A lo largo de casi cinco décadas de historia de Taylor, se ha demostrado una y otra vez que el hecho de no sentirnos atados a la tradición ha sido uno de nuestros puntos diferenciales. Esta filosofía nos ha dado libertad creativa para explorar nuevas ideas continuamente y desafiar los límites de la fabricación de guitarras en direcciones insospechadas y muy estimulantes.
Una de nuestras áreas de mayor interés siempre ha sido el uso que hacemos de las maderas. En parte, lo que nos impulsa a profundizar en ello es el deseo de descubrir nuevos colores sonoros, pero también nos guía la conciencia de la realidad actual del abastecimiento de madera y de la necesidad de respetar lo que los bosques del mundo pueden darnos.
Especialmente en los últimos diez años, los programas de gestión medioambiental que hemos iniciado han marcado en gran medida nuestro enfoque de la obtención de madera. El proyecto de Taylor con el ébano de Camerún, que arrancó en el 2011 y ya es ampliamente conocido, ha fructificado en decisiones concretas como la adopción para nuestros diapasones del ébano jaspeado que durante mucho tiempo había sido totalmente ignorado. En el 2020, presentamos nuestros primeros modelos construidos con fresno de Shamel procedente de árboles de ciudad que habían llegado al final de su vida y debían retirarse de las comunidades de California. Y, hace unos meses, anunciamos la reformulación de nuestra Serie 700 con un nuevo grado de calidad de koa hawaiana que descubrimos en el curso de nuestros proyectos de restauración forestal en Hawái.
El tema es que nuestra línea de guitarras es un ecosistema musical cuidadosamente meditado y en constante evolución. Aunque Taylor ha crecido hasta convertirse en una gran compañía, hemos logrado equilibrar la balanza entre la necesidad de crear una cadena de suministro ética y estable y la capacidad de responder con agilidad al mundo cambiante que nos rodea.
¿Qué hace que una madera sea apta para construir guitarras?
La elección de maderas para nuestra línea de guitarras está sujeta a muchos factores, especialmente en los casos de nuevas especies que aún no se asocian con la elaboración de instrumentos musicales. En primer lugar: ¿las características físicas de la madera se pueden «traducir» por un buen sonido musical? Igualmente importante: ¿es un material fácil de trabajar? Es decir, ¿se puede cortar, secar, lijar, doblar, encolar y convertir en una guitarra sin deformarse, agrietarse o presentar otros problemas durante la producción o después de la finalización del instrumento? Más cosas: ¿se puede obtener de forma ética y económica? ¿Nos dará un nivel de calidad consistente? ¿Existe esa especie en cantidad suficiente para satisfacer nuestras necesidades de suministro durante un período previsible? ¿Cuánto tiempo nos llevará obtener la madera de un proveedor? ¿Aportará algo realmente único a nuestro repertorio de guitarras? Y, si se trata de una nueva especie que acaba de aterrizar en el mundo de la guitarra acústica, ¿hasta qué punto será posible convencer a los músicos de su valor? Queda claro que la cosa no es sencilla…
Afortunadamente, desde nuestra posición como empresa consolidada y con una firme reputación como fabricante de guitarras, estándares de producción ultraexigentes, un buen historial de comercio ético y una entusiasta comunidad de clientes (¡gracias a todos!), contamos con un alto nivel de credibilidad cuando nos atrevemos a defender una nueva especie.
Y, además, tenemos a un diseñador de guitarras llamado Andy Powers que sabe exprimir al máximo las cualidades musicales de la madera.
Nuevas ramificaciones
En la primera edición de este año de Wood&Steel (número 102), hablábamos con Andy sobre la evolución continua del diseño de guitarras en Taylor y comentábamos sus aspiraciones de aportar aún más diversidad musical a nuestra línea. En los últimos diez años, Andy ha sentado cátedra con la serie de recetas sonoras que ha creado para diferenciar la identidad de los distintos modelos, sobre todo después del desarrollo de nuestras plataformas de varetaje patentadas V-Class y C-Class. Ambos sistemas se pueden adaptar con sutiles modificaciones en función de la forma de la caja, la combinación de maderas y el perfil tonal que Andy quiere sacarle a cada guitarra. Esos desarrollos se han unido a las sucesivas innovaciones en los estilos de caja (el lanzamiento de la Grand Orchestra, la Grand Pacific y la Grand Theater; el cambio de cara de la Grand Symphony, y la adaptación de diseños 12-fret y de 12 cuerdas a la Grand Concert), y han ampliado enormemente la paleta de personalidades musicales únicas del catálogo Taylor.
Parte del proceso de perfeccionamiento de nuestra oferta de guitarras consiste en considerar toda la línea de manera global y valorar la relación de cada serie con las demás. Por ejemplo: con la reciente puesta al día de nuestra Serie 700, tuvimos la suerte de acceder a un generoso suministro de koa hawaiana con un hermoso colorido y veteado que, según Andy, merecía tener su propia voz y un tratamiento estético exclusivo con independencia de nuestra Serie Koa ya existente. La pregunta era: ¿cuál sería el hábitat adecuado para esa madera? Andy pensó que estaba llamada a un territorio en el que una guitarra construida íntegramente con koa maciza fuera un poco más accesible para el público.
Finalmente, decidimos que la Serie 700 iba a ser el lugar indicado, porque de esta manera seguiríamos teniendo tres presentaciones estéticas distintas para nuestras guitarras de palosanto: las series 400, 800 y 900.
El viaje de la caoba
La caoba es otra de nuestras maderas tradicionales que también se ha propagado a varios cuadrantes de la línea Taylor. A la combinación de sapele y pícea que durante años había representado a la Serie 300 le añadimos modelos con tapa de caoba. En su momento, también utilizamos fondos y aros de acacia negra de Tasmania con tapa de caoba, pero más recientemente decidimos sustituir la acacia negra por esta especie y ofrecer varias guitarras construidas íntegramente con caoba en la Serie 300. Esa estrategia llevó a Andy a pensar más detenidamente en nuestro uso de la caoba y en la evolución de la Serie 500, que llevaba décadas presentando modelos de esta madera. Y, teniendo en cuenta que la Serie 300 ya ofrecía guitarras con tapa, fondo y aros de caoba, ¿cuál podía ser el próximo movimiento en la Serie 500?
Entretanto, Andy guardaba en la recámara otra madera urbana con la que llevaba varios años trabajando y para la cual tenía planes cuando llegara el momento adecuado: la corteza de hierro roja. Y, ahora, se le presentaba una oportunidad de oro.
La joven historia de la madera urbana
Antes de profundizar en la corteza de hierro roja, rebobinemos un poco hasta los orígenes de nuestra iniciativa con la madera urbana. A principios del 2020, lanzamos cuatro nuevos modelos bajo el estandarte de la colección Builder’s Edition. Uno de ellos, la 324ce Builder’s Edition, tenía fondo y aros de un tipo de fresno de Shamel, o fresno silvestre mexicano, que bautizamos como Urban Ash («fresno urbano») para llamar la atención sobre la procedencia única de esta madera.
Andy se entusiasmó con el uso de este fresno cultivado en California no solo por sus propiedades intrínsecas, sino también porque marcó el comienzo de una nueva y prometedora iniciativa de abastecimiento de madera urbana en colaboración con West Coast Arborists, Inc. (WCA), una sofisticada empresa de gestión de árboles.
Tal como explicábamos en Wood&Steel, WCA ofrece una serie de servicios relacionados con los árboles a cientos de municipios e instituciones públicas en toda California y parte de Arizona. Estos programas cuidadosamente diseñados y administrados dan lugar a importantes zonas de dosel verde en ciudades y áreas residenciales, e incluyen proyectos de paisajismo en parques, calles, carreteras y otros espacios públicos. De acuerdo con sus contratos con cada municipio, WCA se encarga de plantar, cuidar y en última instancia retirar esos árboles. Actualmente, la base de datos de la empresa ya cuenta con más de 10 millones de localizaciones de árboles en inventario.
En un primer momento, nuestro interés en estudiar la viabilidad de la madera urbana surgió de la curiosidad práctica de Bob Taylor, que se preguntaba qué ocurre con la madera de los árboles que llegan al final de su vida y cómo se podrían aprovechar esos troncos de cara a generar valor añadido para las comunidades. Y así fue como nos pusimos en contacto con la empresa arborista de nuestra zona, que resultó ser WCA.
Scott Paul, director de sostenibilidad de recursos naturales de Taylor, dirigió el proyecto y coordinó un viaje de campo a la sede de WCA en Anaheim con un grupo de trabajo que incluía a Bob y Andy. Resultó que WCA también había estado buscando formas de crear más valor a partir de los árboles que retiraba, especialmente a raíz del aumento de los costes de eliminación. Para ello, había diseñado un programa de reciclaje de madera urbana que cristalizó en un negocio de suministro llamado Street Tree Revival, dedicado a cortar madera y a la producción de mesas con planchas de borde natural y otros artículos.
Dado que muchas de esas maderas no se usaban comercialmente o no tenían tradición en la construcción de instrumentos musicales, Andy llevó a cabo una «cata con motosierra» para la cual se cortaron muestras de algunas especies que parecían especialmente interesantes y merecían un análisis más profundo.
«Me sentía como un cocinero que camina por los pasillos de un mercado agrícola inspeccionando frutas y hortalizas que no había visto antes», compara Andy. «Y pensaba: ¿cómo podría trabajar esta materia prima para sacarle el mejor sabor?».
Andy se trajo a nuestra fábrica una nutrida variedad de muestras de madera para hacer sus pruebas. Redujo la lista de especies potencialmente útiles de acuerdo con algunas consideraciones prácticas, y acabó centrándose en las que consideró las diez finalistas.
«Hay muchas especies de árboles que simplemente no tienen las características prácticas que las hacen aptas para el trabajo de la madera».
Andy Powers
«Desde el punto de vista del suministro, queríamos saber qué árboles eran los más disponibles», comenta. «A continuación, busqué los troncos que tenían las propiedades adecuadas en cuanto a estructura, altura, diámetro para el corte de tablas y facilidad de manipulación. Había varias especies que cumplían todas las condiciones y entre ellas estaba el fresno de Shamel, que se deja secar, serrar, encolar, lijar y terminar muy bien. Aunque pueda parecer raro, hay muchas especies de árboles que simplemente no tienen las características prácticas que las hacen aptas para el trabajo de la madera. Pero, más allá de esos criterios “mundanos”, la madera tiene que producir un sonido de primera. Y esa es una prueba difícil para cualquier árbol».
Andy subraya que una condición imprescindible es que la madera se pueda secar adecuadamente.
«La razón por la que prestamos tanta atención al secado de la madera es que tiene una conexión directa con la estabilidad de la guitarra durante su vida útil», explica. «Dicho en pocas palabras: si no puedes secar un trozo de madera sin que se agriete, se deforme, se rompa o quede distorsionado, tendrás muchos problemas para crear algo consistente y fiable a partir de él. En algún punto, la madera que presente un comportamiento deficiente te hará pasar un mal rato».
Andy tenía la corazonada de que el fresno de Shamel sería una buena madera para la construcción de guitarras por su parentesco con otras especies de fresno.
«He trabajado con muchas clases de fresno, desde la variedad dura del norte hasta la más liviana de los pantanos», dice. «La estructura de veteado de este fresno ya hacía pensar que funcionaría… pero es que acabó dando un resultado incluso mejor de lo que esperábamos. Vimos que era una especie musicalmente fantástica y muy parecida a otras que conocíamos bien, así que creímos que tenía sentido estrenar nuestra primera guitarra de madera urbana con este fresno».
[Nota editorial: En otro artículo de este número de Wood&Steel presentamos dos modelos de edición limitada construidos íntegramente con Urban Ash, la 424ce LTD y la 224ce-UA LTD.]
Ha nacido una estrella… de madera
Un hallazgo sorprendente que resultó ser un golpe de suerte fue el descubrimiento de una madera conocida como corteza de hierro roja (eucalyptus sideroxylon).
«La corteza de hierro roja es en cierta manera una rareza», asegura Andy. «Técnicamente, pertenece a la familia de los eucaliptos. Sin embargo, no se comporta como la mayoría de ellos, ya que muchos tienden a torcerse y moverse de formas impredecibles. Es más: la corteza de hierro roja es increíblemente dura y densa, como si estuviera emparentada con el palosanto tropical. De hecho, es una de las pocas maderas que se hunde en el agua. Vendría a ser parecida al ébano».
Cuando Andy examinó sus características mecánicas con más detalle, vio con satisfacción que era fácil de trabajar y que se podía secar de forma consistente y sin complicaciones.
«En general, cuesta secar las maderas más densas, que tienen tendencia a distorsionarse. Y, para obtener un componente de guitarra estable, eso hay que controlarlo con mucho cuidado, como pasa con el ébano», aclara Andy. «Nos sorprendió descubrir que podíamos secar perfectamente la corteza de hierro roja con el mismo método que utilizamos para el palosanto de las Indias Orientales, por ejemplo. En este sentido, tiene unas características similares y es muy estable».
Otro estereotipo sobre estas maderas tan duras (de las cuales hay muy pocas, tal como apunta Andy) es que tienen un contenido de aceite que dificulta el encolado. Pero, también en este caso, la corteza de hierro roja resultó ser una excepción.
«Aparte de todo lo demás, su textura es de lo más suave y uniforme que yo haya visto en cualquier madera densa», afirma.
Considerando su dureza, densidad y suavidad, Andy pensó en un primer momento utilizar esta madera para diapasones y puentes, pero sus tonos rojizos y dorados le disuadieron de ello. Por otro lado, tenía la sospecha de que funcionaría muy bien para fondos y aros. Y, oh sorpresa, resultó que tenía razón.
Con todos ustedes, la corteza de hierro roja
El eucalipto de corteza de hierro roja (eucalyptus sideroxylon) es una de las más de 700 especies de este género que hay repartidas por todo el mundo. La historia del eucalipto en California se remonta a mediados del siglo XIX, momento en que se importaron varias especies desde Australia (incluida la corteza de hierro roja) y se plantaron como una posible fuente de madera y fibra.
La especie más prolífica en California (y en el resto del planeta) es el eucalyptus globulus o eucalipto azul, un árbol de rápido crecimiento reconocible por sus capas de corteza descascarillada y sus aromáticas hojas aceitosas de color verde azulado. Pero, ironías de la vida, resultó que su madera no era adecuada para la construcción.
En cambio, el eucalyptus sideroxylon tiene una corteza gruesa, dura y profundamente surcada, pero la madera rojiza que hay debajo de ella es fuerte, rígida, densa y duradera, y se ha utilizado para vigas, traviesas de ferrocarril y otros proyectos de construcción. La corteza de hierro roja también es tolerante a las sequías y las heladas, lo cual le ha permitido sobrevivir en hábitats no nativos.
El moldeado del sonido
Una vez familiarizado con las propiedades estructurales de la corteza de hierro, Andy imaginó una alquimia sonora para una nueva voz y construyó algunos prototipos sobre la forma Grand Auditorium. Para la tapa, optó por la pícea de Sitka torrefactada («tostada»). Estas dos maderas, apoyadas por una versión adaptada del varetaje V-Class de Andy que aporta el toque de ingeniería acústica moderna, crean lo que él describe como «una nueva versión del sonido clásico de la combinación de pícea y palosanto, como un cruce entre el palosanto y el ébano».
«Es una voz rica, intensa y dulce… tiene un carácter muy parecido al de un piano».
—Andy Powers
«La corteza de hierro roja ofrece muchas posibilidades de moldeado del tono», continúa Andy. «Tiene el sonido claro y profundo del palosanto, pero con un punto de esa amortiguación típica del ébano o la caoba que ayuda a suavizar las aristas de las notas. Es una voz rica e intensa pero al mismo tiempo dulce, y genera la respuesta de amplificación vibrante, dinámica y acampanada de las maderas densas. Sería como tomar el sonido tradicional de una guitarra de palosanto y potenciar o “calentar” su rango de medios. En definitiva, tiene un carácter muy parecido al de un piano».
Andy tocó la versión final de su Grand Auditorium en una sesión de demostración organizada en el campus de Taylor el pasado junio. Lo primero que nos impresionó a los que estábamos en la sala fue la capacidad de volumen y proyección de esta guitarra, incluso con un tacto suave.
«Es un sonido potente y de alta fidelidad, pero está equilibrado por una dulzura que acaba por crear un tono muy seductor», describe Andy. «Las notas graves son nítidas como una campana: no hay ni pizca de aspereza o emborronamiento. El sonido de la corteza de hierro no tiene nada de esponjoso o blandengue; al contrario: con la densidad de esta madera, yo diría que es contundente y musculoso. La sensación que tengo con esta guitarra es que amplifica todo lo que hago, e incluso me devuelve más de lo que yo le doy. Es como si las notas quisieran saltar de ella. Y este es el tipo de instrumento que me encanta ofrecer al público».
El diseño de la nueva Serie 500
Andy llevaba años trasteando con prototipos de guitarras de corteza de hierro en su taller, así que ha tenido mucho tiempo para pensar en el posible encaje de esta madera en nuestra línea de guitarras. Y, dado que la Serie 300 ya incluye más modelos de caoba, parecía que la Serie 500 podía ser un marco de presentación apropiado para estas guitarras. Por otro lado, la corteza de hierro roja no deja de ser la segunda especie urbana que introducimos en nuestro catálogo, así que su adopción en una serie Taylor de tanto prestigio (y que lleva en el mercado casi tanto tiempo como nuestra emblemática Serie 800) nos sirve para inaugurar una nueva fase de nuestro compromiso con las maderas de árboles de ciudad.
Para honrar el legado clásico de la Serie 500, Andy ha optado por una estética tradicional matizada con algunos detalles decorativos que distinguen a esta nueva combinación de maderas. El fondo y los aros de corteza de hierro presentan un leve tinte en el borde que aviva los tonos rojizos, dorados y amarronados naturales de esta madera y los acerca a la coloración de la caoba a la que sustituye. La caja con acabado brillante y el mástil satinado también lucen un tenue tratamiento shaded edgeburst, y el delicado espolvoreado de color de la tapa de pícea torrefactada ligeramente oscurecida añade una elegante pincelada vintage. El conjunto de complementos incluye un nuevo y refinado diseño de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, golpeador y perfiles de falso caparazón de tortuga, roseta de anillo sencillo de abulón, fileteado en arce y color negro y clavijas de afinación Taylor de níquel.
En cuanto a la oferta de modelos, esta serie renovada llega de inicio con dos estilos de caja, la Grand Auditorium 514ce y la Grand Concert 512ce. Probablemente, en el 2023 se les sumarán otras opciones. (Nota al pie: la 517 Builder’s Edition actualmente disponible seguirá siendo la misma, y mantendrá la combinación de caoba y pícea torrefactada con todos sus complementos).
Vale la pena señalar que el volumen y la riqueza del sonido de estas guitarras pueden resultar especialmente impresionantes en la versión Grand Concert, ya que esta caja es más pequeña. Andy la tocó en su sesión de demostración, y la proyección fue más que notable.
«El tono es claro, limpio y agradable, pero sale del instrumento con un volumen sorprendentemente alto y una riqueza similar a la de un piano», opina. «Aunque se trata de una Grand Concert, si me pongo a rasguear acordes responde a la perfección. Estoy encantado con el rendimiento de esta guitarra».
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Meet the New 500 Series
514ce
La 514ce es nuestra primera guitarra Grand Auditorium con fondo y aros de corteza de hierro roja (Urban Ironbark). Este modelo emite un sonido dulce y musculoso que combina la voz de alta fidelidad del palosanto con los medios cálidos y contundentes y el equilibrio en todo el espectro musical característicos de la caoba. Con el tono maduro de la tapa de pícea de Sitka torrefactada y las mejoras en el volumen y el sustain aportadas por el varetaje V-Class, la 514ce ofrece toda la potencia que necesitan los aficionados al rasgueo pero sin perder ni un ápice de la sensibilidad al tacto y el amplio rango dinámico que exigen los intérpretes de fingerstyle. Visualmente, la 514ce mezcla la tradición y un aire contemporáneo con complementos como el nuevo motivo de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, roseta de anillo sencillo de abulón, un leve tinte que realza los hermosos tonos rojizos de la madera Urban Ironbark y un refinado tratamiento shaded edgeburst con acabado brillante en la caja.
512ce
La Grand Concert 512ce es una de nuestras primeras guitarras con fondo y aros de corteza de hierro roja maciza (Urban Ironbark). Se trata de una madera densa y dura con una respuesta rica y sofisticada que une los graves profundos y el toque de alta fidelidad del palosanto de la India a la rotundidad y definición de medios de la caoba. La combinación de fondo y aros de Urban Ironbark con tapa de pícea de Sitka torrefactada aporta un tono cálido y maduro con un carácter similar al de un piano y un excelente equilibrio en todo el espectro de frecuencias. Esta guitarra electroacústica compacta está equipada con el varetaje V-Class para llenar el espacio de interpretación con una proyección asombrosa, un sustain floreciente y un sonido con tanto músculo como sensibilidad a un tacto suave. El conjunto de complementos incluye el nuevo motivo de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, roseta de anillo sencillo de abulón con recorte en arce y color negro y un tratamiento shaded edgeburst elegantemente sutil.