El nacimiento de una estrella

Bajar

We revisit our Wood&Steel story from 2010, which introduced the GS Mini to the world. Bob Taylor shares the origin story of the guitar that has gone on to become the most prolific in Taylor history.

Nota editorial: Con motivo del 50.º aniversario de Taylor, echamos la vista atrás para conmemorar algunos de nuestros diseños de guitarra más significativos. Y, sin ninguna duda, la GS Mini que lanzamos en el año 2010 ocupa un lugar de excepción en ese elenco estelar: no solo se ha mantenido como un modelo extremadamente popular durante todo este tiempo, sino que se ha convertido en una de las guitarras acústicas con mejor acogida del mundo. Aunque la producción de la GS Mini arrancó hace solo 14 años, ya hemos superado oficialmente la marca de 500 000 unidades fabricadas.

Hemos pensado que sería divertido sumergirnos en los archivos de Wood&Steel y desempolvar el artículo de portada original del número de verano del 2010, en el que hablábamos de la GS Mini por primera vez. En estas páginas, Bob Taylor desvela detalles muy interesantes sobre su visión del diseño de este modelo y la labor de I+D entre bastidores que ayudó a materializarlo. En palabras de Bob, todo empezó con la idea de crear una versión de nueva generación de otro diseño emblemático de Taylor: el modelo de tres cuartos Baby Taylor, que contribuyó a legitimar el concepto de una guitarra de viaje y apta para niños que ofreciera una calidad de primer nivel como instrumento musical. Por otro lado, este artículo también representa una fascinante instantánea del momento que vivía la empresa por aquel entonces. Y, tal como explica Bob, ilustra cómo las innovaciones en diseño y maquinaria de Taylor suelen dar forma a una plataforma creativa que a su vez impulsa desarrollos futuros. Hemos editado la pieza original para adaptar su longitud.


GS Mini al poder

La nueva GS Mini promete diversión con mayúsculas en cualquier escenario, desde el sofá hasta salas de conciertos y veladas alrededor de una hoguera: una guitarra de tamaño mini pero con un sonido maxi.

Ya hace casi 15 años que el mundo conoció a la Baby Taylor, nuestra dreadnought de tres cuartos “subcompacta”. Con esta pequeña máquina de rasguear que vio la luz en 1996, Bob Taylor intentaba dar respuesta al clamor popular por una guitarra asequible y de tamaño reducido pero de alta calidad. En aquel momento, por el mercado circulaban unas cuantas guitarras de viaje, pero todo el mundo estaba más o menos de acuerdo en que no acababan de alcanzar el nivel de calidad de un instrumento “real”. Bob se refería a esta coyuntura en el artículo de portada del número de Wood&Steel publicado en invierno de 1996, en el que presentábamos la Baby Taylor.

“Desde la fundación de Taylor hace 21 años, la gente no ha dejado de preguntarme: “tengo un hijo o una hija y quiero comprarle una guitarra para ‘principiantes’ que sea buena pero económica. ¿Qué me recomiendas?”. Y mi respuesta siempre ha sido: “nadie ofrece una guitarra que coincida con esa descripción””.

“Así que decidí hacer un modelo de tamaño mini pero con la forma de una guitarra real, que fuera fácil de construir y que cumpliera los requisitos de calidad que todos querríamos para cualquier guitarra: buenos materiales, un mástil cómodo, un trabajo de trastes fino de verdad y un sonido potente para sus dimensiones”, decía ya entonces Bob. “En otras palabras, algo que no fuera un juguete”.

Una grata sorpresa que nos trajo la Baby Taylor fue que los intérpretes para los que en principio estaba pensada (niños y viajeros) acabaron siendo solo un subconjunto de una gama mucho más amplia de guitarristas y aplicaciones.

“La gente nos decía: “qué sonido y sensación más fabulosos, ¿cuándo podré tener una?””, contaba Bob en el 96. “O: “esta guitarra me iría muy bien para tocar con slide”. O: “quiero una como esta al lado de la cama para que, si se me ocurre una idea en mitad de la noche, no tenga que sacar mi guitarra del estuche”. O: “quiero una para mi hija y otra para mí””.

“Para saber realmente dónde están los límites, lo que hay que hacer es traspasarlos”.

Bob Taylor

Probablemente, la prueba más incontestable del perenne poder de seducción de la Baby Taylor sea su constante volumen de producción y ventas con el paso del tiempo. Casi 15 años después de su aparición, e incluso después de que nuestros competidores reaccionaran con sus propios modelos de guitarras de viaje (entre ellos, productos más baratos hechos en China), la Baby Taylor sigue siendo líder en calidad y demanda. Actualmente, Taylor saca unas 60 unidades al día, sin contar la Big Baby.

En retrospectiva, Bob reflexiona con orgullo sobre el espíritu y la filosofía de ingeniería que dieron vida a la Baby Taylor. El desarrollo de un nuevo tipo de instrumento que suene bien, ofrezca un buen rendimiento y al mismo tiempo sea asequible exige un diseño inteligente y eficiente. De hecho, no solo la propia guitarra fue un éxito, sino que el trabajo de innovación en el que se apoyaba sentó las bases de un trampolín creativo que catapultó otros desarrollos importantes de Taylor.

Bob lo tiene claro: “cuando hablo de nuestro diseño de la junta del mástil, del Expression System, de la T5 o de nuestros modelos de madera contrachapada, siempre menciono a la Baby Taylor, porque fue la primera guitarra en la que usamos tecnología láser, la primera a la que le atornillamos un mástil sin tacón, y la primera con fondo y aros de madera laminada y fondo prensado para mantener la forma”.

“Hemos aprendido mucho desde que la construimos”, continúa Bob. “Las innovaciones se han multiplicado, la fábrica ha madurado muchísimo y nuestra línea de productos ha evolucionado y crecido. Hemos abierto una planta en México. Cuando empezamos con la Baby, creo que teníamos dos fresadoras CNC; ahora son 50. Hoy contamos con sistemas robotizados y láseres más precisos”.

Pasados 15 años, Bob creyó que era hora de sacar partido a toda esa experiencia acumulada en diseño y fabricación para elevar la apuesta de la Baby Taylor y darle un sonido aún más amplio y potente sin comprometer las ventajas de una guitarra de tamaño reducido.

Aumento de talla

En la primavera del 2009, Bob empezó a plantearse activamente la concepción de una nueva generación de guitarras mini. Tomando la forma de la Baby Taylor como punto de partida, Bob se puso manos a la obra para crear una serie de prototipos junto a David Judd, todo un veterano del equipo de desarrollo de productos de Taylor.

“Nos pusimos a hacer guitarras “Frankenstein””, recuerda Bob. “Yo le encargaba a David que diseñara una guitarra con una tapa fina como el papel, o con una escala de trastes mucho más larga, o prácticamente desprovista de varetas. Construimos guitarras con tapas tan ligeras que rozaban el absurdo. Muchas veces, acabas llevando las cosas al extremo. Y es que, para saber realmente dónde están los límites, lo que hay que hacer es traspasarlos. Tienes que producir una guitarra delgada hasta el ridículo para luego poder decir: “efectivamente, ya tenía yo razón al pensar que sería muy poca cosa”. O, por el contrario, para descubrir que a fin de cuentas no es demasiado delgada. En la práctica, solemos encontrar algo no muy diferente a lo que esperábamos. Rara vez nos llevamos sorpresas como la que tuvimos con la Grand Concert 12-Fret, en la que una pequeña modificación dio lugar a una guitarra completamente nueva. En general, por mucho que tunees un diseño de guitarra existente, el resultado no cambiará demasiado. La idea fundamental (el tamaño, la longitud de cuerda, los espesores, etcétera) es la base del 95 % del tono. Puedes manipularla y retorcerla todo lo que quieras y quizá consigas mejorar mínimamente el sonido, pero no estarás haciendo ninguna revolución. Y así es como se llega al punto del rendimiento decreciente, tal como nos pasó con todas esas Baby Taylor loquísimas. Puede ser que suenen algo mejor, pero solo por comparación. No te da como para tocar una de ellas y decir: “¡vaya, esto sí que es una señora guitarra!”. Seguirá sonando como una Baby; tal vez un poco más clara o más fuerte, pero una Baby al fin y al cabo. Al comparar dos prototipos, es verdad que uno podía ser mejor que el otro, pero no dejaba de ser una Baby Taylor. Todo aquello nos hizo pensar que necesitábamos una caja más profunda, una tapa más grande y una escala más larga”.

Bob decidió probar con una versión reducida de la forma de caja Grand Symphony (GS, presentada el 2006) porque era un diseño original de Taylor y le daba la sensación de que sería la mejor opción para lograr una voz más robusta.

“Usually we find that within the confines of an existing guitar design, no matter how much you hotrod that, it doesn’t change it very much.”

“Construimos un par de guitarras que sonaban mejor y tenían una escala de trastes más larga. Pero, a la hora de la verdad, no eran lo bastante grandes como para jugar en otra división”, reconoce Bob.

En parte, el reto era crecer en tamaño pero sin pasarse. La Big Baby estaba demasiado cerca de una guitarra de tamaño completo, y uno de los objetivos era preservar el perfil ultracompacto que había hecho tan popular a la Baby Taylor. Bob y David volvieron literalmente a la mesa de dibujo.

“Empezamos a esbozar guitarras más grandes”, comenta Bob. “Tomábamos láminas finas de madera contrachapada y las cortábamos con láser. Les acoplábamos un mástil de verdad, pegábamos un puente y un golpeador con cinta adhesiva de dos caras, les añadíamos las líneas de los perfiles y las colgábamos en la pared solo para poder mirarlas y decir: “vale, ahora sí que parece una guitarra”. Tuvimos que hacer varios intentos para encontrar aquella forma más grande que buscábamos. Estas cosas no siempre salen a la primera: aunque tengas una idea de lo que quieres y consigas materializarla, puede ser que te quedes pensando que aún no has llegado al punto que querías”.

Según Larry Breedlove, otra pieza clave del equipo de desarrollo de Taylor, la longitud de la caja acabó creciendo de 40,64 cm (la Baby Taylor mide 40 clavados) a 44,76 cm.

La profundidad de la guitarra también aumentó significativamente. La caja de la Baby tiene 85,7 mm de profundidad, mientras que la nueva guitarra acabó en 104,7 mm, más que la Big Baby y casi tanto como una Grand Concert. La longitud de escala se incrementó de los 577,8 mm y 19 trastes de la Baby hasta los 597 mm y 20 trastes del nuevo modelo. Bob señala que ese extra en la longitud de cuerda aporta rotundidad al tono acústico. (El equipo también experimentó con una escala de tamaño completo, pero llegó a la conclusión de que no había una mejora apreciable en el tono).

En este fragmento de nuestro pódcast histórico American Dreamers: 50 Years of Taylor Guitars, Bob Taylor y Kurt Listug rememoran la puesta de largo de la GS Mini en el año 2010.

Bob tenía otra idea en cuanto a diseño: una versión del mástil Taylor patentado con tacón.

“El tacón del mástil te da mucha estabilidad sin comprometer nada”, afirma. “Este mástil es más estable que el de una Baby: solo tienes que ajustar el ángulo para darle al cliente una guitarra maciza como una roca”.

Al igual que en la Baby y la Big Baby, también se utilizó un fondo arqueado sin varetaje, pero se delineó una silueta completamente nueva para refinar la estética general.

Como la forma elegida para definir el aspecto visual de la nueva guitarra fue una GS reducida, en la planta de Taylor empezaron a llamarla informalmente “GS Mini”. Las curvas de la GS aguantan perfectamente la reducción, de manera que la guitarra mantiene unas líneas muy agradables a la vista a pesar de su tamaño relativamente pequeño. Para remarcar el carácter de guitarra “real” de la Mini, Bob le aplicó detalles estéticos como un golpeador, una roseta con incrustaciones y líneas de fileteado también incrustadas en la tapa. Bob apunta que este tratamiento del fileteado fue posible gracias a los nuevos métodos de producción que se desarrollaron para las guitarras eléctricas SolidBody de Taylor.

“Hace unos años no habríamos podido hacerlo”, admite Bob. “Para que este trabajo sea viable, se necesita un nivel de precisión que nuestras nuevas técnicas de fabricación ya nos están dando”.

Otra diferencia notable que se manifiesta tanto en el aspecto visual como en el tono es que la Mini tiene una boca de 101,6 mm de diámetro (como las Taylor de tamaño completo), más grande que la boca de 89 mm de la Baby. Por otro lado, la Mini también utiliza cuerdas de calibre medio.

Comparada con la Baby Taylor, la Mini es claramente más grande (especialmente en el lóbulo inferior), aunque la diferencia tampoco parece enorme… hasta que rasgueas un acorde.

“Tiene el doble de capacidad de proyección que la Baby”, subraya Bob. “Y no se trata solo del volumen, sino también de la profundidad y la riqueza del tono. Realmente, suena como una guitarra de tamaño completo. Y además es ultraportátil”.

“We think this might be the modern-day parlor guitar that people have been asking for.”

“A primera vista, sí que se percibe como un poco más grande. Pero, cuando te cuelgas la funda al hombro o te imaginas llevándotela a un avión, no da la sensación de que sea más voluminosa que la Baby”, argumenta Bob. La verdad es que él puede hablar desde la experiencia, ya que durante la primavera pasada ha volado con la Mini en varias ocasiones… y no solo en viajes comerciales, sino que también se la llevó acompañando al ejército de los Estados Unidos para una gira con la Zac Brown Band organizada en Irak por la USO (United Service Organizations). “No pesa nada y puedes colocarla en el compartimento superior del avión, aunque yo ni siquiera he tenido que dejarla ahí arriba. En todos los vuelos, el personal de la tripulación me preguntaba: “¿puedo colgarla en el armario?”, porque la veían pequeña y no les parecía que pudiera molestarles para nada en el avión. Cuando subes con una guitarra más grande, a veces te miran con cara de: “fantástico, ese trasto nos va a ocupar todo el armario”, y te reciben con un suspiro mal disimulado. En cambio, con esta guitarra las reacciones fueron totalmente diferentes”.

Bob asegura que el volumen de trabajo de ingeniería y maquinaria que se volcó en el diseño de la Mini fue el mismo que habría sido necesario para crear desde cero una guitarra de tamaño completo, una forma de caja o una guitarra clásica totalmente nuevas.

“Invertimos todo ese esfuerzo en este proyecto porque pensamos que podría ser la guitarra parlor moderna que el público lleva tiempo pidiéndole al mercado. Y, en realidad, la Mini es incluso más pequeña que la guitarra parlor que construimos el año pasado. Hay un montón de guitarristas que solo buscan el equivalente a un perrito faldero con el que divertirse y no quieren gastarse mucho dinero”.

“La Mini es una guitarra Taylor de verdad; un instrumento real perfecto para los músicos que, quizá por razones de edad o de presupuesto, aún no están preparados para dar el salto a otro tipo de modelo Taylor”, añade Bob. “Y, además, lleva la combinación de portabilidad y calidad a otro nivel para aquellos que ya tengan una Taylor; por ejemplo, los propietarios de una Baby que, aunque esa guitarra les encante, siempre habían deseado que proyectara un poco más de sonido”.

Las pruebas de campo de Bob: de Irak al Valle de la Muerte

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La edad de oro

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El 50.º aniversario de Taylor es todo un homenaje al entusiasmo, la perseverancia, la innovación... y la energía imparable de una alianza perfecta.

Bob Taylor y Kurt Listug, los cofundadores de Taylor Guitars, las han visto de todos los colores desde que allá por octubre de 1974 se embarcaron en su singladura conjunta como constructores de guitarras. En aquel entonces, Bob tenía 19 años y Kurt 21. Se aliaron con un tercer socio, Steve Schemmer (amigo de la infancia de Kurt), para comprar la tienda/taller de guitarras American Dream en la que los tres habían trabajado. Les impulsaba el deseo de forjar su propio camino en el mundo de la música. Soñaban a lo grande, y tenían mucho por descubrir.

“La cosa estuvo muy difícil durante bastante tiempo”, evoca Kurt. “Tuvimos que aprenderlo todo: cómo construir guitarras, cómo venderlas, cómo levantar un negocio”.

Pero, tal como cuenta Bob, Kurt y él iban a por todas:

“Kurt y yo partíamos de la base de que si nos esmerábamos en nuestro trabajo, intentábamos tomar buenas decisiones y cada uno mejoraba en lo que podía ofrecer, quizá en diez años tendríamos una empresa viable”.

Con su labor en American Dream, Bob ya se había consolidado como un luthier tan capacitado como motivado. Por lo tanto, asumió las tareas de diseñador y constructor principal de su nueva aventura, aunque al principio la producción de guitarras fue un trabajo colectivo.

“Steve se encargaba del acabado”, explica Kurt. “Yo hacía las cajas y vendía las guitarras, y Bob creaba los mástiles y encordaba los instrumentos una vez terminados”.

“La propia idea de salir de nuestra zona de confort empezó a resultarnos muy confortable”.

Un nuevo capítulo

Tras nueve años de ir tirando como buenamente podían a golpe de prueba y error, en 1983 Bob y Kurt le compraron a Schemmer su parte de la empresa y continuaron como una sociedad de dos miembros. Estaban más decididos que nunca a sacar el negocio adelante y poder procurarse un sueldo con ello.

Desde el principio, Kurt mostró una aptitud natural para el lado comercial y se inclinó por desarrollar sus habilidades de venta…. lo cual no atraía para nada a Bob, ya que lo que a él le interesaba era mejorar los métodos de construcción de guitarras. Esa “delineación” cristalizó en una dinámica importante en su relación y sentó las bases para el éxito futuro de la empresa: Bob se concentraría en crear las guitarras y las herramientas necesarias para producirlas, y Kurt se dedicaría a venderlas, fortalecer el negocio y posicionar la marca. El reparto de funciones encajaba a la perfección con sus pasiones y puntos fuertes, y ambos se otorgaban responsabilidades mutuamente.

Bob Taylor

Kurt Listug

Al mismo tiempo, compartían ciertas características personales que en aquella etapa les resultaron muy útiles: una implacable resiliencia frente a la adversidad, la confianza en un pensamiento innovador y orientado a la resolución de problemas en ambas facetas de la empresa, y la capacidad de tomar decisiones pensando a largo plazo. Kurt lo resume así:

“Si veíamos que teníamos que hacer algo que con el tiempo iba a contribuir al éxito sostenido del negocio, íbamos a por ello aunque ya supiéramos que nos iba a sacar fuera de nuestra zona de confort. De hecho, la propia idea de salir de la zona de confort empezó a resultarnos muy confortable”.

Un salto hacia adelante

Con el tiempo, Bob y Kurt transformaron su pequeña tienda de guitarras en un fabricante de talla mundial sin tener que ceder ni un ápice de control sobre todas las operaciones. Bob perfeccionó sus diseños de guitarras acústicas con mástiles más delgados y una configuración más cómoda para hacerlas más fáciles de tocar. También adoptó herramientas y tecnologías modernas y, en muchos casos, elaboró sus propias piezas de maquinaria para producir con más precisión, consistencia y eficiencia aquellos modelos que estaban cautivando a los intérpretes tanto en sonido como en sensación.

Kurt se hizo kilómetros y kilómetros con un coche repleto de guitarras para encontrarse con posibles distribuidores. Poco a poco, fue creando una red de minoristas atraídos por la comodidad de ejecución de los instrumentos de Bob. También dio forma a una identidad de marca con un aura muy especial fundamentada en el componente aspiracional de poseer una guitarra de alta calidad. Este enfoque, que se apartaba de la tendencia de otras compañías de guitarras, tenía como referente las campañas publicitarias que Harley-Davidson había lanzado para sus motos.

Y el resto es historia. En las décadas siguientes, bajo la dirección de Bob y Kurt, Taylor ha seguido creciendo y evolucionando como empresa y como cultura creativa. Sus fundadores se han mantenido fieles a su propósito de inspirar a la gente a tocar la guitarra estimulando la innovación constante para optimizar la experiencia de interpretación. Y nunca han dejado de tomar decisiones pensando tanto en el bienestar de sus empleados y socios como en la preservación del medio ambiente.

En el 2011, Bob fichó a Andy Powers como arquitecto del diseño de la nueva generación de guitarras Taylor. Con este movimiento, quedaba garantizado que el espíritu innovador seguiría estando en el centro de la creación de guitarras durante las décadas siguientes. Por otro lado, Taylor ha puesto en marcha diversas iniciativas pioneras en el campo de la silvicultura, entre ellas un programa escalable de plantación de ébano en Camerún y un proyecto de restauración de bosques nativos en Hawái que incluye la plantación de árboles de koa para las guitarras del futuro. Y, con la idea de salvaguardar la cultura creativa de la empresa, Bob y Kurt ejecutaron un plan de sucesión que en el 2020 añadió a Andy como socio de Taylor y en el 2021 materializó la transferencia del 100 % de la propiedad de la compañía a los empleados. Ahora, Andy es presidente y director ejecutivo (aparte de su cargo como diseñador jefe), mientras que Bob y Kurt siguen interviniendo activamente como asesores sénior.

De hecho, Bob no deja de mirar hacia adelante ni siquiera en sus momentos más reflexivos.

“Aquí estamos, 50 años ya. Yo estoy encantado con la progresión de Taylor Guitars, pero también pienso en nuestro éxito con humildad”, afirma. “Cinco décadas no es tanto para una empresa de guitarras, y aún nos queda muchísimo que hacer. Me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento a nuestros distribuidores y a los músicos que han confiado en los instrumentos Taylor durante todo este tiempo. Han sido 50 años maravillosos, y no estoy ni aburrido ni cansado: sigo con las ganas de siempre”.

Kurt siente la misma gratitud hacia las muchas personas que han sustentado la brillante trayectoria de Taylor:

“Estos 50 años nos han traído innumerables experiencias positivas y amigos para toda la vida. Y, como le pasa a mucha gente de nuestra edad, tenemos un montón de buenas historias que compartir. Muchas gracias a Bob, mi socio y colaborador de siempre; a mi familia y a mi esposa Jenny por su apoyo, a todos los empleados que han pasado por Taylor hasta el día de hoy, a las muchas tiendas de música que venden nuestros instrumentos y, por supuesto, a todos los guitarristas del mundo que nos han permitido vivir nuestro sueño”.

Por su parte, Andy respeta enormemente todo lo que Bob y Kurt han logrado, y agradece la oportunidad de continuar el legado de la empresa a través del rol que se le ha confiado:

“Hace cincuenta años, un par de chavales apenas salidos de la adolescencia decidieron ponerse a construir guitarras con la esperanza de poder ganarse la vida con ello algún día. Y lo que hicieron fue dejar en el árbol de la historia de la guitarra una marca en torno a la cual crecieron nuevas cosas que cambiaron la música para mejor. Años después (ya hace algún tiempo de eso), le propusieron a otro jovenzuelo si quería acompañarles en su viaje. Me siento muy afortunado por formar parte de Taylor Guitars junto a Bob, Kurt y todos los que estamos aquí, y doy gracias a todos los entusiastas distribuidores y músicos que han disfrutado de nuestras guitarras. Nos emociona la idea de iniciar otros 50 años y ver hacia dónde nos lleva nuestra evolución”.

Tal como nos gusta decir en el campus de Taylor, nuestra mejor guitarra siempre será la siguiente que hagamos.

En sus propias voces: un pódcast de historia oral con Bob y Kurt

La épica celebración del 50.º aniversario de Taylor nos pareció una ocasión de oro para profundizar en la apasionante historia de la compañía directamente de la mano de sus fundadores. Así, el año pasado empezamos a grabar varias conversaciones en las que Bob Taylor y Kurt Listug hablan sobre su asociación y sus estrategias para acabar convirtiendo su pequeña tienda de guitarras en un fabricante de inmenso prestigio a nivel internacional.

Dave Pelletier, director de ventas de Taylor, les entrevistó en una serie de episodios que arranca con sus experiencias infantiles y su precoz interés por la música y las guitarras, y va avanzando por momentos clave como su encuentro en American Dream o la decisión de establecerse por libre y conducir a Taylor Guitars hasta la empresa que es hoy. Si eres fan de Taylor, te encantará escuchar las historias personales de Bob y Kurt, su filosofía de la artesanía y el negocio, y sus relatos de primera mano sobre todo lo que tuvieron que hacer para ir superando obstáculos y consolidar a la empresa como líder de la industria.

Iremos publicando los episodios a lo largo de este año en formato de pódcast de audio y también en vídeo.


Los hitos de Taylor en el tiempo

Para conmemorar este 50.º aniversario de Taylor, estrenamos una cronología histórica que resalta algunos de los logros y desarrollos más notables de Taylor durante este medio siglo, desde las revolucionarias innovaciones que han distinguido a las guitarras Taylor hasta su presencia en manos de algunos de los artistas que las han tocado a lo largo de los años. En las páginas siguientes te presentamos un fragmento de esta cronología informativa, cuya versión interactiva está disponible en taylorguitars.com.

La colección de guitarras de edición limitada del 50.º aniversario

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Holiday Buying Guide - Part 3

Las favoritas de los expertos

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Tras intensas reflexiones, los especialistas de Taylor han elaborado una selección de sus modelos predilectos.

Como cada año, en la web de Taylor encontrarás la Guía de compras navideñas en la que destacamos nuestras guitarras más vendidas en varias categorías de precios. Pero hemos querido aprovechar el espacio de Wood&Steel para ofrecer otra perspectiva diferente, así que hemos hablado con varios de nuestros exigentes compañeros de la sede central de Taylor para que nos cuenten qué instrumentos les han robado el corazón últimamente.

Hay que decir que los miembros de nuestros equipos de ventas, marketing y atención al cliente tienen el envidiable privilegio de poder examinar y comparar los modelos de próximo lanzamiento a lo largo de todo el proceso de desarrollo de productos. Y, dado que en el campus de Taylor en El Cajón trabajamos todos juntos, vivimos inmersos en una auténtica montaña rusa de guitarras que estimula todo tipo de pruebas, «duelos» musicales y jam sessions, sobre todo con los modelos más recientes.

Hemos pedido a varios colegas que escogieran uno o dos instrumentos de nueva hornada que les hayan cautivado especialmente y que explicaran brevemente por qué. Los elegidos abarcan toda la línea Taylor, desde la colección Builder’s Edition hasta algunos modelos salidos de nuestra planta de Tecate. Aunque la mayoría son estrenos recientes, en la lista también aparecen guitarras ya consolidadas que aún les resuenan a nuestros colaboradores (en sentido figurado y también literal).

En los casos en que algún modelo sea citado por más de una persona, presentaremos sus comentarios en conjunto.

Y, ojo: tenemos previsto repetir esta experiencia recurrentemente con otros miembros de nuestra comunidad (incluidos artistas de Taylor), ¡así que no nos pierdas la pista!

517e

Fondo y aros: Urban Ironbark
Tapa: pícea de Sitka torrefactada

Aaron Dablow, gerente de ventas para América: “El sonido de la madera Urban Ironbark tiene volumen y contundencia, y la caja Grand Pacific le aporta una presencia majestuosa que llena el espacio de interpretación. Además, con el atractivo matiz ámbar claro del sutil tratamiento shaded edgeburst en la caja y el mástil, esta guitarra dice: “¡ven y tócame!”“.

Erik Sakimoto, gerente de ventas local: “Me gusta la combinación de la tapa torrefactada con el fondo y los aros de Urban Ironbark. Esta madera genera unas notas fundamentales con unos graves sorprendentemente agradables y notorios para lo que yo habría esperado de una guitarra Taylor. Soy consciente de que esto está relacionado con la mayor rigidez de esta especie en comparación con el palosanto o la caoba. Cuando toqué las guitarras de la nueva Serie 500 por primera vez, la madera Urban Ironbark no me pareció un sustituto de la caoba, sino una puesta al día de los modelos de la serie con más volumen y contenido de graves. Por su parte, la tapa torrefactada mejora la respuesta, la proyección y la sensación de madurez para los guitarristas que rasguean fuerte. Y, en mi opinión, todas estas características brillan aún más con la caja Grand Pacific. Esta guitarra y la 417e de palosanto y pícea han sido unos fichajes magníficos para nuestra línea GP”.


Builder’s Edition 517e WHB

Fondo y aros: caoba tropical
Tapa: pícea de Sitka torrefactada

Dylan Van Vleet, gerente de marketing para venta minorista: “Si quieres una Taylor con un extra de calidez y presencia de graves, este modelo es inmejorable. De hecho, si hablamos de calidez, la combinación de tapa de pícea de Sitka torrefactada con fondo y aros de caoba es una receta infalible. A mí, esta guitarra me gusta sobre todo para rasguear: tiene una agradable compresión natural que suaviza los ataques más agresivos para que no suenen ásperos, y encaja perfectamente en una mezcla tanto en estudio como en directo y sin tener que ir raspando frecuencias con ecualización. Pruébala, ¡te encantará!”.


Builder’s Edition 814ce

Fondo y aros: palosanto de la India
Tapa: pícea de Adirondack

Billy Gill, gerente de exportación: “Más allá de la sensación de comodidad, esta guitarra es un prodigio absoluto en cuanto a volumen, dulzura y “redondez” del sonido. Nunca había tocado una acústica con una personalidad tan completa: se adapta a cualquier cosa que toco instantáneamente y de forma totalmente natural. Hay muchas guitarras que me han enamorado, pero creo que esta las supera a todas. ¡Y me fascina el sonido acústico que te da cuando le colocas una cejilla!”.

Ryan McMullen, gerente de ventas local para Canadá y el Pacífico Noroeste: “Me encanta la 814ce Builder’s Edition. Me parece una de nuestras mejores guitarras: es increíblemente fácil de tocar, emite una voz rica e intensa, resulta comodísima en el regazo y tiene un aspecto espectacular. Yo le recomendaría esta guitarra a cualquiera que busque un instrumento versátil, divertido de tocar e ideal para el escenario”.

Dylan Van Vleet: “La versión Builder’s Edition de nuestra guitarra insignia irradia una excelencia de construcción y un lenguaje de diseño que unen la funcionalidad de máximo nivel con una expresión artística de belleza excepcional. Es una auténtica navaja suiza creada para adaptarse a todos los estilos de interpretación imaginables. Para echar mano del tópico, si me tuviera que llevar una guitarra a una isla desierta, sería esta”.


AD11e-SB / AD12e-SB

Fondo y aros: nogal
Tapa: pícea de Sitka

Dave Pelletier, director de ventas: “¡La AD12e-SB tiene un carácter increíble! Es supercómoda y te la puedes acercar mucho al cuerpo. La forma de caja Grand Concert y la escala de 631,8 mm me van como anillo al dedo. Esta guitarra tiene un tono magnífico; tanto el estilo de caja como la combinación de maderas cantan maravillosamente. No es demasiado preciosista y va muy bien para tocar en el sofá, pero vale la pena ponerle un micro delante para captar ese fantástico sonido a nogal: es el tono exacto que quiero en una guitarra de este tamaño. ¡Y el resplandor de ese acabado sunburst es irresistible!”.

Zach Arntz, gerente de cuentas en los Estados Unidos (Sam Ash/AMS): “La AD12e-SB es una guitarra apreciada por muchos pero quizá aún semidesconocida para una parte del público (la AD22e con tapa de caoba también es genial). Es un instrumento sencillo, sobrio y muy confortable: la caja reducida y la escala de 631,8 mm le dan un toque de calidez y crean una experiencia de interpretación extremadamente gratificante. El sonido tiene un aire orgánico parco en armónicos y, aunque probablemente la AD12e-SB no será la primera Taylor que te venga a la cabeza, en ningún caso hay que subestimarla: posee una voz única, ofrece una sensación agradable y rinde perfectamente en situaciones muy diversas”.

Ryan Hanser, diseñador gráfico y digital: “Me gustan los modelos AD11e y AD12e sunburst. Tienen un aspecto fantástico y funcionan muy bien como guitarras de viaje compactas y de alta calidad. La escala corta favorece una sensación de agilidad y comodidad, especialmente en la Grand Theater. Las guitarras American Dream tienen una caja con bordes redondeados muy confortable, y su carácter práctico invita a llevártelas arriba y abajo sin estar sufriendo por ellas. Además, vienen en nuestro estuche AeroCase, que me parece ideal para viajar”.

Erik Sakimoto: “Me encantan la AD11e-SB y la AD11e Blacktop, ambas de la serie American Dream. Sinceramente, creo que nuestro estilo de caja GT aún no ha alcanzado el relumbrón que se merece dentro de la línea Taylor, y espero que cada vez más guitarristas se animen a probarlo. La 811e, el modelo GT de palosanto y pícea, también es una guitarra estupenda”.


326ce

Fondo y aros: caoba tropical
Tapa: caoba tropical

Mike Tobin, director de administración de ventas: “Soy un incondicional de la caoba por su calidez de medios. Desde la perspectiva del intérprete, las guitarras de esta madera son todo un caramelo, ya que el sonido sale en todas direcciones: hacia delante, a los lados y hacia atrás. En la 326ce, la abertura para salida de sonido en la caja añade otra dimensión a la experiencia. En general, el tono es cálido pero sin perder precisión, definición y claridad. Por otro lado, los accesorios de maquinaria en acabado negro satinado combinan muy bien con el tratamiento shaded edgeburst, los perfiles en negro y la abertura de ébano en la caja. No había tocado esta guitarra hasta hace poco, y me ha dejado anonadado”.


Builder’s Edition 816ce

Fondo y aros: palosanto de la India
Tapa: pícea de Lutz


[Nota editorial: La verdad es que Andy Powers, diseñador jefe de Taylor, no se ve capaz de elegir un modelo favorito, ya que conoce como nadie las virtudes de todos ellos. Por si fuera poco, también es un músico tan polivalente que puede distinguir de primera mano las ventajas de cada guitarra en diferentes contextos de interpretación. Sin embargo, hemos pensado que valía la pena compartir sus comentarios sobre la personalidad musical única de la Grand Symphony y su cutaway en formato de abertura, más que nada porque él es el arquitecto de este diseño tan innovador…]

Andy Powers: “En mi opinión, la Grand Symphony es posiblemente la guitarra más personal y expresiva que hacemos. Y quizá también la que a mí más me gusta tocar. La sensación musical es enormemente enriquecedora, ya que el intérprete percibe el sonido como si fuera tridimensional. Sin embargo, su tono es lo bastante complejo como para que cueste un poco más capturarlo con una pastilla en el escenario. Así que, para el directo, igual optaría por otra guitarra, aunque artistas como Andy Hull de Manchester Orchestra han convertido a la 816ce Builder’s Edition en parte de su música”.


Builder’s Edition K14ce

Fondo y aros: koa hawaiana
Tapa: pícea de Sitka torrefactada

Zach Arntz: “Para mí, esta es la Taylor definitiva. Sí, la K24ce Builder’s Edition con tapa de koa es más bonita. Pero, en cuanto a sonido, la combinación de tapa de pícea torrefactada con fondo y aros de koa es la que más me seduce. Tiene un rango sonoro gigantesco, agudos nítidos, medios potentes y la rica calidez de la koa. Y, desde el punto de vista acústico, creo que la versatilidad de la tapa de pícea torrefactada no tiene parangón. Si a eso la añades todas las características de la colección Builder’s Edition (apoyabrazos biselado, cutaway contorneado, bordes de la caja oblicuos, clavijas de afinación Gotoh, acabado Silent Satin, enganche para la correa colocado en el fondo de la caja en lugar de en el tacón), te sale una de las mejores guitarras de todos los tiempos. Cuando te llegue el momento, la K14ce Builder’s Edition podría ser la guitarra de tu vida”.


414ce

Fondo y aros: palosanto de la India
Tapa: pícea de Sitka

Dylan Van Vleet: “Si buscas una guitarra que lo borde en cualquier situación, prueba la 414ce. Utiliza la combinación atemporal de tapa de pícea de Sitka con fondo y aros de palosanto, y yo la veo como un todoterreno total: es excelente para el rasgueo, el fingerstyle y cualquier cosa que le eches”.


612ce 12-Fret

Fondo y aros: arce de hoja grande veteado
Tapa: pícea de Sitka torrefactada

Mark Vargas, gerente de venta directa al consumidor: “Ahora mismo, la guitarra que más estoy tocando en nuestro Centro de visitantes es la 612ce 12-Fret. Los modelos de tamaño más pequeño suelen sonar más… bueno, más “pequeños” que sus primos de caja más grande, pero la 612ce 12-Fret minimiza esa brecha sonora. Tiene un carácter pleno y, tal como yo la escucho, genera más volumen que otras guitarras Grand Concert. El diseño 12-fret acerca un poco más la mano del mástil a la caja, y eso también me ayuda a digitar con más fuerza y agilidad”.


114ce

Fondo y aros: nogal contrachapado
Tapa: pícea de Sitka

Mark Vargas: “La capacidad de volumen y graves de esta guitarra nunca deja de admirarme. Es un auténtico cañón. Si lo que quieres es pura potencia acústica, aquí tienes una solución fabulosa y a un precio asequible”.


914ce

Fondo y aros: palosanto de la India
Tapa: pícea de Sitka

Dave Pelletier: “Hace no mucho, estuve tocando bastante la 914ce y tuve la oportunidad de apreciar de verdad la sofisticación de su diseño y la artesanía de nuestro equipo. Los adornos en madera y concha están entreverados de una forma muy meditada y primorosamente ejecutada. Es increíble. El tallado de las esquinas de la caja y el fileteado del mástil en koa hawaiana son de una precisión impresionante, y el apoyabrazos radiado de ébano está perfectamente esculpido en la caja. Y la boca también está perfilada. Esta guitarra tiene detalles sutiles que solo se aprecian si te fijas con atención, pero todos los elementos se conjugan para dar lugar a una obra de arte que da gusto tocar.


AD17e-SB

Fondo y aros: nogal
Tapa: pícea

Rich Casciato, gerente de ventas local: “Antes que nada, diré que tengo una AD17 con fondo y aros de ovangkol y tapa de pícea natural. Me chifla esta guitarra; junto con mi Grand Auditorium personalizada de caoba y cedro, es la única que uso para mis conciertos acústicos. Y, después de tocarla, la nueva AD17e-SB se ha convertido en otra de mis favoritas. Es simplemente asombrosa, y el fondo y los aros de nogal macizo le dan una voz muy personal con un carácter y una plenitud que la verdad es que no esperaba en este modelo. Me estoy encariñando mucho con la forma de caja Grand Pacific: en circunstancias normales, yo no me habría inclinado por ese tipo de guitarra, pero su comodidad de interpretación y el tono extremadamente equilibrado (¡suena como si la ecualizaras en un estudio!) la hacen muy tocable y perfecta para actuar en directo”.


618e

Fondo y aros: arce de hoja grande veteado
Tapa: pícea de Sitka

Mike Tobin: “Esta guitarra es grande, eso es así. Y no siempre es cómodo tocar sentado un instrumento tan voluminoso durante mucho tiempo. Pero la 618e suena imponente en todo el espectro de frecuencias, con unos graves profundos y muy bien definidos. Te devuelve todo lo que le das, lo cual no deja de ser sorprendente para una guitarra de este tamaño. También es uno de los modelos más atractivos visualmente de nuestro catálogo. No pensaba que acabaría enganchándome a ella, pero mira, ahí estamos…”.


222ce-K DLX

Fondo y aros: koa hawaiana contrachapada
Tapa: koa hawaiana

212ce

Fondo y aros: palosanto de la India contrachapado
Tapa: pícea de Sitka

Rich Casciato: “Alucino día sí y día también con la calidad que sale de nuestra fábrica de Tecate (México), y las nuevas Grand Concert 222ce-K DLX y 212ce son dos ejemplos recientes de una excelente construcción dentro de la ampliación de la Serie 200. Estas dos guitarras suenan muy bien y son superagradables de tocar. ¡Unos instrumentos muy inspiradores!”.


417e

Fondo y aros: palosanto de la India
Tapa: pícea de Sitka

Ryan McMullen: “Soy un gran admirador de la voz, la proyección y la sensación de la 417e. El tamaño Grand Pacific y la combinación de palosanto y pícea generan mucho volumen y proyección. La forma de la caja también crea una voz única de aire vintage que mezcla las notas con mucha fluidez: ¡esta no es la guitarra Taylor de tu padre!”.

Lindsay Love-Bivens, responsable de relaciones con artistas y con la comunidad de Taylor: “La Grand Pacific es una de mis formas de caja favoritas. Aportó un nuevo sonido a la paleta Taylor, y sigue evolucionando con cada nuevo modelo. Esta edición de palosanto y pícea tiene un tono aún más redondo y profundo, y su hermoso tratamiento sunburst con acabado brillante es la guinda del pastel”.


Builder’s Edition 652ce WHB

Back/Sides: Figured Big Leaf Maple
Top: Torrefied Sitka Spruce

Rich Casciato: “This Builder’s Edition 12-string continues to amaze me with its balanced tone and playability.  I don’t know how it’s possible to get a 12-string to play so easily and sound so great, but bring it on! It’s so comfortable and inspiring. Having the ability to play up and down the neck on a 12-string makes you want to try things you wouldn’t normally want to try on a 12 string — and the outcome is extremely pleasing!”


512ce 12-Fret

Fondo y aros: Urban Ironbark
Tapa: pícea de Sitka torrefactada

Argel Valdez, coordinador de producción de contenidos: “Desde su lanzamiento, sentí que la 512ce 12-Fret me resonaba (nunca mejor dicho). A mí ya me gustaba mucho la Serie 500 de caoba, y observé que la transición a la madera Urban Ironbark para el fondo y los aros añadía un punto de claridad y definición sin sacrificar el sonido amaderado de los medios. Por otra parte, la tapa torrefactada aporta ese tono maduro tan buscado nada más sacar la guitarra de la caja. Y, junto con el diseño 12-fret, eso nos da un instrumento muy equilibrado con unos graves ricos y plenos. Es una elección ideal tanto para el fingerstyle como para rasguear acordes”.


812ce

Fondo y aros: palosanto de la India
Tapa: pícea de Sitka

Lindsay Love-Bivens: “La Grand Concert es mi forma de caja número uno. Lo que más me gusta de estos modelos es que son increíblemente cómodos de tocar gracias a sus proporciones reducidas dentro de la categoría de tamaño completo. Con este estilo de caja, la clásica combinación de palosanto y pícea crea un sonido precioso. Y me encanta la articulación de esta guitarra”.


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Cómo encontrar una guitarra que se adapte a tu estilo y necesidades musicales

Si ya tienes cierto conocimiento del instrumento (o incluso ya tienes una o dos guitarras) y necesitas una orientación más precisa para guiarte hacia ese modelo que encaje con tus características como guitarrista, estás de suerte: aquí tienes algunas recomendaciones centradas en diversos estilos de interpretación y contextos musicales como la grabación, las actuaciones en directo, etcétera.

¿Cuál es tu estilo?

Por “estilo”, nos referimos sobre todo a la forma en que atacas las cuerdas. ¿Rasgueas acordes con púa? ¿Cuánta intensidad aplicas a ese rasgueo? ¿Punteas líneas solistas dándole fuerte a la púa? ¿Tocas con los dedos? ¿Pulsas las cuerdas con púas fijadas a los dedos, con las uñas (naturales o acrílicas), con las yemas, o con una combinación de todas las anteriores? Estas consideraciones te ayudarán a determinar el tipo de guitarra que probablemente se adaptará mejor a tu forma de atacar las cuerdas. También te servirán para decidir si te conviene más una guitarra versátil que dé la talla en distintos modos de interpretación o bien un modelo más enfocado hacia un estilo especializado, sobre todo si entre tu repertorio de herramientas musicales ya tienes otras guitarras “de nicho”. Cosas que vale la pena tener en cuenta:

¿Rasgueas y punteas con un ataque suave, contundente o un intermedio entre ambos?

En general, cuanto más fuerte toques y más amplio y profundo sea el sonido que buscas, más grande deberá ser tu guitarra.

Si tienes un ataque más suave y delicado:

Prueba una guitarra a la que puedas sacarle el sonido sin demasiado esfuerzo. En general, los modelos de caja más pequeña (como nuestras Grand Concert y Grand Theater) tienden a ser más sensibles al tacto, de manera que requieren menos energía para que la tapa se ponga en movimiento y responda al intérprete. Este tipo de caja es una buena opción para los aficionados al fingerstyle. Dicho esto, la verdad es que, desde que el diseñador jefe de Taylor Andy Powers introdujo el varetaje V-Class (la arquitectura interna que da voz a nuestras guitarras), incluso los modelos con caja más grande son sorprendentemente sensibles a un toque más ligero.

Si punteas o rasgueas con un ataque más fuerte:

Tu estilo de interpretación podría saturar una caja pequeña como la Grand Theater. Probablemente, te irá mejor una forma más grande como puede ser la Grand Pacific, que encaja muy bien la energía generada por un ataque de púa más intenso.

Si tienes un estilo de interpretación dinámico o híbrido:

La alternativa más versátil sería una caja de tamaño mediano como la Grand Auditorium o la Grand Pacific, aunque nuestra Grand Concert (que es algo más pequeña) también ofrece un rango dinámico impresionante. Estos instrumentos responden inmediatamente a un tacto suave, y emiten un sonido más potente cuando los atacas con más contundencia. Si quieres más graves o necesitas un rango dinámico aún más amplio y con mayor proyección tonal, prueba con una caja más grande.

Para rasguear: Grand Auditorium o Grand Pacific

Los dos caballos ganadores para el rasgueo de acordes son la Grand Auditorium (nuestra forma de caja insignia) y la Grand Pacific. Por sus dimensiones, ambas ocupan una posición intermedia entre nuestras guitarras de tamaño completo. Son lo bastante grandes como para generar una agradable respuesta de graves sin llegar a retumbar, responden bien a un rasgueo vivo y emiten una voz que abarca todo el espectro de frecuencias.

También comparten unas proporciones similares, ya que tienen la misma profundidad, longitud y anchura en los lóbulos superior e inferior. La mayor distinción física entre ellas es que la Grand Auditorium tiene una cintura ligeramente más estilizada (aproximadamente unos 25 mm más estrecha), de manera que, si la tocas en posición sentada, te dará la sensación de que es algo más pequeña porque quedará situada un poco más abajo en tu regazo. Otra diferencia es que la mayoría de las guitarras Grand Auditorium vienen con cutaway (aunque también puedes encargar un modelo especial sin cutaway). En cambio, casi todas las Grand Pacific, caracterizadas por sus curvas de estilo dreadnought de hombros redondeados, están diseñadas sin cutaway.

Acústicamente, podemos hablar de dos equipos: el del sonido moderno de la Grand Auditorium frente al del carácter tradicional de la Grand Pacific. La Grand Auditorium no solo es nuestra forma de caja más conocida, sino que en muchos sentidos es la que define el sonido característico de Taylor: claro, vibrante y con unas notas articuladas y precisas. Este estilo de caja ha sido toda una referencia para muchos ingenieros de grabación, ya que “habla” con mucha nitidez y no exagera los graves (vaya, que se ciñe a su espacio sonoro y se porta muy bien).

Por su parte, la Grand Pacific tiende hacia el sonido algo más cálido y maduro de una guitarra de más edad con notas que se mezclan fluidamente. Sin embargo, ese aire clásico también tiene el toque contemporáneo del varetaje V-Class de Andy Powers, que se traduce en una respuesta de graves que mantiene la robustez pero gana en claridad, musicalidad y utilidad sin caer nunca en un sonido pastoso o emborronado.

En definitiva, ambos estilos de caja ofrecen una versatilidad asombrosa, así que, si buscas una guitarra polivalente, lo mejor que puedes hacer es explorar estos modelos y compararlos en diferentes combinaciones de maderas.

Y si lo que quieres es rasguear acordes con una voz plena y profunda (un “muro de sonido” acústico), prueba nuestra caja Grand Orchestra bajo la forma de la 618e de arce y pícea o la 818e de palosanto y pícea, por ejemplo.

Grabación

La verdad es que cualquier guitarra Taylor puede ser una excelente herramienta de grabación, ya que no hay ni una que no ofrezca un tono claro y equilibrado en todo el espectro de frecuencias. En la práctica, el tema está en el color sonoro con el que quieras pintar tu música. Aquí van algunas reflexiones:

Las guitarras de caja pequeña suelen funcionar muy bien para grabar.

En este contexto utilizarás micrófonos o grabarás directamente a través de una pastilla de guitarra (o recurrirás a una combinación de ambas cosas), así que la magnitud del volumen o de la proyección que te da un estilo de caja más grande no será tan importante. Además, las guitarras de caja más pequeña como nuestra Grand Concert tienden a producir una voz más enfocada y articulada, y ese refinado perfil sonoro de alta definición se adapta muy bien a una mezcla con otros instrumentos.

La versatilidad de la Grand Auditorium se extiende hasta las grabaciones.

Aparte de las cualidades para el rasgueo que habíamos comentado, la Grand Auditorium también es genial para tocar con los dedos. De hecho, esta auténtica navaja suiza hecha guitarra sirve para todo, incluidas las grabaciones más variopintas, gracias a su voz clara y plena pero muy controlada en los graves. No es casualidad que este estilo de caja lleve un montón de años apareciendo en miles de discos de todo tipo de géneros musicales…

Una guitarra con electrónica integrada puede ser tu mejor aliada en una grabación.

Un poco más abajo hablaremos de la electrónica aplicada a la interpretación en directo, pero una guitarra con pastilla te da la posibilidad de grabar directamente evitando ruidos indeseados. Si te cuesta tocar frente a un micrófono sin moverte físicamente, la grabación directa acudirá al rescate para que puedas capturar el sonido de la guitarra con total coherencia. A algunos músicos les gusta grabar a la vez con micro y con pastilla para luego mezclar las dos señales y jugar con ellas hasta conseguir el tono acústico que buscan.

Interpretación en directo

Si vas a subirte al escenario, la candidata natural sería una guitarra con pastilla integrada para amplificación. Y, si tocas en una banda, es posible que te convenga un modelo cuyo sonido se abra paso a través de una mezcla de instrumentos. Las guitarras de arce (como la 612ce o la 614ce) han sido siempre muy apreciadas por su articulación, armónicos controlados y una transparencia que refleja fielmente el estilo del intérprete. Por su parte, la caoba tiene un carácter relativamente seco que enfatiza las notas fundamentales. Las guitarras con tapa de una madera maciza como la caoba o la koa son muy agradecidas para la amplificación, ya que suavizan el ataque (lo cual será especialmente útil para los intérpretes más vigorosos) y favorecen una respuesta uniforme en todo el espectro de frecuencias.

Pero las guitarras con pastilla ofrecen aún más ventajas:

1. Tienes la capacidad de manipular tu sonido..

Nuestras pastillas incluyen un previo integrado con controles de tono que te permiten ajustar los niveles de graves, medios y agudos en un entorno amplificado. Este control de ecualización te lo pone fácil para aplicar variados matices acústicos a diferentes tipos de canciones o escenarios de interpretación.

2. Puedes añadir otros efectos a tu sonido acústico amplificado.

La posibilidad de incorporar a la señal amplificada efectos como reverb, delay y demás te abre las puertas a un territorio de experimentación sonora completamente nuevo tanto en directo como en el estudio.

3. Es muy sencillo equilibrar los niveles de volumen cuando tocas junto con otros instrumentos.

Un músico profesional nos contaba que suele dar conciertos en casas con su Taylor y acompañado por una mandolina. En un ambiente intimista como este, el volumen acústico natural de la mandolina pasa por encima del de la guitarra. Pero, si los dos músicos tocan con amplificación, cada uno de ellos puede controlar su nivel de salida para crear un sonido general claro y equilibrado.

¿Qué estilos de música quieres tocar?

Piensa en la clase de sonido que necesitas para expresar tu estilo o género musical. Por ejemplo, los guitarristas que le dan a la púa con ganas o rasguean amplios acordes básicos a lo cowboy preferirán una caja más grande capaz de producir unos graves robustos con buen volumen y proyección. Aquí tienes algunas recomendaciones relacionadas con géneros musicales específicos.

  • Bluegrass y punteo con púa: una Grand Pacific (la 517e, por ejemplo) o alguna otra guitarra de tamaño mediano-grande te darán un volumen y proyección espectaculares.
  • Country o fingerpicking bluesero: la mejor opción es una caja de pequeña a mediana. Y la caoba es una buena elección para el fondo y los aros por su sonido cálido, amaderado y generoso en los medios. Una guitarra construida íntegramente de caoba (es decir, con fondo, aros y tapa de caoba) tenderá a sonar un poquito más oscura. Para estos géneros, también vale la pena investigar modelos con fondo y aros de nogal (serie American Dream) o madera Urban Ironbark (Serie 500).
  • Rasgueo para rock acústico, country o pop: para sacarle toda la riqueza a los acordes con cuerdas abiertas, prueba una caja de tamaño mediano como una Grand Auditorium o una Grand Pacific.
  • Cantautores: aquí, lo que manda es el gusto personal. Te animamos a que busques el estilo de caja que te resulte más cómodo de tocar y, una vez lo tengas, compares varios modelos con esa forma de caja y distintas combinaciones de maderas. Cuando pruebes las guitarras, canta mientras tocas: así, encontrarás esa voz acústica que complementa a la tuya. Déjate guiar por tu intuición y elige la que más te llame.

Estética

Este es otro aspecto totalmente subjetivo. No hay duda de que la inspiración visual forma parte del atractivo de una guitarra y tiene mucho peso en la primera impresión, desde los contornos de la caja hasta el veteado de la madera y los elementos decorativos, ya sean minimalistas o primorosamente elaborados.

Este es otro aspecto totalmente subjetivo. No hay duda de que la inspiración visual forma parte del atractivo de una guitarra y tiene mucho peso en la primera impresión, desde los contornos de la caja hasta el veteado de la madera y los elementos decorativos, ya sean minimalistas o primorosamente elaborados.

Más ornamentación: Serie 900, serie Presentation, modelos personalizados

Estética sobria y profesional: Serie Academy, serie American Dream, Serie 100

Para amantes de la madera: Modelos de koa de toda la línea Taylor (series GS Mini, 200, 700 y Koa); serie Presentation (palosanto de Honduras y secuoya roja), Serie 900 (palosanto y pícea), Serie 600 (arce veteado y pícea torrefactada)

Nuevos fichajes para tu alineación musical

Si tu intención es diversificar tu colección de guitarras acústicas (o la de la persona a la que estás pensando hacerle el regalo) o bien “invocar” nuevas inspiraciones e ideas creativas, busca un instrumento con una personalidad especial que ofrezca otro tipo de experiencia de interpretación y amplíe tu repertorio de sonidos. Esa nueva pieza en tu puzle musical podría ser un cierto estilo de caja, una combinación de maderas particular, un modelo 12-fret o de 12 cuerdas, una guitarra de cuerdas de nylon o incluso un bajo acústico. Echa un ojo a estas sugerencias que se salen de lo corriente.

Modelos 12-fret

Algunas Grand Concert están disponibles con un diseño que llamamos “12-fret” en referencia a la posición en la que el mástil se une a la caja (en otros modelos Taylor de cuerdas de acero, ese punto está en el traste 14). El mástil de una guitarra 12-fret es un poquito más corto que el de una 14-fret, ya que tiene dos trastes menos. La disposición del mástil en relación con la caja desplaza la colocación del puente, que se aleja ligeramente de la boca para acercarse al centro del lóbulo inferior. Este rasgo modifica el movimiento de la tapa armónica y aumenta la potencia, la calidez y el sustain de estas cajas más pequeñas.

Nuestros modelos 12-fret también utilizan una escala de cuerda algo más corta (631,8 mm en comparación con los 647,7 mm de la mayoría de las guitarras de tamaño completo). Este diseño no solo resitúa el puente en un punto más flexible de la tapa armónica, sino que aporta una sensación táctil algo más cómoda y fluida que facilita la digitación de acordes y la ejecución de bendings (gracias sobre todo a la escala de cuerda más corta). De hecho, si tu objetivo es reducir la tensión en la mano del mástil, una guitarra 12-fret puede ser tu compañera ideal. Además, la mayor proximidad de esa mano a la caja contribuye a crear una experiencia de interpretación más íntima.


Cuerdas de nylon

La sensación y el carácter sonoro de las guitarras de cuerdas de nylon es otra historia: son más dulces que las de cuerdas de acero, pero puedes sacarles texturas percusivas muy interesantes rítmicamente. Nuestros modelos con cuerdas de nylon son más fáciles de tocar que las guitarras clásicas tradicionales, ya que están diseñados para que los intérpretes acostumbrados al acero los encuentren cómodos y agradables a las manos. El diapasón radiado facilita la digitación, y el perfil fino del mástil establece una conexión táctil con la sensación fluida de los instrumentos de cuerdas de acero. Por otro lado, la tensión más relajada de las cuerdas de nylon puede parecerte más “amable” para los dedos que la de las cuerdas de acero. Y, como recurso creativo, estos modelos pueden aportar una nueva textura musical a tus canciones. Si buscas una guitarra de cuerdas de nylon asequible, prueba la magnífica Academy 12e-N con apoyabrazos integrado.


Guitarras de 12 cuerdas

El sonido suntuoso y cristalino de las cuerdas en octava aguda confiere a las guitarras de 12 cuerdas una voz maravillosa que vale la pena explorar. Uno de los desafíos históricos de los modelos de 12 cuerdas es que tradicionalmente siempre han sido difíciles de tocar. Pero, con nuestros mástiles de perfil fino y la comodidad de interpretación que nos caracteriza, ya hace tiempo que en Taylor logramos que la experiencia fuera mucho más accesible.

Más recientemente, Andy Powers lo puso aún más fácil con la adopción de una caja más pequeña, la Grand Concert. El resultado es una guitarra de 12 cuerdas físicamente más compacta que responde a un tacto suave. Las Grand Concert de 12 cuerdas también se mezclan muy bien con otros instrumentos en el escenario o en entornos de grabación. Para redondear, el varetaje V-Class integrado en nuestros modelos de 12 cuerdas fabricados en los Estados Unidos mejora la precisión de la afinación y la armonía entre las notas para ofrecer un sonido tan definido como hermoso.

La nueva 552ce de Urban Ironbark y pícea es una opción excelente construida íntegramente en madera maciza. Y, en un nivel de presupuesto más modesto, tienes la 150e. Aunque es una dreadnought más corpulenta y sin cutaway, sigue haciendo justicia a la comodidad de interpretación marca de la casa: por algo lleva tantos años siendo una de las guitarras acústicas de 12 cuerdas más vendidas del sector.


Modelos barítono

Aunque una acústica barítono difícilmente será el instrumento principal de un guitarrista, es indiscutible que aporta un color inimitable a la paleta acústica de cualquier músico. Nuestros modelos barítono, afinados de Si a Si y con escala de 685,8 mm, generan una voz profunda y resonante, pero mantienen la misma tensión de cuerdas a la que están habituados los intérpretes de guitarras convencionales. Además, siempre puedes colocar una cejilla en el quinto traste para tocar con la afinación de concierto estándar. El registro barítono cautivará a los guitarristas que cantan en una tesitura vocal más baja o que quieren tejer líneas de walking bass en sus temas. Las guitarras barítono de Taylor suelen ser ediciones especiales: actualmente, ofrecemos modelos tanto de 6 cuerdas (echa un vistazo a nuestra presentación de la AD26e Baritone-6 Special Edition en este número de Wood&Steel) como de 8, en este caso con dos cuerdas dobladas en octavas para añadir una pincelada de brillo de agudos sin llegar al tintineo de una guitarra de 12 cuerdas.


Bajo acústico

Y, por último, una mención especial a nuestro bajo acústico GS Mini, una herramienta fabulosa para la creación musical. Ya hay mucha gente que puede corroborar la sensación de “complicidad” y la calidad de sonido de las guitarras GS Mini de 6 cuerdas. Y, para nosotros, poder ofrecer un bajo con un sonido increíble partiendo de esta misma forma de caja compacta es un logro verdaderamente extraordinario, ya que un bajo acústico suele requerir una longitud de escala mucho mayor. Este hito fue posible gracias a la colaboración de Andy con nuestros amigos de D’Addario, que se materializó en la formulación de un juego de cuerdas con núcleo de nylon elaborado a medida para ofrecer un tacto cómodo bajo las yemas de los dedos.

“Si el bajo no es tu primer instrumento pero quieres tener uno acústico a mano para componer canciones, grabar maquetas o dejárselo a tus amigos cuando vengan a tocar a tu casa, el GS Mini es lo que necesitas”, decía Andy Powers cuando estrenamos este modelo en el 2017. “Está al alcance de todo el mundo. No hace falta que tengas callos en los dedos, y físicamente es más fácil de tocar que una guitarra. Las cuerdas relativamente cortas con núcleo de nylon lo hacen tan cómodo que incluso un niño o un principiante podrían aproximarse a este bajo sin sentirse intimidados”.


Otras categorías de compra

Para los admiradores de la excelencia artesanal:

Las guitarras de la gama superior de nuestro catálogo y de la colección Builder’s Edition son la encarnación de la artesanía Taylor más avanzada, con apoyabrazos y otros rasgos ergonómicos especiales, ajustes de diseño que mejoran el tono y, en muchos casos, complementos altamente sofisticados.

Para los guitarristas de sofá:

En este ámbito doméstico e informal, lo ideal siempre es un instrumento con una caja tirando a pequeña que sea fácil de acomodar físicamente, como una GS Mini, una Grand Theater compacta (la AD11e-SB, por ejemplo) o incluso una Grand Concert 12-fret.

Para viajeros:

Si hablamos de la facilidad de transporte, el tamaño sí importa. Nuestra guitarra “subcompacta” más pequeña es la Baby Taylor de escala tres cuartos. También está la Big Baby, que, aunque es algo más grande, mantiene la sensación de comodidad física porque presenta una caja menos profunda que las guitarras estándar. La GS Mini es otra propuesta inmensamente popular: ofrece un tono impresionante en un formato compacto y no es tan preciosista como para que te pueda intimidar la idea de llevártela de viaje y divertirte con ella. La Grand Theater, un poco más voluminosa pero sin llegar a la escala de tamaño completo, está construida íntegramente con madera maciza, lo cual le aporta un sonido más refinado.

Para los que quieren un modelo estándar pero con un toque especial:

Taylor pone a tu disposición un menú de opciones para modelos estándar, así que, si te motiva una guitarra en particular pero te gustaría modificar alguna de sus características para amoldarla mejor a tus preferencias (un contorno sin cutaway, una cejuela de otra anchura, clavijas de afinación distintas, un tratamiento sunburst en la tapa…), siempre puedes hacer un encargo especial a través de nuestros distribuidores.


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Cualquier guitarra Taylor es un regalo inolvidable que dura toda la vida. Pero, antes de comprar una, hay cosas que está bien saber...

Si preguntas a varios guitarristas cómo llegó a sus manos su primera guitarra buena de verdad, seguro que unos cuantos te dirán que fue un regalo de sus padres, su pareja, etcétera. Muchos de nosotros hemos tenido la suerte de estar rodeados de personas que han querido contribuir a nuestros sueños musicales, y los guitarristas serán los primeros en corroborar hasta qué punto puede cambiarte la vida un instrumento musical de calidad.

Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, ya hay gente que va a tiendas de música y navega por catálogos en Internet para encontrar ese instrumento que disparará la inspiración de algún ser querido (y afortunado) o, en muchos otros casos, para hacerse un autorregalo por todo lo alto. Pero comprar una guitarra puede ser todo un desafío, especialmente para alguien que nunca ha tocado una o que no sabe mucho sobre el instrumento. De entrada, el mercado está repleto de marcas y precios. Y existen guitarras de todas las formas, estilos y colores musicales. Hay multitud de factores que pueden influir en la forma en que un instrumento «llama» o se adapta a un intérprete, desde su constitución física hasta su edad, gustos estéticos y musicales, objetivos de aprendizaje, etcétera. Y, como sabemos que el tema puede ponerse complicado, vamos a ayudarte a desembrollarlo.

La calidad sí importa

La filosofía de diseño de Taylor se basa en dos conceptos clave. Primero, una guitarra de calidad (que sea fácil de tocar, mantenga la afinación y genere sonidos musicales agradables) marca una diferencia crucial. Por esta razón, absolutamente todos nuestros modelos cumplen con esos criterios fundamentales que invitan a vivir una experiencia de interpretación gratificante. Y, en segundo lugar, hemos diversificado nuestra línea de guitarras para abarcar las necesidades de prácticamente todo tipo de músicos. Así que, de cara a la temporada navideña, esperamos facilitarte la selección de esa guitarra que ha nacido para ser la compañera musical perfecta para ti o para otras personas.

En Taylor tenemos algo para todo el mundo, desde el novato que se acerca a la guitarra por primera vez hasta el padre que busca un modelo para la iniciación musical de su retoño o el guitarrista de nivel medio que quiere un instrumento de mayor calidad. O, quién sabe, quizá durante la pandemia te compraste una guitarra básica para empezar a trastear y ahora tienes ganas de dar un salto de calidad…

En esta guía también te orientaremos sobre los modelos más adecuados para tu estilo de interpretación o para aplicaciones como la grabación o las actuaciones en directo. ¡Hasta hemos incluido las guitarras favoritas de varios miembros de nuestro equipo! Puedes utilizar los siguientes enlaces para navegar a las secciones que más te interesen.

¿Buscas recomendaciones de guitarras clasificadas por precio? No te pierdas la Guía de compras navideñas de Taylor Guitars.

Empecemos por el principio: ¿por qué una Taylor?

Seguramente, ya conocerás el enorme prestigio de Taylor como fabricante de guitarras, pero quizá te preguntes qué es lo que distingue a nuestros instrumentos de otras propuestas del mercado. Aquí tienes unos buenos argumentos para confiar en Taylor.

Comodidad de interpretación

La sensación de comodidad es esencial: si una guitarra no te resulta confortable y agradable físicamente, no la tocarás. El obstáculo número uno al que se enfrentan los principiantes es un instrumento difícil de tocar. Y es que no hay nada más terrible que tener que pelearte con la guitarra cuando ya las pasas moradas para aprenderte las notas, los acordes y los cimientos de la técnica.

La comodidad marca de la casa de Taylor ha sido el estándar de referencia de la industria de la guitarra acústica durante medio siglo, y constituye la columna vertebral de nuestro enfoque del diseño y la construcción. Creemos que un buen sonido empieza por una buena sensación. Y aquí intervienen diversos aspectos, como la forma del mástil, los contornos de la caja y la altura de las cuerdas sobre el diapasón (lo que llamamos “acción”). Las guitarras Taylor están diseñadas ante todo para ser cómodas y fáciles de tocar.

¿Cómo lo conseguimos? Te damos unas pistas:

Nuestros mástiles son finos, ofrecen una buena respuesta táctil y se adaptan a manos de todos los tamaños.

Gracias en parte a nuestro diseño patentado de la junta del mástil, todos los instrumentos Taylor vienen de fábrica con un ajuste de alta precisión y acción baja, de manera que la presión de las cuerdas contra el diapasón es muy cómoda en toda la extensión del mástil.

Nuestras guitarras más asequibles (series Baby, GS Mini, Academy, 100 y 200) tienen un mástil ligeramente más estrecho que resulta especialmente útil para los primeros pasos con las digitaciones.

Ofrecemos todo un abanico de formas y tamaños, desde la Baby Taylor ideal para niños hasta la compacta GS Mini, la polivalente Grand Auditorium y la Grand Orchestra de escala jumbo. (Más adelante profundizaremos en las características de las formas de caja).

Calidad de construcción y artesanía

Todas las guitarras Taylor, desde la Serie Baby hasta la Serie Presentation de categoría ultra-premium, están construidas con un grado insuperable de precisión, consistencia y atención al detalle. Para el músico, eso significa que su instrumento sonará a gloria nada más sacarlo de la caja, y así seguirá después de décadas de uso.

Innovación enfocada al intérprete

También estamos orgullosos de nuestro historial de innovación centrada en los músicos, que se manifiesta en un esfuerzo constante por mejorar las guitarras acústicas tanto en sonido como en sensación. Esta máxima ha cristalizado en algunos de nuestros desarrollos más influyentes, como el diseño del mástil Taylor o del galardonado varetaje interno V-Class y otros refinamientos sonoros.

Atención al cliente y soporte técnico

En Taylor nunca dejamos de cuidar de nuestras guitarras, y nuestro equipo de asistencia tiene el listón muy alto en cuanto a pericia, trato amable y calidad de servicio. Cuando compras una guitarra Taylor, te acompañamos en todas las etapas, desde la elección del modelo adecuado hasta el mantenimiento durante toda su vida útil, si es que necesita algún ajuste o reparación. Nuestros técnicos expertos siempre estarán al pie del cañón para asegurarse de que las guitarras Taylor sigan regalando inspiración creativa y satisfacción musical durante años y años.

Cinco cosas a considerar al comprar una guitarra

Entremos más a fondo en todo lo que hay que tener en cuenta antes de lanzarse a por una guitarra. Si ya tienes algunos conocimientos sobre el instrumento y solo buscas recomendaciones por precio, puedes saltar directamente a nuestra Guía de compras navideñas.

1 – Body Shapes

Entremos más a fondo en todo lo que hay que tener en cuenta antes de lanzarse a por una guitarra. Si ya tienes algunos conocimientos sobre el instrumento y solo buscas recomendaciones por precio, puedes saltar directamente a nuestra Guía de compras navideñas.

  • Baby: una guitarra de tamaño de tres cuartos ideal para viajar o para jóvenes primerizos..
  • GS Mini: esta caja de escala reducida incorpora la comodidad y la facilidad de transporte a un sonido de calidad profesional.
  • Grand Theater (GT): algo más grande que la GS Mini, la GT tiende hacia una sensación de guitarra de tamaño completo sin dejar de ser muy manejable, físicamente agradable y perfecta para tocar en el sofá.
  • Grand Concert: nuestra guitarra de tamaño completo más pequeña mantiene un perfil compacto que se adapta cómodamente a tu regazo. Estos modelos están disponibles en versiones 14-fret y 12-fret, que es un poco más corta y presenta una proporción más reducida entre el mástil y la caja, lo cual aporta un toque más intimista y receptivo.
  • Grand Auditorium: la forma de caja más popular de Taylor levanta pasiones por su atractivo contorno de tamaño mediano y su impresionante versatilidad musical.
  • Grand Pacific: una dreadnought de hombros redondeados parecida a la Grand Auditorium (e igualmente versátil) pero con una cintura ligeramente más ancha.
  • Grand Symphony: esta forma de caja es más voluminosa que la Grand Auditorium, y puede quedarle un poco grande a un niño o un intérprete de baja estatura. Incluye un cutaway parcial (cerrado en el lado del fondo) con una abertura integrada en la parte frontal del lóbulo superior.
  • Grand Orchestra: nuestro estilo de caja de mayor envergadura y profundidad emite un sonido intenso e imponente que hace justicia a su tamaño. Debido a sus grandes dimensiones, es posible que les resulte un poco incómoda a los principiantes que toquen sentados.

Si no tienes del todo claro qué es lo que busca musicalmente la persona a la que le vas a regalar la guitarra, empieza por valorar la forma de la caja. Solo tienes que tirar de sentido común: normalmente, las guitarras pequeñas encajan mejor con personas igualmente pequeñas.

¿Quieres saber más sobre nuestros estilos de caja? Echa un vistazo a esta guía de las formas de caja Taylor.

2 – Sonido

El tono es uno de los aspectos más subjetivos del proceso de compra de una guitarra. Todos tenemos nuestro oído particular, y cada intérprete percibe el sonido de un instrumento de forma personal e intransferible. Por lo tanto, es difícil basarse en los matices tonales a la hora de comprar una guitarra para alguien o incluso para ti, si no tienes experiencia con el instrumento. Pero hay algo de lo que sí puedes fiarte: los modelos Taylor tienen una sólida reputación (respaldada por músicos profesionales e ingenieros de sonido) como guitarras con un sonido claro, bien equilibrado y perfectamente válido tanto para el escenario como para el estudio de grabación. Así que, elijas la que elijas, una Taylor siempre estará a la altura en cuanto a sonido.

Madera maciza frente a contrachapada

Todas las guitarras Taylor tienen tapa de madera maciza. Los modelos fabricados en los Estados Unidos (desde la serie American Dream hacia arriba en la línea Taylor) también cuentan con fondo y aros de madera maciza, mientras que los que hacemos en nuestra planta de última generación en la cercana ciudad de Tecate, en México, utilizan fondo y aros de madera contrachapada. Pero, ¿qué quiere decir “madera maciza” y en qué se diferencia de la “contrachapada”?

“Maciza” significa que la madera es de una sola pieza en todo su espesor. En cambio, nuestros modelos con fondo y aros de madera contrachapada emplean un compuesto de tres capas de madera: un núcleo central grueso y dos láminas (una a cada lado del núcleo) de madera más fina. Este tipo de construcción no solo aumenta la estabilidad, sino que nos permite seleccionar láminas especialmente vistosas para realzar el atractivo estético de las guitarras.

En este sentido, lo más relevante es que las maderas macizas suelen producir un sonido un poco más complejo o sofisticado. Pero, en contrapartida, el uso de madera contrachapada reduce el coste de producción, y por eso recurrimos a ella para nuestras guitarras más económicas.

Como hemos comentado, una de las principales ventajas de comprar una guitarra Taylor es que te garantiza que la tapa será de madera maciza. Este es el componente del instrumento que más influye sobre su sonido, y una tapa maciza siempre asegura una proyección clara y un tono equilibrado. En el catálogo Taylor, las guitarras construidas íntegramente con madera maciza y las que combinan contrachapada y maciza se reparten de la siguiente manera:

Fondo, aros y tapa de madera maciza:

› Serie American Dream y superiores

Fondo y aros de madera contrachapada, tapa maciza:

› Serie Baby
› Serie GS Mini
› Serie Academy
› Serie 100
› Serie 200

Combinaciones de maderas

¿Tienes curiosidad por conocer las distintas especies que ofrece la línea Taylor? Descubre lo que no sabías sobre ellas en nuestra guía de maderas.

3 – Precio

Una guitarra es una inversión de tiempo y dinero. Y, como es lógico, los instrumentos de calidad cuestan más porque son más fáciles de tocar, suenan mejor y mantienen un rendimiento óptimo con el paso del tiempo. Todos tenemos nuestra expectativa de presupuesto para la temporada navideña, así que te alegrará saber que nuestra línea de guitarras cubre una amplia gama de precios y que incluso los modelos de nivel elemental son una apuesta segura porque están diseñados para durar. Antes de tomar una decisión, piensa en todo lo que te llevas por el dinero que estás gastando. Y, para ayudarte a meditarlo, te resumimos lo que ofrece el catálogo Taylor en sus varios niveles de precios.

Todas las guitarras Taylor de cualquier precio:

› Tapa de madera maciza que genera un tono rico y claro
› Mástil cómodo y fácil de tocar
› Estuche o funda de concierto
› Servicio de atención al cliente rápido y fiable
› Garantía con registro

Menos de 799 $

› Tapa de madera maciza
› Fondo y aros de madera contrachapada
› Complementos y detalles visuales sobrios
› Funda de concierto ligera pero resistente y duradera

De 800 $ a 1999 $

› Estética mejorada
› Guitarras de las series American Dream y 300: construcción íntegramente en madera maciza para ofrecer un sonido rico y sofisticado
› Algunos modelos se distribuyen en un estuche duro deluxe o AeroCase

De 2000 $ en adelante

› Construcción íntegramente en madera maciza
› Varetaje interno que mejora el tono
› Primoroso aspecto visual con detalles como incrustaciones en el diapasón y acabados brillantes
› Algunos modelos refinan la ergonomía con rasgos de diseño como apoyabrazos y cutaway biselado
› La mayoría de los modelos se entregan en un estuche duro deluxe

4 – Estuches de guitarra

Si te compras una guitarra, está claro que te hará falta algún tipo de protección, porque el riesgo de que el instrumento sufra daños por impactos físicos o condiciones de temperatura y humedad desfavorables es demasiado alto. Ten en cuenta que no todos los fabricantes de guitarras incluyen una funda o un estuche con sus modelos. Por nuestra parte, todas y cada una de las guitarras Taylor vienen en una funda protectora blanda con correas tipo mochila o un estuche duro elaborado en nuestras instalaciones. Este complemento está incluido en el precio que verás en la web o en la etiqueta de la guitarra. Y los estuches pueden ser caros, así que la compra de una guitarra que ya lo incluya te evitará un gasto adicional y potencialmente notable.

Visto desde una perspectiva pragmática, también hay que pensar que muchos intérpretes empiezan yendo a clases para aprender a tocar, y un estuche siempre facilita el transporte de casa al lugar de estudio. Y qué decir de los guitarristas que se llevan el instrumento a la escuela, a casa de un amigo, de viaje o a un concierto…

5 – Accesorios

Si la guitarra que estás comprando es para alguien totalmente novel (ya seas tú o cualquier otra persona), sería bueno añadirle algunos artículos extra para acabar de ponerle el lacito al regalo. Aquí van algunas ideas.

Púas

Un juego de púas de grosor medio siempre es un buen punto de partida, pero también puedes hacerte con un surtido de varios tipos de púas para probar diferentes opciones y encontrar el estilo que mejor se adapte a tus gustos (los distintos materiales y grosores de púa afectan a la respuesta tonal).


Cuerdas de recambio

Hasta los intérpretes profesionales rompen cuerdas, y no hay nada peor que no poder tocar porque no tienes cuerdas de repuesto a mano. La mayoría de las guitarras Taylor de cuerdas de acero vienen de fábrica con un juego D’Addario XS de bronce fosforado con recubrimiento. Suelen ser cuerdas de calibre fino o medio: si quieres averiguar el calibre que lleva una guitarra en concreto, lo verás indicado en las especificaciones de cada modelo.


Afinador

Asegúrate de que tu guitarra siempre suene afinada y en plena forma con un afinador de pinza como el nuevo y práctico Beacon de Taylor.


Humidificación

Las guitarras acústicas responden a los factores climáticos, y especialmente a la humedad. Un sencillo accesorio de humidificación del estuche te ayudará a mantener un nivel de humedad relativa adecuado para evitar problemas como deformaciones, grietas o el molesto zumbido de trastes. También puedes preguntar en las tiendas por el sistema TaylorSense, una unidad de sensor de guitarra inteligente que envía información sobre las condiciones ambientales en tiempo real a tu teléfono iOS o Android.


Correa de guitarra

Si el instrumento va a ser para alguien que está empezando, lo más probable es que casi siempre toque en posición sentada. Aun así, una buena correa nunca está de más. Taylor ofrece una amplia gama de correas de guitarra en diferentes materiales y estilos: las encontrarás en nuestra web y en tiendas de música.


Limpiador, abrillantador y paños para mantenimiento:

no hay nada como cuidar de la guitarra con regularidad para que luzca siempre como nueva. Y, como no podía ser menos, Taylor también propone una serie de productos de limpieza y pulido para el mantenimiento habitual.

¡Listos para comprar!

Bien, con esta guía ya tienes recursos para iniciar la búsqueda de la guitarra ideal para estas fiestas. Si quieres conocer nuestras recomendaciones de modelos Taylor específicos organizados por precio, echa un vistazo a nuestra Guía de compras navideñas.


Continúe su viaje con la guía de compras navideñas

Parte 2

Consejos avanzados para comprar una guitarra acústica… y acertar

Las favoritas de los expertos

Image of Taylor Builder's Edition 814ce acoustic-electric guitar on its side facing forward in a living room background

Nueva edición

Bajar

Nuestra emblemática 814ce asciende a la categoría Builder’s Edition para ilustrar por qué el trabajo artesanal de la madera es más importante que nunca.

Nuestra galardonada Grand Auditorium 814ce lleva décadas enamorando a los guitarristas, así que la llegada de una versión Builder’s Edition ultra-premium de este modelo seguramente interesará mucho a los entusiastas de Taylor.

Al fin y al cabo, estamos hablando de elevar a un nivel aún más alto la sensación, el sonido y el atractivo estético de la guitarra insignia de la línea Taylor: un todoterreno de palosanto y pícea moderno y versátil, un éxito de ventas constante en su gama de precios según las estadísticas de MI Salestrak, un instrumento de confianza en las giras de artistas como Lindsey Buckingham, Hall & Oates y Johnny Rzeznik, y una herramienta de referencia en estudios de grabación de todo el mundo.

Este modelo Builder’s Edition pasa a ser el décimo miembro de nuestra familia de guitarras de élite, que cinco años después de su aparición ya se ha convertido en una colección muy diversa de instrumentos de máxima categoría.

Algunos seguidores de Taylor se preguntarán: «¿hacía falta meterse con un clásico?». Y otros dirán: «¿por qué habéis tardado tanto?».

«En realidad, yo llevaba bastante tiempo acariciando la idea», revela Andy Powers, diseñador jefe de Taylor y arquitecto del concepto Builder’s Edition. «Una de las razones por las que aún no habíamos tocado la 814ce es que el rediseño que hicimos en el 2014 me sigue gustando mucho, desde el patrón de incrustaciones y el fileteado hasta el aspecto y la sensación general de la guitarra. Por otro lado, desde entonces también hemos ido introduciendo otras novedades en la Serie 800».

Para ponerlo todo en contexto, no está de más repasar la evolución de los modelos 800 en los últimos diez años, empezando por la guitarra que Andy heredó de Bob Taylor. Aquella Grand Auditorium de palosanto y pícea supuso en su momento una alternativa más versátil a las dreadnoughts de palosanto tradicionales. La refinada geometría de la caja Grand Auditorium aportaba más equilibrio, claridad y capacidad de respuesta a la imponente potencia sonora del instrumento. Aquel diseño amplió el rango musical de la 814ce con un rendimiento tan solvente para el fingerstyle como para el rasgueo y el punteo con púa, y aumentó su utilidad funcional para grabaciones en estudio y actuaciones en directo. En definitiva, los amantes de las guitarras de palosanto tenían a su disposición un instrumento más fiel y expresivo.

Más tarde, la reformulación que Andy llevó a cabo en el 2014 abrió la vía de la innovación que desembocaría en el varetaje V-Class y la categoría Builder’s Edition.

Pero rebobinemos hasta principios del 2013. Andy llevaba dos años en Taylor y acababa de redibujar nuestro estilo de caja Jumbo dándole la forma Grand Orchestra. También había estado explorando una serie de retoques de diseño que quería aplicar a toda la línea Taylor para contribuir a la diversificación musical de nuestro ecosistema de guitarras.

Andy y Bob pensaron que el inminente 40.º aniversario de Taylor en el 2014 era una ocasión ideal para estrenar algo verdaderamente especial que causara sensación a lo grande.

Bajo la batuta de Bob, la empresa ya había aprovechado otras efemérides importantes no para glorificar su pasado, sino para iluminar su camino a seguir con la presentación de innovaciones audaces y significativas. Dos ejemplos de ello podrían ser nuestra icónica forma de caja Grand Auditorium o el revolucionario mástil Taylor, que salieron a la luz en sendos modelos de aniversario.

Con la consolidación de Andy como el luthier de la nueva generación de Taylor, tenía sentido diseñar una guitarra igualmente «de nueva generación» para conmemorar el 40.º aniversario de la compañía. Y nuestra venerable Serie 800 de palosanto y pícea parecía el marco perfecto para el traspaso de la antorcha: así, simbólicamente, Bob le confiaba el futuro de esta serie a Andy como reafirmación del rumbo que iba a emprender la construcción de guitarras en Taylor.

El resultado fue una reinvención de la Serie 800 que materializó el conjunto de mejoras más completo y meticuloso aplicado hasta entonces a una misma línea de modelos Taylor. En su búsqueda de un sonido más pleno, una sensación más cómoda y una estética más sofisticada, Andy jugueteó con prácticamente todos los componentes materiales de las guitarras.

Introdujo una miríada de refinamientos que no solo perfeccionaron el tono, sino que también le dieron a cada forma de caja una personalidad sonora más distintiva. Diseñó un nuevo varetaje llamado Advanced Performance (la era V-Class todavía estaba por llegar) y personalizó el patrón en función de cada estilo de caja para enfatizar sus cualidades sonoras particulares. Optimizó los espesores de las maderas de las formas de caja para adaptarlas a su rendimiento musical. Utilizó cola proteica y trabajó con nuestro equipo de desarrollo de productos para formular una nueva aplicación de acabado brillante ultrafino con la idea de reducir la amortiguación y ampliar la respuesta tonal. Adoptó el uso de un juego de cuerdas con calibre producido a medida. Y llevó el lavado de cara incluso al sonido amplificado, ya que la Serie 800 marcó el estreno de la electrónica ES2 patentada por Taylor y concebida por nuestro diseñador de guitarras y desarrollador de pastillas David Hosler.

La puesta al día estética de la Serie 800 también pulió los detalles decorativos sin dejar de honrar su legado clásico. El arce de los perfiles y el palosanto del golpeador y del recorte de la tapa aportaron una elegante armonía de diseño a las guitarras. Otra importante decisión a nivel visual fue la introducción de diapasones de ébano «ahumado» como característica estándar: el mero hecho de utilizar en una serie tan prominente este tipo de ébano jaspeado, que hasta aquel momento había sido dejado de lado, suponía toda una declaración de principios y subrayaba nuestro compromiso con la responsabilidad medioambiental.

Siguiente escalón: la Serie 800 Deluxe

Después de trasladar algunas de esas mejoras a otras líneas del catálogo Taylor, en el 2017 Andy volvió a la Serie 800 para complementarla con una «derivada» de alto copete, la Serie 800 Deluxe. Estas guitarras contaban con varetas de pícea de Adirondack y clavijas de afinación Gotoh, y fueron las primeras en presentar nuestro apoyabrazos radiado con un contorno redondeado que favorece la comodidad de interpretación.

Andy cuenta que, después del rediseño de la Serie 800, se preguntaba qué más se podría hacer, ya que había tocado todas las teclas posibles para llevar los componentes físicos de la guitarra hasta sus límites de rendimiento. Y la última frontera parecía estar en un cambio más radical en la arquitectura interna del instrumento. Como ya sabemos, el resultado fue el salto de los patrones de varetaje en X tradicionales hacia un esquema totalmente diferente: el sistema V-Class que él mismo patentó. En el 2018, Andy introdujo este nuevo varetaje en algunos modelos escogidos y, a mediados de ese mismo año, la 814ce ya lo tenía en su interior.

Con todo, teniendo en cuenta que las mejoras aportadas por la arquitectura V-Class estaban a la altura de las ventajas tonales de los modelos 800 Deluxe, en el 2020 decidimos iniciar el proceso de disolución de la Serie 800 Deluxe y adoptar el apoyabrazos radiado como especificación de base en la mayoría de las guitarras de la Serie 800.

La 814ce entra en el universo Builder’s Edition

Nuestros últimos lanzamientos de la colección Builder’s Edition se remontaban a principios del 2020, así que nos parecía que había llegado el momento de presentar una nueva versión de la 814ce. A Andy le agradaba la identidad de la 814ce estándar, de manera que decidió no alejarse demasiado de su estética cuando imaginaba la versión Builder’s Edition.

«Pensé: afinemos ese diseño que tanto nos gusta con el trabajo de la madera aún más complejo que caracteriza a otras guitarras Builder’s Edition», dice.

La comodidad de ejecución mejoró con rasgos como los bordes de la caja oblicuos, el apoyabrazos de caoba biselado (un paso adelante respecto al apoyabrazos radiado de la 814ce estándar) y un hermoso cutaway contorneado. De hecho, el cutaway es una buena muestra de esa elaborada artesanía de la madera; no en vano es la parte de la guitarra más difícil de tratar a causa de su curva aguda y cerrada.

La producción del cutaway contorneado exigía un trabajo de maquinaria que acabó convirtiéndose en uno de los proyectos de desarrollo más complicados en la historia de Taylor.

La producción de este cutaway biselado requiere dos procesos de contorneado adicionales. De entrada, su forma está delineada para eliminar el espacio de la caja que queda en la esquina entre el extremo del cutaway y el tacón del mástil. Esto requiere una curva compuesta que fluye más limpiamente hacia el tacón y ofrece una sensación de mayor suavidad a la mano del mástil.

El segundo elemento especial es un biselado independiente para el dedo esculpido en la tapa de la guitarra (sería como un miniapoyabrazos para el dedo meñique de la mano que pulsa los trastes superiores). Ya en el 2018, Andy destacaba las ventajas del cutaway contorneado presente en la K14ce Builder’s Edition, el primer modelo de la colección.

«Cuando tocamos la guitarra, la mayor parte del tiempo tenemos el pulgar apoyado en la parte trasera del mástil o rodeando el diapasón por detrás para facilitar la presión de los dedos sobre las cuerdas… hasta que subimos a las notas más altas y la mano choca con la caja de la guitarra», explicaba. «En ese punto, hay que quitar el pulgar del mástil y estirar la mano por encima de la caja para llegar a los trastes del extremo superior. Al dejar de apoyar el pulgar en el mástil, usamos todo el brazo para ayudar a los dedos a hacer presión sobre las cuerdas, y eso limita la agilidad de los movimientos».

Según Andy, la combinación del biselado para el dedo y el propio contorno del cutaway evita el esfuerzo de esa transición, ya que el guitarrista puede llegar hasta el final del diapasón sin tener que retirar el pulgar del mástil.

Las curvas del cutaway y el apoyabrazos ayudan a relajar la tensión en ambas manos y logran que la guitarra sea más cómoda de sostener y tocar.

Tal como señala Andy, el diseño de este cutaway implicaba una alineación perfecta entre varias superficies curvas compuestas. Por lo tanto, la producción exigía un trabajo de maquinaria que acabó convirtiéndose en uno de los proyectos más complicados para nuestro equipo de desarrollo de productos en toda la historia de Taylor.

«Cuando mis amigos carpinteros vieron los planos, dijeron: “vaya, aquí habrá que hacer magia para que esto quede bien”», bromea Andy.

Para acentuar visualmente el hermoso contorno esculpido en la caja, Andy decidió recurrir a un acabado brillante por primera vez en un modelo Builder’s Edition.

«Me encanta la sensación y la respuesta de nuestro acabado Silent Satin, pero en este caso nos dimos el gusto de optar por un pulido brillante para resaltar las curvas de la caja y, de paso, hacer resplandecer los tonos profundos del palosanto», comenta. «El trabajo de talla que hay en ese cutaway no lo ponía nada fácil para darle brillo, pero estoy encantado con el resultado».

«Estas guitarras tienen una voz marcadamente intensa y vibrante que la tapa de pícea de Adirondack hace brillar todavía más».

Andy Powers

Tapa de pícea de Adirondack en cuatro piezas

Otro cambio fundamental en esta 814ce Builder’s Edition es la elección de la pícea de Adirondack para la tapa, que tiene varias particularidades interesantes. En primer lugar, la mayor rigidez de esta madera (y su comportamiento en conjunto con nuestro varetaje V-Class) amplía el rango dinámico, aporta un extraordinario detallismo sonoro y genera unos armónicos muy ricos en todo el espectro tonal. (Hablando de esto, vale la pena mencionar que la pícea de Adirondack fue la madera más valorada para la tapa de las acústicas de cuerdas de acero construidas en los Estados Unidos hasta la Segunda Guerra Mundial, antes de que el consumo excesivo por parte de otras industrias obligara al sector de la guitarra a dirigir su mirada hacia la pícea de Sitka, en la zona del Pacífico noroeste).

Por otra parte, la artesanía de máximo nivel de este instrumento también se manifiesta en la cuidadosa unión de las cuatro piezas de pícea de Adirondack que forman la tapa. Esta disposición, que se aparta del tradicional juego de dos piezas en librillo, responde al diámetro más pequeño de los árboles de pícea de Adirondack disponibles
hoy en día.

Andy considera este diseño como una prueba contemporánea de la utilidad de las tapas de cuatro piezas, que a lo largo del siglo XX tuvieron sus momentos de reivindicación por parte de diversos luthiers. Sin ir más lejos, nosotros hemos usado tapas de koa en cuatro piezas para varios modelos Taylor.

En este caso, la idea era valernos de la plataforma Builder’s Edition para evidenciar la importancia de la artesanía cualificada de cara al futuro, ya que cada vez habrá menos árboles de pícea de Sitka de largo crecimiento y gran diámetro disponibles comercialmente. Y eso implica que los constructores de guitarras tendrán que seguir perfeccionando sus métodos para adaptarlos a las circunstancias, como siempre han hecho.

«El futuro de la madera procedente de los bosques del mundo está en continua evolución», alerta Andy. «Y estamos convencidos de que la creación de una tapa armónica de alta calidad exigirá un trabajo de carpintería más cuidadoso en las juntas de las piezas, porque la madera requerida para mantener la excelencia de los instrumentos tendrá un tamaño más pequeño. De hecho, los fabricantes de pianos ya llevan varias generaciones haciéndolo».

Andy añade que esta competencia artesanal suele cristalizar en una tapa armónica de primer nivel con ventajas estructurales y sonoras y una configuración de veteado simétrica.

Si quieres saber más sobre el corte de la pícea para las tapas y los argumentos a favor del diseño en cuatro piezas, en este número de Wood&Steel también te llevamos a conocer a nuestro proveedor de pícea, Pacific Rim Tonewoods, y te descubrimos algunas interioridades de la elaboración de tapas armónicas para guitarras acústicas.

Rasgos de identidads

La caja de la 814ce Builder’s Edition presenta una geometría ligeramente distinta de la 814ce estándar, debido en parte al diseño del apoyabrazos biselado y el cutaway contorneado. La relación entre los planos trasero y frontal (es decir, el fondo y la tapa) también crea una leve diferencia en la profundidad de la caja.

«Comparada con el estilo Grand Auditorium convencional, esta caja es un poquito menos profunda hacia la parte del mástil», apunta Andy. El varetaje del fondo (otro ingrediente de la receta V-Class) también está sutilmente modificado para adaptarse al diseño general.

Por otro lado, la pícea de Adirondack y el acabado brillante ejercen un cierto efecto sobre el factor de amortiguación de la tapa, lo cual a su vez influye en las propiedades sonoras del instrumento.

«Estas guitarras tienen una voz marcadamente intensa y vibrante que la tapa de pícea de Adirondack hace brillar todavía más», sostiene Andy. «La interacción entre la arquitectura V-Class y los contornos maravillosamente ergonómicos de esta caja Grand Auditorium de pícea y palosanto da lugar a una propuesta de guitarra acústica moderna realmente irresistible».

En cuanto a la maquinaria y los complementos, este modelo utiliza clavijas de afinación Gotoh 510 en oro viejo con relación 21:1 del mecanismo, y viene con el puente Curve Wing redondeado exclusivo de las guitarras Builder’s Edition. Aparte del acabado brillante, Andy ha añadido varios cambios menores para realzar el atractivo visual de la elegante silueta de la caja. Los bordes biselados están adornados con un delicado fileteado en arce y color negro en la tapa que combina con el recorte de palosanto. El fondo y los aros de palosanto de la India lucen un tratamiento Kona Edgeburst que contrasta agradablemente con el fileteado en arce. La guitarra también está decorada con líneas de fileteado en arce en el diapasón y el clavijero, incrustaciones con motivo Element en madreperla y una roseta de abulón verde con recorte de palosanto, arce y color negro.

Primeras reacciones

Uno de los músicos que confió en esta guitarra desde el principio fue el compositor, ingeniero de grabación y productor nominado al Grammy Will Yip, que lleva mucho tiempo utilizando su 814ce estándar como instrumento acústico de cabecera para sus trabajos en el mundo del rock.

«El 95 % de los sonidos de acústica que aparecen en mis discos sale de la 814», afirma. «Como yo siempre digo, “esta guitarra suena cara”».

Yip tiene un profundo conocimiento práctico de las características sonoras de la guitarra en una grabación, así que era un candidato ideal para valorar la versión Builder’s Edition en un entorno de estudio.

«¿Cómo puedes mejorar un instrumento que ya de por sí es espectacular?», se preguntaba después de haber probado la guitarra en varias sesiones. «Esta 814ce Builder’s Edition me da aún más presencia, más graves y más medios-graves, pero sin ningún rastro de frecuencias ásperas. Todo suena absolutamente puro y musical, incluso por encima de la 814 estándar».

También le hicimos llegar esta Builder’s Edition al fabuloso guitarrista de estudio de Los Ángeles Tim Pierce, que se desdobla como profesor de música y prolífico creador de contenido en YouTube. Pierce tiene una 612e 12-Fret, pero quería una guitarra acústica con cutaway. Y Tim Godwin, director de relaciones con artistas de Taylor, pensó que este modelo podía gustarle.

«La guitarra que me enviaste me ha dejado boquiabierto», le escribía a Godwin después de catarla. «Es un instrumento de ensueño; muy hermoso. Mi primera impresión es que suena inmejorablemente y es una delicia de tocar. Puede parecer que exagero, ¡pero no!».

Sala de prensa

Paul Riario, redactor técnico de Guitar World, se deshacía en elogios hacia esta guitarra en una reseña en vídeo.

«Es una acústica de calidad premium que te durará toda la vida. No solo sirve como instrumento superversátil capaz de hacerlo todo y más, sino que es una absoluta obra maestra para la posteridad», opinaba. «La 814ce Builder’s Edition ofrece una amplia paleta de tonos acústicos suntuosos y envolventes. Es un instrumento excepcional, expresivo y repleto de mejoras en la comodidad de interpretación que cautivará a todo tipo de guitarristas».

Y, en la feria NAMM celebrada el pasado mes de abril, este modelo se llevó el premio Editor’s Choice Award (la «favorita de la redacción») de la revista Music Inc.

No dejes pasar la oportunidad de probar la nueva 814ce Builder’s Edition en los distribuidores de Taylor de tu zona.

Sueños en color

Bajar

Nuestro nuevo trío de ases American Dream de nogal y pícea se apunta a la estética vintage con su tratamiento tobacco sunburst y un golpeador de diseño rayado.

Desde su irrupción a mediados del 2020, nuestra serie American Dream se ha mantenido fiel a la filosofía de diseño meticuloso pero pragmático que la hizo germinar. Y es que la idea siempre fue destilar una guitarra acústica de nivel profesional en sus componentes esenciales para hacerla lo más accesible posible.

Aunque la serie fue concebida y lanzada en plena pandemia, nuestro compromiso de satisfacer las necesidades fundamentales de los guitarristas trasciende las circunstancias de su origen e imbuye estos instrumentos de un valor que va más allá del contexto temporal. Estamos hablando de una guitarra Taylor de primera calidad construida íntegramente con madera maciza en los Estados Unidos, dotada de un varetaje que optimiza el tono, refinada con bordes biselados que mejoran la ergonomía, rebosante de la comodidad de interpretación marca de la casa… y todo ello a un precio que la sitúa al alcance de más músicos. Así, no es extraño que esta serie se haya ganado un puesto permanente en la línea Taylor como la colección de guitarras de madera maciza más asequible del catálogo.

Igual que la mayoría de nuestras series, la familia American Dream no ha dejado de evolucionar. Tras su estreno con tres modelos Grand Pacific muy versátiles (la AD17/AD17e de ovangkol y pícea, una edición Blacktop con tapa en color negro y la AD27/AD27e de sapele y caoba), en el 2022 la aventura continuó con la inimitable AD27e Flametop con tapa, fondo y aros de arce y la Grand Concert AD22e de sapele y caoba, que fue la primera propuesta de caja pequeña dentro de la serie. Por su parte, nuestros modelos Blacktop cambiaron el ovangkol por el nogal para el fondo y los aros.

Este año, estamos encantados de ampliar la familia con un trío de nuevas guitarras de nogal y pícea, cada una con un estilo de caja diferente. Su denominador común es el concepto estético: las tres lucen tratamiento tobacco sunburst en la tapa y un golpeador de diseño rayado que estrenamos en el modelo Flametop. Por primera vez, la serie American Dream incluirá nuestro estilo de caja Grand Theater (GT) con la AD11e-SB (la indicación SB hace referencia al sunburst), acompañada por la Grand Concert AD12e-SB y la Grand Pacific AD17e-SB. La variedad de formas de caja y el sugerente aspecto visual aportan una interesantísima diversidad a esta línea.

Presencia escénica clásica

En consonancia con el espíritu American Dream, el conjunto de complementos de estas guitarras sigue siendo bastante sobrio en términos de ornamentación. Sin embargo, esta serie también fue diseñada pensando en los músicos de directo y, tal como ocurre con los modelos con tapa negra, el toque sunburst añade un atractivo extra que seduce al instante en actuaciones en un escenario (¡o en vídeo!).

De hecho, el tratamiento tobacco sunburst, el golpeador de falso caparazón de tortuga rayado, el acabado mate y otras sutiles pinceladas armonizan maravillosamente en estos instrumentos. El rayado traslúcido del golpeador deja ver el degradado sunburst que queda por debajo: así, hacia el centro de la guitarra se aprecia un intenso resplandor dorado, mientras que en el límite exterior domina un tono tabaco más oscuro.

Otro elegante detalle es la interrupción del tratamiento sunburst justo antes del borde de la tapa de pícea, lo cual crea la sensación visual de un perfilado en arce o color crema con un fileteado en negro apenas perceptible. El diseño de la roseta sigue esta misma gama cromática con sus anillos alternos en arce y color negro.

Tal como ocurre en otros modelos American Dream, el acabado mate ultrafino de poro abierto lleva el aspecto, la sensación y el sonido de estas guitarras a otro territorio. Ese lustre apagado realza el carácter retro y tradicional, especialmente en la tapa. Y, en el fondo y los aros, expresa la rica textura del veteado y el atractivo visual del nogal de una forma que el intérprete puede, literalmente, sentir. En cuanto al sonido, el acabado minimiza la amortiguación y contribuye a una respuesta rápida que saca lo mejor de las propiedades tonales naturales del nogal, como su cálida resonancia de medios.

Otras características destacables de estas guitarras son las clavijas de afinación en negro satinado, mástil de caoba con un tinte que combina a la perfección con el fondo y los aros de nogal; diapasón, puente y revestimiento del clavijero de eucalipto, y cuerdas D’Addario XS de bronce fosforado con recubrimiento. Además, los tres modelos vienen equipados con electrónica ES2 integrada y se distribuyen en un estuche AeroCase de color marrón.

Las tres Marías

Grand Theater (GT) AD11e-SB

La AD11e-SB representa la entrada de nuestro estilo de caja GT en la serie American Dream y, con ella, la llegada de una nueva sensación y color sonoro. A los aficionados a las guitarras de caja pequeña les encantarán sus proporciones compactas y la escala de 612,7 mm, que se lo ponen más fácil a la mano del mástil para moverse por todo el diapasón de forma cómoda y ágil. Para redondear, nuestra arquitectura de varetaje C-Class favorece un ataque rápido y vivo con una impresionante profundidad de graves que le da a la GT una voz excepcionalmente plena para una guitarra de tamaño reducido.

Grand Concert (GC) AD12e-SB

Este modelo de caja pequeña presenta unas dimensiones ligeramente mayores que las de la GT, pero mantiene esa sensación intimista que cautivará por igual a los intérpretes con una constitución física o unas manos más pequeñas y a los guitarristas que busquen una voz definida para darle al fingerstyle, grabar en estudio o tocar con otros músicos. En este caso, el motor sonoro lo pone el varetaje V-Class, que mejora el rango dinámico para rasguear con un ataque enérgico.

Grand Pacific (GP) AD17e-SB

Nuestro estilo de caja Grand Pacific no es nuevo en la serie American Dream. Es más, quizá este versátil diseño de hombros redondeados pueda ser el favorito de los intérpretes que se inclinan por las guitarras dreadnought. Esta GP también utiliza el varetaje V-Class para generar unos graves claros y potentes que se mezclan fluidamente con unos medios «amaderados» y unos agudos nítidos y asertivos. Todo ello converge en una voz muy completa y dinámica que se adapta a todo tipo de aplicaciones musicales.

Ya puedes probar estas y otras guitarras American Dream en distribuidores de Taylor autorizados.

500 series group

Renovación urbana

Bajar

We’re thrilled to unveil another inspiring urban tonewood, red ironbark, as the rich new voice of our retooled 500 Series.

A lo largo de casi cinco décadas de historia de Taylor, se ha demostrado una y otra vez que el hecho de no sentirnos atados a la tradición ha sido uno de nuestros puntos diferenciales. Esta filosofía nos ha dado libertad creativa para explorar nuevas ideas continuamente y desafiar los límites de la fabricación de guitarras en direcciones insospechadas y muy estimulantes.

Una de nuestras áreas de mayor interés siempre ha sido el uso que hacemos de las maderas. En parte, lo que nos impulsa a profundizar en ello es el deseo de descubrir nuevos colores sonoros, pero también nos guía la conciencia de la realidad actual del abastecimiento de madera y de la necesidad de respetar lo que los bosques del mundo pueden darnos.

Especialmente en los últimos diez años, los programas de gestión medioambiental que hemos iniciado han marcado en gran medida nuestro enfoque de la obtención de madera. El proyecto de Taylor con el ébano de Camerún, que arrancó en el 2011 y ya es ampliamente conocido, ha fructificado en decisiones concretas como la adopción para nuestros diapasones del ébano jaspeado que durante mucho tiempo había sido totalmente ignorado. En el 2020, presentamos nuestros primeros modelos construidos con fresno de Shamel procedente de árboles de ciudad que habían llegado al final de su vida y debían retirarse de las comunidades de California. Y, hace unos meses, anunciamos la reformulación de nuestra Serie 700 con un nuevo grado de calidad de koa hawaiana que descubrimos en el curso de nuestros proyectos de restauración forestal en Hawái.


El tema es que nuestra línea de guitarras es un ecosistema musical cuidadosamente meditado y en constante evolución. Aunque Taylor ha crecido hasta convertirse en una gran compañía, hemos logrado equilibrar la balanza entre la necesidad de crear una cadena de suministro ética y estable y la capacidad de responder con agilidad al mundo cambiante que nos rodea.

¿Qué hace que una madera sea apta para construir guitarras?

La elección de maderas para nuestra línea de guitarras está sujeta a muchos factores, especialmente en los casos de nuevas especies que aún no se asocian con la elaboración de instrumentos musicales. En primer lugar: ¿las características físicas de la madera se pueden «traducir» por un buen sonido musical? Igualmente importante: ¿es un material fácil de trabajar? Es decir, ¿se puede cortar, secar, lijar, doblar, encolar y convertir en una guitarra sin deformarse, agrietarse o presentar otros problemas durante la producción o después de la finalización del instrumento? Más cosas: ¿se puede obtener de forma ética y económica? ¿Nos dará un nivel de calidad consistente? ¿Existe esa especie en cantidad suficiente para satisfacer nuestras necesidades de suministro durante un período previsible? ¿Cuánto tiempo nos llevará obtener la madera de un proveedor? ¿Aportará algo realmente único a nuestro repertorio de guitarras? Y, si se trata de una nueva especie que acaba de aterrizar en el mundo de la guitarra acústica, ¿hasta qué punto será posible convencer a los músicos de su valor? Queda claro que la cosa no es sencilla…

Afortunadamente, desde nuestra posición como empresa consolidada y con una firme reputación como fabricante de guitarras, estándares de producción ultraexigentes, un buen historial de comercio ético y una entusiasta comunidad de clientes (¡gracias a todos!), contamos con un alto nivel de credibilidad cuando nos atrevemos a defender una nueva especie.

Y, además, tenemos a un diseñador de guitarras llamado Andy Powers que sabe exprimir al máximo las cualidades musicales de la madera.

Nuevas ramificaciones

En la primera edición de este año de Wood&Steel (número 102), hablábamos con Andy sobre la evolución continua del diseño de guitarras en Taylor y comentábamos sus aspiraciones de aportar aún más diversidad musical a nuestra línea. En los últimos diez años, Andy ha sentado cátedra con la serie de recetas sonoras que ha creado para diferenciar la identidad de los distintos modelos, sobre todo después del desarrollo de nuestras plataformas de varetaje patentadas V-Class y C-Class. Ambos sistemas se pueden adaptar con sutiles modificaciones en función de la forma de la caja, la combinación de maderas y el perfil tonal que Andy quiere sacarle a cada guitarra. Esos desarrollos se han unido a las sucesivas innovaciones en los estilos de caja (el lanzamiento de la Grand Orchestra, la Grand Pacific y la Grand Theater; el cambio de cara de la Grand Symphony, y la adaptación de diseños 12-fret y de 12 cuerdas a la Grand Concert), y han ampliado enormemente la paleta de personalidades musicales únicas del catálogo Taylor.

Parte del proceso de perfeccionamiento de nuestra oferta de guitarras consiste en considerar toda la línea de manera global y valorar la relación de cada serie con las demás. Por ejemplo: con la reciente puesta al día de nuestra Serie 700, tuvimos la suerte de acceder a un generoso suministro de koa hawaiana con un hermoso colorido y veteado que, según Andy, merecía tener su propia voz y un tratamiento estético exclusivo con independencia de nuestra Serie Koa ya existente. La pregunta era: ¿cuál sería el hábitat adecuado para esa madera? Andy pensó que estaba llamada a un territorio en el que una guitarra construida íntegramente con koa maciza fuera un poco más accesible para el público.

Finalmente, decidimos que la Serie 700 iba a ser el lugar indicado, porque de esta manera seguiríamos teniendo tres presentaciones estéticas distintas para nuestras guitarras de palosanto: las series 400, 800 y 900.

El viaje de la caoba

La caoba es otra de nuestras maderas tradicionales que también se ha propagado a varios cuadrantes de la línea Taylor. A la combinación de sapele y pícea que durante años había representado a la Serie 300 le añadimos modelos con tapa de caoba. En su momento, también utilizamos fondos y aros de acacia negra de Tasmania con tapa de caoba, pero más recientemente decidimos sustituir la acacia negra por esta especie y ofrecer varias guitarras construidas íntegramente con caoba en la Serie 300. Esa estrategia llevó a Andy a pensar más detenidamente en nuestro uso de la caoba y en la evolución de la Serie 500, que llevaba décadas presentando modelos de esta madera. Y, teniendo en cuenta que la Serie 300 ya ofrecía guitarras con tapa, fondo y aros de caoba, ¿cuál podía ser el próximo movimiento en la Serie 500?

Entretanto, Andy guardaba en la recámara otra madera urbana con la que llevaba varios años trabajando y para la cual tenía planes cuando llegara el momento adecuado: la corteza de hierro roja. Y, ahora, se le presentaba una oportunidad de oro.

La joven historia de la madera urbana

Antes de profundizar en la corteza de hierro roja, rebobinemos un poco hasta los orígenes de nuestra iniciativa con la madera urbana. A principios del 2020, lanzamos cuatro nuevos modelos bajo el estandarte de la colección Builder’s Edition. Uno de ellos, la 324ce Builder’s Edition, tenía fondo y aros de un tipo de fresno de Shamel, o fresno silvestre mexicano, que bautizamos como Urban Ash («fresno urbano») para llamar la atención sobre la procedencia única de esta madera.

Andy se entusiasmó con el uso de este fresno cultivado en California no solo por sus propiedades intrínsecas, sino también porque marcó el comienzo de una nueva y prometedora iniciativa de abastecimiento de madera urbana en colaboración con West Coast Arborists, Inc. (WCA), una sofisticada empresa de gestión de árboles.

Tal como explicábamos en Wood&Steel, WCA ofrece una serie de servicios relacionados con los árboles a cientos de municipios e instituciones públicas en toda California y parte de Arizona. Estos programas cuidadosamente diseñados y administrados dan lugar a importantes zonas de dosel verde en ciudades y áreas residenciales, e incluyen proyectos de paisajismo en parques, calles, carreteras y otros espacios públicos. De acuerdo con sus contratos con cada municipio, WCA se encarga de plantar, cuidar y en última instancia retirar esos árboles. Actualmente, la base de datos de la empresa ya cuenta con más de 10 millones de localizaciones de árboles en inventario.

En un primer momento, nuestro interés en estudiar la viabilidad de la madera urbana surgió de la curiosidad práctica de Bob Taylor, que se preguntaba qué ocurre con la madera de los árboles que llegan al final de su vida y cómo se podrían aprovechar esos troncos de cara a generar valor añadido para las comunidades. Y así fue como nos pusimos en contacto con la empresa arborista de nuestra zona, que resultó ser WCA.

Scott Paul, director de sostenibilidad de recursos naturales de Taylor, dirigió el proyecto y coordinó un viaje de campo a la sede de WCA en Anaheim con un grupo de trabajo que incluía a Bob y Andy. Resultó que WCA también había estado buscando formas de crear más valor a partir de los árboles que retiraba, especialmente a raíz del aumento de los costes de eliminación. Para ello, había diseñado un programa de reciclaje de madera urbana que cristalizó en un negocio de suministro llamado Street Tree Revival, dedicado a cortar madera y a la producción de mesas con planchas de borde natural y otros artículos.

Dado que muchas de esas maderas no se usaban comercialmente o no tenían tradición en la construcción de instrumentos musicales, Andy llevó a cabo una «cata con motosierra» para la cual se cortaron muestras de algunas especies que parecían especialmente interesantes y merecían un análisis más profundo.

«Me sentía como un cocinero que camina por los pasillos de un mercado agrícola inspeccionando frutas y hortalizas que no había visto antes», compara Andy. «Y pensaba: ¿cómo podría trabajar esta materia prima para sacarle el mejor sabor?».

Andy se trajo a nuestra fábrica una nutrida variedad de muestras de madera para hacer sus pruebas. Redujo la lista de especies potencialmente útiles de acuerdo con algunas consideraciones prácticas, y acabó centrándose en las que consideró las diez finalistas.

«Hay muchas especies de árboles que simplemente no tienen las características prácticas que las hacen aptas para el trabajo de la madera».

Andy Powers

«Desde el punto de vista del suministro, queríamos saber qué árboles eran los más disponibles», comenta. «A continuación, busqué los troncos que tenían las propiedades adecuadas en cuanto a estructura, altura, diámetro para el corte de tablas y facilidad de manipulación. Había varias especies que cumplían todas las condiciones y entre ellas estaba el fresno de Shamel, que se deja secar, serrar, encolar, lijar y terminar muy bien. Aunque pueda parecer raro, hay muchas especies de árboles que simplemente no tienen las características prácticas que las hacen aptas para el trabajo de la madera. Pero, más allá de esos criterios “mundanos”, la madera tiene que producir un sonido de primera. Y esa es una prueba difícil para cualquier árbol».

Andy subraya que una condición imprescindible es que la madera se pueda secar adecuadamente.

«La razón por la que prestamos tanta atención al secado de la madera es que tiene una conexión directa con la estabilidad de la guitarra durante su vida útil», explica. «Dicho en pocas palabras: si no puedes secar un trozo de madera sin que se agriete, se deforme, se rompa o quede distorsionado, tendrás muchos problemas para crear algo consistente y fiable a partir de él. En algún punto, la madera que presente un comportamiento deficiente te hará pasar un mal rato».

Andy tenía la corazonada de que el fresno de Shamel sería una buena madera para la construcción de guitarras por su parentesco con otras especies de fresno.

«He trabajado con muchas clases de fresno, desde la variedad dura del norte hasta la más liviana de los pantanos», dice. «La estructura de veteado de este fresno ya hacía pensar que funcionaría… pero es que acabó dando un resultado incluso mejor de lo que esperábamos. Vimos que era una especie musicalmente fantástica y muy parecida a otras que conocíamos bien, así que creímos que tenía sentido estrenar nuestra primera guitarra de madera urbana con este fresno».

[Nota editorial: En otro artículo de este número de Wood&Steel presentamos dos modelos de edición limitada construidos íntegramente con Urban Ash, la 424ce LTD y la 224ce-UA LTD.]

Ha nacido una estrella… de madera

Un hallazgo sorprendente que resultó ser un golpe de suerte fue el descubrimiento de una madera conocida como corteza de hierro roja (eucalyptus sideroxylon).

«La corteza de hierro roja es en cierta manera una rareza», asegura Andy. «Técnicamente, pertenece a la familia de los eucaliptos. Sin embargo, no se comporta como la mayoría de ellos, ya que muchos tienden a torcerse y moverse de formas impredecibles. Es más: la corteza de hierro roja es increíblemente dura y densa, como si estuviera emparentada con el palosanto tropical. De hecho, es una de las pocas maderas que se hunde en el agua. Vendría a ser parecida al ébano».

Cuando Andy examinó sus características mecánicas con más detalle, vio con satisfacción que era fácil de trabajar y que se podía secar de forma consistente y sin complicaciones.

«En general, cuesta secar las maderas más densas, que tienen tendencia a distorsionarse. Y, para obtener un componente de guitarra estable, eso hay que controlarlo con mucho cuidado, como pasa con el ébano», aclara Andy. «Nos sorprendió descubrir que podíamos secar perfectamente la corteza de hierro roja con el mismo método que utilizamos para el palosanto de las Indias Orientales, por ejemplo. En este sentido, tiene unas características similares y es muy estable».

Otro estereotipo sobre estas maderas tan duras (de las cuales hay muy pocas, tal como apunta Andy) es que tienen un contenido de aceite que dificulta el encolado. Pero, también en este caso, la corteza de hierro roja resultó ser una excepción.

«Aparte de todo lo demás, su textura es de lo más suave y uniforme que yo haya visto en cualquier madera densa», afirma.

Considerando su dureza, densidad y suavidad, Andy pensó en un primer momento utilizar esta madera para diapasones y puentes, pero sus tonos rojizos y dorados le disuadieron de ello. Por otro lado, tenía la sospecha de que funcionaría muy bien para fondos y aros. Y, oh sorpresa, resultó que tenía razón.

Con todos ustedes, la corteza de hierro roja

El eucalipto de corteza de hierro roja (eucalyptus sideroxylon) es una de las más de 700 especies de este género que hay repartidas por todo el mundo. La historia del eucalipto en California se remonta a mediados del siglo XIX, momento en que se importaron varias especies desde Australia (incluida la corteza de hierro roja) y se plantaron como una posible fuente de madera y fibra.

La especie más prolífica en California (y en el resto del planeta) es el eucalyptus globulus o eucalipto azul, un árbol de rápido crecimiento reconocible por sus capas de corteza descascarillada y sus aromáticas hojas aceitosas de color verde azulado. Pero, ironías de la vida, resultó que su madera no era adecuada para la construcción.

En cambio, el eucalyptus sideroxylon tiene una corteza gruesa, dura y profundamente surcada, pero la madera rojiza que hay debajo de ella es fuerte, rígida, densa y duradera, y se ha utilizado para vigas, traviesas de ferrocarril y otros proyectos de construcción. La corteza de hierro roja también es tolerante a las sequías y las heladas, lo cual le ha permitido sobrevivir en hábitats no nativos.

El moldeado del sonido

Una vez familiarizado con las propiedades estructurales de la corteza de hierro, Andy imaginó una alquimia sonora para una nueva voz y construyó algunos prototipos sobre la forma Grand Auditorium. Para la tapa, optó por la pícea de Sitka torrefactada («tostada»). Estas dos maderas, apoyadas por una versión adaptada del varetaje V-Class de Andy que aporta el toque de ingeniería acústica moderna, crean lo que él describe como «una nueva versión del sonido clásico de la combinación de pícea y palosanto, como un cruce entre el palosanto y el ébano».

«Es una voz rica, intensa y dulce… tiene un carácter muy parecido al de un piano».

Andy Powers

«La corteza de hierro roja ofrece muchas posibilidades de moldeado del tono», continúa Andy. «Tiene el sonido claro y profundo del palosanto, pero con un punto de esa amortiguación típica del ébano o la caoba que ayuda a suavizar las aristas de las notas. Es una voz rica e intensa pero al mismo tiempo dulce, y genera la respuesta de amplificación vibrante, dinámica y acampanada de las maderas densas. Sería como tomar el sonido tradicional de una guitarra de palosanto y potenciar o “calentar” su rango de medios. En definitiva, tiene un carácter muy parecido al de un piano».

Andy tocó la versión final de su Grand Auditorium en una sesión de demostración organizada en el campus de Taylor el pasado junio. Lo primero que nos impresionó a los que estábamos en la sala fue la capacidad de volumen y proyección de esta guitarra, incluso con un tacto suave.

«Es un sonido potente y de alta fidelidad, pero está equilibrado por una dulzura que acaba por crear un tono muy seductor», describe Andy. «Las notas graves son nítidas como una campana: no hay ni pizca de aspereza o emborronamiento. El sonido de la corteza de hierro no tiene nada de esponjoso o blandengue; al contrario: con la densidad de esta madera, yo diría que es contundente y musculoso. La sensación que tengo con esta guitarra es que amplifica todo lo que hago, e incluso me devuelve más de lo que yo le doy. Es como si las notas quisieran saltar de ella. Y este es el tipo de instrumento que me encanta ofrecer al público».

El diseño de la nueva Serie 500

Andy llevaba años trasteando con prototipos de guitarras de corteza de hierro en su taller, así que ha tenido mucho tiempo para pensar en el posible encaje de esta madera en nuestra línea de guitarras. Y, dado que la Serie 300 ya incluye más modelos de caoba, parecía que la Serie 500 podía ser un marco de presentación apropiado para estas guitarras. Por otro lado, la corteza de hierro roja no deja de ser la segunda especie urbana que introducimos en nuestro catálogo, así que su adopción en una serie Taylor de tanto prestigio (y que lleva en el mercado casi tanto tiempo como nuestra emblemática Serie 800) nos sirve para inaugurar una nueva fase de nuestro compromiso con las maderas de árboles de ciudad.

Para honrar el legado clásico de la Serie 500, Andy ha optado por una estética tradicional matizada con algunos detalles decorativos que distinguen a esta nueva combinación de maderas. El fondo y los aros de corteza de hierro presentan un leve tinte en el borde que aviva los tonos rojizos, dorados y amarronados naturales de esta madera y los acerca a la coloración de la caoba a la que sustituye. La caja con acabado brillante y el mástil satinado también lucen un tenue tratamiento shaded edgeburst, y el delicado espolvoreado de color de la tapa de pícea torrefactada ligeramente oscurecida añade una elegante pincelada vintage. El conjunto de complementos incluye un nuevo y refinado diseño de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, golpeador y perfiles de falso caparazón de tortuga, roseta de anillo sencillo de abulón, fileteado en arce y color negro y clavijas de afinación Taylor de níquel.

En cuanto a la oferta de modelos, esta serie renovada llega de inicio con dos estilos de caja, la Grand Auditorium 514ce y la Grand Concert 512ce. Probablemente, en el 2023 se les sumarán otras opciones. (Nota al pie: la 517 Builder’s Edition actualmente disponible seguirá siendo la misma, y mantendrá la combinación de caoba y pícea torrefactada con todos sus complementos).

Vale la pena señalar que el volumen y la riqueza del sonido de estas guitarras pueden resultar especialmente impresionantes en la versión Grand Concert, ya que esta caja es más pequeña. Andy la tocó en su sesión de demostración, y la proyección fue más que notable.

«El tono es claro, limpio y agradable, pero sale del instrumento con un volumen sorprendentemente alto y una riqueza similar a la de un piano», opina. «Aunque se trata de una Grand Concert, si me pongo a rasguear acordes responde a la perfección. Estoy encantado con el rendimiento de esta guitarra».

For more reactions to our new 500 Series guitars, see our roundup of artist feedback.

Meet the New 500 Series

514ce

La 514ce es nuestra primera guitarra Grand Auditorium con fondo y aros de corteza de hierro roja (Urban Ironbark). Este modelo emite un sonido dulce y musculoso que combina la voz de alta fidelidad del palosanto con los medios cálidos y contundentes y el equilibrio en todo el espectro musical característicos de la caoba. Con el tono maduro de la tapa de pícea de Sitka torrefactada y las mejoras en el volumen y el sustain aportadas por el varetaje V-Class, la 514ce ofrece toda la potencia que necesitan los aficionados al rasgueo pero sin perder ni un ápice de la sensibilidad al tacto y el amplio rango dinámico que exigen los intérpretes de fingerstyle. Visualmente, la 514ce mezcla la tradición y un aire contemporáneo con complementos como el nuevo motivo de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, roseta de anillo sencillo de abulón, un leve tinte que realza los hermosos tonos rojizos de la madera Urban Ironbark y un refinado tratamiento shaded edgeburst con acabado brillante en la caja.


512ce

La Grand Concert 512ce es una de nuestras primeras guitarras con fondo y aros de corteza de hierro roja maciza (Urban Ironbark). Se trata de una madera densa y dura con una respuesta rica y sofisticada que une los graves profundos y el toque de alta fidelidad del palosanto de la India a la rotundidad y definición de medios de la caoba. La combinación de fondo y aros de Urban Ironbark con tapa de pícea de Sitka torrefactada aporta un tono cálido y maduro con un carácter similar al de un piano y un excelente equilibrio en todo el espectro de frecuencias. Esta guitarra electroacústica compacta está equipada con el varetaje V-Class para llenar el espacio de interpretación con una proyección asombrosa, un sustain floreciente y un sonido con tanto músculo como sensibilidad a un tacto suave. El conjunto de complementos incluye el nuevo motivo de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, roseta de anillo sencillo de abulón con recorte en arce y color negro y un tratamiento shaded edgeburst elegantemente sutil.

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Los muchos colores de la koa en la nueva Serie 700

Bajar

Koa hawaiana de altísima calidad, acabado mate ultrafino y una voz cautivadora: un trío de ases para un nuevo sonido, aspecto y sensación irresistibles

El ilustre legado de la koa hawaiana está profundamente entrelazado con la historia de las propias islas de Hawái. Esta especie nativa (Acacia koa) y exclusiva de ese rincón del mundo ha sido objeto de veneración en la cultura hawaiana durante siglos. La koa tiene un significado simbólico (la palabra «koa» significa «guerrero» en la lengua local) por su importancia como recurso vital para todo tipo de aplicaciones, desde armas, cuencos, canoas, remos y tablas de surf hasta ukeleles y las steel guitars popularizadas por el pionero musical hawaiano Joseph Kekuku a finales del siglo XIX.

De hecho, el uso de la koa para la creación de instrumentos musicales fue su principal carta de presentación más allá de las islas. Las hipnóticas y encantadoramente parsimoniosas melodías hawaianas que suelen salir de esas steel guitars acabarían migrando al continente americano a principios del siglo XX, cuando los músicos hawaianos recorrieron los Estados Unidos ejerciendo como embajadores culturales. El público estadounidense quedó fascinado por la música hawaiana, que se mezcló con otros géneros populares en el país como el ragtime, el country o el blues sureño. Durante los años 20, empresas de guitarras como Weissenborn y Martin empezaron a producir instrumentos de cuerda construidos con koa, lo cual favoreció su propagación por los Estados Unidos. Sin embargo, el furor por la música hawaiana decayó en la década de los 30, de manera que el uso de la koa para instrumentos también disminuyó y los fabricantes de guitarras volvieron a las maderas tradicionales, como el palosanto y la caoba.

A mediados de los 70, una nueva hornada de luthiers jóvenes revitalizó el uso de la koa e impulsó un cierto renacimiento de esta especie en el mundo de la guitarra acústica. Bob Taylor construyó su primer modelo de koa en 1980, y ya en 1983 estableció oficialmente una Serie Koa en la línea Taylor. Con el crecimiento de Taylor como empresa y la reintroducción de la koa en el catálogo de maderas de Martin, esta especie recuperó su lugar en el mercado de la guitarra acústica. Ahora, más de 40 años después del primer instrumento de koa creado por Bob, es probable que Taylor sea la compañía de guitarras vinculada más estrechamente a la koa.

Joseph Kekuku. Crédito: colección Redpath Chautauqua, Bibliotecas de la Universidad de Iowa, Iowa City, Iowa

Con el paso del tiempo, nuestro uso de la koa ha experimentado idas y venidas en respuesta a factores como la disponibilidad, el coste y la capacidad para obtener madera del grado de calidad que queremos y mantener un nivel estético consistente. La verdad es que la koa maravillosamente veteada que utilizamos para las guitarras premium de nuestra Serie Koa (y que fascina a todo el que la mira) corresponde a una minoría genética que solo está presente en un pequeño porcentaje de árboles.

La Grand Concert original de Taylor, construida en 1983 para Chris Proctor con fondo y aros de koa.

La evolución de Taylor hasta alcanzar el estatus de gran fabricante ha supuesto tanto desafíos como oportunidades en la adquisición de maderas como la koa. Por un lado, nuestras necesidades de suministro son mayores que las de los pequeños constructores de guitarras, lo cual a veces nos lo ha puesto más difícil de cara a obtener un flujo constante de madera de máxima calidad para los modelos de la Serie Koa. De hecho, hubo un par de períodos (a mediados de los 90 y nuevamente a principios de los 2000) en los que tomamos la decisión de interrumpir la producción de guitarras de la Serie Koa y pasamos a utilizar la madera con más moderación y sentido estratégico de acuerdo con la cantidad disponible. En aquellas circunstancias, Taylor ofrecía tiradas más reducidas de modelos de koa de edición limitada: unas veces, con mucho veteado; otras, con un aspecto visual más modesto y un precio más accesible. Y, tras el estreno de nuestra acústica/eléctrica de cuerpo hueco T5, optamos por reservar nuestros mejores juegos de koa para la tapa de la T5 Custom y para encargos de guitarras personalizadas.

La Serie Koa volvió a la línea Taylor en el 2007. Desde entonces, ha seguido creciendo y evolucionando hasta dar lugar a un ecosistema de guitarras más amplio y diverso en cuanto a las posibilidades de trabajo con la koa, tanto en términos de los grados de calidad de la madera como de las dimensiones de las piezas que podemos cortar. Sin ir más lejos, ahí están los modelos GS Mini y Baby Taylor de koa que ofrecemos actualmente. Esas guitarras más pequeñas son ideales para aprovechar las piezas de madera que no son lo suficientemente grandes para otros modelos de tamaño completo, y eso nos permite sacar más partido a los recursos de un árbol de koa.

Por otro lado, también utilizamos láminas de koa para algunas de nuestras guitarras de madera contrachapada. Aparte de la koa contrachapada de los modelos GS Mini y Baby (cuyas tapas sí son de koa maciza), podemos laminar piezas con mucho veteado para los espectaculares fondos y aros de nuestras guitarras de koa de la Serie 200 Deluxe. Estos modelos ofrecen otros puntos de entrada dentro de nuestra línea para que los amantes de esta especie puedan acceder al mundo de las guitarras de koa.

De buen grado

En un único tronco de koa se pueden encontrar diversos grados de calidad de la madera. En muchos aspectos, el instante en el que se abre un tronco para ver su interior es el momento de la verdad que define cómo se cortará, clasificará y utilizará la madera. Nuestro objetivo siempre es hacer un uso lo más responsable posible, es decir, maximizar el rendimiento de un árbol para nuestras guitarras y minimizar el desperdicio utilizando piezas de madera más pequeñas para componentes como los perfiles, el fileteado, la roseta, etcétera. También usamos koa para algunos de nuestros soportes de pared y para las tapas de los guardapúas TaylorWare. Es más: hace poco, Bob Taylor decidió producir una edición limitada de tablas de servir de koa para Stella Falone, la empresa de utensilios de cocina de madera que creó en el 2018 para añadir valor al ébano no apto para instrumentos musicales.

El corazón de la koa

En los últimos años, hemos estado trabajando hombro con hombro con Pacific Rim Tonewoods, nuestro socio proveedor y «cortador» de koa desde hace mucho tiempo, para hacer una inversión de futuro en el ámbito de la adquisición de koa. En el 2015, nos asociamos en una innovadora empresa conjunta (llamada inicialmente Paniolo Tonewoods y recientemente rebautizada como Siglo Tonewoods) con el objetivo de restaurar los bosques nativos de Hawái y cultivar koa en la región. (Para saber más sobre nuestra colaboración, entra aquí).

En virtud de los contratos de gestión por proyectos que firmamos con terratenientes privados en Hawái, Siglo está autorizada a cortar un número determinado de árboles de koa en una zona designada y, a cambio, invierte el valor económico de esa madera en una serie de iniciativas de desarrollo forestal. Gracias a esos acuerdos directos, hemos podido cortar más troncos de koa por nuestros propios medios. Y eso nos ha llevado a descubrir muchas más variedades de koa con una paleta de colores y una personalidad visual más ricas que lo que habíamos podido encontrar hasta el momento tratando con proveedores. Andy Powers, diseñador jefe de Taylor, estaba especialmente entusiasmado con las nuevas oportunidades que se presentaban.

«El descubrimiento de esas hermosísimas tonalidades fue tan emocionante como la primera vez que vimos que el ébano podía tener una coloración jaspeada».

«Es como el caso de una persona que ha crecido en la selva y puede distinguir todo un abanico de tonos de verde, mientras que alguien que se ha criado en un entorno urbano ve muchos menos matices», dice. «Antes, nuestro conocimiento de la koa se ceñía a lo que nos ofrecían los aserradores, pero no llegábamos a ver todo lo que los bosques hawaianos podían dar. Normalmente, lo que nos llegaba era el extremo del espectro de la koa, es decir, las piezas llamativas y muy veteadas que cuesta trabajar. Esa es la madera que muchos aserradores reservan para guitarras, mientras que la mayoría de los demás árboles de koa se destinan a otros usos. La sensación de manipular cada tronco más de cerca y descubrir todas esas hermosísimas tonalidades fue tan emocionante como la primera vez que vimos que el ébano podía tener una coloración jaspeada. La realidad es que hay una gran cantidad de koa con un sonido fantástico que no proviene de árboles con un veteado muy pronunciado. Las fibras de muchos árboles de koa crecen más rectas, como ocurre con la variabilidad genética por la que unas personas tengan el pelo rizado, otras ondulado y otras liso».

Nueva clase, nueva serie

El magnífico abigarramiento a franjas que veíamos en algunas piezas de la madera que cortábamos inspiró a Andy a tratarlas de forma diferente y diseñar una guitarra íntegramente de koa maciza con una personalidad musical distinta a la de nuestra Serie Koa.

Los juegos de koa veteada que utilizamos para la Serie Koa sugieren un tratamiento estético más lujoso y refinado. La belleza de la madera queda realzada por elementos visuales como el acabado shaded edgeburst brillante o los elegantes toques de arce en el diseño de incrustaciones Spring Vine y el fileteado de la tapa, el diapasón y el clavijero. Los modelos Builder’s Edition van un paso más allá con el apoyabrazos biselado y los destellos del abulón en las incrustaciones y el recorte de la tapa.

Andy argumenta que la Serie Koa está pensada para ofrecer un sonido de calidad equivalente a su exquisita estética.

«La voz rica y dulce de nuestras guitarras de la Serie Koa quiere reflejar esa artesanía pulida, delicada y extremadamente refinada», afirma.

«Cuando tocas la caja, puedes apreciar la textura real de la madera, la estructura del veteado, los poros».

En cambio, para este nuevo tipo de koa con veteado a franjas (que hemos clasificado con el grado de calidad «selecta»), Andy quería crear una estética más orgánica y sacarle una respuesta más directa y dinámica a la madera.

«Yo pensaba en esta guitarra desde fuera hacia dentro», comenta. «Para empezar, quería centrarme en la conexión táctil con la madera para enfatizar la inmediatez de la respuesta. Cuando tocas la caja, puedes apreciar la textura real de la madera, la estructura del veteado, los poros. Entre el intérprete y la madera hay menos distancia, hasta el punto de que el guitarrista puede sentir la calidez de su superficie».

Con esta filosofía, Andy optó por un acabado mate ultrafino de poro abierto en lugar de un tratamiento brillante. Aparte de sus beneficios táctiles, el acabado fino influye notablemente en el sonido del instrumento. (En la caja lateral te explicamos más cosas sobre el impacto del acabado en la voz de una guitarra). Andy combinó este acabado con una ligera variación en el varetaje V-Class del fondo para crear un sonido un poco más vivo y menos filtrado que el de nuestros modelos de la Serie Koa.

«Estas guitarras mantienen la dulzura única y los bellísimos medios de la koa, pero aportan un ataque más directo y contundente y una respuesta más natural», valora Andy. «Un acabado tan fino es más transparente en términos de amortiguación y compresión, y transmite con más nitidez los aspectos táctiles de la interpretación: la pulsación de los dedos, el contacto de la púa sobre las cuerdas, los sutiles matices del sonido natural de un guitarrista. Me gusta pensar en este diseño como una versión de una guitarra de koa que responde al intérprete con más fidelidad y le ofrece más control sobre su sonido».

La influencia del acabado en el sonido

En Taylor, utilizamos diferentes tipos y espesores de acabados para la caja de nuestras guitarras. Dejando a un lado el aspecto visual, el espesor y la densidad del acabado (junto con otros factores como el varetaje y la especie de la madera) son ingredientes importantes en la receta sonora de un luthier.

La aplicación del acabado a la madera añade un efecto de amortiguación al instrumento. Según Andy, se trata de un buen recurso para calibrar la voz de una guitarra, siempre que el espesor se mantenga dentro de un rango específico.

«Cuando algo se pone en movimiento, genera una mezcla de los elementos del sonido que te interesan (la parte musical, el patrón de vibración regular) y un componente de ruido que no te interesa», explica. «Se trata de una distorsión mecánica de la vibración que tiende a manifestarse como una serie de frecuencias muy altas débiles e irregulares. Esa distorsión puede hacer que una guitarra suene estridente, áspera y casi metálica en algunos casos. Si aplicas la cantidad correcta de acabado en la superficie, consigues evitar ese ruido y reforzar la parte musical de la vibración para que ponga la estructura en movimiento».

Andy también señala que un acabado excesivo puede provocar una cierta pérdida de musicalidad, ya que el contenido armónico agradable al oído queda filtrado. En la otra cara de la moneda, una guitarra acústica completamente «cruda» y sin acabado tampoco sonará bien.

«La madera de una guitarra acústica en bruto no suele aportar suficiente amortiguación como para bloquear las vibraciones de sonido áspero», aclara. «Ese efecto suele asociarse a los materiales artificiales o sintéticos. Si el factor de amortiguación cae fuera de un rango musicalmente agradable, el sonido será molesto y rasposo porque el material no favorece las vibraciones musicales sobre las no musicales. El movimiento puede ser muy amplio, pero la combinación de frecuencias “buenas” y “malas” da lugar a un sonido general poco grato».

Mientras improvisa en su taller con uno de los nuevos modelos de koa que ha diseñado, Andy recurre a una analogía con el café para describir la diferencia entre el sonido de esas guitarras y el de nuestra Serie Koa.

«Un instrumento de la Serie Koa es como un cappuccino perfectamente preparado: suave, delicioso y muy bonito de ver», compara. «Y, por definición, también es una mezcla de todos los ingredientes que lleva. Estas nuevas guitarras de koa serían como la quintaesencia del café, sin más: un grano de primera calidad bien tostado, simplemente infusionado y presentado con cero florituras para ofrecer la experiencia más pura posible. Te da todo el sabor con un filtrado mínimo. Traducido a una guitarra, si a eso le sumas una sensación táctil tan cálida y seductora como la de estos modelos, lo que obtienes es un instrumento capaz de inspirarte musicalmente de una forma única».

Estéticamente, Andy buscaba que los complementos de la guitarra reflejaran su personalidad musical.

«La idea era conservar los complementos tradicionales, pero dando protagonismo a materiales naturales, así que elegimos palosanto para los perfiles y concha auténtica para las incrustaciones», dice. «Por otro lado, quería que esas incrustaciones fueran discretas y no demasiado recargadas en cuanto a ornamentación».

El diseño de incrustaciones, llamado Fountain, presenta un patrón sobrio y elegante elaborado con madreperla. Otros detalles decorativos son los perfiles de palosanto de la India (con boca perfilada), roseta de paua con toques de palosanto y arce, recorte de la tapa también de palosanto y arce, golpeador de arce con tinte oscuro y clavijas de afinación Taylor de bronce pulido que armonizan a la perfección con los tonos cromáticos de la caja de koa.

Estas propuestas se incorporan a la línea Taylor en el nivel de la Serie 700. Sustituyen a nuestros modelos de palosanto y pícea de esta serie con la excepción de la 717e Builder’s Edition, que mantendrá la combinación de palosanto y pícea torrefactada y el resto de sus especificaciones. Inicialmente, las nuevas guitarras estarán disponibles en dos estilos de caja íntegramente de koa: la Grand Auditorium 724ce y la Grand Concert 722ce. Andy pensó que este era el posicionamiento adecuado para una nueva colección de instrumentos de koa maciza en el catálogo Taylor, que ya cuenta con otras tres series dedicadas a modelos de palosanto de la India macizo (400, 800 y 900).

Las nuevas guitarras de koa de la Serie 700 ya te están esperando en tiendas físicas y en Internet.

La familia Taylor de guitarras de koa, al completo

Builder’s Edition K24ce
Serie Koa

Builder’s Edition K14ce, Builder’s Edition K24ce, K24ce, K26ce, K22ce, K22ce 12-Fret, GT K21e

Este variado surtido de modelos con una arrebatadora koa veteada y una artesanía de categoría ultra-premium conforma una colección verdaderamente fabulosa. La elegantísima Serie Koa presenta una amplia gama de personalidades musicales, desde la GT compacta hasta una 12-fret muy divertida de tocar y una pareja de bellezas Builder’s Edition.


224ce-K DLX
Serie 200 DLX

214ce-K DLX, 224ce-K DLX

Estos modelos Deluxe, con fondo y aros de una hermosa koa contrachapada y acabado brillante en la caja, están disponibles con tapa de pícea o de koa y se distribuyen en un estuche duro.


214ce-K SB
Serie 200

214ce-K, 214ce-K SB

Estas guitarras combinan fondo y aros de koa contrachapada con tapa de pícea. Para la caja, puedes elegir entre acabado satinado o un espléndido tratamiento shaded edgeburst.


GS Mini-e Koa Plus
GS Mini

GS Mini-e Koa, GS Mini-e Koa Plus, GS Mini-e Koa Bass

Nuestra popular familia GS Mini ofrece tres modelos con tapa de koa maciza y fondo y aros de koa contrachapada. Las ediciones Plus lucen acabado shaded edgeburst en la caja y vienen en el resistente estuche AeroCase. Por su parte, el bajo impresiona tanto por su aspecto, sonido y sensación como por su excepcional comodidad de interpretación.


Serie Baby

BTe-Koa

Nuestra guitarra de koa más compacta no solo es superportátil y divertida de tocar, sino que su atractivo visual causará impacto allá donde la lleves.

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Novedades para el 22

Bajar

El desfile de los próximos modelos de Taylor viene encabezado por una candente Grand Pacific con tapa flameada y flanqueado por nuevos miembros de la familia GT

El ilustre legado de la koa hawaiana está profundamente entrelazado con la historia de las propias islas de Hawái. Esta especie nativa (Acacia koa) y exclusiva de ese rincón del mundo ha sido objeto de veneración en la cultura hawaiana durante siglos. La koa tiene un significado simbólico (la palabra «koa» significa «guerrero» en la lengua local) por su importancia como recurso vital para todo tipo de aplicaciones, desde armas, cuencos, canoas, remos y tablas de surf hasta ukeleles y las steel guitars popularizadas por el pionero musical hawaiano Joseph Kekuku a finales del siglo XIX.

Nuestras impresiones quedaron corroboradas por artistas, ingenieros de grabación y críticos que ensalzaron sus cualidades esenciales: un aumento del rendimiento tonal, un sustain más prolongado y una mayor concordancia armónica entre las notas (la «entonación») a lo largo de todo el diapasón. Para simplificar, este diseño hacía que nuestras guitarras sonaran mejor. Y, en opinión tanto de críticos como de músicos, incluidos numerosos intérpretes de guitarras V-Class que ahora mismo estáis leyendo este artículo, nuestros argumentos habían quedado legitimados.

Pero la promesa más importante del sistema V-Class aún estaba por cumplirse. El diseñador jefe Andy Powers veía a este proyecto como una plataforma liberadora llamada no solo a elevar la musicalidad de nuestras guitarras, sino también a dar voz a modelos individuales de manera que cada uno tuviera una personalidad más pronunciada. En última instancia, el objetivo era poner a disposición de los guitarristas una paleta de sonidos acústicos mucho más variada.

Los cuatro años que han pasado desde entonces han sido muy productivos en cuanto a sonido y han traído una transformación continua de la línea Taylor. Aparte de adaptar la arquitectura V-Class a modelos ya existentes, Andy la utilizó para crear un nuevo estilo de caja, la Grand Pacific. Esta dreadnought de hombros redondeados se desmarcaba del perfil tonal asociado a nuestra forma de caja insignia, la Grand Auditorium: mientras que el sonido de la GA era más «moderno» (diáfano, vibrante y con notas muy definidas), la GP tendía hacia el carácter tradicional de las dreadnought con un tono cálido, maduro y caracterizado por unas notas más amplias que se mezclan unas con otras. Además, el varetaje V-Class mejoraba la claridad de los graves de la GP y evitaba ese emborronamiento que muchas veces se aprecia en las dreadnought clásicas tanto en grabaciones de estudio como en conciertos en directo.

El sistema V-Class también inspiró a Andy a imaginar nuestra categoría de guitarras premium Builder’s Edition. Estos instrumentos combinan la voz V-Class característica de cada modelo con refinamientos ergonómicos pensados para mejorar la sensación y la comodidad de interpretación y ofrecer más libertad de expresión a los músicos. Desde su nacimiento, la familia Builder’s Edition ha evolucionado hasta convertirse en una imponente colección de nueve modelos con identidad propia.

Después vino la Grand Theater (GT), que no solo era una forma de caja más, sino una nueva clase de guitarra con una escala de 612,7 mm más corta que la de nuestra Grand Concert (631,8 mm). Andy adecuó su diseño V-Class a las proporciones únicas de esa guitarra y creó el varetaje C-Class, un patrón asimétrico que da al instrumento una respuesta de graves más potente de lo que se podría esperar de su tamaño. Esta propuesta apelaba a los músicos que buscaban la sensación de agilidad de una guitarra más pequeña pero acompañada de una voz rica y plena.

Desde su posición aventajada como estilos de caja más novedosos, la Grand Pacific y la GT se han consolidado como abanderadas de la línea Taylor y han atraído a los intérpretes de nuevas formas. La versatilidad de la Grand Pacific no tiene nada que envidiar a la de nuestra emblemática Grand Auditorium, y la GT (que es lo bastante reciente como para estar todavía en proceso de descubrimiento) va en clara trayectoria ascendente a medida que los guitarristas van conociendo sus muchas virtudes, como su asombrosa comodidad de interpretación, su excelente rendimiento en las grabaciones y la expresividad y musicalidad que aporta a los intérpretes.

Partiendo de esa base, no es una gran sorpresa que la GP y la GT tengan un lugar muy destacado en nuestros lanzamientos para el año que empieza. ¡Ahí va un resumen de las novedades!

AD27e Flametop

Taylor vuelve a las raíces con una estética y sonido de aire retro

Fondo y aros: arce de hoja grande macizo

Tapa: arce de hoja grande veteado macizo

Mástil: arce duro

Diapasón: eucalipto

Si nos centramos en el sonido, la incorporación más llamativa a la línea Taylor es la AD27e Flametop, una Grand Pacific construida íntegramente con arce que complementa la serie American Dream con una voz muy distinta de lo que hayas podido escuchar hasta ahora en Taylor. Igual que en su momento el estilo de caja Grand Pacific supuso una notable desviación respecto al sonido moderno y de alta fidelidad por el que nuestras guitarras eran conocidas, la Flametop se adentra aún más en ese territorio sonoro más cálido y «oscuro».

El concepto de esta guitarra surgió de una confluencia de circunstancias. De entrada, en los últimos años Taylor ha tejido conexiones más profundas con músicos de Nashville, Los Ángeles y otras comunidades. Nuestro equipo de relaciones con artistas ha dedicado más tiempo a hablar con los intérpretes sobre qué les gusta y qué no les gusta de una guitarra acústica para los estilos de música que tocan. En respuesta, hemos querido presentarles la GP (y, más recientemente, la GT) como un ejemplo del menú acústico ampliado de Taylor.

Últimamente, parece que hay cada vez más músicos de diversos géneros que se sienten atraídos por los sonidos acústicos no tan cristalinos sino más bien cálidos, con tono de madera y, en algunos casos, incluso arenosos y hasta ásperos.

Teniendo en cuenta la inclinación de la Grand Pacific hacia un sonido de dreadnought más maduro, Andy Powers pensó que sería interesante usar ese estilo de caja para pintar un nuevo color sonoro con ese toque de atemperamiento, particularmente en las frecuencias agudas. También creyó que ese tipo de guitarra encajaría muy bien en nuestra serie American Dream, que tiende a una estética más «terrenal», orgánica y minimalista con rasgos utilitarios ideales para músicos de directo.

De cara a la selección de maderas, Andy era consciente de los actuales problemas de la cadena de suministro, provocados por la conjunción de las consecuencias de la pandemia y un repunte en la demanda de los consumidores. Por lo tanto, volvió a aplicar la estrategia de «cocinar con lo que hay en la despensa» que previamente había dado forma al desarrollo de la serie American Dream. Resultó que en la despensa teníamos arce, y a Andy le pareció que una guitarra con fondo, aros y tapa de esta madera podía darle el sonido que buscaba. Normalmente no usaríamos arce para la tapa armónica de una guitarra acústica porque podría resultar algo inestable, pero Andy sabía que la arquitectura V-Class permitiría controlar el movimiento de la tapa y darle la consistencia sonora apropiada (especialmente en este caso, en el que no quería una respuesta demasiado vibrante).

Otra decisión de diseño orientada a conseguir ese sonido fue la adopción de cuerdas D’Addario Nickel Bronze sin recubrimiento (.012-.053), cuya aleación exclusiva aporta otra textura sonora a la guitarra.

«D’Addario llama a este material ‘bronce niquelado’ porque tiene el color de una cuerda con entorchado de níquel, pero en realidad está a medio camino entre ambas cosas», explica Andy. «La respuesta de estas cuerdas en una guitarra acústica es verdaderamente única: para nada suenan opacas, pero tampoco tienen la presencia vibrante de un juego de cuerdas de bronce recién estrenado».

Tal como Andy detalla en la charla que mantuvimos con él, las cuerdas de bronce niquelado tienden a filtrar algunos armónicos agudos para suavizar la respuesta. Hablando desde su propia experiencia como músico de estudio, a Andy le gusta que las cuerdas de la guitarra ya hayan madurado algo antes de grabar.

«En general, prefiero que el sonido sea menos vibrante para que se escuche un poco más de madera y un poco menos de cuerda de metal», dice.

En conjunto, todas las decisiones de diseño que tomó Andy (estilo de caja, maderas, matices del varetaje, composición de las cuerdas…) le dan a la AD27e Flametop una voz con un atractivo inimitable dentro de la gama Taylor. Es un sonido más seco, robusto, visceral. O, como él mismo apunta, «con más pulmón y menos cuerdas vocales».

Un perfil tonal de estas características atraerá especialmente a los músicos que normalmente no conectan con el «sonido Taylor» porque lo perciben como demasiado brillante.

Andy traza una analogía entre las posibles reacciones de los artistas ante el peculiar tono de la Flametop y la forma en que diferentes técnicas fotográficas pueden evocar respuestas distintas.

«Imagínate una fotografía con una definición muy alta. Por ejemplo: yo he visto muchas imágenes de olas y gente haciendo surf. Los colores son ultranítidos y el foco es tan perfecto que casi se puede apreciar cada gota de agua por separado. Durante años, ese estilo de fotografía se consagró como el estándar de referencia para las fotos de surf, porque técnicamente es difícil de lograr.

«Sin embargo, a veces me atrapa más una imagen en la que los colores han quedado algo apagados, o que está un poco a contraluz y tiene el foco menos definido, porque la experiencia, el momento, se transmite de una manera más significativa y empática que con un enfoque técnicamente perfecto. El sentimiento que se captura es diferente».

Andy establece una equivalencia entre la elección de ciertas maderas, diseños, cuerdas y púas y la preferencia por una luz y un foco determinados para una fotografía.

«Hay momentos en los que buscas un tono claro, vibrante y muy definido, y otros en los que un tipo de sonido distinto funcionará mejor para reflejar la impresión o emoción que quieres comunicar», argumenta. «En cierto sentido, el resultado es más humano. Y lo mismo ocurre con la pintura: algunas obras extremadamente evocadoras buscan sugerir una emoción subyacente más que replicar el realismo de la escena».

Esta visión tiene su interés, sobre todo si pensamos que la mejora en la precisión de la afinación aportada por el varetaje V-Class puede ser inmensamente útil para aplicaciones de grabación (y aún más en el contexto moderno de la tecnología digital, en el que es posible controlar la afinación electrónicamente y las guitarras acústicas pueden acabar siendo el eslabón débil de la mezcla). Dicho esto, todos sabemos que algunas de las piezas musicales más veneradas y conmovedoras son maravillosamente imperfectas… y, en consecuencia, más humanas. Por otro lado, a los guitarristas les encanta descubrir instrumentos con una identidad sonora única y quizá hasta «defectuosa» en términos convencionales, ya que esas mismas características les inspiran otra manera de aproximarse a ellos y tocarlos.

«Es fácil que sintamos una conexión con esos ‘defectos’, porque nosotros, como seres humanos, también los tenemos», comenta Andy. «Creo que esa es la razón de que nos hagan sentir bien. Ahí hay algo con lo que podemos identificarnos y que podría ser el elemento perfecto para esa canción que queremos tocar».

En cuanto al aspecto visual, Andy se propuso vestir la personalidad sonora de la AD27e Flametop con una estética que se le ajustara. Y una tapa armónica de arce veteado era sin duda un buen punto de partida. Andy sublimó el aire desgastado de unas botas o unos vaqueros muy usados en un nuevo tratamiento tirando a oscuro bautizado como Woodsmoke («ahumado a la madera»), que combinó con un acabado shaded edgeburst y brillo satinado en la tapa, el fondo, los aros y el mástil de arce. Siguiendo la estela de otros modelos American Dream, esta Flametop presenta bordes de la caja oblicuos e incrustaciones de puntos de 4 mm en acrílico italiano. Como colofón, está equipada con la electrónica ES2 (opcional) y se distribuye en el estuche AeroCase de Taylor.

AD22e

La serie American Dream da la bienvenida a una nueva Grand Concert con tapa de madera dura

Fondo y aros: sapele macizo

Tapa: caoba maciza

Mástil: caoba

Diapasón: ébano de Crelicam

A Andy le encantan las guitarras de caja pequeña con tapa de madera dura, así que le entusiasmaba la idea de incorporar una Grand Concert con tapa de caoba a nuestra serie American Dream.

«Las guitarras con tapa de madera dura en una caja relativamente compacta tienen algo especial», afirma. «Son divertidas de tocar, suenan con un aire bluesero, responden bien al rasgueo de acordes y resultan perfectas para tocar jazz o fingerstyle gracias al foco controlado de la caja. Este tipo de construcción se adapta muy bien a muchos estilos musicales».

La combinación de sapele y caoba enfatiza las fundamentales para generar un sonido seco, definido y con carácter de madera. Además, el varetaje V-Class® añade a los medios una agradable rotundidad especialmente apreciable al tocar con más intensidad. En el apartado de la comodidad de interpretación, esta guitarra con bordes de la caja oblicuos es un caramelo para la mano del mástil gracias a la longitud de escala de 631,8 mm y las cuerdas D’Addario de calibre fino de bronce fosforado con recubrimiento.

La lista de especificaciones también incluye fileteado en negro en la tapa, incrustaciones de puntos de 4 mm en acrílico italiano en el diapasón, roseta de anillo sencillo contrastada en arce y color negro, golpeador de falso caparazón de tortuga, clavijas de afinación de níquel y acabado mate fino para preservar el aspecto natural de la madera y optimizar la respuesta acústica. Esta guitarra trae la electrónica ES2 integrada y viene en un estuche Taylor AeroCase.

GTe Blacktop

Un toque de nogal para redondear la voz distintiva de los modelos GT

Fondo y aros: nogal americano macizo

Tapa: pícea maciza

Mástil: caoba

Diapasón: eucalipto

El nogal es una madera que hemos utilizado bastante a menudo en todos estos años. Y, como estamos intentando mantener un catálogo «sano» y equilibrado de especies obtenidas de forma responsable, actualmente tiene muchos números para ganar más protagonismo en la línea Taylor. La GTe Blacktop suma otra voz única al repertorio de guitarras GT, y no hemos podido resistirnos a darle nuestro tratamiento de color negro en la tapa.

Para describir su tono, Andy relaciona este modelo de nogal con una pariente cercana, la GT Urban Ash.

«En el marco del diseño GT, la madera Urban Ash en el fondo y los aros da a la guitarra un ataque rápido y vibrante con un porte casi flamenco. El fresno es tan liviano como la caoba y puede producir un sonido dramático, vivo y de respuesta rápida. Por su parte, el nogal es un pelín más denso y pesado, de manera que aumenta ligeramente la presencia de graves. El perfil de las notas no será tan tenso al pulsarlas, pero sí tendrá un poco más de fuerza. Si el modelo Urban Ash se parece más a una guitarra flamenca, la versión de nogal da a las notas un peso más amplio y hondo que se acerca más a una guitarra clásica».

Tal como ocurre con los demás modelos GT, las proporciones compactas y el perfil esbelto del mástil favorecen que esta guitarra sea increíblemente cómoda de tocar, y el varetaje C-Class le ayuda tanto a llenar el espacio de interpretación como a adaptarse excepcionalmente bien a la amplificación. Por lo demás, este modelo luce unos confortables bordes de la caja oblicuos, roseta en arce y color negro, incrustaciones de 4 mm en acrílico italiano en el diapasón, acabado mate fino con tapa de color negro y clavijas de afinación Taylor Mini de níquel. La guitarra también dispone de electrónica ES2 integrada y se vende con el ligero pero resistente estuche AeroCase de Taylor.

GTe Mahogany

Esta GT irradia un carácter crudo y directo con una energía fuera de lo común

Fondo y aros: caoba neotropical maciza

Tapa: caoba neotropical maciza

Mástil: caoba neotropical

Diapasón: eucalipto

La alineación del equipo GT encara el 2022 en plena forma, especialmente con el fichaje de este modelo construido íntegramente de caoba. Es una guitarra que rezuma la magia del blues por todos sus poros y responde igual de bien al fingerpicking, al rasgueo y al punteo con púa. La tapa de caoba suaviza el ataque inicial para crear una voz definida, «amaderada» y perfectamente equilibrada en todo el espectro de frecuencias. La longitud de escala de 612,7 mm contribuye a la sensación de comodidad y es una bendición para la digitación de acordes y los bendings de cuerdas. Esta guitarra también es ideal para la amplificación, ya que la compresión natural de la tapa de caoba ofrece un sonido claro y espontáneo que saca todo el jugo a la electrónica ES2 integrada.

La estética es sencilla y nada pretenciosa, con nuestro tinte Urban Sienna (utilizado inicialmente en la GT Urban Ash) y un fino acabado mate que acentúa el veteado natural de la caoba de la caja y el mástil hasta el punto de que casi podrás sentirlo al tocar. El eucalipto presente en el diapasón, el puente y el recubrimiento del clavijero añade un sutil toque de abigarramiento, mientras que los bordes de la caja oblicuos subrayan la apariencia sobria del instrumento. La GTe Mahogany también sigue los pasos de su prima Blacktop en la roseta en arce y color negro, las incrustaciones de 4 mm en acrílico italiano en el diapasón y las clavijas de afinación Taylor Mini de níquel. ¿Y qué mejor envoltorio para todo ello que nuestro popular estuche AeroCase?

GT 611e LTD

Esta GT de arce se inspira en la 618e, pero brilla con una intensa luz propia

Fondo y aros: arce de hoja grande veteado macizo

Tapa: pícea de Sitka maciza

Mástil: arce duro

Diapasón: ébano ahumado de Crelicam

Este modelo GT de edición limitada se podría considerar como un «bonus» para empezar el 2022 con buen pie. En esencia, se trata de una reformulación desenfadada de la Grand Orchestra 618e de arce y pícea con las proporciones compactas y más accesibles de la GT.

Andy quedó muy contento con la particular estética del rediseño que en el 2020 hizo de la 618e, con tratamiento de color Antique Blonde y el personalísimo motivo de incrustaciones Mission (sobre el cual profundizamos en nuestro artículo de portada dedicado al arte de la incrustación en el último número de Wood&Steel). Dado que el estilo de caja GT es una derivada de las curvas de la Grand Orchestra, Andy acabó cayendo en la tentación de construir una GT de arce y pícea con ese mismo look. Aunque hay que admitir que el sonido de esta guitarra no puede rivalizar con la formidable voz de su hermana mayor, el varetaje C-Class aporta una potencia y profundidad impresionantes a esa amigable configuración física que hace que la GT sea tan divertida de tocar.

«Es como adaptar la magnificencia de una Grand Orchestra a la escala de los simples mortales», resume Andy. «El resultado fusiona la comodidad, la sensación de agilidad y todo lo que nos encanta de la GT con el impacto visual de la 618».

El tratamiento Antique Blonde envuelve a esta guitarra con la belleza sutil de la 618, desde el tenue sombreado del borde de la tapa hasta los matices de oro tostado que realzan el hermoso veteado del arce en el fondo y los aros. Otros detalles que la 611e LTD ha heredado de la 618e son los perfiles de arce con recorte de koa y marfiloide, roseta de paua también con recorte de koa y marfiloide, golpeador de arce teñido y acabado brillante en la caja. La guitarra cuenta con clavijas de afinación Taylor Mini de níquel y se entrega en nuestro estuche AeroCase.

Encontrarás todas estas guitarras en los distribuidores de Taylor de tu zona. Para ver más fotografías y conocer las especificaciones completas de cada modelo, entra en taylorguitars.com.

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Todo encaja

Bajar

Las aventuras de Taylor en el diseño de incrustaciones son una historia de colorido, compromiso con el trabajo artesanal y sensibilidad para el equilibrio estético.

Bob Taylor está en su despacho navegando mentalmente por el medio siglo de historia del diseño de incrustaciones en Taylor, cuyo inicio se remonta a sus lejanos días como luthier adolescente. En un momento de la conversación, hablamos de la incrustación más reconocible de la empresa: el logo que lucen todas las guitarras Taylor en el clavijero. La versión original se inspiró en el logotipo de un termómetro colgado en la pared de la tienda de Lemon Grove (California) en la que nació la compañía en 1974.

«Corté cientos y cientos de esas incrustaciones con una sierra y una lima. Las dibujaba empezando por la parte inferior izquierda», recuerda Bob mientras se dirige hacia una pizarra en la pared y bosqueja el contorno del logotipo. Lo hace de memoria, aunque no ha cortado esas incrustaciones desde hace décadas. «Lo tengo tan grabado en la mente que podría empezar por esa esquina y dar toda la vuelta con los ojos cerrados».

El diseño de incrustaciones para guitarra da para una charla muy interesante: es una forma artística por derecho propio, literalmente engastada en otro arte como es la fabricación de guitarras. Aunque el enfoque estético puede ser elegantemente minimalista para que los refinados contornos y maderas de una guitarra hablen por sí mismos, la mayoría de los relatos sobre el «arte de la incrustación» gravitan en torno a imágenes altamente pictóricas, narrativas o personalizadas que demuestran una habilidad artesanal fuera de lo común. Si te interesa ese tipo de trabajo, es posible que conozcas la obra de maestros como Grit Laskin, Harvey Leach, Larry Robinson, Wendy Larrivée o el ya fallecido Larry Sife.

«Hace muchos años, vi a Wendy grabando una de sus figuras de bufones hecha de bloques de perla», dice Bob, aún hoy maravillado por su talento. «Ese tipo de trabajo se ha convertido en una especie de arte perdido».

Es muy difícil resumir en un solo artículo 50 años del diseño de incrustaciones en Taylor, que merecería un libro ilustrado de gran formato. Más allá del sinfín de incrustaciones que Taylor ha creado a lo largo de los años, hay muchas historias que vale la pena explorar. Un tema interesante sería la evolución de nuestros métodos artesanales, desde los primeros días en que Bob cortaba a mano la perla con una sierra de joyería hasta la integración de tecnología CAD/CAM, CNC y láser en nuestro desarrollo de productos. Otro podría ser la cronología de las sensibilidades estéticas que han ido tomando forma en Taylor y los estilos que han cambiado con el paso del tiempo o por decisión estratégica. Y, por supuesto, ahí están las personas que durante todos estos años han aportado sus capacidades y perspectivas artísticas únicas al equipo de diseño de Taylor. En ese desfile estarían desde el longevo tándem formado por Bob y su socio creativo Larry Breedlove hasta el portentoso diseñador Pete Davies Jr. (creador de algunas de las incrustaciones más impactantes de Taylor) pasando por nuestro actual «arquitecto» de guitarras Andy Powers, cuyos minuciosos detalles visuales armonizan la personalidad musical del instrumento con sus rasgos estéticos.

La función protectora de las incrustaciones

Además del atractivo ornamental de este arte, algunas incrustaciones, como las de la roseta, juegan un papel práctico para evitar la aparición de grietas en una guitarra acústica.

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La apasionante historia del arte de la incrustación

Para poner en perspectiva las particularidades del diseño de incrustaciones en Taylor, es bueno ofrecer un poco de contexto sobre la historia de este arte en la construcción de instrumentos musicales. El legado de esta disciplina aplicada a las guitarras acústicas con cuerdas de acero refleja una fascinante polinización cruzada de diferentes tradiciones que se remontan a medio milenio. A lo largo de los siglos, el mundo del violín pasó por varias idas y venidas en cuanto a ornamentación. Durante el período barroco, por ejemplo, la mayoría de los violines presentaban muchos elementos decorativos. Pero, con el tiempo, ese enfoque se fue destilando hasta llegar a un punto en que ya no se incluían incrustaciones en el diapasón. En lugar de ello, los luthiers empezaron a centrarse en complementos específicos como el fileteado con incrustaciones.

«El tratamiento de los filetes y los bordes era el vehículo a través del cual un constructor podía mostrar sus habilidades», explica Andy Powers, diseñador jefe de Taylor. «La cuestión era exhibir la perfección del fileteado y lucir el talento artístico en el corte y la unión de las partes teniendo en cuenta el tamaño, la proporción y el aspecto de las juntas».

En el caso de la guitarra, si retrocedemos hasta la tradición de los laúdes o ouds encontraremos piezas extremadamente ornamentadas, aunque también había instrumentos modestos para los músicos «callejeros» de cada época.

Los constructores de guitarras clásicas siguieron el ejemplo del violín: prescindieron de adornos en el diapasón y, para demostrar su refinamiento, se centraron en el fileteado y en los hermosos y detallados mosaicos de las rosetas.

En Estados Unidos, los fabricantes de banyos (y especialmente los de la época del Dixieland de los años 20) adoptaron un estilo más llamativo con incrustaciones elaboradas incluso en el diapasón. Y, poco después, los constructores de guitarras acústicas con cuerdas de acero también se apuntaron a esta estética para atraer a los intérpretes de banyo. A la vanguardia de esa tradición estaban Gibson y Epiphone, que hacían banyos y guitarras.

«Si te fijas en los primeros banyos y mandolinas Gibson con incrustaciones elaboradas, no es difícil ver que solo faltaba un pequeño paso para empezar a añadir esos tratamientos a las guitarras», comenta Andy. «Esas incrustaciones se aplicaron a algunas guitarras con tapa plana, pero tanto Gibson como Epiphone se volcaron en la construcción de guitarras con tapa curvada, que eran más utilizadas por los músicos que venían del mundo del banyo. Muchas veces, esos instrumentos presentaban los elementos visuales Art Déco que eran populares en aquel momento y que remitían a la estética vibrante y ostentosa de la era del jazz. Y, en última instancia, esa prominencia visual quería enfatizar aún más la creciente importancia de la guitarra en una banda».

Breve historia de las incrustaciones en Taylor

Bob Taylor cuenta que, en los albores de la empresa a mediados de los años 70, la aplicación de incrustaciones a las guitarras le resultó muy gratificante a dos niveles: no solo era una forma de afinar sus habilidades como joven artesano de la madera, sino que también le servía para sacar un poco de dinero extra para pagar el alquiler del local.

«Si añadía una tapa con bordes de abulón y otras incrustaciones, podía subir el precio de una guitarra de 600 dólares a 900», dice.

Una de las primeras influencias artísticas de Bob en el diseño de incrustaciones fue el fabricante de banyos Greg Deering. Le conoció en la tienda de guitarras American Dream, en la que Deering trabajaba como reparador cuando Bob empezó. Deering también desempeñaría la misma función durante un corto período en la primera etapa de Taylor Guitars, antes de establecerse por su cuenta para fundar Deering Banjos.

«Para mí, fue un golpe de suerte que Greg trabajara en la tienda y luego montara su propio negocio, porque es un diseñador de incrustaciones fabuloso».

Muchas de las primeras ideas de Bob se inspiraron en elementos visuales de la vida cotidiana («como un azulejo mexicano») o en diseños tradicionales que tienden a funcionar bien en guitarras, como hojas, enredaderas y otros motivos vegetales.

«Las hojas pueden quedar muy bonitas tanto grabadas como cortadas. En nuestros inicios, cuando trabajábamos a mano, podíamos hacer cortes profundos en las hojas. Pero cuando empezamos con la tecnología CNC eso no era posible, porque no había cortadores lo suficientemente buenos para ese tipo de cosas: tenían un diámetro bastante grande y se perdía mucho detalle. Más adelante, los cortadores fueron mejorando y recuperamos algo de ese trabajo fino».

Larry Breedlove deja su huella

En 1983, un hábil artesano y luthier llamado Larry Breedlove empezó a trabajar en Taylor. Su colaboración con Bob durante los siguientes 30 años definiría la estética elegante que el público asocia directamente con nuestras guitarras, desde las suaves curvas de la familia de estilos de caja Taylor hasta el contorno de nuestro emblemático puente y muchas de las incrustaciones que nos han identificado. Breedlove aportó una sensibilidad orgánica, arquitectónica y escultórica muy personal a la forma de la guitarra. Su amor por la madera y la creación de muebles innovadores inspiró su enfoque del diseño de guitarras acústicas.

«Larry era como un constructor de muebles moderno», rememora Bob. «Hacía muebles más bien angulares, pero al estilo del modelo de mecedora de Sam Maloof. Su obra tenía el toque natural de un Gaudí, pero no hacía pensar en un árbol o una rama. Era algo más esculpido y refinado, entre lo orgánico y lo mecánico. Sus ideas en cuanto a la forma eran muy hermosas, y esa estética funcionaba perfectamente para los tipos de incrustaciones que diseñábamos. En cierto sentido, lo que hicimos fue modernizar algunas de las antiguas incrustaciones para banyo».

Breedlove también asumió gran parte del diseño de incrustaciones personalizadas que empezó con la serie Artist de Taylor a mediados de los años 80. Entre otras cosas, esa serie introdujo tratamientos de color revolucionarios para artistas como Prince, Kenny Loggins o Jeff Cook, de la banda Alabama. Y, por el camino, Breedlove fue adoptando materiales alternativos para ampliar la paleta cromática de sus incrustaciones.

Nuevas herramientas, nuevos diseños

La década de los 90 fue una época de transformación para Taylor Guitars en muchos sentidos. En primer lugar, la popularidad de las guitarras acústicas revivió después de diez años de letargo comercial, gracias en parte al programa de televisión por cable MTV Unplugged. Después de una era dominada por los sintetizadores, las baterías electrónicas y el hair metal, unas cuantas estrellas del rock reconvirtieron algunos de sus éxitos a interpretaciones intimistas, y las guitarras acústicas volvieron a ponerse de moda. De hecho, muchos rockeros se llevaron la grata sorpresa de que el cómodo y estilizado mástil Taylor no estaba para nada alejado del tacto de una guitarra eléctrica. Otros grupos emergentes, como la Dave Matthews Band, le dieron a la guitarra acústica un lugar capital en su música (y el hecho de que las Taylor se convirtieran en un pilar de las actuaciones en directo de Matthews desde los años 90 no nos molestó para nada…).

Durante ese resurgimiento de nuestras guitarras, Taylor fue incorporando herramientas y tecnologías de vanguardia a los procesos de diseño, desarrollo de productos y fabricación. Las fresadoras controladas por ordenador y la tecnología láser permitieron trabajar a otro nivel de precisión y consistencia en la producción de guitarras, y también cambiaron las reglas del juego en la creación de incrustaciones. Las piezas de perla o abulón (y las cavidades en las que se encajaban) se podían cortar con más exactitud gracias a las fresadoras CNC.

«La llegada del CNC nos permitió diseñar incrustaciones más atractivas para nuestras guitarras de gama alta», explica Bob. «Podíamos encargar el corte de las incrustaciones a proveedores independientes, porque sabíamos que siempre encajarían en una cavidad tallada con CNC. Era como comprar un carburador para el coche: al sacarlo de la caja, sabes que podrás instalarlo sin problemas. Hasta aquel momento, cada incrustación era prácticamente un trabajo empezado desde cero».

La tecnología láser también abrió la puerta a nuevos materiales más allá de la concha tradicional, entre ellos diversas maderas y productos sintéticos como Formica® o ColorCore®. Gracias al minúsculo diámetro de un rayo láser (0,20 milímetros) y a la precisión del movimiento, esta herramienta también se podía utilizar para grabar detalles más refinados en ciertos materiales como la madera o el acrílico.

A mediados de los 90, Taylor avanzaba a un ritmo imparable impulsada por el exitoso lanzamiento de la Grand Auditorium, y se decidió destinar más recursos creativos al diseño personalizado y al trabajo de las incrustaciones. Hacia el final de la década, la capacidad de la empresa para aplicar diseños visualmente atractivos a modelos estándar, personalizados y de edición limitada ya había aumentado notablemente. Por otro lado, las relaciones con artistas populares que Taylor había ido cultivando activamente estimularon la adopción de nuevas herramientas de diseño. La idea era crear una serie de incrustaciones con un carácter más pictórico para guitarras personalizadas y otros modelos especiales con motivos visuales exclusivos.

Uno de los diseños temáticos más elaborados de aquella época fue el de la guitarra Cujo (estrenada en 1997), construida con fondo y aros de nogal veteado que procedían de un árbol traído de una granja del norte de California. La historia era que ese árbol había aparecido en varias escenas de la adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King Cujo (1983), que trataba sobre un San Bernardo al que muerde un murciélago rabioso y acaba aterrorizando a una madre y su hijo. Las incrustaciones, que incluían concha, varias maderas y otros materiales, reflejaban elementos narrativos del relato: el perro, el murciélago, un granero y el propio nogal. La coherencia de la tecnología utilizada para crear esas incrustaciones nos permitió producir una serie de 250 guitarras.

Otro artista clave durante ese período fue un joven talento llamado Pete Davies Jr. Llegó a Taylor en 1999 recién salido de la escuela de diseño, y tenía un don innato para crear imágenes fácilmente adaptables a incrustaciones pictóricas muy atractivas (los seguidores veteranos de Taylor seguro que reconocerán su trabajo). Entró por la puerta grande con el diseño de las carpas koi para la guitarra de edición limitada Living Jewels, la primera propuesta de lo que acabaría convirtiéndose en nuestra serie Gallery. Las coloridas carpas koi «nadaban» a lo largo del diapasón y alrededor de la boca de la caja de arce veteado y pícea de Sitka teñida de azul para simular el tono del agua. Para sus incrustaciones, Davies utilizaba materiales sintéticos como ColorCore, falsa perla y compuestos de turquesa, piedra y coral molidos y mezclados con resina. Las guitarras de la serie Gallery eran visualmente deslumbrantes. El modelo Sea Turtle presentaba tortugas marinas en el diapasón y una tortuga separada con una medusa en el fondo de arce claro veteado, mientras que la guitarra Grey Whale, la tercera edición limitada de la colección, lucía incrustaciones de ballenas y una increíble roseta con un galeón que navegaba por el borde de la boca.

Otra impresionante creación de Davies adornaba la guitarra Liberty Tree, construida con madera de un tulípero de 400 años que en 1776 sirvió como punto de reunión de los patriotas en Annapolis (Maryland) durante la Revolución Americana. El diseño de Davies conmemoraba el significado histórico del árbol con una imagen de la primera versión de la bandera estadounidense posrevolucionaria en el clavijero, una representación del pergamino enrollado de la Declaración de Independencia grabada con láser desde el diapasón hasta la tapa armónica, y una roseta con 13 estrellas (en referencia a las colonias originales) y un estandarte de la época colonial que comienza en el borde del diapasón y se despliega hacia la boca. La importancia histórica de la madera y la excelencia de las incrustaciones que la honraban hicieron de esa guitarra algo realmente especial.

Davies nos dejó otros diseños personalizados para modelos de edición limitada, como las incrustaciones de llamas (en madera) en el diapasón y alrededor de la boca de nuestra guitarra Hot Rod (HR-LTD) inspirada en los coches deportivos clásicos, los hermosos caballos en arce y koa para el modelo Running Horses (RH-LTD), o un pelícano elaborado con koa, nogal, madera satinada y mirto.

Después de cinco años con nosotros, en el año 2004, Davies decidió abandonar la empresa para continuar con su carrera. Lamentablemente, falleció en el 2014 a la edad de 37 años.

Un nuevo compromiso con el diseño de guitarras

En el momento de la marcha de Pete Davies Jr., Taylor había pasado por un período de importante crecimiento y había elevado el listón artístico con sus numerosas incrustaciones para músicos famosos y para otros modelos de edición limitada. Ya sin Davies en el equipo, Bob Taylor, Larry Breedlove y otros miembros del departamento de desarrollo de productos consideraron cuál debía ser el camino a seguir, sopesando los pros y los contras de continuar con aquel enfoque estético e invertir en un sólido programa de guitarras personalizadas.

«Habíamos apostado por esa estrategia, hicimos algo de negocio y en su momento fue genial, pero yo empecé a tener la sensación de que nos estábamos estancando», admite Bob. «La idea era que fuera algo rentable. Siempre había un par de clientes que querían guitarras auténticamente excepcionales sin siquiera mirar el precio. Pero, incluso con lo que les cobrábamos, la verdad es que no nos salía a cuenta. Además, el coste de oportunidad era muy alto, porque teníamos que dejar a Larry encadenado a un trabajo de diseño personalizado durante varios meses».

«No quería que a Andy se le conociera en Taylor como a un crack de las incrustaciones, sino como a alguien consagrado a potenciar las posibilidades del instrumento».

Bob Taylor

Entretanto, Taylor seguía innovando con sus diseños de guitarra. En el 2005, la empresa lanzó la acústica/eléctrica de cuerpo hueco T5. Un año después llegó el estilo de caja Grand Symphony diseñado por Bob y Larry Breedlove, luego vinieron otros nuevos modelos como una guitarra barítono de 8 cuerdas, y en el 2010 nació la GS Mini, también obra de Bob y Larry.

Por aquella época, Bob estaba en conversaciones con un prometedor luthier local llamado Andy Powers sobre la posibilidad de su fichaje como diseñador de la nueva generación de guitarras Taylor. Andy firmó con la empresa y empezó oficialmente en enero de 2011.

«Con la llegada de Andy, tomamos la decisión consciente de no concentrarnos en hacer negocio con guitarras personalizadas con muchas incrustaciones», declara Bob. «Andy es un constructor extraordinario, y yo tenía la intención de reenfocar nuestro concepto de calidad hacia la guitarra como instrumento musical más que como una pieza de orfebrería. Para crear unas incrustaciones tan artísticas hay que ponerle mucha energía a la gestión del talento y los recursos necesarios. En aquel momento, pensamos que lo que tocaba era optar por un estilo elegante y alejarnos de las temáticas que habíamos trabajado en años anteriores».

Bob señala que, irónicamente, Andy no solo es un magnífico luthier, sino que también es capaz de crear incrustaciones muy pictóricas.

«Hacía cosas increíbles, como tigres caminando por la guitarra. Pero yo no quería que a Andy se le conociera en Taylor como a un crack de las incrustaciones, sino como a alguien que construía guitarras mejores que las que hacíamos en Taylor antes de su llegada y que estaba consagrado a potenciar las posibilidades y la durabilidad del instrumento. Los dos creíamos que eso era lo mejor que les podíamos ofrecer a nuestros clientes».

La epifanía de Andy

Andy está orgulloso de las incrustaciones personalizadas que hizo para sus guitarras antes de entrar en Taylor. Y tiene razones para ello. Su catálogo no solo es visualmente asombroso, sino que todas sus obras fueron dibujadas y cortadas exclusivamente a mano.

«Yo siempre había admirado la tradición de la incrustación manual. Me encantaba trabajar con una sierra de joyero y limas pequeñas; perfectamente podría haberlo hecho igual en el siglo XVIII».

Andy aprecia paralelismos entre el tipo de ornamentación que sus clientes le encargaban y el arte del tatuaje contemporáneo.

«Solo tienes que pensar en la variedad de los tatuajes que la gente se hace. Se ve de todo, desde los nombres de los hijos hasta representaciones de historias de vida, inspiraciones, lemas, creencias… Muchas personas se acercan al arte de la incrustación de una forma parecida: quieren que ese instrumento único cuente su historia, una experiencia, un momento difícil, un éxito, un fracaso. A mí eso me gustaba mucho, porque me interesa la parte humana de este trabajo».

A Andy también le estimulaba el desafío artístico de encontrar una manera de representar gráficamente una historia personal dentro de las limitaciones del medio y de los materiales aptos para la labor manual. Pero, después de recibir en su tienda la visita de nada menos que el ya desaparecido Bill Collings, de Collings Guitars, empezó a reevaluar su concepción de las incrustaciones.

«El diseño de las incrustaciones ya debería dar una idea de la sensación y el sonido de la guitarra».

Andy Powers

«Bill se quedó mirando una guitarra que estaba construyendo para un cliente», evoca Andy. «Había pasado semanas trabajando en un motivo de incrustaciones muy elaborado y del cual estaba muy orgulloso. Entonces, Bill se gira hacia mí y me dice: ‘esto es precioso. Pero, si yo fuera tú, empezaría a pensar en quién heredará esta guitarra después de su primer dueño, porque los músicos querrán tocar este instrumento durante mucho más tiempo del que crees’. Me quedé reflexionando durante un largo silencio antes de responder. Le dije: ‘en otras palabras, el tema es que no querrías tener tatuado en tu brazo el nombre de la madre de otra persona, ¿no?’. Y él contestó: ‘exactamente’».

En los años siguientes, Andy tuvo ocasión de corroborar el acierto de esa observación, ya que vio cómo algunas guitarras que había construido pasaban de sus clientes a sus hijos.

«Una vez, la persona que recibió uno de esos instrumentos me dijo: ‘la guitarra me encanta, pero esta es la historia de mi padre, no la mía’. Después de esa experiencia, me incliné hacia el lado tradicional del arte de la incrustación y me centré en ciertos diseños que tienen un atractivo más universal. Y, por supuesto, los temas clásicos (motivos vegetales, formas más impresionistas, etcétera) nunca dejan de funcionar».

Hace unos años, Andy viajó a la ciudad italiana de Cremona, donde tuvo el privilegio de ver de cerca un bellísimo violín Stradivarius.

«Tenía mucha ornamentación, lo cual no era habitual», recuerda. «Había partes pintadas a mano y otros elementos tallados y rellenados con masilla contrastante. Aunque estrictamente no eran incrustaciones, el efecto visual era parecido. Se trataba de un motivo vegetal con unas líneas que resultan tan elegantes hoy como en el siglo XVIII. Y pensé: ‘vaya, esto sí que es un concepto hermoso de la ornamentación’».

El proceso, desde dentro

Andy Powers recorre el proceso de desarrollo de una incrustación y su preparación para la producción, desde los bocetos a lápiz hasta el producto terminado.

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La filosofía de Andy en Taylor

Andy se alinea totalmente con la idea de Bob Taylor de que la estrategia creativa de la empresa debe centrarse en mejorar las guitarras desde sus cimientos en lugar de dedicarse a la personalización extrema. En la práctica, ese planteamiento ha llevado a la creación de una serie de cuidados diseños de incrustaciones para la línea de guitarras estándar de Taylor.

Desde su llegada como diseñador jefe hace una década, Andy ha revolucionado el catálogo de instrumentos Taylor refinando la sensación, el sonido y el aspecto de la mayoría de nuestros modelos e introduciendo muchas ideas nuevas. Independientemente del tipo de guitarra, la filosofía esencial es la misma: la búsqueda de un diseño holístico en el que la personalidad musical y el tratamiento estético compartan una identidad cohesionada.

«El diseño de las incrustaciones ya debería dar una idea de la sensación y el sonido de la guitarra», argumenta. «Las formas son importantes, los materiales son importantes. El peso visual, es decir, la fuerza o la sutileza del diseño, es importante».

Como ejemplo, se refiere a la Grand Concert 912ce Builder’s Edition.

«La caja más pequeña tiende a darle a la guitarra un carácter íntimo y elegante. Ahora, imagínatela con unas incrustaciones de madreperla en bloques grandes en cada posición. El resultado sería un diapasón exageradamente brillante y reflectante, y tendría tanto peso visual que daría la sensación de que la guitarra podría caerse del soporte en cualquier momento. El contenido visual no estaría equilibrado. Sin embargo, la incrustación Belle Fleur transmite un balance adecuado de fuerza y delicadeza con un poco de Art Nouveau, un poco de Art Déco y un poco de impresionismo estilizado. Al mirar ese diseño, me encaja con el resto de la guitarra. No hay ningún elemento que domine sobre otro. Las curvas de las incrustaciones sugieren los contornos del apoyabrazos y el cutaway biselado y de la silueta general de la guitarra. Todos los componentes reman en la misma dirección».

A veces, esta concepción estética puede presentar imprevistos en el marco de la línea Taylor. Tradicionalmente, cada serie ha compartido un conjunto de complementos (y, en la mayoría de los casos, también las maderas para el fondo y los aros), pero la diversidad de estilos de caja dentro de una misma serie puede dar lugar a personalidades sonoras muy diferentes.

En algunas situaciones, Andy se ha tomado licencias creativas para proponer diseños fuera de esas restricciones. Su colección Builder’s Edition le abrió nuevos caminos para desviarse de los parámetros de cada serie y crear piezas de tipo «montaje del director». Por ejemplo: con el estreno de la Grand Pacific, Andy decidió aplicar a los modelos 517 y 717 Builder’s Edition un esquema de complementos que quería reflejar tanto el legado de las guitarras clásicas de estilo dreadnought como la novedad de una voz musical diferente en el universo Taylor. Por esta razón, esos dos modelos compartían una sensibilidad estética y un diseño de incrustaciones que no coincidían con los rasgos de la Serie 500 o la Serie 700.

Anatomía del diseño Mission

A primera vista, el diseño de incrustaciones Mission del diapasón de las Grand Orchestra 618e y 818e parece relativamente sencillo, pero al observarlo detalladamente empiezan a aparecer matices más refinados.

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Otro caso parecido (aunque ajeno al contexto Builder’s Edition) fue el rediseño en el 2020 de la Grand Orchestra, que pasó a incluir varetaje V-Class y un nuevo juego de complementos. Las dos guitarras reinventadas, la 618e y la 818e, cuentan con un diseño de incrustaciones llamado Mission que no aparece en las series 600 y 800. Andy eligió un estilo de bloques como símbolo visual de la voz rotunda, potente e intensa de la guitarra. Pero, al mirar las incrustaciones más de cerca, se aprecia otra capa de refinado detallismo: en realidad, los bloques de madreperla están rodeados por un anillo exterior de marfiloide cortado con láser que añade un delicado elemento de degradado. (En la caja lateral correspondiente tienes más información sobre la ejecución técnica de este diseño).

«Me parece una buena elección para una Grand Orchestra», opina Andy. «Representa la idea que yo tengo de su sonido: es una guitarra poderosa, atrevida, dominante, pero por debajo de su imponente tamaño también emana una sensación de complejidad y refinamiento. Las incrustaciones, ya sean marcadores de posición o meros complementos decorativos, son una oportunidad de diseño para reafirmar la personalidad de la guitarra, puesto que todos los elementos cuentan una misma historia. Cuando miras el instrumento como intérprete, entiendes intuitivamente que las partes armonizan a la perfección. Y eso es para mí un diseño de incrustaciones bien hecho. Me gusta pensar que, dentro de cien años, un músico podría mirar esa guitarra y captar instintivamente que todo en ella es como debe ser».

Y seguro que el sonido también sería increíble.

En un próximo número de Wood&Steel, nuestro director de sostenibilidad de recursos naturales Scott Paul profundizará en las prácticas de abastecimiento de materiales como la madreperla y el abulón.

Empleados 100 % propietarios

Bajar

Después de décadas de esfuerzo para establecer una empresa de éxito y construir una cultura creativa, los cofundadores de Taylor, Bob Taylor y Kurt Listug, están entusiasmados con la decisión de transferir la propiedad de la compañía a los empleados. Y, de hecho, el futuro se presenta tan luminoso para Taylor como para los guitarristas.

Es lunes por la mañana en el campus de Taylor en El Cajón, California. Pero, aunque estamos en enero, hoy no se ve el habitual trajín de guitarras que cobran vida en la planta de producción. La explicación es que, al otro lado de la calle, nuestros artesanos se han reunido con todos los demás compañeros en el aparcamiento frente al almacén de envíos para asistir a un anuncio virtual dirigido a la plantilla en pleno.

Allí se ha instalado un videowall de LEDES de casi 10 metros con un reloj digital que marca una cuenta atrás. Los trabajadores llevan mascarilla y guardan la distancia de seguridad bajo el cielo azul del sur de California. En otras partes del mundo, los empleados de Taylor que están teletrabajando, incluido nuestro equipo en Europa, han recibido instrucciones para seguir la transmisión de vídeo a través de un enlace de Internet.

El anuncio se ha anticipado en tono positivo como una importante celebración para los trabajadores. Sin embargo, no se han dado detalles, así que en el ambiente flota una sensación de curiosidad y expectación.  

A la hora señalada, empieza la reproducción de un vídeo con la imagen de un orgulloso Bob Taylor de 17 años sosteniendo la primera guitarra que construyó, una dreadnought de 12 cuerdas. El vídeo continúa con un repaso a la historia de Taylor comentado por las voces familiares de Bob y el cofundador Kurt Listug, que van evocando recuerdos sobre una sucesión de fotos de ellos mismos de jóvenes y de los complicados inicios de la empresa. 

Entre otras cosas, hablan de la pasión compartida por la construcción de guitarras que les unió en la tienda American Dream y les motivó a asociarse para comprar el negocio por 3700 $ y establecerse por su cuenta cuando tenían 19 y 21 años, respectivamente. Bob y Kurt rememoran las dificultades a las que tuvieron que enfrentarse y la férrea determinación que les mantuvo remando contra corriente durante 10 años, antes de que por fin pasaran a jugar en primera división y pudieran empezar a pagarse un sueldo a sí mismos. 

«Las pasamos moradas durante mucho tiempo», dice Kurt. «Tuvimos que aprender todo: cómo construir guitarras, cómo vender guitarras, cómo crear un negocio». 

El vídeo sigue la evolución de Taylor hasta lo que es hoy en día. Bob y Kurt agradecen a los empleados el arduo trabajo y el espíritu de colaboración que han impulsado el crecimiento y el éxito de la empresa y han acabado definiendo su cultura única. También se refieren a las turbulencias del 2020. 

«La manera de reaccionar ante la adversidad es una prueba de fuego para la cultura de una empresa», afirma Kurt, relacionando la perseverancia y la capacidad para resolver problemas de sus primeros días junto a Bob con la forma en que la compañía respondió a los inauditos desafíos del 2020. «Queremos que sepáis lo orgullosos que nos hicisteis sentir al veros a todos actuando a la altura de las circunstancias». 

Bob profundiza en esa idea al destacar los éxitos del 2020, como la ágil creación y el lanzamiento de la serie American Dream, la presentación de nuestra nueva guitarra GT y la adaptación de los equipos de producción a los nuevos (y numerosos) protocolos de trabajo seguro en la era de la COVID. 

«Se nos planteaban retos enormes, pero Kurt y yo sabíamos que como empresa los superaríamos e incluso saldríamos más fuertes de todo ello, porque ya lo habíamos hecho antes. Y la gente que trabaja aquí con nosotros tiene un talento y una capacidad de dedicación increíbles». 

A continuación, el vídeo pasa a otro segmento en el que Bob y Kurt hablan a cámara para dirigirse a los empleados. 

«Hoy es un gran día en la historia de Taylor Guitars», proclama Bob. «Un día que Kurt y yo llevamos mucho tiempo planeando». 

En ese punto, abordan una pregunta que cada vez les plantean más frecuentemente ahora que los dos superan los 60 años: «¿qué pasará con Taylor Guitars cuando vosotros ya no trabajéis?» 

Tal como reconoce Bob, «aunque Kurt y yo aún no estamos pensando en jubilarnos, la verdad es que esa es una cuestión importante, y hoy sabréis la respuesta». 

«Cualquier empresa de éxito tiene que mirar más allá de sus fundadores», interviene Kurt. «¿Quién será el propietario? ¿Quiénes serán las personas más adecuadas para pilotar la nave hacia el futuro? ¿Quién mantendrá a Taylor fiel a sus valores y preservará la cultura que nos identifica? Aunque a Bob y a mí todavía nos quedan muchos años en la empresa, queríamos asegurarnos de guiarla en la mejor dirección para garantizar su continuidad y crear las mejores condiciones para que sobreviva con éxito durante los próximos 100 o 200 años». 

«Para nosotros, los ‘viejos tiempos de gloria’ son hoy y mañana». 

Bob Taylor

Kurt explica los recursos habituales que tienen las empresas para planificar una transición de la propiedad, y aclara por qué ninguno de ellos les parecía viable ni a Bob, ni a él, ni al diseñador jefe Andy Powers, que en el 2019 pasó a ser el tercer socio propietario de Taylor. Sus alternativas eran dejar la empresa a la familia (Kurt no tiene descendencia y las hijas de Bob nunca mostraron interés en el negocio), venderla a otro fabricante de instrumentos musicales (habían recibido ofertas, pero creyeron que ninguna otra empresa entendería o defendería realmente la cultura de Taylor), traspasarla a una compañía de capital privado (lo cual podría comprometer la salud financiera o la misión esencial de la empresa) o cotizar en bolsa (Taylor es demasiado pequeña para eso). 

«Ninguna de esas posibilidades iba a preservar los valores de la compañía o a mantener el foco en el diseño y la fabricación de los mejores instrumentos musicales, que es el secreto de nuestro éxito», argumenta Kurt. «Por otro lado, perderíamos el control de la toma de decisiones y la facultad de establecer los objetivos de la empresa». 

En el anuncio, Bob comunica a la plantilla que en realidad solo había una opción. 

«De hecho, así como nos veis aquí a Kurt y a mí, ya no somos los dueños de Taylor Guitars. Porque, el 31 de diciembre, mientras vosotros os encontrabais en plenas celebraciones navideñas, Kurt, Andy y yo estábamos firmando los documentos para la transferencia oficial de la propiedad de Taylor Guitars a vosotros, nuestros queridos trabajadores. Habéis oído bien: ahora, Taylor Guitars es 100 % propiedad de los empleados. ¡Enhorabuena!» 

Terry Myers, uno de los trabajadores más antiguos de Taylor (32 años en la casa), estaba viendo ese vídeo desde el aparcamiento. 

«No me lo podía creer», reconoce. «Sinceramente, cuando me enteré de que iban a dar un mensaje importante a nivel de empresa, lo primero que pensé fue que la habían vendido y me preguntaba quién sería el nuevo dueño. Sin embargo, ese anuncio parecía estar rodeado de un aura positiva, lo cual me extrañaba un poco. Todos sabemos que la venta de una compañía no suele ser una buena noticia para la mayoría de los empleados. Y, cuando nos dijeron que nosotros éramos los nuevos propietarios, pensé: ¡vaya, eso sí que no lo había visto venir! Fue un momento muy especial».

Al Moreno, realizador de vídeo de Taylor encargado de documentar el evento, también procesó a nivel personal lo que acababa de ocurrir. 

«Me sentí como un músico que acaba de entrar en un supergrupo legendario», compara. «Estoy muy orgulloso de formar parte de esta comunidad de trabajo». 

La transición hacia un PTAE 

El mecanismo elegido por Taylor para traspasar la propiedad a los trabajadores fue un plan de transferencia de acciones a los empleados (PTAE). Este programa, establecido en la ley federal de Estados Unidos con el nombre de «Employee Stock Ownership Plan» (ESOP), funciona como un tipo de plan de jubilación que otorga a los empleados cualificados de una empresa una participación en la propiedad a través de cuentas individuales. Las acciones de la empresa son gestionadas por un fideicomiso en nombre de los empleados y, con el tiempo, se dividen y se asignan a cuentas de jubilación personales (en la práctica, los empleados no compran las acciones). El valor de cada cuenta de jubilación es un reflejo del rendimiento de la empresa: cuanto mayor sea su éxito y crecimiento, más beneficio económico llegará a los trabajadores. Cada año, la compañía aporta una contribución a las cuentas de los empleados. Cuando un trabajador deja la empresa o se jubila, el PTAE le compensa de acuerdo con el valor de la compañía y la participación que el empleado tenga en su cuenta. 

Bob y Kurt reflexionan sobre la transición de la propiedad de la empresa, sus esperanzas en el futuro de Taylor y aquello de lo que se sienten más orgullosos.

«Hoy en día, cada vez hay más trabajadores que sencillamente quedan apartados de la posibilidad de salir adelante y generar riqueza». 

Kurt Listug

«Con este sistema, podemos pagar a nuestra gente de una manera más sustancial y con más significado», explica Kurt. «Esto da a todos los trabajadores una participación financiera directa en el éxito de la empresa, lo cual les mantendrá enfocados en la construcción de los mejores instrumentos musicales para las generaciones futuras». 

La importancia de planificar con tiempo 

Kurt, Bob y Barbara Wight, directora financiera de Taylor, empezaron a investigar sobre los PTAE hace bastante tiempo. De hecho, la empresa ha estado proyectando activamente esta transición durante unos siete años. Bob cuenta que él y Kurt aprendieron a valorar la planificación a largo plazo como un principio fundamental desde los primeros días de su asociación. 

«Cuando Kurt y yo teníamos veintitantos años, buscábamos dar a nuestra empresa la forma más conveniente para nosotros», recuerda. «Un día, fuimos a hablar con un abogado. Nos empezó a decir: ‘cuando vendáis la empresa…’, y yo le corté: ‘¿qué quieres decir? No tengo ninguna intención de vender esta empresa’. Él contestó: ‘Bob, vas a vender la empresa, ya sea por accidente cuando mueras o en algún momento antes de que eso ocurra y aún tengas el control de la compañía’. Esa bofetada me hizo ver muy claro que pensar en el futuro iba a ser clave para nosotros». 

Barbara Wight, que entró en Taylor en julio del 2009, había aprendido por las malas la importancia capital de crear un plan de sucesión de propiedad. 

«Pasé por la dura experiencia de ayudar a una gran empresa líder mundial en su sector a materializar su transición cuando el fundador murió inesperadamente sin haber establecido un plan de sucesión. Ahí intervienen dos elementos: la gestión de la compañía y la entidad de la propia empresa, que es un organismo. Y, si no tienes un plan de sucesión para que ese organismo sobreviva después de que tú ya no seas parte de él, va a ser muy difícil que siga adelante». 

«Zildjian se fundó en el siglo XVII, Martin en 1833… No es raro que las compañías de la industria de la música tengan una vida muy larga». 

Barbara Wight

Ese fue un punto importante en la entrevista entre Barbara, Bob y Kurt previa a su contratación. 

«Yo no estaba dispuesta a volver a pasar por una situación así», reconoce Barbara. «Quería asegurarme de que Bob y Kurt entendían esa necesidad de planificación. Y, por supuesto, así era, porque ellos también piensan a largo plazo. En realidad, hemos estado tratando este tema desde que yo entré en Taylor». 

Andy Powers viene para quedarse 

Hablando de pensar a largo plazo, uno de los ejemplos más evidentes del compromiso continuo de Taylor con el diseño de guitarras fue la llegada de Andy Powers, que fue fichado por Bob casi 10 años antes de esta transición de la propiedad. Cualquiera que haya seguido la prolífica oleada de innovaciones de Taylor durante esta década ya tendrá una idea del enorme impacto de Andy como arquitecto de nuestro diseño de vanguardia. No es ningún secreto que Andy fue contratado para ser el sucesor de Bob Taylor como constructor de guitarras. Lo que quizá no sea tan conocido es que Bob quería explícitamente a alguien que fuera relativamente joven y garantizara un vínculo a largo plazo con Taylor. Cuando Bob escribió la «lista de cualidades» que quería para su sucesor, uno de los puntos era que esa persona fuera alguien por debajo de la treintena pero que tuviera 20 años de experiencia en la fabricación de guitarras. Parecía imposible que alguien lo cumpliera, pero, sorprendentemente, Andy marcó esa casilla (construyó su primera guitarra cuando tenía 9 años). 

Andy reafirmó su compromiso con los nuevos empleados-propietarios de Taylor después de que Bob y Kurt anunciaran la transición de la propiedad. 

«Mi idea es pasar toda mi carrera profesional aquí, dedicado a este maravilloso mundo de la guitarra que tanto amamos», declara. «Bob siempre ha dicho que él y Kurt pasaron mucho tiempo levantando unos cimientos sólidos y un techo sin goteras, y en esta próxima generación ya nos centraremos en dar forma al interior». 

Bob afirma que la contratación de Andy y el trabajo diario con él es uno de los logros de los que está más orgulloso, y lo considera como un ejemplo de la filosofía proactiva de la empresa. 

«Andy es mejor constructor de guitarras que yo (es más; creo que es uno de los mejores del mundo). Y eso es fantástico, porque significa que no vamos a conformarnos con recrear el pasado, sino que vamos a mejorar el futuro. Para nosotros, los ‘viejos tiempos de gloria’ son hoy y mañana». 

La importancia de la cultura del trabajo 

Como empresa, Taylor podía haberse conformado con establecerse como una tienda respetada en el mercado de las guitarras acústicas de gama alta. Pero Bob y Kurt siempre tuvieron miras más ambiciosas. 

«Cuando compramos American Dream, dijimos: ‘algún día seremos tan grandes como Martin’», recuerda Kurt. «No dejaba de ser gracioso que eso lo dijeran dos chavales, pero realmente ese era nuestro objetivo».  

Con el tiempo, Bob y Kurt fueron incorporando a otros colaboradores a su proyecto. Y entendieron que, para que la empresa siguiera creciendo y se mantuviera fiel a sus valores, tenían que crear una cultura sólida junto con otras personas que compartieran sus opiniones, perspectivas e iniciativa. 

«A Kurt, a Andy y a mí nos encanta hacer guitarras, pero aún nos gusta más crear empleos y carreras para los demás». 

Bob Taylor

«Aquello iba más allá del simple negocio”, defiende Kurt. «Era un negocio, pero también se trataba de atraer a gente tan apasionada por su profesión como Bob y yo. Queríamos crear un entorno de trabajo que priorizara la innovación, la resolución de problemas, la colaboración y el respeto. Un lugar en el que todo el mundo se sintiera empoderado para desplegar su talento particular y tuviera una sensación de orgullo por su labor». 

Bob todavía recuerda vivamente una epifanía que experimentó cuando era un joven constructor que aspiraba no solo a dominar su oficio, sino a convertirlo en una vocación atractiva para otras personas. 

«En aquellos primeros días de lucha, cuando me encantaba lo que hacía pero no tenía un duro, me marqué otra meta: lograr que ese trabajo se convirtiera en una ocupación de la que otras personas se sintieran orgullosas. Quería darles la oportunidad de plantarse delante de sus amigos con una trayectoria profesional y decirles: ‘yo también tengo una carrera, me dedico a hacer guitarras’». 

Décadas más tarde, y aparte del reconocimiento personal que se ha ganado como pionero del diseño y la fabricación de guitarras en la época moderna, Bob valora sobre todo la empresa de más de 1200 trabajadores en la que se ha convertido Taylor. 

«A Kurt, a Andy y a mí nos encanta hacer guitarras, pero aún nos gusta más crear empleos y carreras para los demás». 

Los empleados-propietarios de Taylor destacan los aspectos de la cultura de la compañía con los que más conectan.

Tren de largo recorrido 

Kurt está convencido de que la transferencia de la propiedad a los trabajadores era el mejor camino a seguir desde la perspectiva empresarial. Pero también le entusiasma la idea de ofrecer un medio para que los nuevos empleados-propietarios de Taylor puedan crear un mejor futuro financiero para ellos y sus familias, especialmente en una época de creciente desigualdad económica en todo el mundo. 

«Hoy en día, cada vez hay más trabajadores que sencillamente no tienen la posibilidad de salir adelante y generar riqueza», lamenta. «La mayoría de las personas no tendrán la oportunidad de crear abundancia financiera en su vida, a menos que reduzcan sus gastos al mínimo y reciban unos ingresos lo bastante altos como para poder ahorrar algo de dinero. Pero no podrán recibir pagos en forma de capital ni tener control sobre él. Este acuerdo de propiedad supone una oportunidad para que los empleados puedan acumular capital a medida que la empresa vaya creciendo. En su plan de jubilación, reunirán un dinero que jamás podrían haber generado de otra manera». 

Pastel para todos 

Mientras exploraban la transición de la propiedad, una de las prioridades de Bob, Kurt y Andy era encontrar un marco adecuado que acogiera a todos los empleados de Taylor, incluidos los de México, Sudamérica, el Reino Unido y la Unión Europea. Al fin y al cabo, la sede de Taylor en Ámsterdam (que actúa como núcleo operativo para gestionar nuestra propia red de distribución y ventas e incluye un centro de servicio y reparación totalmente equipado) ha sido vital para nuestro crecimiento internacional durante los últimos diez años.  

El segundo complejo industrial de Taylor en Tecate, Baja California, México (situado aproximadamente a una hora de nuestro cuartel general en El Cajón, Estados Unidos), también ha tenido un papel fundamental. Allí es donde fabricamos la Baby Taylor, la GS Mini y las series Academy, 100 y 200, además de estuches y fundas para guitarra. 

«Uno de nuestros mayores éxitos ha sido el auge de las operaciones en Tecate», manifestaron Bob y Kurt en un mensaje dirigido a los empleados de Taylor en México después del anuncio del PTAE. «Creemos que esta es una de las mejores fábricas de guitarras del mundo, y tenéis que estar orgullosos del trabajo que habéis hecho para que Taylor lidere la industria y nuestros instrumentos sean tan populares en todo el planeta». 

Dado que las regulaciones del PTAE están regidas por la ley federal de los Estados Unidos, la búsqueda del mecanismo apropiado para incluir a empleados de varios países añadió una notable complejidad al proceso, ya que cada territorio tiene sus propias leyes. La directora financiera Barbara Wight se puso manos a la obra con este tema y trabajó con asesores externos especializados en ayudar a las empresas a conducir la transición de la propiedad a través de un PTAE. Esta es una de las razones por las que el proceso de planificación duró varios años. 

«Había que tener en cuenta a la totalidad de los implicados, y la estructura no habría sido correcta hasta asegurarnos de que todos ellos quedaran debidamente reconocidos en la transacción», comenta Barbara. «Eso incluía a Bob, Kurt, Andy y nuestros trabajadores en todo el mundo. También tenía que ser un marco favorable para nuestros proveedores y clientes, la comunidad local, el colectivo empresarial y las entidades que nos han ayudado a adquirir la compañía».

En los años previos a la transición, la fecha marcada como objetivo siempre había sido el 31 de diciembre del 2020. Pero nadie contaba con una pandemia. 

«Cuando todo saltó por los aires y hubo que cerrar las fábricas, el plan quedó a un lado», explica Barbara. «Tuvimos que pasar al modo de supervivencia y, ante todo, cuidar de nuestro personal. Pero, con el paso de los meses, empezamos a ver que el mundo giraba la mirada hacia la música, y eso nos motivó a recuperar la idea. En septiembre del año pasado, dijimos: ‘hagámoslo’. Y comprimimos un proyecto de un año en solo tres meses, desde septiembre hasta el 31 de diciembre, porque pensamos que sería genial arrancar el 2021 de una forma increíblemente positiva para todos nuestros empleados, distribuidores y clientes». 

Los trabajadores de la planta de Taylor en Tecate están incluidos en el PTAE establecido en los Estados Unidos. Este arreglo es el primero de su clase en el ámbito de los PTAE, y da lugar a un nuevo paradigma que otras empresas podrían optar por seguir. 

«Un PTAE es la mejor opción para nosotros, porque significa que nuestro objetivo primordial de construir instrumentos de máxima calidad para los músicos continuará vivo en el futuro». 

Andy Powers

Los empleados del Reino Unido y la Unión Europea se beneficiarán de un programa similar (un PTAE global) contemplado en las regulaciones de la UE. 

Nate Shivers, director de ventas de Taylor para Europa, Oriente Medio y África, vive y trabaja en Ámsterdam, y subraya que los programas de tipo PTAE no son habituales en Europa. 

«El hecho de que Taylor se complicara la vida para aplicar los mismos principios básicos a su plantilla en Europa fue una gran sorpresa para los trabajadores», afirma. «Eso significó toda una declaración de compromiso con el equipo europeo por parte de Taylor». 

Nate también reconoce que la noticia fue recibida con una sensación de alivio, ya que algunos empleados tenían dudas sobre el futuro de Taylor sin Bob y Kurt en su rol de propietarios.  

«Existía la posibilidad real de que un día nos despertáramos siendo propiedad de un banco o de una compañía competidora. El camino que Bob, Kurt y Andy eligieron tuvo muchísimo impacto para este grupo». 

Las diversas caras de la sostenibilidad  

En estos últimos años, hemos compartido muchas historias sobre las iniciativas de Taylor hacia una actividad más sostenible. En la mayoría de los casos, nuestros esfuerzos se han centrado en la gestión responsable de los recursos naturales que utilizamos. Hemos invertido en proyectos de futuro como la reforestación de bosques de ébano o koa, el reciclaje y la replantación de árboles en entornos urbanos y otras prácticas orientadas a reducir los residuos. En esencia, se trata de la misma filosofía que ha llevado a Bob, Kurt y Andy a invertir en la gente y la cultura de Taylor cediendo la propiedad a los empleados. Y las dos ideas encajan perfectamente. Bob suele recurrir al ejemplo de los árboles de caoba que fueron plantados hace un siglo en Fiyi por misioneros británicos y cuya madera se ha utilizado para construir guitarras Taylor. 

«¿No es genial pensar que, dentro de cien años, los artesanos de Taylor podrían estar haciendo guitarras con ébano, koa y otras especies de madera que nosotros estamos plantando ahora?», imagina Bob.  

Y, tal como señala Barbara Wight, la música es una forma de expresión humana tan esencial y duradera que las empresas dedicadas a los instrumentos musicales pueden durar muchas generaciones.  

«Zildjian se fundó en el siglo XVII, Martin en 1833… No es raro que las compañías de la industria de la música tengan una vida muy larga. Esas empresas en particular lo han logrado traspasando el negocio de padres a hijos. En nuestro caso, perduraremos muchísimos años gracias a nuestros empleados. Y eso es algo verdaderamente increíble».

Barbara Wight, directora financiera de Taylor, argumenta por qué la transición de la propiedad es algo tan significativo para los trabajadores y para el crecimiento continuo de la empresa.

Por qué esta estructura es buena para los músicos 

Es fácil que la gente que ya sentía afinidad con los instrumentos y los valores de Taylor (o incluso con las guitarras en general) vea con buenos ojos nuestros planes a largo plazo. Pero esto también es una buena noticia para los clientes actuales y futuros. 

Dave Pelletier, director de ventas de Taylor, lleva décadas en la industria de la música, tanto en el lado de la fabricación como en el del comercio minorista. Para él, está claro que la transferencia de la propiedad a los empleados supone una relación de beneficio mutuo con los clientes de Taylor. 

«El trato a los trabajadores y a los clientes dice mucho de una empresa. La cesión de la propiedad a los empleados es la máxima expresión de una entidad que acompaña las palabras con hechos. Esta decisión conecta con nuestros clientes y los atrae hacia la marca; ya estamos detectando esa tendencia. También les reafirma sobre la continuidad de nuestra cultura y de la forma en que seguiremos haciendo negocios en el futuro. Todo esto se traduce en una garantía de la calidad que los consumidores obtendrán a cambio del dinero que con tanto esfuerzo han ganado. Y, a nivel personal, como trabajadores individuales de Taylor, ahora tenemos una perspectiva más amplia sobre nuestra labor y nos preguntamos si cada cosa que hacemos beneficiará a todos y, en última instancia, a nuestros clientes». 

Dave Pelletier y Steve Theriault hablan sobre los beneficios de la transición de la propiedad a los empleados para los clientes, distribuidores y socios de la cadena de suministro de Taylor.

La transferencia de la propiedad a los empleados crea clientes satisfechos  

Los datos de las empresas con un PTAE apuntan a unos excelentes registros de productividad, éxito comercial y satisfacción tanto de los trabajadores como de los clientes. Según el Centro Nacional para la Propiedad de los Empleados (NCEO por las siglas en inglés de «National Center for Employee Ownership», una organización de investigación sin fines de lucro), las empresas con un PTAE y otros programas de propiedad de los empleados representan bastante más de la mitad de la lista anual de «las 100 mejores empresas para trabajar en Estados Unidos» publicada por la revista Fortune.

Alex Moss, fundador y presidente del Praxis Consulting Group y exmiembro de la junta directiva del NCEO, fue una figura clave en el equipo asesor para el PTAE de Taylor. Hablamos con él para que nos contara su perspectiva sobre la transición de la propiedad de Taylor desde el punto de vista del cliente. 

Tú has ayudado a muchas empresas en estos procesos de transición. ¿Hay algo que te haya llamado especialmente la atención en el caso de Taylor? 

Lo que más destacaría es la coherencia en torno a los valores de la empresa, desde la motivación general hasta todas las pequeñas decisiones encaminadas a establecer el PTAE y la propiedad compartida de una forma que reflejara el propósito inicial de Bob y Kurt. Eso coloca a la compañía en una buena posición para, tal como ellos mismos dicen, «seguir llevando la alegría de la música» a la gente que recibe sus productos. La transición a un PTAE es un proceso muy complejo en sí mismo, y a mí me ha impresionado ver cómo lo han llevado a cabo reforzando en todo momento la visión de Taylor. 

¿Por qué es bueno este sistema para los clientes de una empresa? 

La principal preocupación de los consumidores es que sus necesidades queden satisfechas. También tienen sus propios compromisos con las comunidades a las que sirven: en el caso de los artistas, crear la música que van a compartir. Esta estructura de propiedad de los empleados es una excelente noticia para los clientes de Taylor a todos los niveles. Los trabajadores de Taylor, que siempre han diseñado y construido unas guitarras increíbles, ahora están aún más arraigados a la empresa y reciben una recompensa por ofrecer instrumentos y servicios de primera. Eso supone un refuerzo directo de lo que quiere el cliente, y aporta una nueva y poderosa razón para que los empleados-propietarios de Taylor cumplan con las expectativas. Al mismo tiempo, los clientes también ven que Taylor está redoblando sus esfuerzos por cuidar de su gente, y muchos consumidores sencillamente admiran a las empresas que hacen este tipo de cosas. Esta filosofía se alinea con la forma en que quieren hacer negocios, y se enorgullecen de trabajar con socios comerciales como Taylor. De hecho, la mecánica del proceso de propiedad puede desviar la atención de la intención principal, que no es otra que crear unas conexiones humanas aún más fuertes. 

¿Existe una correlación entre la realización profesional de los empleados y la satisfacción del cliente? 

La propiedad de los empleados se adapta especialmente bien a una empresa en la que la forma en que los trabajadores desempeñan sus funciones influye directamente en la calidad del producto final. Lo que los empleados de Taylor consiguen todos los días no es fácil; si lo fuera, cualquiera podría hacerlo. Por lo tanto, todo lo que Taylor haga para contribuir a que los empleados-propietarios se sientan conectados con su trabajo les ayudará directamente a ofrecer calidad y valor, y eso hará que los clientes sigan encantados con el producto. Por supuesto, eso no lo crea el PTAE: el mérito es de Bob y Kurt, y ahora, de Andy y de todos los que se han unido a ellos para sacar adelante a la empresa. La transferencia de la propiedad a los empleados protege a la compañía al tiempo que la ilumina y la refuerza, y demuestra que hay una conexión directa entre el éxito de todas las partes. Es bastante simple: cuando los empleados-propietarios trabajan a gusto, rinden más y eso se manifiesta en mejores resultados para los clientes. 

La pasión por el diseño de guitarras sigue viva 

Desde su perspectiva como diseñador jefe de Taylor, Andy Powers está entusiasmado con la promesa de que la propiedad de los empleados mantendrá a la organización alineada con su propósito compartido de servir a los músicos durante las próximas décadas. Andy se ha sumergido profundamente en la historia del diseño de instrumentos musicales y ha estudiado la evolución de otras empresas que han pasado por varias generaciones y cambios de propiedad. Ese conocimiento le permite identificar las oportunidades y los valores únicos que Taylor puede ofrecer a los músicos. 

«Cuando una empresa cambia de manos tras la marcha de su fundador, existe el riesgo de que el propósito principal se desplace desde su enfoque original de buscar la excelencia para sus clientes a simplemente generar beneficios, muchas veces destinados a pagar deudas», explica. «En estos casos, los consumidores pueden pasar de ser considerados como las personas a las que la empresa debe servir a quedar vistos como meros objetos de los cuales se saca un provecho. Cuando esto sucede, el cambio de percepción erosiona la filosofía que dio sentido a la empresa en el momento de su creación». 

«Un PTAE es la mejor opción para nosotros, porque significa que nuestro objetivo primordial de construir instrumentos de máxima calidad para los músicos continuará vivo en el futuro», añade Andy. «Así, Taylor puede mantener su compromiso de servir a los guitarristas y seguir preocupándose por sus empleados, proveedores y recursos forestales. Ningún grupo queda excluido en beneficio de otro. Yo lo veo como la mejor decisión para que una empresa de guitarras consolide su intención de ofrecer productos de primera clase». 

Andy Powers explica cómo ayudará la transferencia de la propiedad a preservar la cultura creativa de Taylor.

La reacción de proveedores, distribuidores y otros socios clave de Taylor ha sido unánimemente positiva. Para nuestro equipo directivo era importante garantizar a todo el mundo que ninguna de nuestras operaciones y actividades de alta gestión y producción iba a quedar alterada por esta transición de la propiedad, y que Bob y Kurt continuarían con sus funciones de administración. El anuncio no solo quería transmitir un mensaje de continuidad sin fisuras, sino también volatilizar cualquier posible especulación sobre el futuro de Taylor (lo cual aportó una reconfortante sensación de tranquilidad a mucha gente). 

Esta transición también puede ser un ejemplo a seguir para otras empresas con una cultura creativa en sus procesos de cambio de propiedad. 

«Taylor es una luz que ilumina el camino correcto en nuestra industria», dice Meng Ru Kuok (cofundador de BandLab Technologies y director ejecutivo de Swee Lee Music, nuestro socio en Singapur, Malasia e Indonesia) en una nota de felicitación remitida a Kurt Listug. «Estamos muy orgullosos de trabajar con vosotros, y ojalá que en el futuro yo pueda hacer lo mismo por mi equipo».