Seguramente, cada uno de nosotros tiene grabado en la memoria el momento exacto en el que la pandemia de COVID modificó oficialmente el curso de la vida normal. En Taylor, seguíamos su progresión en todo el mundo como si se tratara de una tormenta que se aproximaba lentamente, y el 18 de marzo suspendimos temporalmente la producción de guitarras en nuestras instalaciones de California sin saber cuándo podríamos volver a abrirlas.
Para el diseñador jefe Andy Powers, el golpe de la cruda y trascendental realidad llegó desde otra vertiente. Una mañana, se despertó recibiendo mensajes de texto de amigos músicos de todo el mundo.
“Me di cuenta de que todos y cada uno de ellos se habían quedado sin trabajo”, dice. “Sus giras, sus conciertos; su equipo de producción, los pipas, los conductores de vehículos. Todo cancelado, incluso las actuaciones en restaurantes y cafeterías locales. El mundo de la música en directo al completo acababa de transformarse”.
Cuando la gente empezó a asumir los tiempos de incertidumbre que se avecinaban, Andy entendió que, a pesar del vuelco que había dado la vida tal como la conocíamos (y, más concretamente, la industria de la música), el hecho de tocar un instrumento iba a ser más importante que nunca. Y no solo para los profesionales de todo el mundo, sino también para los músicos aficionados y para cualquier persona que necesitara una vía para expresarse, especialmente en una época de distanciamiento social en la que todos nos tomamos nuestro tiempo para valorar qué es lo que realmente importa en la vida.
Andy recuerda haber meditado sobre lo que la gente podría necesitar (y lo que Taylor, como empresa, podría tener que hacer) al llegar una mañana a la planta con la producción ya detenida.
“Pasearse por una fábrica completamente cerrada produce una sensación muy extraña”, afirma. “Las luces están apagadas, no hay nadie, las guitarras esperan en sus estantes a que el equipo regrese”.
Y cuando el departamento de producción de California regresara al trabajo, ¿qué clase de guitarras iba a construir?
“Pensé: estamos en un momento extrañamente incierto, así que deberíamos producir guitarras para momentos inciertos volviendo a las raíces. Hagamos lo que podamos. Tenemos herramientas. Tenemos madera. Tenemos cuerdas de guitarra. ¿Qué tipo de instrumento satisfará las necesidades de alguien que se sienta con su familia a tocar sus canciones favoritas? Esa es la guitarra que queremos construir”.
Durante el parón de las operaciones (que en Taylor aprovechamos para adaptar la fábrica y establecer nuevos protocolos de seguridad), Andy y Bob Taylor pasaron mucho tiempo en el complejo discutiendo el camino a seguir para el desarrollo de nuestras guitarras y las estrategias de producción en esta nueva realidad. Andy sugirió algunas ideas para ofrecer una guitarra que consideraba apropiada para el momento y que podría fabricarse en nuestra planta de California. Hablaba de un instrumento utilitario que mantuviera la esencia de una gran guitarra (construcción en madera maciza, varetaje V-Class de Taylor, versatilidad para diferentes estilos) pero que pudiera producirse en los Estados Unidos y venderse a un precio más asequible.
“Proyecté estas guitarras con unos complementos muy espartanos; un instrumento muy modesto y sincero”, apunta Andy. “Cuando Bob y yo empezamos a hablar sobre ellas, me quedó claro que nuestras ideas iban exactamente en la misma línea”.
En cuanto a la selección de las maderas, los dos asumieron la idea de “cocinar con lo que hay en la despensa”, teniendo en cuenta la posible suspensión de la cadena de suministro de Taylor.
“Nos pusimos a revisar el inventario y también las piezas que habíamos dejado apartadas, que suelen tener un carácter más personal que las maderas que usamos en nuestras series estándar”, dice Andy. “Tenemos un sapele fantástico y unas tapas de caoba con la identidad especial que estábamos buscando. También disponemos de un montón de caoba para mástiles, además de ovangkol y una pícea magnífica. Todas estas piezas son maravillosas para hacer instrumentos; si aún no las habíamos utilizado era solo porque teníamos otras que se ajustaban más exactamente a los estrictos criterios de nuestro menú de guitarras”. (Para más información sobre el carácter de las maderas seleccionadas, echa un vistazo al recuadro del lateral “Maderas de categoría especial”).
La Grand Pacific marca el camino
Andy quería presentar la nueva guitarra con la forma de caja Grand Pacific de Taylor, reconocida por una voz robusta y una versatilidad musical capaces de abarcar mucho terreno con absoluta solvencia.
“El sonido generado por este diseño es muy polivalente”, afirma. “Para mí, la Grand Pacific es una acústica multiusos que responde igual de bien al rasgueo que al fingerstyle, al punteo o a un estilo más enérgico y contundente. La imagen que tenía en la cabeza era la de un grupo de familiares y amigos alrededor de una hoguera o en el jardín de su casa tocando canciones que todos pueden cantar. Y la GP es perfecta para una guitarra de acompañamiento”.
American Dream: ha nacido una serie
Tal como explicábamos en nuestro artículo de portada del último Wood&Steel (el número 97, edición 2 de 2020, que forma parte de nuestra primera versión digital a la que puedes acceder desde la pestaña Owners en taylorguitars.com), la capacidad de Taylor para responder a la irrupción de la pandemia es un testimonio del coraje y la determinación que siempre han impulsado la cultura de la compañía.
Los cofundadores Bob Taylor y Kurt Listug revivieron los recuerdos de las batallas de sus primeros días y todos los obstáculos que tuvieron que superar por el camino. Por eso, cuando llegó el momento de elegir un nombre para esta nueva serie diseñada por Andy, parecía apropiado rendir homenaje a la tienda de guitarras American Dream en la que Bob y Kurt se conocieron y que en 1974 compraron para convertirla en Taylor Guitars. Bajo el signo de la serie American Dream, estas guitarras encarnan la resistencia y el espíritu indomable de nuestra empresa.
Aunque Andy ni siquiera había nacido cuando Taylor Guitars fue fundada, una de las cosas que le han enamorado de la filosofía de Taylor es (tal como señaló en el último número de Wood&Steel) la forma en que Bob y Kurt han preservado “esa mentalidad batalladora y descarada de un novato emprendedor”. Y esa mentalidad, esa pasión, ese empuje incansablemente innovador para inspirar a las personas a hacer música no han hecho más que crecer desde la llegada de Andy, como cualquiera que esté mínimamente familiarizado con los muchos lanzamientos revolucionarios de Taylor durante los últimos diez años puede atestiguar.
Un diseño acorde con los tiempos
El núcleo creativo de las guitarras American Dream, y especialmente la sensibilidad de diseño orientada hacia la idea de “tienes todo lo que necesitas y nada que no necesites”, se remontan a los primeros experimentos de Andy con el varetaje V-Class y la forma de caja que acabaría convirtiéndose en el estilo Grand Pacific.
“Cuando trabajo con un concepto radicalmente nuevo, una de mis prácticas como luthier es destilar el diseño en el acabado más minimalista y el envoltorio más primitivo para ver exactamente lo que puede dar ese instrumento en su forma más básica”, comenta.
Este enfoque se manifiesta claramente en la evolución de la Serie Academy de Taylor presentada en 2017, que propone instrumentos reducidos a su más pura esencia para ofrecer la experiencia más gratificante posible a músicos en desarrollo con un presupuesto ajustado.
En muchos aspectos, la serie American Dream sigue esa misma idea y la lleva más allá con características de nivel profesional: construcción en madera maciza, varetaje V-Class, bordes de la caja suavemente biselados, tono celestial, ergonomía premium y electrónica ES2 opcional. También tenía que ser una línea de guitarras que pudiéramos hacer en la fábrica de California para acelerar nuestra producción en el momento en que fuera posible reanudarla. La sobriedad de los complementos nos permitiría agilizar el proceso de fabricación y aportar valor añadido a nuestros clientes, ofreciendo las guitarras de madera maciza construidas en Estados Unidos más asequibles del catálogo Taylor por debajo de la Serie 300. (La nueva guitarra Taylor GT, que presentamos también en esta edición de Wood&Steel, se sitúa en el mismo nivel de precio).
Gracias al esfuerzo coordinado entre nuestros equipos de desarrollo y producción, pronto logramos tener las guitarras American Dream listas para su materialización. La planta de California retomó la actividad a tiempo completo el 18 de mayo, e incluso teniendo en cuenta el lapso necesario para que nuestros artesanos se adaptaran a los nuevos procedimientos de seguridad, configuraciones de puestos de trabajo y demás procesos modificados, en junio ya fuimos capaces de empezar a producirlas.
Los modelos
La serie American Dream se estrena con tres modelos principales basados en nuestro inventario de maderas: dos guitarras con fondo y aros de ovangkol macizo y tapa de pícea maciza, y una tercera con fondo y aros de sapele macizo y tapa de caoba. Otra novedad es el uso de eucalipto ahumado para el diapasón y el puente (también presente en nuestros nuevos modelos GT, tal como detallamos en otro artículo de esta edición). El tipo de eucalipto que utilizamos se parece al ébano en cuanto a peso y densidad, de manera que es extremadamente duradero y resulta ideal para la fijación de trastes.
“Llevamos bastante tiempo experimentando con este material”, revela Andy. “Los diapasones y puentes de eucalipto suenan muy bien, y nos pareció que estas guitarras eran muy buenas candidatas para recurrir a esa especie”.
AD17 / AD17e
Esta es nuestra primera guitarra Grand Pacific que combina ovangkol y pícea en una caja GP con varetaje V-Class. La gama tonal similar a la del palosanto y la calidez natural en los medios del ovangkol brillan en todo su esplendor, apuntaladas por unos graves claros y potentes y realzadas por la coherencia armónica entre notas ofrecida por la arquitectura V-Class. El amplio rango dinámico consolida la versatilidad de esta guitarra todoterreno, que responde perfectamente al fingerpicking más sutil y acoge con entusiasmo los ataques agresivos del punteo y el rasgueo. El tono también queda reforzado por un acabado mate ultrafino que minimiza la amortiguación, lo cual supone una ventaja añadida al ya notable sustain característico del sistema V-Class. En este modelo, el fondo y los aros de ovangkol recuerdan cromáticamente al palosanto con la aplicación de nuestro tinte oscuro Urban Sienna.
AD17 Blacktop / AD17e Blacktop
Este modelo American Dream de ovangkol y pícea en color negro presenta un aspecto impactante que ofrece una alternativa visual a su prima-hermana de tapa natural. La elección estética de Andy se apoyó en la misma lógica que la selección de las maderas, es decir, el uso de materiales que estuvieran inmediatamente disponibles en la fábrica. En este caso, teníamos a mano pintura negra a base de agua de otro proyecto que habíamos emprendido, así que Andy hizo un prototipo con tapa negra mate y golpeador negro. Y el resultado le gustó.
“Es tan honesta como una camiseta negra”, compara Andy. “Va muy en la línea de la mentalidad de Henry Ford. Muchas de las guitarras que admiro, especialmente las construidas durante la Gran Depresión, guerras y otros acontecimientos igualmente perturbadores, tienen acabados hechos con los materiales que estaban al alcance”.
Los bordes de la caja oblicuos no cuentan con perfiles, pero el delicado acabado del contorno de la tapa revela el color natural de la pícea y da la sensación visual de una guitarra con perfiles. La ornamentación se complementa con una roseta de madera con anillos alternos en arce y color negro. En estos modelos, el fondo y los aros de ovangkol mantienen su color y abigarramiento naturales.
AD27 / AD27e
Esta acústica American Dream con tapa de caoba combina la tonalidad oscura y el rico veteado de esta madera dura con una voz cálida y potente cuyas notas coherentes y carnosas se mezclan suavemente en todo el espectro musical. La tapa armónica ayuda a nivelar el ataque del intérprete con esa compresión natural de la caoba que lima cualquier rugosidad en el sonido, y funciona perfectamente con la amplificación de la pastilla ES2. Gracias a la potencia, la capacidad de respuesta y el sustain del combo V-Class/Grand Pacific, esta guitarra se adapta a prácticamente a cualquier estilo. Las líneas de walking bass nunca suenan pegajosas, los medios son dulces y redondos, e incluso los agudos exhiben una agradable profundidad que atraerá a los guitarristas hacia el registro superior.
Visualmente, los tonos de la tapa de caoba y del fondo y los aros de sapele se funden a la perfección gracias a los bordes oblicuos biselados, y el fino acabado mate subraya el carácter natural de las maderas de la guitarra.
Menos acabado, más personalidad
Más allá de las ventajas sonoras del acabado superfino (2 milésimas de pulgada), Andy dice que la intención era maximizar el carácter único de las maderas elegidas tanto a la vista como al tacto.
“Todos los aspectos de estos diseños apuntan hacia un ideal individualista”, confirma. “Incluso el tipo de acabado está deliberadamente mesurado y escogido para que la naturaleza particular de cada pieza de madera salga a la luz de una manera muy evidente. Sentirás la auténtica textura del veteado, porque estamos hablando de acabados finos y con poros muy abiertos. Sentirás la suavidad a la que “aspira” toda pieza de madera que pasa por el proceso de lijado. Y sentirás la anchura o la estrechez del veteado de la tapa de pícea en la forma en que el acabado se contrae en las vetas a medida que la madera envejece, lo cual le da a la guitarra una identidad propia. Cada uno de estos instrumentos se convierte en un individuo único”.
Maderas de categoría especial
En un episodio reciente del podcast de Taylor From the Factory [link], los miembros de nuestro equipo de marketing Cameron Walt y Jay Parkin hablaron con Andy sobre las nuevas guitarras American Dream. Durante la charla, Andy ayudó a contextualizar el concepto de las maderas con “categoría especial” seleccionadas y sus diferencias respecto a la clasificación de los materiales utilizados en otras guitarras de la línea Taylor.
“Como artesanos de la madera, las piezas que usamos parten de inicio desde la élite”, argumenta Andy. “Trabajamos con la crème de la crème de un pequeño porcentaje de los cortes más exactos e inmaculados de las piezas de madera disponibles. De ahí para arriba, clasificamos esos materiales en grupos apropiados para cada modelo o diseño”.
Un buen ejemplo de ello es la pícea de Sitka, que utilizamos para varias series en la línea Taylor. Lo hacemos así para que las guitarras de un modelo en particular o de una misma serie sean absolutamente homogéneas entre sí.
Las piezas de madera que Andy clasifica como “categoría especial”, y que fueron elegidas para nuestras guitarras American Dream, cumplen con nuestras máximas especificaciones para construcción de instrumentos. Pero, por una u otra razón (a veces simplemente cosmética), se consideran casos aparte.
“Sabemos que estas maderas servirían para construir guitarras increíbles, pero las apartamos y las dejamos en espera para otros proyectos porque no entran en el espectro de clasificación que hemos definido para nuestros modelos habituales”, aclara Andy. “Las guitarras American Dream son la oportunidad perfecta para darles vida a esas piezas de madera “huérfanas”, los casos aparte. Tienen una personalidad asombrosa y un sonido espectacular. Por lo tanto, podemos remarcar deliberadamente el carácter único e intransferible de cada una de estas guitarras”.
La opinión de la crítica
El verano pasado enviamos varias guitarras American Dream para que los especialistas las evaluaran, y las primeras reacciones han sido tremendas.
Art Thompson, de Guitar Player, probó la AD27 para la edición de octubre de la revista y destacó los aspectos que le parecieron más gratificantes del varetaje V-Class: “entonación absolutamente coherente en todo el mástil” y “un sustain acentuado que siempre hace que una guitarra acústica sea más agradecida de tocar”.
“La AD27 emite una voz clara y rotunda con una agradable complejidad en los medios y mucho músculo en los graves”, escribe. “Y la forma en que esta guitarra tan ligera transmite las vibraciones de las cuerdas a través de la caja y el mástil es increíble. Tiene una resonancia y dinámica de primera, y la capacidad de respuesta al tacto encantará a los intérpretes de fingerstyle”. Esta guitarra ganó el premio Editors’ Pick (la “favorita del editor” de la publicación.
Por su parte, Emile Menasché, de la revista Acoustic Guitar, tuvo una AD27 durante varias semanas y le pareció muy lograda en varios aspectos. Además, percibió inmediatamente algunos de los rasgos distintivos de la personalidad del diseño Grand Pacific de Andy.
“El tono es más profundo que el de prácticamente todas las acústicas que he tocado”, sostiene. “Esta guitarra suena redonda y plena, pero no opaca. Los agudos son claros y articulados, y están acompañados por unos ricos subarmónicos que le dan un sello de autoridad a cada nota”.
La AD27 volvió a demostrar lo que él considera uno de los puntos fuertes característicos de Taylor: “un sustain marcado unido a una caída compleja repleta de armónicos brillantes”.
Menasché también se divirtió explorando el rango dinámico.
“Las notas punteadas y los arpegios vibran con dulzura, y los acordes rasgueados pueden sonar grandiosos y contundentes”, afirma. “La AD27 resistió a mi temible mano derecha tanto física como acústicamente. Nunca perdió la compostura ni sonó estridente por muy fuerte que la atacara”.
En definitiva, le pareció un caballo de batalla muy versátil.
“Puse a prueba a la AD27 con todo mi repertorio: melodías suaves, blues con bendings agresivos, alegre gypsy jazz, rasgueos a lo Pete Townshend, punteos country y ataques y pellizcos al estilo de los bajistas. Esta Taylor lo aguantó todo sin despeinarse. Y también es cómoda de tocar durante períodos largos: al final de mis sesiones con la AD27, tenía las manos mucho menos cansadas de lo habitual”.