí es cierto es que, con el tiempo, el hábitat de la koa en Hawái ha ido cambiando. Esta transformación ha provocado una caída gradual de la salud de los bosques nativos en algunas zonas, y la regeneración de la koa se ha visto afectada por diversas circunstancias.
Antes de que los polinesios se asentaran en las islas hawaianas alrededor del año 1200, la koa crecía en diferentes hábitats y elevaciones casi hasta el nivel del mar. Se trata del árbol nativo más grande de Hawái: en condiciones saludables, crece a un rápido ritmo de aproximadamente metro y medio al año durante los primeros cinco años. Los hawaianos utilizaron ampliamente la madera de koa como recurso para múltiples usos, pero especialmente para la construcción de canoas. En 1778 tocó tierra el capitán James Cook, explorador naval británico. Su llegada precipitó una ola sostenida de contactos con Occidente que generó un nuevo interés por la koa como material para la fabricación de muebles y otros productos. Por aquella época, los bosques nativos de koa aún se extendían hasta una altitud de solo 600 metros.
Tras la introducción del ganado en 1793 por parte de otro explorador británico, el capitán George Vancouver (que obsequió al rey Kamehameha con seis vacas y un toro), el ecosistema de la isla de Hawái comenzó a cambiar. Se despejaron bosques para crear ranchos, y una creciente población de ganado salvaje empezó a alimentarse de brotes jóvenes de koa, lo cual sofocaba la regeneración natural de los árboles.
Por otro lado, durante la primera mitad del siglo XIX se promovió un proceso de conversión agrícola para la producción de azúcar y piña a gran escala que consumió algunos de los bosques de koa situados a menor altitud. Con el tiempo, una combinación de factores tales como el crecimiento de la población de Hawái, la explotación de parcelas privadas y la introducción de plantas, animales, insectos y microorganismos no autóctonos (incluidas especies invasoras) redujo aún más la propagación natural de la koa.
Hoy en día, todavía existen grandes extensiones de bosques de koa en Hawái, pero la mayoría de ellas se encuentran en tierras privadas o protegidas por encima de los 1200 metros. Y gran parte de esas zonas forestales está en decadencia, ya que la regeneración se ve seriamente amenazada por la presencia de ovejas, cerdos y ganado en estado salvaje; plantas invasoras como la aulaga, el jengibre kahili y la guayaba fresa; varias especies de hierba que se introdujeron para el pastoreo de ganado pero que también avivaron la propagación de incendios en áreas forestales, y un hongo transmitido por el suelo comúnmente conocido como fusarium que ha destruido muchos árboles de koa en tierras de poca altitud.
Por todo ello, la restauración de bosques nativos para darle la vuelta a esta situación ha requerido un esfuerzo coordinado en las islas. Actualmente, se está desarrollando un importante conjunto de investigaciones e iniciativas con el doble objetivo de mejorar la ecología de las zonas forestales existentes y recuperar bosques nativos convertidos en pastizales devolviéndolos a su estado original.
La koa y las guitarras
El historial de Taylor en el uso de la koa para la construcción de guitarras se remonta a más de 40 años. Pacific Rim Tonewoods lleva unos 30 años en el negocio del suministro de koa, y ha cortado las piezas que Taylor ha ido comprando durante gran parte de ese tiempo.
La madera de koa estuvo ampliamente disponible hasta hace unos 20 años. Ese fue el momento en el que Hawái dejó de despejar tierras para uso agrícola, lo cual redujo la cantidad de koa que llegaba al resto de los Estados Unidos. A partir de entonces, el suministro empezó a provenir principalmente (y de forma muy poco predecible) de madera rescatada. Hace unos siete años, en el 2015, la adquisición de koa para la construcción de guitarras se puso extremadamente difícil. En aquel contexto, Bob Taylor y Steve McMinn, de Pacific Rim Tonewoods, empezaron a investigar más a fondo para comprender mejor las perspectivas de abastecimiento en los años venideros. Se informaron sobre las leyes de protección contra la cosecha de koa en zonas públicas y privadas de Hawái, y se reunieron con grandes terratenientes para analizar sus necesidades de gestión de tierras y sus objetivos de conservación de cara al futuro.
Las prospecciones culminaron en el establecimiento de una asociación formal entre Taylor Guitars y Pacific Rim Tonewoods. Hasta hace poco, esa empresa conjunta se llamó Paniolo Tonewoods, pero el nombre cambió recientemente a Siglo Tonewoods. La palabra «Paniolo» era una referencia a los vaqueros mexicanos que llegaron inicialmente a Hawái para enseñar a cuidar los ranchos a los hawaianos… y, de paso, trajeron sus guitarras y su música con ellos. Por su parte, el término español «Siglo» quiere aludir a la visión a largo plazo de la compañía.
La misión de Siglo es proporcionar y cultivar madera hawaiana para el futuro (a 100 años vista, y más) y crear un suministro duradero para la construcción de instrumentos musicales. Parte de ese compromiso se basa en la contribución a los actuales trabajos de restauración forestal sobre la base de proyectos gestionados a través de contratos con propietarios de tierras en Hawái. Esto incluye el desarrollo de varios programas de arboricultura orientados a la mejora de la resistencia al marchitamiento y del cultivo de huertos de semillas.
Contratos de gestión
Tal como explicaba Scott Paul en un antiguo artículo de Wood&Steel («Armonía a tres voces», publicado en el número 97, edición 2 de 2020), Siglo, por entonces Paniolo, adoptó un innovador enfoque de contratos de gestión implementado en primera instancia por el Servicio Forestal de los Estados Unidos y la organización The Nature Conservancy, que asumieron los importantes costes asociados a la restauración forestal. En lugar de pagarle a un terrateniente por los troncos o por los derechos de cosecha, Siglo tendría permiso para cortar un número determinado de árboles de koa en una zona de bosque comprometida y, a cambio, invertiría exactamente el valor económico de esa madera en proyectos de restauración forestal en esas tierras.
Casos prácticos
Uno de los primeros proyectos de Siglo, que ayudó a la empresa a demostrar sus capacidades únicas y sus intenciones éticas en Hawái, fue una colaboración establecida en el 2015 con el Haleakala Ranch de Maui. En 1985 se habían plantado dos extensiones de koa en el marco de un programa llamado «Un millón de árboles de Aloha» e iniciado por Jean Ariyoshi, la esposa del entonces gobernador de Hawái George Ariyoshi. Por desgracia, aquellos árboles de 30 años estaban sufriendo problemas que habían afectado a su crecimiento, y empezaban a mostrar signos de pudrición del corazón que solo podían ir a peor. En general, los compradores rechazaban estos árboles de koa «jóvenes» (no procedentes de bosques naturales) y especialmente los ejemplares vulnerables. Pero Siglo, y más tarde también Taylor, aceptó trabajar con esa madera. Taylor tuvo que tomar ciertas medidas para poder construir guitarras con ella, pero acabó utilizándola en decenas de miles de unidades. Era la prueba de que la koa joven también podía servir para crear instrumentos musicales de alta calidad. A su vez, las ganancias de la venta de la madera permitieron al Haleakala Ranch ampliar el alcance de sus programas de restauración forestal a las tierras vecinas.
Otro proyecto de aquella primera etapa, lanzado en el 2017, fue un contrato de gestión de conservación de unas 650 hectáreas del bosque de Honaunau por un período de cinco años. Esta zona de la isla de Hawái era propiedad de Kamehameha Schools, el terrateniente más grande del estado. Aunque ya se había establecido un procedimiento para restaurar el bosque, allí no se cosechaban árboles desde los años 90, lo cual significaba que no había un flujo de ingresos capaz de financiar las acciones necesarias. Gracias a este contrato, Siglo tuvo la oportunidad de cosechar un volumen de árboles de koa que generó unos beneficios de 1,6 millones de dólares por la venta de la madera. Según Nick Koch, gerente de Siglo, ese capital fue a parar a un fondo de conservación del cual ya se ha gastado alrededor de 1 millón de dólares, principalmente en operaciones de cercado y control de animales. El resultado inmediato es que ahora hay decenas de miles de nuevos árboles de koa en esa zona.
La koa es una de las pocas maderas del mundo cuya previsión de suministro para los próximos 25 años es superior a la actual.
Estos tipos de contratos de gestión por proyecto proporcionarán a Siglo un suministro de koa más predecible en los próximos años. Entretanto, se están ejecutando otros programas de rehabilitación de bosques y plantación de árboles para crear una reserva de koa más sostenible a largo plazo y ya pensando en el próximo siglo. Todo ello converge en una perspectiva favorable para el futuro, ya que la koa es una de las pocas maderas del mundo cuya previsión de suministro para los próximos 25 años es superior a la actual.
Plantación de árboles y construcción de un aserradero
Siglo dio un paso de gigante hacia sus objetivos de plantación en el 2018, cuando Bob Taylor compró unas 230 hectáreas de pastizales cerca de Waimea, en la Isla Grande de Hawái. Unos 150 años antes, esas tierras habían sido un bosque de koa legendario. Ahora están arrendadas por Siglo Tonewoods, que les ha dado el nombre oficial de Siglo Forest («Bosque Siglo»). Se ha diseñado un plan para plantar especies nativas mixtas en las zonas con pendientes pronunciadas (un 30 % del terreno, que se reservará para conservación) y árboles de koa para la producción de madera en las áreas más llanas. Cuando el Siglo Forest haya madurado, proporcionará más del doble del volumen de madera que Taylor utiliza actualmente, y el plan de gestión garantizará un suministro perpetuo y diverso de bosques nativos en operación.
Como decíamos en la edición de Wood&Steel de otoño del 2021, el programa de plantación había empezado el junio anterior con plántulas de koa y otras especies nativas de árboles y arbustos distribuidos en 8 hectáreas. Aprendimos muchas cosas que ayudarán a mejorar la viabilidad de proyectos futuros. El objetivo en esa zona es plantar 150 000 árboles de koa hasta el 2030, con la primera cosecha útil prevista para el 2050.
Cuando el Siglo Forest haya madurado, el plan de gestión garantizará un suministro perpetuo y diverso de bosques nativos en operación.
También estamos planificando la construcción de un aserradero que permitirá a Siglo Tonewoods cortar koa de manera eficiente en Hawái y estimular la integración vertical. Cuando esté operativo, el aserradero se utilizará para cortar koa y otras maderas para instrumentos musicales, y también para producir otros artículos de madera con valor añadido tales como planchas para suelos en las islas. Por otro lado, el aserradero mejorará el control de calidad y generará empleo para impulsar la economía local. De momento, Siglo ya ha mejorado su capacidad de acción en Hawái invirtiendo en su propio equipo de tala para lograr un uso más eficaz y cuidadoso de los árboles que extrae.
Selección de semillas y mejora de la genética de la koa
El desarrollo de una meticulosa investigación ecológica es esencial para la creación de un programa de plantación de koa que produzca árboles saludables y adecuados. Tras su experiencia con otras maderas, tanto Bob Taylor como Steve McMinn entienden la importancia de ese tipo de estudios. La iniciativa escalable de plantación de ébano en Camerún conocida como Proyecto Ébano se basó en una innovadora investigación financiada por Bob para comprender mejor las estrategias óptimas de propagación del ébano. En cuanto a Steve, ya en el número 81 de Wood&Steel (publicado en invierno del 2015) hablábamos de sus investigaciones sobre el cultivo de arce de hoja grande con una genética deseable para el uso en instrumentos musicales (en este caso, con un veteado atractivo). Aquel proyecto fue evolucionando hasta cristalizar en una serie de ensayos forestales que hoy se están llevando a cabo en una parcela de antiguas tierras de cultivo situada cerca del aserradero de su empresa en Skagit Valley, en el estado de Washington. En esa hacienda, llamada Utopia Forest, se está estudiando si el veteado de los árboles es una propiedad transmisible genéticamente. Existen paralelismos interesantes entre el arce y la koa: las dos especies crecen rápidamente hasta alcanzar un tamaño útil, y en ambos casos la idea es cultivar árboles con veteado para la construcción de instrumentos musicales y otros productos de primera calidad. Steve y su equipo han creado un vídeo en el que explican las líneas del proyecto.
Kevin Burke, horticultor de Pacific Rim Tonewoods y supervisor de las pruebas con el arce, también ha coordinado una iniciativa similar con la koa en Hawái. El objetivo es propagar árboles genéticamente superiores para restaurar el rango genético y la calidad de la koa, que ha disminuido durante los últimos siglos.
El proyecto se puso en marcha en el 2016 (poco después de la fundación de Siglo Tonewoods) como una asociación de investigación con el Haleakala Ranch, y se está desarrollando en las instalaciones de Native Nursery en Maui. El programa empezó con el cultivo cooperativo de hileras de árboles del Haleakala Ranch que habían sido seleccionados por la extraordinaria calidad de su madera. Hoy en día, se están propagando 65 hileras clónicas de esos árboles, mientras que 10 hileras han sido micropropagadas.
Siglo también ha patrocinado estudios en cooperación con el Centro de Investigación Agrícola de Hawái (HARC, por sus siglas en inglés) y con el programa de mejora de árboles tropicales del Servicio Forestal de los Estados Unidos. En el 2021, estas actividades desembocaron en el lanzamiento de un plan de selección de semillas destinado a reforestar Hawái con árboles de koa de genética superior. Se extrajeron semillas de 42 árboles «plus» que, mientras crecen en forma de plántulas, están siendo estudiadas para determinar su resistencia al marchitamiento y optimizar sus posibilidades de mantenerse sanas. La investigación también ha identificado muchos otros árboles «plus» cuyas semillas se podrán recolectar.
Burke explica que, en comparación con el arce, la koa es más fácil de cultivar a partir de semillas. Además, el veteado de la koa joven es mucho más dominante y se manifiesta en una fase más temprana.
Siglo también se asoció con el HARC para plantar en Siglo Forest un huerto de 1600 semillas resistentes al marchitamiento y realizar análisis de progenie. Este proyecto debería producir semillas utilizables en el 2026. Por otra parte, el HARC está trabajando en un programa de pruebas de resistencia al marchitamiento con variedades de cultivo desarrolladas en el Haleakala Ranch y semillas recogidas dentro del plan de selección de semillas y mejora de árboles iniciado por Siglo en el 2021.
En lo que llevamos del 2022, en el Siglo Forest se han plantado 12 500 árboles cortavientos y más de 12 hectáreas de koa y especies mixtas, y el huerto de semillas ha sido ampliado. Entretanto, Siglo Tonewoods también ha arrendado un invernadero en Waimea como instalación de apoyo a sus proyectos de propagación en curso. Steve McMinn afirma que, en última instancia, el objetivo de la investigación y de otros conceptos estratégicos que el equipo ha dirigido al desarrollo y perfeccionamiento de su iniciativa de plantación es ofrecer un modelo escalable a otras instituciones interesadas en la repoblación de koa y la reforestación (la plantación de árboles en tierras actualmente sin cubierta forestal, como los pastizales) en todo Hawái. En próximos números de Wood&Steel seguiremos informando sobre los progresos de estos proyectos.