Nuestro nuevo trío de ases American Dream de nogal y pícea se apunta a la estética vintage con su tratamiento tobacco sunburst y un golpeador de diseño rayado.
Desde su irrupción a mediados del 2020, nuestra serie American Dream se ha mantenido fiel a la filosofía de diseño meticuloso pero pragmático que la hizo germinar. Y es que la idea siempre fue destilar una guitarra acústica de nivel profesional en sus componentes esenciales para hacerla lo más accesible posible.
Aunque la serie fue concebida y lanzada en plena pandemia, nuestro compromiso de satisfacer las necesidades fundamentales de los guitarristas trasciende las circunstancias de su origen e imbuye estos instrumentos de un valor que va más allá del contexto temporal. Estamos hablando de una guitarra Taylor de primera calidad construida íntegramente con madera maciza en los Estados Unidos, dotada de un varetaje que optimiza el tono, refinada con bordes biselados que mejoran la ergonomía, rebosante de la comodidad de interpretación marca de la casa… y todo ello a un precio que la sitúa al alcance de más músicos. Así, no es extraño que esta serie se haya ganado un puesto permanente en la línea Taylor como la colección de guitarras de madera maciza más asequible del catálogo.
Igual que la mayoría de nuestras series, la familia American Dream no ha dejado de evolucionar. Tras su estreno con tres modelos Grand Pacific muy versátiles (la AD17/AD17e de ovangkol y pícea, una edición Blacktop con tapa en color negro y la AD27/AD27e de sapele y caoba), en el 2022 la aventura continuó con la inimitable AD27e Flametop con tapa, fondo y aros de arce y la Grand Concert AD22e de sapele y caoba, que fue la primera propuesta de caja pequeña dentro de la serie. Por su parte, nuestros modelos Blacktop cambiaron el ovangkol por el nogal para el fondo y los aros.
Este año, estamos encantados de ampliar la familia con un trío de nuevas guitarras de nogal y pícea, cada una con un estilo de caja diferente. Su denominador común es el concepto estético: las tres lucen tratamiento tobacco sunburst en la tapa y un golpeador de diseño rayado que estrenamos en el modelo Flametop. Por primera vez, la serie American Dream incluirá nuestro estilo de caja Grand Theater (GT) con la AD11e-SB (la indicación SB hace referencia al sunburst), acompañada por la Grand Concert AD12e-SB y la Grand Pacific AD17e-SB. La variedad de formas de caja y el sugerente aspecto visual aportan una interesantísima diversidad a esta línea.
Presencia escénica clásica
En consonancia con el espíritu American Dream, el conjunto de complementos de estas guitarras sigue siendo bastante sobrio en términos de ornamentación. Sin embargo, esta serie también fue diseñada pensando en los músicos de directo y, tal como ocurre con los modelos con tapa negra, el toque sunburst añade un atractivo extra que seduce al instante en actuaciones en un escenario (¡o en vídeo!).
De hecho, el tratamiento tobacco sunburst, el golpeador de falso caparazón de tortuga rayado, el acabado mate y otras sutiles pinceladas armonizan maravillosamente en estos instrumentos. El rayado traslúcido del golpeador deja ver el degradado sunburst que queda por debajo: así, hacia el centro de la guitarra se aprecia un intenso resplandor dorado, mientras que en el límite exterior domina un tono tabaco más oscuro.
Otro elegante detalle es la interrupción del tratamiento sunburst justo antes del borde de la tapa de pícea, lo cual crea la sensación visual de un perfilado en arce o color crema con un fileteado en negro apenas perceptible. El diseño de la roseta sigue esta misma gama cromática con sus anillos alternos en arce y color negro.
Tal como ocurre en otros modelos American Dream, el acabado mate ultrafino de poro abierto lleva el aspecto, la sensación y el sonido de estas guitarras a otro territorio. Ese lustre apagado realza el carácter retro y tradicional, especialmente en la tapa. Y, en el fondo y los aros, expresa la rica textura del veteado y el atractivo visual del nogal de una forma que el intérprete puede, literalmente, sentir. En cuanto al sonido, el acabado minimiza la amortiguación y contribuye a una respuesta rápida que saca lo mejor de las propiedades tonales naturales del nogal, como su cálida resonancia de medios.
Otras características destacables de estas guitarras son las clavijas de afinación en negro satinado, mástil de caoba con un tinte que combina a la perfección con el fondo y los aros de nogal; diapasón, puente y revestimiento del clavijero de eucalipto, y cuerdas D’Addario XS de bronce fosforado con recubrimiento. Además, los tres modelos vienen equipados con electrónica ES2 integrada y se distribuyen en un estuche AeroCase de color marrón.
Las tres Marías
Grand Theater (GT) AD11e-SB
La AD11e-SB representa la entrada de nuestro estilo de caja GT en la serie American Dream y, con ella, la llegada de una nueva sensación y color sonoro. A los aficionados a las guitarras de caja pequeña les encantarán sus proporciones compactas y la escala de 612,7 mm, que se lo ponen más fácil a la mano del mástil para moverse por todo el diapasón de forma cómoda y ágil. Para redondear, nuestra arquitectura de varetaje C-Class favorece un ataque rápido y vivo con una impresionante profundidad de graves que le da a la GT una voz excepcionalmente plena para una guitarra de tamaño reducido.
Grand Concert (GC) AD12e-SB
Este modelo de caja pequeña presenta unas dimensiones ligeramente mayores que las de la GT, pero mantiene esa sensación intimista que cautivará por igual a los intérpretes con una constitución física o unas manos más pequeñas y a los guitarristas que busquen una voz definida para darle al fingerstyle, grabar en estudio o tocar con otros músicos. En este caso, el motor sonoro lo pone el varetaje V-Class, que mejora el rango dinámico para rasguear con un ataque enérgico.
Grand Pacific (GP) AD17e-SB
Nuestro estilo de caja Grand Pacific no es nuevo en la serie American Dream. Es más, quizá este versátil diseño de hombros redondeados pueda ser el favorito de los intérpretes que se inclinan por las guitarras dreadnought. Esta GP también utiliza el varetaje V-Class para generar unos graves claros y potentes que se mezclan fluidamente con unos medios «amaderados» y unos agudos nítidos y asertivos. Todo ello converge en una voz muy completa y dinámica que se adapta a todo tipo de aplicaciones musicales.
Ya puedes probar estas y otras guitarras American Dream en distribuidores de Taylor autorizados.
A lo largo de casi cinco décadas de historia de Taylor, se ha demostrado una y otra vez que el hecho de no sentirnos atados a la tradición ha sido uno de nuestros puntos diferenciales. Esta filosofía nos ha dado libertad creativa para explorar nuevas ideas continuamente y desafiar los límites de la fabricación de guitarras en direcciones insospechadas y muy estimulantes.
Una de nuestras áreas de mayor interés siempre ha sido el uso que hacemos de las maderas. En parte, lo que nos impulsa a profundizar en ello es el deseo de descubrir nuevos colores sonoros, pero también nos guía la conciencia de la realidad actual del abastecimiento de madera y de la necesidad de respetar lo que los bosques del mundo pueden darnos.
Especialmente en los últimos diez años, los programas de gestión medioambiental que hemos iniciado han marcado en gran medida nuestro enfoque de la obtención de madera. El proyecto de Taylor con el ébano de Camerún, que arrancó en el 2011 y ya es ampliamente conocido, ha fructificado en decisiones concretas como la adopción para nuestros diapasones del ébano jaspeado que durante mucho tiempo había sido totalmente ignorado. En el 2020, presentamos nuestros primeros modelos construidos con fresno de Shamel procedente de árboles de ciudad que habían llegado al final de su vida y debían retirarse de las comunidades de California. Y, hace unos meses, anunciamos la reformulación de nuestra Serie 700 con un nuevo grado de calidad de koa hawaiana que descubrimos en el curso de nuestros proyectos de restauración forestal en Hawái.
El tema es que nuestra línea de guitarras es un ecosistema musical cuidadosamente meditado y en constante evolución. Aunque Taylor ha crecido hasta convertirse en una gran compañía, hemos logrado equilibrar la balanza entre la necesidad de crear una cadena de suministro ética y estable y la capacidad de responder con agilidad al mundo cambiante que nos rodea.
¿Qué hace que una madera sea apta para construir guitarras?
La elección de maderas para nuestra línea de guitarras está sujeta a muchos factores, especialmente en los casos de nuevas especies que aún no se asocian con la elaboración de instrumentos musicales. En primer lugar: ¿las características físicas de la madera se pueden «traducir» por un buen sonido musical? Igualmente importante: ¿es un material fácil de trabajar? Es decir, ¿se puede cortar, secar, lijar, doblar, encolar y convertir en una guitarra sin deformarse, agrietarse o presentar otros problemas durante la producción o después de la finalización del instrumento? Más cosas: ¿se puede obtener de forma ética y económica? ¿Nos dará un nivel de calidad consistente? ¿Existe esa especie en cantidad suficiente para satisfacer nuestras necesidades de suministro durante un período previsible? ¿Cuánto tiempo nos llevará obtener la madera de un proveedor? ¿Aportará algo realmente único a nuestro repertorio de guitarras? Y, si se trata de una nueva especie que acaba de aterrizar en el mundo de la guitarra acústica, ¿hasta qué punto será posible convencer a los músicos de su valor? Queda claro que la cosa no es sencilla…
Afortunadamente, desde nuestra posición como empresa consolidada y con una firme reputación como fabricante de guitarras, estándares de producción ultraexigentes, un buen historial de comercio ético y una entusiasta comunidad de clientes (¡gracias a todos!), contamos con un alto nivel de credibilidad cuando nos atrevemos a defender una nueva especie.
Y, además, tenemos a un diseñador de guitarras llamado Andy Powers que sabe exprimir al máximo las cualidades musicales de la madera.
Nuevas ramificaciones
En la primera edición de este año de Wood&Steel (número 102), hablábamos con Andy sobre la evolución continua del diseño de guitarras en Taylor y comentábamos sus aspiraciones de aportar aún más diversidad musical a nuestra línea. En los últimos diez años, Andy ha sentado cátedra con la serie de recetas sonoras que ha creado para diferenciar la identidad de los distintos modelos, sobre todo después del desarrollo de nuestras plataformas de varetaje patentadas V-Class y C-Class. Ambos sistemas se pueden adaptar con sutiles modificaciones en función de la forma de la caja, la combinación de maderas y el perfil tonal que Andy quiere sacarle a cada guitarra. Esos desarrollos se han unido a las sucesivas innovaciones en los estilos de caja (el lanzamiento de la Grand Orchestra, la Grand Pacific y la Grand Theater; el cambio de cara de la Grand Symphony, y la adaptación de diseños 12-fret y de 12 cuerdas a la Grand Concert), y han ampliado enormemente la paleta de personalidades musicales únicas del catálogo Taylor.
Parte del proceso de perfeccionamiento de nuestra oferta de guitarras consiste en considerar toda la línea de manera global y valorar la relación de cada serie con las demás. Por ejemplo: con la reciente puesta al día de nuestra Serie 700, tuvimos la suerte de acceder a un generoso suministro de koa hawaiana con un hermoso colorido y veteado que, según Andy, merecía tener su propia voz y un tratamiento estético exclusivo con independencia de nuestra Serie Koa ya existente. La pregunta era: ¿cuál sería el hábitat adecuado para esa madera? Andy pensó que estaba llamada a un territorio en el que una guitarra construida íntegramente con koa maciza fuera un poco más accesible para el público.
Finalmente, decidimos que la Serie 700 iba a ser el lugar indicado, porque de esta manera seguiríamos teniendo tres presentaciones estéticas distintas para nuestras guitarras de palosanto: las series 400, 800 y 900.
Builder’s Edition K24ce (L) and 724ce (R)
El viaje de la caoba
La caoba es otra de nuestras maderas tradicionales que también se ha propagado a varios cuadrantes de la línea Taylor. A la combinación de sapele y pícea que durante años había representado a la Serie 300 le añadimos modelos con tapa de caoba. En su momento, también utilizamos fondos y aros de acacia negra de Tasmania con tapa de caoba, pero más recientemente decidimos sustituir la acacia negra por esta especie y ofrecer varias guitarras construidas íntegramente con caoba en la Serie 300. Esa estrategia llevó a Andy a pensar más detenidamente en nuestro uso de la caoba y en la evolución de la Serie 500, que llevaba décadas presentando modelos de esta madera. Y, teniendo en cuenta que la Serie 300 ya ofrecía guitarras con tapa, fondo y aros de caoba, ¿cuál podía ser el próximo movimiento en la Serie 500?
Entretanto, Andy guardaba en la recámara otra madera urbana con la que llevaba varios años trabajando y para la cual tenía planes cuando llegara el momento adecuado: la corteza de hierro roja. Y, ahora, se le presentaba una oportunidad de oro.
La joven historia de la madera urbana
Antes de profundizar en la corteza de hierro roja, rebobinemos un poco hasta los orígenes de nuestra iniciativa con la madera urbana. A principios del 2020, lanzamos cuatro nuevos modelos bajo el estandarte de la colección Builder’s Edition. Uno de ellos, la 324ce Builder’s Edition, tenía fondo y aros de un tipo de fresno de Shamel, o fresno silvestre mexicano, que bautizamos como Urban Ash («fresno urbano») para llamar la atención sobre la procedencia única de esta madera.
Andy se entusiasmó con el uso de este fresno cultivado en California no solo por sus propiedades intrínsecas, sino también porque marcó el comienzo de una nueva y prometedora iniciativa de abastecimiento de madera urbana en colaboración con West Coast Arborists, Inc. (WCA), una sofisticada empresa de gestión de árboles.
Builder’s Edition 324ce featuring Urban Ash
Tal como explicábamos en Wood&Steel, WCA ofrece una serie de servicios relacionados con los árboles a cientos de municipios e instituciones públicas en toda California y parte de Arizona. Estos programas cuidadosamente diseñados y administrados dan lugar a importantes zonas de dosel verde en ciudades y áreas residenciales, e incluyen proyectos de paisajismo en parques, calles, carreteras y otros espacios públicos. De acuerdo con sus contratos con cada municipio, WCA se encarga de plantar, cuidar y en última instancia retirar esos árboles. Actualmente, la base de datos de la empresa ya cuenta con más de 10 millones de localizaciones de árboles en inventario.
En un primer momento, nuestro interés en estudiar la viabilidad de la madera urbana surgió de la curiosidad práctica de Bob Taylor, que se preguntaba qué ocurre con la madera de los árboles que llegan al final de su vida y cómo se podrían aprovechar esos troncos de cara a generar valor añadido para las comunidades. Y así fue como nos pusimos en contacto con la empresa arborista de nuestra zona, que resultó ser WCA.
Scott Paul, director de sostenibilidad de recursos naturales de Taylor, dirigió el proyecto y coordinó un viaje de campo a la sede de WCA en Anaheim con un grupo de trabajo que incluía a Bob y Andy. Resultó que WCA también había estado buscando formas de crear más valor a partir de los árboles que retiraba, especialmente a raíz del aumento de los costes de eliminación. Para ello, había diseñado un programa de reciclaje de madera urbana que cristalizó en un negocio de suministro llamado Street Tree Revival, dedicado a cortar madera y a la producción de mesas con planchas de borde natural y otros artículos.
Dado que muchas de esas maderas no se usaban comercialmente o no tenían tradición en la construcción de instrumentos musicales, Andy llevó a cabo una «cata con motosierra» para la cual se cortaron muestras de algunas especies que parecían especialmente interesantes y merecían un análisis más profundo.
«Me sentía como un cocinero que camina por los pasillos de un mercado agrícola inspeccionando frutas y hortalizas que no había visto antes», compara Andy. «Y pensaba: ¿cómo podría trabajar esta materia prima para sacarle el mejor sabor?».
Andy se trajo a nuestra fábrica una nutrida variedad de muestras de madera para hacer sus pruebas. Redujo la lista de especies potencialmente útiles de acuerdo con algunas consideraciones prácticas, y acabó centrándose en las que consideró las diez finalistas.
«Hay muchas especies de árboles que simplemente no tienen las características prácticas que las hacen aptas para el trabajo de la madera».
Andy Powers
«Desde el punto de vista del suministro, queríamos saber qué árboles eran los más disponibles», comenta. «A continuación, busqué los troncos que tenían las propiedades adecuadas en cuanto a estructura, altura, diámetro para el corte de tablas y facilidad de manipulación. Había varias especies que cumplían todas las condiciones y entre ellas estaba el fresno de Shamel, que se deja secar, serrar, encolar, lijar y terminar muy bien. Aunque pueda parecer raro, hay muchas especies de árboles que simplemente no tienen las características prácticas que las hacen aptas para el trabajo de la madera. Pero, más allá de esos criterios “mundanos”, la madera tiene que producir un sonido de primera. Y esa es una prueba difícil para cualquier árbol».
Andy subraya que una condición imprescindible es que la madera se pueda secar adecuadamente.
«La razón por la que prestamos tanta atención al secado de la madera es que tiene una conexión directa con la estabilidad de la guitarra durante su vida útil», explica. «Dicho en pocas palabras: si no puedes secar un trozo de madera sin que se agriete, se deforme, se rompa o quede distorsionado, tendrás muchos problemas para crear algo consistente y fiable a partir de él. En algún punto, la madera que presente un comportamiento deficiente te hará pasar un mal rato».
Andy tenía la corazonada de que el fresno de Shamel sería una buena madera para la construcción de guitarras por su parentesco con otras especies de fresno.
«He trabajado con muchas clases de fresno, desde la variedad dura del norte hasta la más liviana de los pantanos», dice. «La estructura de veteado de este fresno ya hacía pensar que funcionaría… pero es que acabó dando un resultado incluso mejor de lo que esperábamos. Vimos que era una especie musicalmente fantástica y muy parecida a otras que conocíamos bien, así que creímos que tenía sentido estrenar nuestra primera guitarra de madera urbana con este fresno».
[Nota editorial: En otro artículo de este número de Wood&Steel presentamos dos modelos de edición limitada construidos íntegramente con Urban Ash, la 424ce LTD y la 224ce-UA LTD.]
Ha nacido una estrella… de madera
Un hallazgo sorprendente que resultó ser un golpe de suerte fue el descubrimiento de una madera conocida como corteza de hierro roja (eucalyptus sideroxylon).
«La corteza de hierro roja es en cierta manera una rareza», asegura Andy. «Técnicamente, pertenece a la familia de los eucaliptos. Sin embargo, no se comporta como la mayoría de ellos, ya que muchos tienden a torcerse y moverse de formas impredecibles. Es más: la corteza de hierro roja es increíblemente dura y densa, como si estuviera emparentada con el palosanto tropical. De hecho, es una de las pocas maderas que se hunde en el agua. Vendría a ser parecida al ébano».
Cuando Andy examinó sus características mecánicas con más detalle, vio con satisfacción que era fácil de trabajar y que se podía secar de forma consistente y sin complicaciones.
«En general, cuesta secar las maderas más densas, que tienen tendencia a distorsionarse. Y, para obtener un componente de guitarra estable, eso hay que controlarlo con mucho cuidado, como pasa con el ébano», aclara Andy. «Nos sorprendió descubrir que podíamos secar perfectamente la corteza de hierro roja con el mismo método que utilizamos para el palosanto de las Indias Orientales, por ejemplo. En este sentido, tiene unas características similares y es muy estable».
Otro estereotipo sobre estas maderas tan duras (de las cuales hay muy pocas, tal como apunta Andy) es que tienen un contenido de aceite que dificulta el encolado. Pero, también en este caso, la corteza de hierro roja resultó ser una excepción.
«Aparte de todo lo demás, su textura es de lo más suave y uniforme que yo haya visto en cualquier madera densa», afirma.
Considerando su dureza, densidad y suavidad, Andy pensó en un primer momento utilizar esta madera para diapasones y puentes, pero sus tonos rojizos y dorados le disuadieron de ello. Por otro lado, tenía la sospecha de que funcionaría muy bien para fondos y aros. Y, oh sorpresa, resultó que tenía razón.
Con todos ustedes, la corteza de hierro roja
El eucalipto de corteza de hierro roja (eucalyptus sideroxylon) es una de las más de 700 especies de este género que hay repartidas por todo el mundo. La historia del eucalipto en California se remonta a mediados del siglo XIX, momento en que se importaron varias especies desde Australia (incluida la corteza de hierro roja) y se plantaron como una posible fuente de madera y fibra.
La especie más prolífica en California (y en el resto del planeta) es el eucalyptus globulus o eucalipto azul, un árbol de rápido crecimiento reconocible por sus capas de corteza descascarillada y sus aromáticas hojas aceitosas de color verde azulado. Pero, ironías de la vida, resultó que su madera no era adecuada para la construcción.
En cambio, el eucalyptus sideroxylon tiene una corteza gruesa, dura y profundamente surcada, pero la madera rojiza que hay debajo de ella es fuerte, rígida, densa y duradera, y se ha utilizado para vigas, traviesas de ferrocarril y otros proyectos de construcción. La corteza de hierro roja también es tolerante a las sequías y las heladas, lo cual le ha permitido sobrevivir en hábitats no nativos.
El moldeado del sonido
Una vez familiarizado con las propiedades estructurales de la corteza de hierro, Andy imaginó una alquimia sonora para una nueva voz y construyó algunos prototipos sobre la forma Grand Auditorium. Para la tapa, optó por la pícea de Sitka torrefactada («tostada»). Estas dos maderas, apoyadas por una versión adaptada del varetaje V-Class de Andy que aporta el toque de ingeniería acústica moderna, crean lo que él describe como «una nueva versión del sonido clásico de la combinación de pícea y palosanto, como un cruce entre el palosanto y el ébano».
«Es una voz rica, intensa y dulce… tiene un carácter muy parecido al de un piano».
—Andy Powers
«La corteza de hierro roja ofrece muchas posibilidades de moldeado del tono», continúa Andy. «Tiene el sonido claro y profundo del palosanto, pero con un punto de esa amortiguación típica del ébano o la caoba que ayuda a suavizar las aristas de las notas. Es una voz rica e intensa pero al mismo tiempo dulce, y genera la respuesta de amplificación vibrante, dinámica y acampanada de las maderas densas. Sería como tomar el sonido tradicional de una guitarra de palosanto y potenciar o “calentar” su rango de medios. En definitiva, tiene un carácter muy parecido al de un piano».
Andy tocó la versión final de su Grand Auditorium en una sesión de demostración organizada en el campus de Taylor el pasado junio. Lo primero que nos impresionó a los que estábamos en la sala fue la capacidad de volumen y proyección de esta guitarra, incluso con un tacto suave.
«Es un sonido potente y de alta fidelidad, pero está equilibrado por una dulzura que acaba por crear un tono muy seductor», describe Andy. «Las notas graves son nítidas como una campana: no hay ni pizca de aspereza o emborronamiento. El sonido de la corteza de hierro no tiene nada de esponjoso o blandengue; al contrario: con la densidad de esta madera, yo diría que es contundente y musculoso. La sensación que tengo con esta guitarra es que amplifica todo lo que hago, e incluso me devuelve más de lo que yo le doy. Es como si las notas quisieran saltar de ella. Y este es el tipo de instrumento que me encanta ofrecer al público».
El diseño de la nueva Serie 500
Andy llevaba años trasteando con prototipos de guitarras de corteza de hierro en su taller, así que ha tenido mucho tiempo para pensar en el posible encaje de esta madera en nuestra línea de guitarras. Y, dado que la Serie 300 ya incluye más modelos de caoba, parecía que la Serie 500 podía ser un marco de presentación apropiado para estas guitarras. Por otro lado, la corteza de hierro roja no deja de ser la segunda especie urbana que introducimos en nuestro catálogo, así que su adopción en una serie Taylor de tanto prestigio (y que lleva en el mercado casi tanto tiempo como nuestra emblemática Serie 800) nos sirve para inaugurar una nueva fase de nuestro compromiso con las maderas de árboles de ciudad.
Para honrar el legado clásico de la Serie 500, Andy ha optado por una estética tradicional matizada con algunos detalles decorativos que distinguen a esta nueva combinación de maderas. El fondo y los aros de corteza de hierro presentan un leve tinte en el borde que aviva los tonos rojizos, dorados y amarronados naturales de esta madera y los acerca a la coloración de la caoba a la que sustituye. La caja con acabado brillante y el mástil satinado también lucen un tenue tratamiento shaded edgeburst, y el delicado espolvoreado de color de la tapa de pícea torrefactada ligeramente oscurecida añade una elegante pincelada vintage. El conjunto de complementos incluye un nuevo y refinado diseño de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, golpeador y perfiles de falso caparazón de tortuga, roseta de anillo sencillo de abulón, fileteado en arce y color negro y clavijas de afinación Taylor de níquel.
En cuanto a la oferta de modelos, esta serie renovada llega de inicio con dos estilos de caja, la Grand Auditorium 514ce y la Grand Concert 512ce. Probablemente, en el 2023 se les sumarán otras opciones. (Nota al pie: la 517 Builder’s Edition actualmente disponible seguirá siendo la misma, y mantendrá la combinación de caoba y pícea torrefactada con todos sus complementos).
Vale la pena señalar que el volumen y la riqueza del sonido de estas guitarras pueden resultar especialmente impresionantes en la versión Grand Concert, ya que esta caja es más pequeña. Andy la tocó en su sesión de demostración, y la proyección fue más que notable.
«El tono es claro, limpio y agradable, pero sale del instrumento con un volumen sorprendentemente alto y una riqueza similar a la de un piano», opina. «Aunque se trata de una Grand Concert, si me pongo a rasguear acordes responde a la perfección. Estoy encantado con el rendimiento de esta guitarra».
For more reactions to our new 500 Series guitars, see our roundup of artist feedback.
La 514ce es nuestra primera guitarra Grand Auditorium con fondo y aros de corteza de hierro roja (Urban Ironbark). Este modelo emite un sonido dulce y musculoso que combina la voz de alta fidelidad del palosanto con los medios cálidos y contundentes y el equilibrio en todo el espectro musical característicos de la caoba. Con el tono maduro de la tapa de pícea de Sitka torrefactada y las mejoras en el volumen y el sustain aportadas por el varetaje V-Class, la 514ce ofrece toda la potencia que necesitan los aficionados al rasgueo pero sin perder ni un ápice de la sensibilidad al tacto y el amplio rango dinámico que exigen los intérpretes de fingerstyle. Visualmente, la 514ce mezcla la tradición y un aire contemporáneo con complementos como el nuevo motivo de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, roseta de anillo sencillo de abulón, un leve tinte que realza los hermosos tonos rojizos de la madera Urban Ironbark y un refinado tratamiento shaded edgeburst con acabado brillante en la caja.
La Grand Concert 512ce es una de nuestras primeras guitarras con fondo y aros de corteza de hierro roja maciza (Urban Ironbark). Se trata de una madera densa y dura con una respuesta rica y sofisticada que une los graves profundos y el toque de alta fidelidad del palosanto de la India a la rotundidad y definición de medios de la caoba. La combinación de fondo y aros de Urban Ironbark con tapa de pícea de Sitka torrefactada aporta un tono cálido y maduro con un carácter similar al de un piano y un excelente equilibrio en todo el espectro de frecuencias. Esta guitarra electroacústica compacta está equipada con el varetaje V-Class para llenar el espacio de interpretación con una proyección asombrosa, un sustain floreciente y un sonido con tanto músculo como sensibilidad a un tacto suave. El conjunto de complementos incluye el nuevo motivo de incrustaciones Aerial en acrílico italiano, roseta de anillo sencillo de abulón con recorte en arce y color negro y un tratamiento shaded edgeburst elegantemente sutil.
Koa hawaiana de altísima calidad, acabado mate ultrafino y una voz cautivadora: un trío de ases para un nuevo sonido, aspecto y sensación irresistibles
El ilustre legado de la koa hawaiana está profundamente entrelazado con la historia de las propias islas de Hawái. Esta especie nativa (Acacia koa) y exclusiva de ese rincón del mundo ha sido objeto de veneración en la cultura hawaiana durante siglos. La koa tiene un significado simbólico (la palabra «koa» significa «guerrero» en la lengua local) por su importancia como recurso vital para todo tipo de aplicaciones, desde armas, cuencos, canoas, remos y tablas de surf hasta ukeleles y las steel guitars popularizadas por el pionero musical hawaiano Joseph Kekuku a finales del siglo XIX.
De hecho, el uso de la koa para la creación de instrumentos musicales fue su principal carta de presentación más allá de las islas. Las hipnóticas y encantadoramente parsimoniosas melodías hawaianas que suelen salir de esas steel guitars acabarían migrando al continente americano a principios del siglo XX, cuando los músicos hawaianos recorrieron los Estados Unidos ejerciendo como embajadores culturales. El público estadounidense quedó fascinado por la música hawaiana, que se mezcló con otros géneros populares en el país como el ragtime, el country o el blues sureño. Durante los años 20, empresas de guitarras como Weissenborn y Martin empezaron a producir instrumentos de cuerda construidos con koa, lo cual favoreció su propagación por los Estados Unidos. Sin embargo, el furor por la música hawaiana decayó en la década de los 30, de manera que el uso de la koa para instrumentos también disminuyó y los fabricantes de guitarras volvieron a las maderas tradicionales, como el palosanto y la caoba.
A mediados de los 70, una nueva hornada de luthiers jóvenes revitalizó el uso de la koa e impulsó un cierto renacimiento de esta especie en el mundo de la guitarra acústica. Bob Taylor construyó su primer modelo de koa en 1980, y ya en 1983 estableció oficialmente una Serie Koa en la línea Taylor. Con el crecimiento de Taylor como empresa y la reintroducción de la koa en el catálogo de maderas de Martin, esta especie recuperó su lugar en el mercado de la guitarra acústica. Ahora, más de 40 años después del primer instrumento de koa creado por Bob, es probable que Taylor sea la compañía de guitarras vinculada más estrechamente a la koa.
Joseph Kekuku. Crédito: colección Redpath Chautauqua, Bibliotecas de la Universidad de Iowa, Iowa City, Iowa
Con el paso del tiempo, nuestro uso de la koa ha experimentado idas y venidas en respuesta a factores como la disponibilidad, el coste y la capacidad para obtener madera del grado de calidad que queremos y mantener un nivel estético consistente. La verdad es que la koa maravillosamente veteada que utilizamos para las guitarras premium de nuestra Serie Koa (y que fascina a todo el que la mira) corresponde a una minoría genética que solo está presente en un pequeño porcentaje de árboles.
La Grand Concert original de Taylor, construida en 1983 para Chris Proctor con fondo y aros de koa.
La evolución de Taylor hasta alcanzar el estatus de gran fabricante ha supuesto tanto desafíos como oportunidades en la adquisición de maderas como la koa. Por un lado, nuestras necesidades de suministro son mayores que las de los pequeños constructores de guitarras, lo cual a veces nos lo ha puesto más difícil de cara a obtener un flujo constante de madera de máxima calidad para los modelos de la Serie Koa. De hecho, hubo un par de períodos (a mediados de los 90 y nuevamente a principios de los 2000) en los que tomamos la decisión de interrumpir la producción de guitarras de la Serie Koa y pasamos a utilizar la madera con más moderación y sentido estratégico de acuerdo con la cantidad disponible. En aquellas circunstancias, Taylor ofrecía tiradas más reducidas de modelos de koa de edición limitada: unas veces, con mucho veteado; otras, con un aspecto visual más modesto y un precio más accesible. Y, tras el estreno de nuestra acústica/eléctrica de cuerpo hueco T5, optamos por reservar nuestros mejores juegos de koa para la tapa de la T5 Custom y para encargos de guitarras personalizadas.
La Serie Koa volvió a la línea Taylor en el 2007. Desde entonces, ha seguido creciendo y evolucionando hasta dar lugar a un ecosistema de guitarras más amplio y diverso en cuanto a las posibilidades de trabajo con la koa, tanto en términos de los grados de calidad de la madera como de las dimensiones de las piezas que podemos cortar. Sin ir más lejos, ahí están los modelos GS Mini y Baby Taylor de koa que ofrecemos actualmente. Esas guitarras más pequeñas son ideales para aprovechar las piezas de madera que no son lo suficientemente grandes para otros modelos de tamaño completo, y eso nos permite sacar más partido a los recursos de un árbol de koa.
Por otro lado, también utilizamos láminas de koa para algunas de nuestras guitarras de madera contrachapada. Aparte de la koa contrachapada de los modelos GS Mini y Baby (cuyas tapas sí son de koa maciza), podemos laminar piezas con mucho veteado para los espectaculares fondos y aros de nuestras guitarras de koa de la Serie 200 Deluxe. Estos modelos ofrecen otros puntos de entrada dentro de nuestra línea para que los amantes de esta especie puedan acceder al mundo de las guitarras de koa.
De buen grado
En un único tronco de koa se pueden encontrar diversos grados de calidad de la madera. En muchos aspectos, el instante en el que se abre un tronco para ver su interior es el momento de la verdad que define cómo se cortará, clasificará y utilizará la madera. Nuestro objetivo siempre es hacer un uso lo más responsable posible, es decir, maximizar el rendimiento de un árbol para nuestras guitarras y minimizar el desperdicio utilizando piezas de madera más pequeñas para componentes como los perfiles, el fileteado, la roseta, etcétera. También usamos koa para algunos de nuestros soportes de pared y para las tapas de los guardapúas TaylorWare. Es más: hace poco, Bob Taylor decidió producir una edición limitada de tablas de servir de koa para Stella Falone, la empresa de utensilios de cocina de madera que creó en el 2018 para añadir valor al ébano no apto para instrumentos musicales.
Donde nacen las guitarras: planchas de koa en las instalaciones de clasificación de maderas de Pacific Rim Tonewoods
El corazón de la koa
En los últimos años, hemos estado trabajando hombro con hombro con Pacific Rim Tonewoods, nuestro socio proveedor y «cortador» de koa desde hace mucho tiempo, para hacer una inversión de futuro en el ámbito de la adquisición de koa. En el 2015, nos asociamos en una innovadora empresa conjunta (llamada inicialmente Paniolo Tonewoods y recientemente rebautizada como Siglo Tonewoods) con el objetivo de restaurar los bosques nativos de Hawái y cultivar koa en la región. (Para saber más sobre nuestra colaboración, entra aquí).
En virtud de los contratos de gestión por proyectos que firmamos con terratenientes privados en Hawái, Siglo está autorizada a cortar un número determinado de árboles de koa en una zona designada y, a cambio, invierte el valor económico de esa madera en una serie de iniciativas de desarrollo forestal. Gracias a esos acuerdos directos, hemos podido cortar más troncos de koa por nuestros propios medios. Y eso nos ha llevado a descubrir muchas más variedades de koa con una paleta de colores y una personalidad visual más ricas que lo que habíamos podido encontrar hasta el momento tratando con proveedores. Andy Powers, diseñador jefe de Taylor, estaba especialmente entusiasmado con las nuevas oportunidades que se presentaban.
«El descubrimiento de esas hermosísimas tonalidades fue tan emocionante como la primera vez que vimos que el ébano podía tener una coloración jaspeada».
«Es como el caso de una persona que ha crecido en la selva y puede distinguir todo un abanico de tonos de verde, mientras que alguien que se ha criado en un entorno urbano ve muchos menos matices», dice. «Antes, nuestro conocimiento de la koa se ceñía a lo que nos ofrecían los aserradores, pero no llegábamos a ver todo lo que los bosques hawaianos podían dar. Normalmente, lo que nos llegaba era el extremo del espectro de la koa, es decir, las piezas llamativas y muy veteadas que cuesta trabajar. Esa es la madera que muchos aserradores reservan para guitarras, mientras que la mayoría de los demás árboles de koa se destinan a otros usos. La sensación de manipular cada tronco más de cerca y descubrir todas esas hermosísimas tonalidades fue tan emocionante como la primera vez que vimos que el ébano podía tener una coloración jaspeada. La realidad es que hay una gran cantidad de koa con un sonido fantástico que no proviene de árboles con un veteado muy pronunciado. Las fibras de muchos árboles de koa crecen más rectas, como ocurre con la variabilidad genética por la que unas personas tengan el pelo rizado, otras ondulado y otras liso».
Nueva clase, nueva serie
El magnífico abigarramiento a franjas que veíamos en algunas piezas de la madera que cortábamos inspiró a Andy a tratarlas de forma diferente y diseñar una guitarra íntegramente de koa maciza con una personalidad musical distinta a la de nuestra Serie Koa.
Los juegos de koa veteada que utilizamos para la Serie Koa sugieren un tratamiento estético más lujoso y refinado. La belleza de la madera queda realzada por elementos visuales como el acabado shaded edgeburst brillante o los elegantes toques de arce en el diseño de incrustaciones Spring Vine y el fileteado de la tapa, el diapasón y el clavijero. Los modelos Builder’s Edition van un paso más allá con el apoyabrazos biselado y los destellos del abulón en las incrustaciones y el recorte de la tapa.
Andy argumenta que la Serie Koa está pensada para ofrecer un sonido de calidad equivalente a su exquisita estética.
«La voz rica y dulce de nuestras guitarras de la Serie Koa quiere reflejar esa artesanía pulida, delicada y extremadamente refinada», afirma.
«Cuando tocas la caja, puedes apreciar la textura real de la madera, la estructura del veteado, los poros».
En cambio, para este nuevo tipo de koa con veteado a franjas (que hemos clasificado con el grado de calidad «selecta»), Andy quería crear una estética más orgánica y sacarle una respuesta más directa y dinámica a la madera.
«Yo pensaba en esta guitarra desde fuera hacia dentro», comenta. «Para empezar, quería centrarme en la conexión táctil con la madera para enfatizar la inmediatez de la respuesta. Cuando tocas la caja, puedes apreciar la textura real de la madera, la estructura del veteado, los poros. Entre el intérprete y la madera hay menos distancia, hasta el punto de que el guitarrista puede sentir la calidez de su superficie».
Con esta filosofía, Andy optó por un acabado mate ultrafino de poro abierto en lugar de un tratamiento brillante. Aparte de sus beneficios táctiles, el acabado fino influye notablemente en el sonido del instrumento. (En la caja lateral te explicamos más cosas sobre el impacto del acabado en la voz de una guitarra). Andy combinó este acabado con una ligera variación en el varetaje V-Class del fondo para crear un sonido un poco más vivo y menos filtrado que el de nuestros modelos de la Serie Koa.
«Estas guitarras mantienen la dulzura única y los bellísimos medios de la koa, pero aportan un ataque más directo y contundente y una respuesta más natural», valora Andy. «Un acabado tan fino es más transparente en términos de amortiguación y compresión, y transmite con más nitidez los aspectos táctiles de la interpretación: la pulsación de los dedos, el contacto de la púa sobre las cuerdas, los sutiles matices del sonido natural de un guitarrista. Me gusta pensar en este diseño como una versión de una guitarra de koa que responde al intérprete con más fidelidad y le ofrece más control sobre su sonido».
La influencia del acabado en el sonido
En Taylor, utilizamos diferentes tipos y espesores de acabados para la caja de nuestras guitarras. Dejando a un lado el aspecto visual, el espesor y la densidad del acabado (junto con otros factores como el varetaje y la especie de la madera) son ingredientes importantes en la receta sonora de un luthier.
La aplicación del acabado a la madera añade un efecto de amortiguación al instrumento. Según Andy, se trata de un buen recurso para calibrar la voz de una guitarra, siempre que el espesor se mantenga dentro de un rango específico.
«Cuando algo se pone en movimiento, genera una mezcla de los elementos del sonido que te interesan (la parte musical, el patrón de vibración regular) y un componente de ruido que no te interesa», explica. «Se trata de una distorsión mecánica de la vibración que tiende a manifestarse como una serie de frecuencias muy altas débiles e irregulares. Esa distorsión puede hacer que una guitarra suene estridente, áspera y casi metálica en algunos casos. Si aplicas la cantidad correcta de acabado en la superficie, consigues evitar ese ruido y reforzar la parte musical de la vibración para que ponga la estructura en movimiento».
Andy también señala que un acabado excesivo puede provocar una cierta pérdida de musicalidad, ya que el contenido armónico agradable al oído queda filtrado. En la otra cara de la moneda, una guitarra acústica completamente «cruda» y sin acabado tampoco sonará bien.
«La madera de una guitarra acústica en bruto no suele aportar suficiente amortiguación como para bloquear las vibraciones de sonido áspero», aclara. «Ese efecto suele asociarse a los materiales artificiales o sintéticos. Si el factor de amortiguación cae fuera de un rango musicalmente agradable, el sonido será molesto y rasposo porque el material no favorece las vibraciones musicales sobre las no musicales. El movimiento puede ser muy amplio, pero la combinación de frecuencias “buenas” y “malas” da lugar a un sonido general poco grato».
Mientras improvisa en su taller con uno de los nuevos modelos de koa que ha diseñado, Andy recurre a una analogía con el café para describir la diferencia entre el sonido de esas guitarras y el de nuestra Serie Koa.
La K24ce Builder’s Edition (izquierda) y la 724ce
«Un instrumento de la Serie Koa es como un cappuccino perfectamente preparado: suave, delicioso y muy bonito de ver», compara. «Y, por definición, también es una mezcla de todos los ingredientes que lleva. Estas nuevas guitarras de koa serían como la quintaesencia del café, sin más: un grano de primera calidad bien tostado, simplemente infusionado y presentado con cero florituras para ofrecer la experiencia más pura posible. Te da todo el sabor con un filtrado mínimo. Traducido a una guitarra, si a eso le sumas una sensación táctil tan cálida y seductora como la de estos modelos, lo que obtienes es un instrumento capaz de inspirarte musicalmente de una forma única».
Estéticamente, Andy buscaba que los complementos de la guitarra reflejaran su personalidad musical.
«La idea era conservar los complementos tradicionales, pero dando protagonismo a materiales naturales, así que elegimos palosanto para los perfiles y concha auténtica para las incrustaciones», dice. «Por otro lado, quería que esas incrustaciones fueran discretas y no demasiado recargadas en cuanto a ornamentación».
El diseño de incrustaciones, llamado Fountain, presenta un patrón sobrio y elegante elaborado con madreperla. Otros detalles decorativos son los perfiles de palosanto de la India (con boca perfilada), roseta de paua con toques de palosanto y arce, recorte de la tapa también de palosanto y arce, golpeador de arce con tinte oscuro y clavijas de afinación Taylor de bronce pulido que armonizan a la perfección con los tonos cromáticos de la caja de koa.
Estas propuestas se incorporan a la línea Taylor en el nivel de la Serie 700. Sustituyen a nuestros modelos de palosanto y pícea de esta serie con la excepción de la 717e Builder’s Edition, que mantendrá la combinación de palosanto y pícea torrefactada y el resto de sus especificaciones. Inicialmente, las nuevas guitarras estarán disponibles en dos estilos de caja íntegramente de koa: la Grand Auditorium 724ce y la Grand Concert 722ce. Andy pensó que este era el posicionamiento adecuado para una nueva colección de instrumentos de koa maciza en el catálogo Taylor, que ya cuenta con otras tres series dedicadas a modelos de palosanto de la India macizo (400, 800 y 900).
Las nuevas guitarras de koa de la Serie 700 ya te están esperando en tiendas físicas y en Internet.
La familia Taylor de guitarras de koa, al completo
Este variado surtido de modelos con una arrebatadora koa veteada y una artesanía de categoría ultra-premium conforma una colección verdaderamente fabulosa. La elegantísima Serie Koa presenta una amplia gama de personalidades musicales, desde la GT compacta hasta una 12-fret muy divertida de tocar y una pareja de bellezas Builder’s Edition.
Estos modelos Deluxe, con fondo y aros de una hermosa koa contrachapada y acabado brillante en la caja, están disponibles con tapa de pícea o de koa y se distribuyen en un estuche duro.
Estas guitarras combinan fondo y aros de koa contrachapada con tapa de pícea. Para la caja, puedes elegir entre acabado satinado o un espléndido tratamiento shaded edgeburst.
Nuestra popular familia GS Mini ofrece tres modelos con tapa de koa maciza y fondo y aros de koa contrachapada. Las ediciones Plus lucen acabado shaded edgeburst en la caja y vienen en el resistente estuche AeroCase. Por su parte, el bajo impresiona tanto por su aspecto, sonido y sensación como por su excepcional comodidad de interpretación.
El desfile de los próximos modelos de Taylor viene encabezado por una candente Grand Pacific con tapa flameada y flanqueado por nuevos miembros de la familia GT
El ilustre legado de la koa hawaiana está profundamente entrelazado con la historia de las propias islas de Hawái. Esta especie nativa (Acacia koa) y exclusiva de ese rincón del mundo ha sido objeto de veneración en la cultura hawaiana durante siglos. La koa tiene un significado simbólico (la palabra «koa» significa «guerrero» en la lengua local) por su importancia como recurso vital para todo tipo de aplicaciones, desde armas, cuencos, canoas, remos y tablas de surf hasta ukeleles y las steel guitars popularizadas por el pionero musical hawaiano Joseph Kekuku a finales del siglo XIX.
Nuestras impresiones quedaron corroboradas por artistas, ingenieros de grabación y críticos que ensalzaron sus cualidades esenciales: un aumento del rendimiento tonal, un sustain más prolongado y una mayor concordancia armónica entre las notas (la «entonación») a lo largo de todo el diapasón. Para simplificar, este diseño hacía que nuestras guitarras sonaran mejor. Y, en opinión tanto de críticos como de músicos, incluidos numerosos intérpretes de guitarras V-Class que ahora mismo estáis leyendo este artículo, nuestros argumentos habían quedado legitimados.
Pero la promesa más importante del sistema V-Class aún estaba por cumplirse. El diseñador jefe Andy Powers veía a este proyecto como una plataforma liberadora llamada no solo a elevar la musicalidad de nuestras guitarras, sino también a dar voz a modelos individuales de manera que cada uno tuviera una personalidad más pronunciada. En última instancia, el objetivo era poner a disposición de los guitarristas una paleta de sonidos acústicos mucho más variada.
Los cuatro años que han pasado desde entonces han sido muy productivos en cuanto a sonido y han traído una transformación continua de la línea Taylor. Aparte de adaptar la arquitectura V-Class a modelos ya existentes, Andy la utilizó para crear un nuevo estilo de caja, la Grand Pacific. Esta dreadnought de hombros redondeados se desmarcaba del perfil tonal asociado a nuestra forma de caja insignia, la Grand Auditorium: mientras que el sonido de la GA era más «moderno» (diáfano, vibrante y con notas muy definidas), la GP tendía hacia el carácter tradicional de las dreadnought con un tono cálido, maduro y caracterizado por unas notas más amplias que se mezclan unas con otras. Además, el varetaje V-Class mejoraba la claridad de los graves de la GP y evitaba ese emborronamiento que muchas veces se aprecia en las dreadnought clásicas tanto en grabaciones de estudio como en conciertos en directo.
El sistema V-Class también inspiró a Andy a imaginar nuestra categoría de guitarras premium Builder’s Edition. Estos instrumentos combinan la voz V-Class característica de cada modelo con refinamientos ergonómicos pensados para mejorar la sensación y la comodidad de interpretación y ofrecer más libertad de expresión a los músicos. Desde su nacimiento, la familia Builder’s Edition ha evolucionado hasta convertirse en una imponente colección de nueve modelos con identidad propia.
Después vino la Grand Theater (GT), que no solo era una forma de caja más, sino una nueva clase de guitarra con una escala de 612,7 mm más corta que la de nuestra Grand Concert (631,8 mm). Andy adecuó su diseño V-Class a las proporciones únicas de esa guitarra y creó el varetaje C-Class™, un patrón asimétrico que da al instrumento una respuesta de graves más potente de lo que se podría esperar de su tamaño. Esta propuesta apelaba a los músicos que buscaban la sensación de agilidad de una guitarra más pequeña pero acompañada de una voz rica y plena.
Desde su posición aventajada como estilos de caja más novedosos, la Grand Pacific y la GT se han consolidado como abanderadas de la línea Taylor y han atraído a los intérpretes de nuevas formas. La versatilidad de la Grand Pacific no tiene nada que envidiar a la de nuestra emblemática Grand Auditorium, y la GT (que es lo bastante reciente como para estar todavía en proceso de descubrimiento) va en clara trayectoria ascendente a medida que los guitarristas van conociendo sus muchas virtudes, como su asombrosa comodidad de interpretación, su excelente rendimiento en las grabaciones y la expresividad y musicalidad que aporta a los intérpretes.
Partiendo de esa base, no es una gran sorpresa que la GP y la GT tengan un lugar muy destacado en nuestros lanzamientos para el año que empieza. ¡Ahí va un resumen de las novedades!
AD27e Flametop
Taylor vuelve a las raíces con una estética y sonido de aire retro
Si nos centramos en el sonido, la incorporación más llamativa a la línea Taylor es la AD27e Flametop, una Grand Pacific construida íntegramente con arce que complementa la serie American Dream con una voz muy distinta de lo que hayas podido escuchar hasta ahora en Taylor. Igual que en su momento el estilo de caja Grand Pacific supuso una notable desviación respecto al sonido moderno y de alta fidelidad por el que nuestras guitarras eran conocidas, la Flametop se adentra aún más en ese territorio sonoro más cálido y «oscuro».
El concepto de esta guitarra surgió de una confluencia de circunstancias. De entrada, en los últimos años Taylor ha tejido conexiones más profundas con músicos de Nashville, Los Ángeles y otras comunidades. Nuestro equipo de relaciones con artistas ha dedicado más tiempo a hablar con los intérpretes sobre qué les gusta y qué no les gusta de una guitarra acústica para los estilos de música que tocan. En respuesta, hemos querido presentarles la GP (y, más recientemente, la GT) como un ejemplo del menú acústico ampliado de Taylor.
Últimamente, parece que hay cada vez más músicos de diversos géneros que se sienten atraídos por los sonidos acústicos no tan cristalinos sino más bien cálidos, con tono de madera y, en algunos casos, incluso arenosos y hasta ásperos.
Teniendo en cuenta la inclinación de la Grand Pacific hacia un sonido de dreadnought más maduro, Andy Powers pensó que sería interesante usar ese estilo de caja para pintar un nuevo color sonoro con ese toque de atemperamiento, particularmente en las frecuencias agudas. También creyó que ese tipo de guitarra encajaría muy bien en nuestra serie American Dream, que tiende a una estética más «terrenal», orgánica y minimalista con rasgos utilitarios ideales para músicos de directo.
De cara a la selección de maderas, Andy era consciente de los actuales problemas de la cadena de suministro, provocados por la conjunción de las consecuencias de la pandemia y un repunte en la demanda de los consumidores. Por lo tanto, volvió a aplicar la estrategia de «cocinar con lo que hay en la despensa» que previamente había dado forma al desarrollo de la serie American Dream. Resultó que en la despensa teníamos arce, y a Andy le pareció que una guitarra con fondo, aros y tapa de esta madera podía darle el sonido que buscaba. Normalmente no usaríamos arce para la tapa armónica de una guitarra acústica porque podría resultar algo inestable, pero Andy sabía que la arquitectura V-Class permitiría controlar el movimiento de la tapa y darle la consistencia sonora apropiada (especialmente en este caso, en el que no quería una respuesta demasiado vibrante).
Otra decisión de diseño orientada a conseguir ese sonido fue la adopción de cuerdas D’Addario Nickel Bronze sin recubrimiento (.012-.053), cuya aleación exclusiva aporta otra textura sonora a la guitarra.
«D’Addario llama a este material ‘bronce niquelado’ porque tiene el color de una cuerda con entorchado de níquel, pero en realidad está a medio camino entre ambas cosas», explica Andy. «La respuesta de estas cuerdas en una guitarra acústica es verdaderamente única: para nada suenan opacas, pero tampoco tienen la presencia vibrante de un juego de cuerdas de bronce recién estrenado».
Tal como Andy detalla en la charla que mantuvimos con él, las cuerdas de bronce niquelado tienden a filtrar algunos armónicos agudos para suavizar la respuesta. Hablando desde su propia experiencia como músico de estudio, a Andy le gusta que las cuerdas de la guitarra ya hayan madurado algo antes de grabar.
«En general, prefiero que el sonido sea menos vibrante para que se escuche un poco más de madera y un poco menos de cuerda de metal», dice.
En conjunto, todas las decisiones de diseño que tomó Andy (estilo de caja, maderas, matices del varetaje, composición de las cuerdas…) le dan a la AD27e Flametop una voz con un atractivo inimitable dentro de la gama Taylor. Es un sonido más seco, robusto, visceral. O, como él mismo apunta, «con más pulmón y menos cuerdas vocales».
Un perfil tonal de estas características atraerá especialmente a los músicos que normalmente no conectan con el «sonido Taylor» porque lo perciben como demasiado brillante.
Andy traza una analogía entre las posibles reacciones de los artistas ante el peculiar tono de la Flametop y la forma en que diferentes técnicas fotográficas pueden evocar respuestas distintas.
«Imagínate una fotografía con una definición muy alta. Por ejemplo: yo he visto muchas imágenes de olas y gente haciendo surf. Los colores son ultranítidos y el foco es tan perfecto que casi se puede apreciar cada gota de agua por separado. Durante años, ese estilo de fotografía se consagró como el estándar de referencia para las fotos de surf, porque técnicamente es difícil de lograr.
«Sin embargo, a veces me atrapa más una imagen en la que los colores han quedado algo apagados, o que está un poco a contraluz y tiene el foco menos definido, porque la experiencia, el momento, se transmite de una manera más significativa y empática que con un enfoque técnicamente perfecto. El sentimiento que se captura es diferente».
Andy establece una equivalencia entre la elección de ciertas maderas, diseños, cuerdas y púas y la preferencia por una luz y un foco determinados para una fotografía.
«Hay momentos en los que buscas un tono claro, vibrante y muy definido, y otros en los que un tipo de sonido distinto funcionará mejor para reflejar la impresión o emoción que quieres comunicar», argumenta. «En cierto sentido, el resultado es más humano. Y lo mismo ocurre con la pintura: algunas obras extremadamente evocadoras buscan sugerir una emoción subyacente más que replicar el realismo de la escena».
Esta visión tiene su interés, sobre todo si pensamos que la mejora en la precisión de la afinación aportada por el varetaje V-Class puede ser inmensamente útil para aplicaciones de grabación (y aún más en el contexto moderno de la tecnología digital, en el que es posible controlar la afinación electrónicamente y las guitarras acústicas pueden acabar siendo el eslabón débil de la mezcla). Dicho esto, todos sabemos que algunas de las piezas musicales más veneradas y conmovedoras son maravillosamente imperfectas… y, en consecuencia, más humanas. Por otro lado, a los guitarristas les encanta descubrir instrumentos con una identidad sonora única y quizá hasta «defectuosa» en términos convencionales, ya que esas mismas características les inspiran otra manera de aproximarse a ellos y tocarlos.
«Es fácil que sintamos una conexión con esos ‘defectos’, porque nosotros, como seres humanos, también los tenemos», comenta Andy. «Creo que esa es la razón de que nos hagan sentir bien. Ahí hay algo con lo que podemos identificarnos y que podría ser el elemento perfecto para esa canción que queremos tocar».
En cuanto al aspecto visual, Andy se propuso vestir la personalidad sonora de la AD27e Flametop con una estética que se le ajustara. Y una tapa armónica de arce veteado era sin duda un buen punto de partida. Andy sublimó el aire desgastado de unas botas o unos vaqueros muy usados en un nuevo tratamiento tirando a oscuro bautizado como Woodsmoke («ahumado a la madera»), que combinó con un acabado shaded edgeburst y brillo satinado en la tapa, el fondo, los aros y el mástil de arce. Siguiendo la estela de otros modelos American Dream, esta Flametop presenta bordes de la caja oblicuos e incrustaciones de puntos de 4 mm en acrílico italiano. Como colofón, está equipada con la electrónica ES2 (opcional) y se distribuye en el estuche AeroCase™ de Taylor.
AD22e
La serie American Dream da la bienvenida a una nueva Grand Concert con tapa de madera dura
A Andy le encantan las guitarras de caja pequeña con tapa de madera dura, así que le entusiasmaba la idea de incorporar una Grand Concert con tapa de caoba a nuestra serie American Dream.
«Las guitarras con tapa de madera dura en una caja relativamente compacta tienen algo especial», afirma. «Son divertidas de tocar, suenan con un aire bluesero, responden bien al rasgueo de acordes y resultan perfectas para tocar jazz o fingerstyle gracias al foco controlado de la caja. Este tipo de construcción se adapta muy bien a muchos estilos musicales».
La combinación de sapele y caoba enfatiza las fundamentales para generar un sonido seco, definido y con carácter de madera. Además, el varetaje V-Class® añade a los medios una agradable rotundidad especialmente apreciable al tocar con más intensidad. En el apartado de la comodidad de interpretación, esta guitarra con bordes de la caja oblicuos es un caramelo para la mano del mástil gracias a la longitud de escala de 631,8 mm y las cuerdas D’Addario de calibre fino de bronce fosforado con recubrimiento.
La lista de especificaciones también incluye fileteado en negro en la tapa, incrustaciones de puntos de 4 mm en acrílico italiano en el diapasón, roseta de anillo sencillo contrastada en arce y color negro, golpeador de falso caparazón de tortuga, clavijas de afinación de níquel y acabado mate fino para preservar el aspecto natural de la madera y optimizar la respuesta acústica. Esta guitarra trae la electrónica ES2 integrada y viene en un estuche Taylor AeroCase.
GTe Blacktop
Un toque de nogal para redondear la voz distintiva de los modelos GT
El nogal es una madera que hemos utilizado bastante a menudo en todos estos años. Y, como estamos intentando mantener un catálogo «sano» y equilibrado de especies obtenidas de forma responsable, actualmente tiene muchos números para ganar más protagonismo en la línea Taylor. La GTe Blacktop suma otra voz única al repertorio de guitarras GT, y no hemos podido resistirnos a darle nuestro tratamiento de color negro en la tapa.
Para describir su tono, Andy relaciona este modelo de nogal con una pariente cercana, la GT Urban Ash.
«En el marco del diseño GT, la madera Urban Ash en el fondo y los aros da a la guitarra un ataque rápido y vibrante con un porte casi flamenco. El fresno es tan liviano como la caoba y puede producir un sonido dramático, vivo y de respuesta rápida. Por su parte, el nogal es un pelín más denso y pesado, de manera que aumenta ligeramente la presencia de graves. El perfil de las notas no será tan tenso al pulsarlas, pero sí tendrá un poco más de fuerza. Si el modelo Urban Ash se parece más a una guitarra flamenca, la versión de nogal da a las notas un peso más amplio y hondo que se acerca más a una guitarra clásica».
Tal como ocurre con los demás modelos GT, las proporciones compactas y el perfil esbelto del mástil favorecen que esta guitarra sea increíblemente cómoda de tocar, y el varetaje C-Class le ayuda tanto a llenar el espacio de interpretación como a adaptarse excepcionalmente bien a la amplificación. Por lo demás, este modelo luce unos confortables bordes de la caja oblicuos, roseta en arce y color negro, incrustaciones de 4 mm en acrílico italiano en el diapasón, acabado mate fino con tapa de color negro y clavijas de afinación Taylor Mini de níquel. La guitarra también dispone de electrónica ES2 integrada y se vende con el ligero pero resistente estuche AeroCase de Taylor.
GTe Mahogany
Esta GT irradia un carácter crudo y directo con una energía fuera de lo común
La alineación del equipo GT encara el 2022 en plena forma, especialmente con el fichaje de este modelo construido íntegramente de caoba. Es una guitarra que rezuma la magia del blues por todos sus poros y responde igual de bien al fingerpicking, al rasgueo y al punteo con púa. La tapa de caoba suaviza el ataque inicial para crear una voz definida, «amaderada» y perfectamente equilibrada en todo el espectro de frecuencias. La longitud de escala de 612,7 mm contribuye a la sensación de comodidad y es una bendición para la digitación de acordes y los bendings de cuerdas. Esta guitarra también es ideal para la amplificación, ya que la compresión natural de la tapa de caoba ofrece un sonido claro y espontáneo que saca todo el jugo a la electrónica ES2 integrada.
La estética es sencilla y nada pretenciosa, con nuestro tinte Urban Sienna (utilizado inicialmente en la GT Urban Ash) y un fino acabado mate que acentúa el veteado natural de la caoba de la caja y el mástil hasta el punto de que casi podrás sentirlo al tocar. El eucalipto presente en el diapasón, el puente y el recubrimiento del clavijero añade un sutil toque de abigarramiento, mientras que los bordes de la caja oblicuos subrayan la apariencia sobria del instrumento. La GTe Mahogany también sigue los pasos de su prima Blacktop en la roseta en arce y color negro, las incrustaciones de 4 mm en acrílico italiano en el diapasón y las clavijas de afinación Taylor Mini de níquel. ¿Y qué mejor envoltorio para todo ello que nuestro popular estuche AeroCase?
GT 611e LTD
Esta GT de arce se inspira en la 618e, pero brilla con una intensa luz propia
Este modelo GT de edición limitada se podría considerar como un «bonus» para empezar el 2022 con buen pie. En esencia, se trata de una reformulación desenfadada de la Grand Orchestra 618e de arce y pícea con las proporciones compactas y más accesibles de la GT.
Andy quedó muy contento con la particular estética del rediseño que en el 2020 hizo de la 618e, con tratamiento de color Antique Blonde y el personalísimo motivo de incrustaciones Mission (sobre el cual profundizamos en nuestro artículo de portada dedicado al arte de la incrustación en el último número de Wood&Steel). Dado que el estilo de caja GT es una derivada de las curvas de la Grand Orchestra, Andy acabó cayendo en la tentación de construir una GT de arce y pícea con ese mismo look. Aunque hay que admitir que el sonido de esta guitarra no puede rivalizar con la formidable voz de su hermana mayor, el varetaje C-Class aporta una potencia y profundidad impresionantes a esa amigable configuración física que hace que la GT sea tan divertida de tocar.
«Es como adaptar la magnificencia de una Grand Orchestra a la escala de los simples mortales», resume Andy. «El resultado fusiona la comodidad, la sensación de agilidad y todo lo que nos encanta de la GT con el impacto visual de la 618».
El tratamiento Antique Blonde envuelve a esta guitarra con la belleza sutil de la 618, desde el tenue sombreado del borde de la tapa hasta los matices de oro tostado que realzan el hermoso veteado del arce en el fondo y los aros. Otros detalles que la 611e LTD ha heredado de la 618e son los perfiles de arce con recorte de koa y marfiloide, roseta de paua también con recorte de koa y marfiloide, golpeador de arce teñido y acabado brillante en la caja. La guitarra cuenta con clavijas de afinación Taylor Mini de níquel y se entrega en nuestro estuche AeroCase.
Las aventuras de Taylor en el diseño de incrustaciones son una historia de colorido, compromiso con el trabajo artesanal y sensibilidad para el equilibrio estético.
Bob Taylor está en su despacho navegando mentalmente por el medio siglo de historia del diseño de incrustaciones en Taylor, cuyo inicio se remonta a sus lejanos días como luthier adolescente. En un momento de la conversación, hablamos de la incrustación más reconocible de la empresa: el logo que lucen todas las guitarras Taylor en el clavijero. La versión original se inspiró en el logotipo de un termómetro colgado en la pared de la tienda de Lemon Grove (California) en la que nació la compañía en 1974.
«Corté cientos y cientos de esas incrustaciones con una sierra y una lima. Las dibujaba empezando por la parte inferior izquierda», recuerda Bob mientras se dirige hacia una pizarra en la pared y bosqueja el contorno del logotipo. Lo hace de memoria, aunque no ha cortado esas incrustaciones desde hace décadas. «Lo tengo tan grabado en la mente que podría empezar por esa esquina y dar toda la vuelta con los ojos cerrados».
El diseño de incrustaciones para guitarra da para una charla muy interesante: es una forma artística por derecho propio, literalmente engastada en otro arte como es la fabricación de guitarras. Aunque el enfoque estético puede ser elegantemente minimalista para que los refinados contornos y maderas de una guitarra hablen por sí mismos, la mayoría de los relatos sobre el «arte de la incrustación» gravitan en torno a imágenes altamente pictóricas, narrativas o personalizadas que demuestran una habilidad artesanal fuera de lo común. Si te interesa ese tipo de trabajo, es posible que conozcas la obra de maestros como Grit Laskin, Harvey Leach, Larry Robinson, Wendy Larrivée o el ya fallecido Larry Sife.
Corte con láser de los componentes de arce de las incrustaciones Spring Vine para los diapasones de la Serie Koa
«Hace muchos años, vi a Wendy grabando una de sus figuras de bufones hecha de bloques de perla», dice Bob, aún hoy maravillado por su talento. «Ese tipo de trabajo se ha convertido en una especie de arte perdido».
Es muy difícil resumir en un solo artículo 50 años del diseño de incrustaciones en Taylor, que merecería un libro ilustrado de gran formato. Más allá del sinfín de incrustaciones que Taylor ha creado a lo largo de los años, hay muchas historias que vale la pena explorar. Un tema interesante sería la evolución de nuestros métodos artesanales, desde los primeros días en que Bob cortaba a mano la perla con una sierra de joyería hasta la integración de tecnología CAD/CAM, CNC y láser en nuestro desarrollo de productos. Otro podría ser la cronología de las sensibilidades estéticas que han ido tomando forma en Taylor y los estilos que han cambiado con el paso del tiempo o por decisión estratégica. Y, por supuesto, ahí están las personas que durante todos estos años han aportado sus capacidades y perspectivas artísticas únicas al equipo de diseño de Taylor. En ese desfile estarían desde el longevo tándem formado por Bob y su socio creativo Larry Breedlove hasta el portentoso diseñador Pete Davies Jr. (creador de algunas de las incrustaciones más impactantes de Taylor) pasando por nuestro actual «arquitecto» de guitarras Andy Powers, cuyos minuciosos detalles visuales armonizan la personalidad musical del instrumento con sus rasgos estéticos.
La función protectora de las incrustaciones
Además del atractivo ornamental de este arte, algunas incrustaciones, como las de la roseta, juegan un papel práctico para evitar la aparición de grietas en una guitarra acústica.
Dado que la boca está cortada en la tapa, hay partes de la madera expuestas tanto en el eje vertical (mirando hacia el puente y el mástil) como en el horizontal (hacia los aros de la guitarra). Las superficies del eje vertical pierden y acumulan humedad más rápidamente que las del eje horizontal. Por lo tanto, la incrustación de una banda de material alrededor de la boca evita que las diferentes velocidades de absorción provoquen grietas en esa zona de la tapa.
El fileteado con incrustaciones alrededor del borde interior de la tapa tiene una función similar. Este era el propósito original del fileteado en los violines. Sin embargo, los orificios en forma de f de un violín no suelen tener fileteado con incrustaciones porque la forma es demasiado compleja. En consecuencia, la mayoría de los violines antiguos presentan cierto grado de agrietamiento, normalmente en las muescas centrales de los orificios en f.
La apasionante historia del arte de la incrustación
Para poner en perspectiva las particularidades del diseño de incrustaciones en Taylor, es bueno ofrecer un poco de contexto sobre la historia de este arte en la construcción de instrumentos musicales. El legado de esta disciplina aplicada a las guitarras acústicas con cuerdas de acero refleja una fascinante polinización cruzada de diferentes tradiciones que se remontan a medio milenio. A lo largo de los siglos, el mundo del violín pasó por varias idas y venidas en cuanto a ornamentación. Durante el período barroco, por ejemplo, la mayoría de los violines presentaban muchos elementos decorativos. Pero, con el tiempo, ese enfoque se fue destilando hasta llegar a un punto en que ya no se incluían incrustaciones en el diapasón. En lugar de ello, los luthiers empezaron a centrarse en complementos específicos como el fileteado con incrustaciones.
«El tratamiento de los filetes y los bordes era el vehículo a través del cual un constructor podía mostrar sus habilidades», explica Andy Powers, diseñador jefe de Taylor. «La cuestión era exhibir la perfección del fileteado y lucir el talento artístico en el corte y la unión de las partes teniendo en cuenta el tamaño, la proporción y el aspecto de las juntas».
En el caso de la guitarra, si retrocedemos hasta la tradición de los laúdes o ouds encontraremos piezas extremadamente ornamentadas, aunque también había instrumentos modestos para los músicos «callejeros» de cada época.
Los constructores de guitarras clásicas siguieron el ejemplo del violín: prescindieron de adornos en el diapasón y, para demostrar su refinamiento, se centraron en el fileteado y en los hermosos y detallados mosaicos de las rosetas.
En Estados Unidos, los fabricantes de banyos (y especialmente los de la época del Dixieland de los años 20) adoptaron un estilo más llamativo con incrustaciones elaboradas incluso en el diapasón. Y, poco después, los constructores de guitarras acústicas con cuerdas de acero también se apuntaron a esta estética para atraer a los intérpretes de banyo. A la vanguardia de esa tradición estaban Gibson y Epiphone, que hacían banyos y guitarras.
«Si te fijas en los primeros banyos y mandolinas Gibson con incrustaciones elaboradas, no es difícil ver que solo faltaba un pequeño paso para empezar a añadir esos tratamientos a las guitarras», comenta Andy. «Esas incrustaciones se aplicaron a algunas guitarras con tapa plana, pero tanto Gibson como Epiphone se volcaron en la construcción de guitarras con tapa curvada, que eran más utilizadas por los músicos que venían del mundo del banyo. Muchas veces, esos instrumentos presentaban los elementos visuales Art Déco que eran populares en aquel momento y que remitían a la estética vibrante y ostentosa de la era del jazz. Y, en última instancia, esa prominencia visual quería enfatizar aún más la creciente importancia de la guitarra en una banda».
El diseño de incrustaciones Engraved Victorian de los modelos de edición limitada de la Serie 400
Breve historia de las incrustaciones en Taylor
Bob Taylor cuenta que, en los albores de la empresa a mediados de los años 70, la aplicación de incrustaciones a las guitarras le resultó muy gratificante a dos niveles: no solo era una forma de afinar sus habilidades como joven artesano de la madera, sino que también le servía para sacar un poco de dinero extra para pagar el alquiler del local.
«Si añadía una tapa con bordes de abulón y otras incrustaciones, podía subir el precio de una guitarra de 600 dólares a 900», dice.
Una de las primeras influencias artísticas de Bob en el diseño de incrustaciones fue el fabricante de banyos Greg Deering. Le conoció en la tienda de guitarras American Dream, en la que Deering trabajaba como reparador cuando Bob empezó. Deering también desempeñaría la misma función durante un corto período en la primera etapa de Taylor Guitars, antes de establecerse por su cuenta para fundar Deering Banjos.
«Para mí, fue un golpe de suerte que Greg trabajara en la tienda y luego montara su propio negocio, porque es un diseñador de incrustaciones fabuloso».
Muchas de las primeras ideas de Bob se inspiraron en elementos visuales de la vida cotidiana («como un azulejo mexicano») o en diseños tradicionales que tienden a funcionar bien en guitarras, como hojas, enredaderas y otros motivos vegetales.
«Las hojas pueden quedar muy bonitas tanto grabadas como cortadas. En nuestros inicios, cuando trabajábamos a mano, podíamos hacer cortes profundos en las hojas. Pero cuando empezamos con la tecnología CNC eso no era posible, porque no había cortadores lo suficientemente buenos para ese tipo de cosas: tenían un diámetro bastante grande y se perdía mucho detalle. Más adelante, los cortadores fueron mejorando y recuperamos algo de ese trabajo fino».
Larry Breedlove deja su huella
En 1983, un hábil artesano y luthier llamado Larry Breedlove empezó a trabajar en Taylor. Su colaboración con Bob durante los siguientes 30 años definiría la estética elegante que el público asocia directamente con nuestras guitarras, desde las suaves curvas de la familia de estilos de caja Taylor hasta el contorno de nuestro emblemático puente y muchas de las incrustaciones que nos han identificado. Breedlove aportó una sensibilidad orgánica, arquitectónica y escultórica muy personal a la forma de la guitarra. Su amor por la madera y la creación de muebles innovadores inspiró su enfoque del diseño de guitarras acústicas.
«Larry era como un constructor de muebles moderno», rememora Bob. «Hacía muebles más bien angulares, pero al estilo del modelo de mecedora de Sam Maloof. Su obra tenía el toque natural de un Gaudí, pero no hacía pensar en un árbol o una rama. Era algo más esculpido y refinado, entre lo orgánico y lo mecánico. Sus ideas en cuanto a la forma eran muy hermosas, y esa estética funcionaba perfectamente para los tipos de incrustaciones que diseñábamos. En cierto sentido, lo que hicimos fue modernizar algunas de las antiguas incrustaciones para banyo».
Breedlove también asumió gran parte del diseño de incrustaciones personalizadas que empezó con la serie Artist de Taylor a mediados de los años 80. Entre otras cosas, esa serie introdujo tratamientos de color revolucionarios para artistas como Prince, Kenny Loggins o Jeff Cook, de la banda Alabama. Y, por el camino, Breedlove fue adoptando materiales alternativos para ampliar la paleta cromática de sus incrustaciones.
Nuevas herramientas, nuevos diseños
La década de los 90 fue una época de transformación para Taylor Guitars en muchos sentidos. En primer lugar, la popularidad de las guitarras acústicas revivió después de diez años de letargo comercial, gracias en parte al programa de televisión por cable MTV Unplugged. Después de una era dominada por los sintetizadores, las baterías electrónicas y el hair metal, unas cuantas estrellas del rock reconvirtieron algunos de sus éxitos a interpretaciones intimistas, y las guitarras acústicas volvieron a ponerse de moda. De hecho, muchos rockeros se llevaron la grata sorpresa de que el cómodo y estilizado mástil Taylor no estaba para nada alejado del tacto de una guitarra eléctrica. Otros grupos emergentes, como la Dave Matthews Band, le dieron a la guitarra acústica un lugar capital en su música (y el hecho de que las Taylor se convirtieran en un pilar de las actuaciones en directo de Matthews desde los años 90 no nos molestó para nada…).
Durante ese resurgimiento de nuestras guitarras, Taylor fue incorporando herramientas y tecnologías de vanguardia a los procesos de diseño, desarrollo de productos y fabricación. Las fresadoras controladas por ordenador y la tecnología láser permitieron trabajar a otro nivel de precisión y consistencia en la producción de guitarras, y también cambiaron las reglas del juego en la creación de incrustaciones. Las piezas de perla o abulón (y las cavidades en las que se encajaban) se podían cortar con más exactitud gracias a las fresadoras CNC.
«La llegada del CNC nos permitió diseñar incrustaciones más atractivas para nuestras guitarras de gama alta», explica Bob. «Podíamos encargar el corte de las incrustaciones a proveedores independientes, porque sabíamos que siempre encajarían en una cavidad tallada con CNC. Era como comprar un carburador para el coche: al sacarlo de la caja, sabes que podrás instalarlo sin problemas. Hasta aquel momento, cada incrustación era prácticamente un trabajo empezado desde cero».
La tecnología láser también abrió la puerta a nuevos materiales más allá de la concha tradicional, entre ellos diversas maderas y productos sintéticos como Formica® o ColorCore®. Gracias al minúsculo diámetro de un rayo láser (0,20 milímetros) y a la precisión del movimiento, esta herramienta también se podía utilizar para grabar detalles más refinados en ciertos materiales como la madera o el acrílico.
A mediados de los 90, Taylor avanzaba a un ritmo imparable impulsada por el exitoso lanzamiento de la Grand Auditorium, y se decidió destinar más recursos creativos al diseño personalizado y al trabajo de las incrustaciones. Hacia el final de la década, la capacidad de la empresa para aplicar diseños visualmente atractivos a modelos estándar, personalizados y de edición limitada ya había aumentado notablemente. Por otro lado, las relaciones con artistas populares que Taylor había ido cultivando activamente estimularon la adopción de nuevas herramientas de diseño. La idea era crear una serie de incrustaciones con un carácter más pictórico para guitarras personalizadas y otros modelos especiales con motivos visuales exclusivos.
Uno de los diseños temáticos más elaborados de aquella época fue el de la guitarra Cujo (estrenada en 1997), construida con fondo y aros de nogal veteado que procedían de un árbol traído de una granja del norte de California. La historia era que ese árbol había aparecido en varias escenas de la adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King Cujo (1983), que trataba sobre un San Bernardo al que muerde un murciélago rabioso y acaba aterrorizando a una madre y su hijo. Las incrustaciones, que incluían concha, varias maderas y otros materiales, reflejaban elementos narrativos del relato: el perro, el murciélago, un granero y el propio nogal. La coherencia de la tecnología utilizada para crear esas incrustaciones nos permitió producir una serie de 250 guitarras.
Incrustaciones para el diapasón de la guitarra Cujo
Otro artista clave durante ese período fue un joven talento llamado Pete Davies Jr. Llegó a Taylor en 1999 recién salido de la escuela de diseño, y tenía un don innato para crear imágenes fácilmente adaptables a incrustaciones pictóricas muy atractivas (los seguidores veteranos de Taylor seguro que reconocerán su trabajo). Entró por la puerta grande con el diseño de las carpas koi para la guitarra de edición limitada Living Jewels, la primera propuesta de lo que acabaría convirtiéndose en nuestra serie Gallery. Las coloridas carpas koi «nadaban» a lo largo del diapasón y alrededor de la boca de la caja de arce veteado y pícea de Sitka teñida de azul para simular el tono del agua. Para sus incrustaciones, Davies utilizaba materiales sintéticos como ColorCore, falsa perla y compuestos de turquesa, piedra y coral molidos y mezclados con resina. Las guitarras de la serie Gallery eran visualmente deslumbrantes. El modelo Sea Turtle presentaba tortugas marinas en el diapasón y una tortuga separada con una medusa en el fondo de arce claro veteado, mientras que la guitarra Grey Whale, la tercera edición limitada de la colección, lucía incrustaciones de ballenas y una increíble roseta con un galeón que navegaba por el borde de la boca.
Incrustaciones de carpas koi en el diapasón y alrededor de la boca.
El diapasón de la guitarra Sea Turtle
Incrustación del fondo de la guitarra Sea Turtle perteneciente a la serie Gallery
Otra impresionante creación de Davies adornaba la guitarra Liberty Tree, construida con madera de un tulípero de 400 años que en 1776 sirvió como punto de reunión de los patriotas en Annapolis (Maryland) durante la Revolución Americana. El diseño de Davies conmemoraba el significado histórico del árbol con una imagen de la primera versión de la bandera estadounidense posrevolucionaria en el clavijero, una representación del pergamino enrollado de la Declaración de Independencia grabada con láser desde el diapasón hasta la tapa armónica, y una roseta con 13 estrellas (en referencia a las colonias originales) y un estandarte de la época colonial que comienza en el borde del diapasón y se despliega hacia la boca. La importancia histórica de la madera y la excelencia de las incrustaciones que la honraban hicieron de esa guitarra algo realmente especial.
Incrustaciones y roseta de la guitarra Liberty Tree
La incrustación Running Horses de koa y arce con corte láser
Davies nos dejó otros diseños personalizados para modelos de edición limitada, como las incrustaciones de llamas (en madera) en el diapasón y alrededor de la boca de nuestra guitarra Hot Rod (HR-LTD) inspirada en los coches deportivos clásicos, los hermosos caballos en arce y koa para el modelo Running Horses (RH-LTD), o un pelícano elaborado con koa, nogal, madera satinada y mirto.
Después de cinco años con nosotros, en el año 2004, Davies decidió abandonar la empresa para continuar con su carrera. Lamentablemente, falleció en el 2014 a la edad de 37 años.
Una incrustación personalizada y cortada a mano por Andy Powers antes de entrar en Taylor
El modelo Jumbo Rick Nielsen Signature de arce, diseñado para el guitarrista solista de Cheap Trick con un acabado completamente negro y decorado con un patrón de incrustaciones que imita el efecto de un tablero de ajedrez «en explosión»
Una incrustación con el diseño de un montacargas en el diapasón de la guitarra Pallet
La guitarra Hot Rod diseñada por Pete Davies Jr.
La guitarra Pelican, con incrustaciones en forma de pelícano diseñadas por Pete Davies Jr. y elaboradas con piezas de koa, madera satinada, nogal y mirto cortadas con láser
El modelo conmemorativo de John Denver, que presenta incrustaciones con piezas de koa, arce, nogal y palo amarillo cortadas con láser
Un nuevo compromiso con el diseño de guitarras
En el momento de la marcha de Pete Davies Jr., Taylor había pasado por un período de importante crecimiento y había elevado el listón artístico con sus numerosas incrustaciones para músicos famosos y para otros modelos de edición limitada. Ya sin Davies en el equipo, Bob Taylor, Larry Breedlove y otros miembros del departamento de desarrollo de productos consideraron cuál debía ser el camino a seguir, sopesando los pros y los contras de continuar con aquel enfoque estético e invertir en un sólido programa de guitarras personalizadas.
«Habíamos apostado por esa estrategia, hicimos algo de negocio y en su momento fue genial, pero yo empecé a tener la sensación de que nos estábamos estancando», admite Bob. «La idea era que fuera algo rentable. Siempre había un par de clientes que querían guitarras auténticamente excepcionales sin siquiera mirar el precio. Pero, incluso con lo que les cobrábamos, la verdad es que no nos salía a cuenta. Además, el coste de oportunidad era muy alto, porque teníamos que dejar a Larry encadenado a un trabajo de diseño personalizado durante varios meses».
«No quería que a Andy se le conociera en Taylor como a un crack de las incrustaciones, sino como a alguien consagrado a potenciar las posibilidades del instrumento».
Bob Taylor
Entretanto, Taylor seguía innovando con sus diseños de guitarra. En el 2005, la empresa lanzó la acústica/eléctrica de cuerpo hueco T5. Un año después llegó el estilo de caja Grand Symphony diseñado por Bob y Larry Breedlove, luego vinieron otros nuevos modelos como una guitarra barítono de 8 cuerdas, y en el 2010 nació la GS Mini, también obra de Bob y Larry.
Por aquella época, Bob estaba en conversaciones con un prometedor luthier local llamado Andy Powers sobre la posibilidad de su fichaje como diseñador de la nueva generación de guitarras Taylor. Andy firmó con la empresa y empezó oficialmente en enero de 2011.
«Con la llegada de Andy, tomamos la decisión consciente de no concentrarnos en hacer negocio con guitarras personalizadas con muchas incrustaciones», declara Bob. «Andy es un constructor extraordinario, y yo tenía la intención de reenfocar nuestro concepto de calidad hacia la guitarra como instrumento musical más que como una pieza de orfebrería. Para crear unas incrustaciones tan artísticas hay que ponerle mucha energía a la gestión del talento y los recursos necesarios. En aquel momento, pensamos que lo que tocaba era optar por un estilo elegante y alejarnos de las temáticas que habíamos trabajado en años anteriores».
Bob señala que, irónicamente, Andy no solo es un magnífico luthier, sino que también es capaz de crear incrustaciones muy pictóricas.
«Hacía cosas increíbles, como tigres caminando por la guitarra. Pero yo no quería que a Andy se le conociera en Taylor como a un crack de las incrustaciones, sino como a alguien que construía guitarras mejores que las que hacíamos en Taylor antes de su llegada y que estaba consagrado a potenciar las posibilidades y la durabilidad del instrumento. Los dos creíamos que eso era lo mejor que les podíamos ofrecer a nuestros clientes».
Incrustación del golpeador de la serie Presentation
La epifanía de Andy
Andy está orgulloso de las incrustaciones personalizadas que hizo para sus guitarras antes de entrar en Taylor. Y tiene razones para ello. Su catálogo no solo es visualmente asombroso, sino que todas sus obras fueron dibujadas y cortadas exclusivamente a mano.
Un elaborado diseño de un tigre y un dragón para un ukelele personalizado construido por Andy Powers antes de entrar en Taylor
«Yo siempre había admirado la tradición de la incrustación manual. Me encantaba trabajar con una sierra de joyero y limas pequeñas; perfectamente podría haberlo hecho igual en el siglo XVIII».
Andy aprecia paralelismos entre el tipo de ornamentación que sus clientes le encargaban y el arte del tatuaje contemporáneo.
«Solo tienes que pensar en la variedad de los tatuajes que la gente se hace. Se ve de todo, desde los nombres de los hijos hasta representaciones de historias de vida, inspiraciones, lemas, creencias… Muchas personas se acercan al arte de la incrustación de una forma parecida: quieren que ese instrumento único cuente su historia, una experiencia, un momento difícil, un éxito, un fracaso. A mí eso me gustaba mucho, porque me interesa la parte humana de este trabajo».
A Andy también le estimulaba el desafío artístico de encontrar una manera de representar gráficamente una historia personal dentro de las limitaciones del medio y de los materiales aptos para la labor manual. Pero, después de recibir en su tienda la visita de nada menos que el ya desaparecido Bill Collings, de Collings Guitars, empezó a reevaluar su concepción de las incrustaciones.
«El diseño de las incrustaciones ya debería dar una idea de la sensación y el sonido de la guitarra».
Andy Powers
«Bill se quedó mirando una guitarra que estaba construyendo para un cliente», evoca Andy. «Había pasado semanas trabajando en un motivo de incrustaciones muy elaborado y del cual estaba muy orgulloso. Entonces, Bill se gira hacia mí y me dice: ‘esto es precioso. Pero, si yo fuera tú, empezaría a pensar en quién heredará esta guitarra después de su primer dueño, porque los músicos querrán tocar este instrumento durante mucho más tiempo del que crees’. Me quedé reflexionando durante un largo silencio antes de responder. Le dije: ‘en otras palabras, el tema es que no querrías tener tatuado en tu brazo el nombre de la madre de otra persona, ¿no?’. Y él contestó: ‘exactamente’».
En los años siguientes, Andy tuvo ocasión de corroborar el acierto de esa observación, ya que vio cómo algunas guitarras que había construido pasaban de sus clientes a sus hijos.
«Una vez, la persona que recibió uno de esos instrumentos me dijo: ‘la guitarra me encanta, pero esta es la historia de mi padre, no la mía’. Después de esa experiencia, me incliné hacia el lado tradicional del arte de la incrustación y me centré en ciertos diseños que tienen un atractivo más universal. Y, por supuesto, los temas clásicos (motivos vegetales, formas más impresionistas, etcétera) nunca dejan de funcionar».
Hace unos años, Andy viajó a la ciudad italiana de Cremona, donde tuvo el privilegio de ver de cerca un bellísimo violín Stradivarius.
«Tenía mucha ornamentación, lo cual no era habitual», recuerda. «Había partes pintadas a mano y otros elementos tallados y rellenados con masilla contrastante. Aunque estrictamente no eran incrustaciones, el efecto visual era parecido. Se trataba de un motivo vegetal con unas líneas que resultan tan elegantes hoy como en el siglo XVIII. Y pensé: ‘vaya, esto sí que es un concepto hermoso de la ornamentación’».
El proceso, desde dentro
Andy Powers recorre el proceso de desarrollo de una incrustación y su preparación para la producción, desde los bocetos a lápiz hasta el producto terminado.
Tal como suele hacer con muchos otros aspectos de sus guitarras, normalmente Andy empieza a esbozar sus ideas de incrustaciones a lápiz (en concreto, le encantan los lápices Blackwing). A continuación, nos explica algunos pasos del proceso de preparación de las incrustaciones para la producción.
«Para empezar, tengo en cuenta ciertos criterios sobre la guitarra en sí. Por ejemplo, si sé que es una guitarra moderna, opto por un diseño con puntos porque no quiero que parezca demasiado pesada. A partir de ahí, bosquejo varias ideas y luego las voy modificando con papel de calco o vitela hasta llegar a lo que será la forma esencial, algo que tenga el ADN adecuado para esa guitarra. A veces, también hago algún retoque con el ordenador. Cuando ya tengo las proporciones, el tamaño y las curvas, empiezo a trabajar con el diseño en formato CAD/CAM para crear una geometría fija a partir del boceto.
Normalmente, mi siguiente paso es cortar las incrustaciones a máquina yo mismo. Si se trata de una pieza de concha, en ocasiones trabajo con Dave Jones [programador de incrustaciones de Taylor] para cortar el material final. Yo suelo recurrir al láser, que es bastante rápido y fácil de usar. Y siempre puedes hacer ensayos previos con materiales más baratos que la concha, como una prueba con un trozo de plástico incrustado en una pieza de madera para confirmar que tienes las curvas correctas y el aspecto visual que buscas. Las máquinas nos permiten asegurarnos de que la geometría funciona bien, la herramienta no falla y tampoco hay interrupciones en el diseño por ordenador, porque el delineado de curvas para el trabajo con CNC es un arte en sí mismo. La mayoría de la gente no sabe lo que es una trayectoria mecánica de ese tipo, pero una máquina solo puede crear puntos y formas geométricas entre ellos.
Cuando defines una ruta a seguir por una máquina, es posible que tengas cientos de segmentos individuales enlazados en la geometría para que la herramienta pueda cortar la pieza. Es todo un reto, pero me encanta».
Finalmente, Dave Jones, miembro de nuestro equipo de desarrollo de productos, termina el trabajo en CAD/CAM para estabilizar el diseño, programar la fresadora CNC o láser y prepararlo todo para la producción. Dependiendo del material y del diseño, algunas incrustaciones se cortan directamente en Taylor y otras (generalmente las de concha) se envían a empresas externas como Precision Pearl o Pearl Works para que las trabajen con CNC según nuestras especificaciones precisas.
Por otro lado, también es necesario programar una fresadora CNC para cortar las cavidades en las que se encajarán las incrustaciones.
«Después de todo esto, creamos otra geometría independiente derivada de la primera», continúa Andy. «Siempre hay que hacer algunos cambios: no puedes pensar en un encaje con fricción perfecta, porque un trozo de madera necesita espacio para hincharse o contraerse. Y ya sabemos que no se puede usar una herramienta giratoria para cortar una esquina interna. Así que, si tu diseño converge en un punto, no puedes cortar en ese punto, sino fuera de él. Por lo tanto, hace falta una geometría separada que te deje espacio en ese lugar».
Cuando una nueva incrustación (y especialmente las más complejas o laboriosas) entra en la línea de producción, Andy o Dave Jones colaboran con nuestros artesanos para garantizar una ejecución fluida y eficiente.
«Lo más importante en el montaje de las incrustaciones es estar presente en todo el proceso y ser consciente de lo que se está haciendo en cada momento», explica Jones.
Un trabajo particularmente fino es la incrustación de paua del golpeador de nuestra serie Presentation.
«Es complicado por su delicadeza», dice Dave Jones. «La lámina de palosanto del golpeador tiene menos de medio milímetro de grosor. Las incrustaciones de paua son de medio milímetro, lo cual permite cortarlas con láser. El encaje tiene que ser perfecto. Para terminar, se le da un último y cuidadoso tratamiento y se pasa de nuevo por el láser para pulir el producto acabado. Todo ello refleja el nivel de compromiso de nuestros artesanos con la calidad y el trabajo en equipo».
La filosofía de Andy en Taylor
Andy se alinea totalmente con la idea de Bob Taylor de que la estrategia creativa de la empresa debe centrarse en mejorar las guitarras desde sus cimientos en lugar de dedicarse a la personalización extrema. En la práctica, ese planteamiento ha llevado a la creación de una serie de cuidados diseños de incrustaciones para la línea de guitarras estándar de Taylor.
Desde su llegada como diseñador jefe hace una década, Andy ha revolucionado el catálogo de instrumentos Taylor refinando la sensación, el sonido y el aspecto de la mayoría de nuestros modelos e introduciendo muchas ideas nuevas. Independientemente del tipo de guitarra, la filosofía esencial es la misma: la búsqueda de un diseño holístico en el que la personalidad musical y el tratamiento estético compartan una identidad cohesionada.
«El diseño de las incrustaciones ya debería dar una idea de la sensación y el sonido de la guitarra», argumenta. «Las formas son importantes, los materiales son importantes. El peso visual, es decir, la fuerza o la sutileza del diseño, es importante».
«La caja más pequeña tiende a darle a la guitarra un carácter íntimo y elegante. Ahora, imagínatela con unas incrustaciones de madreperla en bloques grandes en cada posición. El resultado sería un diapasón exageradamente brillante y reflectante, y tendría tanto peso visual que daría la sensación de que la guitarra podría caerse del soporte en cualquier momento. El contenido visual no estaría equilibrado. Sin embargo, la incrustación Belle Fleur transmite un balance adecuado de fuerza y delicadeza con un poco de Art Nouveau, un poco de Art Déco y un poco de impresionismo estilizado. Al mirar ese diseño, me encaja con el resto de la guitarra. No hay ningún elemento que domine sobre otro. Las curvas de las incrustaciones sugieren los contornos del apoyabrazos y el cutaway biselado y de la silueta general de la guitarra. Todos los componentes reman en la misma dirección».
A veces, esta concepción estética puede presentar imprevistos en el marco de la línea Taylor. Tradicionalmente, cada serie ha compartido un conjunto de complementos (y, en la mayoría de los casos, también las maderas para el fondo y los aros), pero la diversidad de estilos de caja dentro de una misma serie puede dar lugar a personalidades sonoras muy diferentes.
En algunas situaciones, Andy se ha tomado licencias creativas para proponer diseños fuera de esas restricciones. Su colección Builder’s Edition le abrió nuevos caminos para desviarse de los parámetros de cada serie y crear piezas de tipo «montaje del director». Por ejemplo: con el estreno de la Grand Pacific, Andy decidió aplicar a los modelos 517 y 717 Builder’s Edition un esquema de complementos que quería reflejar tanto el legado de las guitarras clásicas de estilo dreadnought como la novedad de una voz musical diferente en el universo Taylor. Por esta razón, esos dos modelos compartían una sensibilidad estética y un diseño de incrustaciones que no coincidían con los rasgos de la Serie 500 o la Serie 700.
Anatomía del diseño Mission
A primera vista, el diseño de incrustaciones Mission del diapasón de las Grand Orchestra 618e y 818e parece relativamente sencillo, pero al observarlo detalladamente empiezan a aparecer matices más refinados.
Para empezar, hay dos materiales diferentes: la parte interna es de madreperla con brillo natural, y el borde exterior es de marfiloide.
«El marfiloide no tiene brillo reflectante ni el mismo tono blanco plateado que la perla, y presenta algo de veteado», aclara Andy. «La diferencia de color es muy leve y desde lejos casi no se distingue, pero el degradado entre ese blanco amarfilado cremoso y el diapasón oscuro favorece que el ojo aprecie mejor el diseño y suaviza el contraste entre el resplandor de la perla y la calidez del ébano. Este recurso añade un toque de complejidad visual que al principio pasa desapercibido».
Otro aspecto interesante de este diseño es la forma en que Andy utilizó tecnología láser para sortear las limitaciones de las guías CNC.
«Hay que tener en cuenta que, aunque estés cortando con una herramienta dirigida por ordenador, no hay manera de perfilar una esquina interior con un ángulo muy agudo usando un cortador redondo. En cambio, si trabajas a mano al estilo tradicional sí es posible conseguir esa definición, porque con una hoja de sierra los cortes agudos quedan bien rectos. Las máquinas CNC siempre dejarán como mínimo el pequeño radio correspondiente al cortador».
Sin embargo, un láser sí es capaz de cortar una esquina muy aguda, siempre que pueda atravesar el material. (Al láser le puede costar lidiar con conchas de determinados grosores, pero lo tiene más fácil con materiales como la madera, el acrílico o el marfiloide).
«Si te fijas en las incrustaciones Mission, verás que el marfiloide cortado con láser presenta esquinas afiladas», dice Andy. «La pieza central de madreperla tiene ángulos exteriores agudos para un buen encaje y una esquina interna con un pequeño radio que juega a favor del diseño. Lo que hacemos es aprovechar las características de las herramientas y los materiales para llegar a un resultado que sería casi imposible de lograr a mano de forma mínimamente consistente. El ancho de la banda de marfiloide es extremadamente coherente a nivel de diezmilésimas de pulgada. Las esquinas internas siempre estarán exactamente donde tú quieres que estén, y el radio tendrá el tamaño correcto. Esa regularidad no se consigue trabajando a mano. Creo que este es el diseño de incrustaciones en bloques del que estoy más satisfecho. Tiene mucha fuerza visual, pero no parece primitivo».
Otro caso parecido (aunque ajeno al contexto Builder’s Edition) fue el rediseño en el 2020 de la Grand Orchestra, que pasó a incluir varetaje V-Class y un nuevo juego de complementos. Las dos guitarras reinventadas, la 618e y la 818e, cuentan con un diseño de incrustaciones llamado Mission que no aparece en las series 600 y 800. Andy eligió un estilo de bloques como símbolo visual de la voz rotunda, potente e intensa de la guitarra. Pero, al mirar las incrustaciones más de cerca, se aprecia otra capa de refinado detallismo: en realidad, los bloques de madreperla están rodeados por un anillo exterior de marfiloide cortado con láser que añade un delicado elemento de degradado. (En la caja lateral correspondiente tienes más información sobre la ejecución técnica de este diseño).
«Me parece una buena elección para una Grand Orchestra», opina Andy. «Representa la idea que yo tengo de su sonido: es una guitarra poderosa, atrevida, dominante, pero por debajo de su imponente tamaño también emana una sensación de complejidad y refinamiento. Las incrustaciones, ya sean marcadores de posición o meros complementos decorativos, son una oportunidad de diseño para reafirmar la personalidad de la guitarra, puesto que todos los elementos cuentan una misma historia. Cuando miras el instrumento como intérprete, entiendes intuitivamente que las partes armonizan a la perfección. Y eso es para mí un diseño de incrustaciones bien hecho. Me gusta pensar que, dentro de cien años, un músico podría mirar esa guitarra y captar instintivamente que todo en ella es como debe ser».
Y seguro que el sonido también sería increíble.
En un próximo número de Wood&Steel, nuestro director de sostenibilidad de recursos naturales Scott Paul profundizará en las prácticas de abastecimiento de materiales como la madreperla y el abulón.
Después de décadas de esfuerzo para establecer una empresa de éxito y construir una cultura creativa, los cofundadores de Taylor, Bob Taylor y Kurt Listug, están entusiasmados con la decisión de transferir la propiedad de la compañía a los empleados. Y, de hecho, el futuro se presenta tan luminoso para Taylor como para los guitarristas.
Es lunes por la mañana en el campus de Taylor en El Cajón, California. Pero, aunque estamos en enero, hoy no se ve el habitual trajín de guitarras que cobran vida en la planta de producción. La explicación es que, al otro lado de la calle, nuestros artesanos se han reunido con todos los demás compañeros en el aparcamiento frente al almacén de envíos para asistir a un anuncio virtual dirigido a la plantilla en pleno.
Allí se ha instalado un videowall de LEDES de casi 10 metros con un reloj digital que marca una cuenta atrás. Los trabajadores llevan mascarilla y guardan la distancia de seguridad bajo el cielo azul del sur de California. En otras partes del mundo, los empleados de Taylor que están teletrabajando, incluido nuestro equipo en Europa, han recibido instrucciones para seguir la transmisión de vídeo a través de un enlace de Internet.
El anuncio se ha anticipado en tono positivo como una importante celebración para los trabajadores. Sin embargo, no se han dado detalles, así que en el ambiente flota una sensación de curiosidad y expectación.
A la hora señalada, empieza la reproducción de un vídeo con la imagen de un orgulloso Bob Taylor de 17 años sosteniendo la primera guitarra que construyó, una dreadnought de 12 cuerdas. El vídeo continúa con un repaso a la historia de Taylor comentado por las voces familiares de Bob y el cofundador Kurt Listug, que van evocando recuerdos sobre una sucesión de fotos de ellos mismos de jóvenes y de los complicados inicios de la empresa.
Un grupo de trabajadores mira un vídeo que relata la historia de Taylor antes del anuncio de la transferencia de la propiedad a los empleados. En la pantalla, un joven Bob Taylor (alrededor de 1975).
Entre otras cosas, hablan de la pasión compartida por la construcción de guitarras que les unió en la tienda American Dream y les motivó a asociarse para comprar el negocio por 3700 $ y establecerse por su cuenta cuando tenían 19 y 21 años, respectivamente. Bob y Kurt rememoran las dificultades a las que tuvieron que enfrentarse y la férrea determinación que les mantuvo remando contra corriente durante 10 años, antes de que por fin pasaran a jugar en primera división y pudieran empezar a pagarse un sueldo a sí mismos.
«Las pasamos moradas durante mucho tiempo», dice Kurt. «Tuvimos que aprender todo: cómo construir guitarras, cómo vender guitarras, cómo crear un negocio».
El vídeo sigue la evolución de Taylor hasta lo que es hoy en día. Bob y Kurt agradecen a los empleados el arduo trabajo y el espíritu de colaboración que han impulsado el crecimiento y el éxito de la empresa y han acabado definiendo su cultura única. También se refieren a las turbulencias del 2020.
«La manera de reaccionar ante la adversidad es una prueba de fuego para la cultura de una empresa», afirma Kurt, relacionando la perseverancia y la capacidad para resolver problemas de sus primeros días junto a Bob con la forma en que la compañía respondió a los inauditos desafíos del 2020. «Queremos que sepáis lo orgullosos que nos hicisteis sentir al veros a todos actuando a la altura de las circunstancias».
Bob profundiza en esa idea al destacar los éxitos del 2020, como la ágil creación y el lanzamiento de la serie American Dream, la presentación de nuestra nueva guitarra GT y la adaptación de los equipos de producción a los nuevos (y numerosos) protocolos de trabajo seguro en la era de la COVID.
«Se nos planteaban retos enormes, pero Kurt y yo sabíamos que como empresa los superaríamos e incluso saldríamos más fuertes de todo ello, porque ya lo habíamos hecho antes. Y la gente que trabaja aquí con nosotros tiene un talento y una capacidad de dedicación increíbles».
A continuación, el vídeo pasa a otro segmento en el que Bob y Kurt hablan a cámara para dirigirse a los empleados.
«Hoy es un gran día en la historia de Taylor Guitars», proclama Bob. «Un día que Kurt y yo llevamos mucho tiempo planeando».
Kurt Listug con una caja de guitarra entre manos en la tienda de Taylor alrededor de 1975
En ese punto, abordan una pregunta que cada vez les plantean más frecuentemente ahora que los dos superan los 60 años: «¿qué pasará con Taylor Guitars cuando vosotros ya no trabajéis?»
Tal como reconoce Bob, «aunque Kurt y yo aún no estamos pensando en jubilarnos, la verdad es que esa es una cuestión importante, y hoy sabréis la respuesta».
«Cualquier empresa de éxito tiene que mirar más allá de sus fundadores», interviene Kurt. «¿Quién será el propietario? ¿Quiénes serán las personas más adecuadas para pilotar la nave hacia el futuro? ¿Quién mantendrá a Taylor fiel a sus valores y preservará la cultura que nos identifica? Aunque a Bob y a mí todavía nos quedan muchos años en la empresa, queríamos asegurarnos de guiarla en la mejor dirección para garantizar su continuidad y crear las mejores condiciones para que sobreviva con éxito durante los próximos 100 o 200 años».
«Para nosotros, los ‘viejos tiempos de gloria’ son hoy y mañana».
Bob Taylor
Kurt explica los recursos habituales que tienen las empresas para planificar una transición de la propiedad, y aclara por qué ninguno de ellos les parecía viable ni a Bob, ni a él, ni al diseñador jefe Andy Powers, que en el 2019 pasó a ser el tercer socio propietario de Taylor. Sus alternativas eran dejar la empresa a la familia (Kurt no tiene descendencia y las hijas de Bob nunca mostraron interés en el negocio), venderla a otro fabricante de instrumentos musicales (habían recibido ofertas, pero creyeron que ninguna otra empresa entendería o defendería realmente la cultura de Taylor), traspasarla a una compañía de capital privado (lo cual podría comprometer la salud financiera o la misión esencial de la empresa) o cotizar en bolsa (Taylor es demasiado pequeña para eso).
«Ninguna de esas posibilidades iba a preservar los valores de la compañía o a mantener el foco en el diseño y la fabricación de los mejores instrumentos musicales, que es el secreto de nuestro éxito», argumenta Kurt. «Por otro lado, perderíamos el control de la toma de decisiones y la facultad de establecer los objetivos de la empresa».
En el anuncio, Bob comunica a la plantilla que en realidad solo había una opción.
«De hecho, así como nos veis aquí a Kurt y a mí, ya no somos los dueños de Taylor Guitars. Porque, el 31 de diciembre, mientras vosotros os encontrabais en plenas celebraciones navideñas, Kurt, Andy y yo estábamos firmando los documentos para la transferencia oficial de la propiedad de Taylor Guitars a vosotros, nuestros queridos trabajadores. Habéis oído bien: ahora, Taylor Guitars es 100 % propiedad de los empleados. ¡Enhorabuena!»
Terry Myers, uno de los trabajadores más antiguos de Taylor (32 años en la casa), estaba viendo ese vídeo desde el aparcamiento.
«No me lo podía creer», reconoce. «Sinceramente, cuando me enteré de que iban a dar un mensaje importante a nivel de empresa, lo primero que pensé fue que la habían vendido y me preguntaba quién sería el nuevo dueño. Sin embargo, ese anuncio parecía estar rodeado de un aura positiva, lo cual me extrañaba un poco. Todos sabemos que la venta de una compañía no suele ser una buena noticia para la mayoría de los empleados. Y, cuando nos dijeron que nosotros éramos los nuevos propietarios, pensé: ¡vaya, eso sí que no lo había visto venir! Fue un momento muy especial».
Al Moreno, realizador de vídeo de Taylor encargado de documentar el evento, también procesó a nivel personal lo que acababa de ocurrir.
«Me sentí como un músico que acaba de entrar en un supergrupo legendario», compara. «Estoy muy orgulloso de formar parte de esta comunidad de trabajo».
La transición hacia un PTAE
El mecanismo elegido por Taylor para traspasar la propiedad a los trabajadores fue un plan de transferencia de acciones a los empleados (PTAE). Este programa, establecido en la ley federal de Estados Unidos con el nombre de «Employee Stock Ownership Plan» (ESOP), funciona como un tipo de plan de jubilación que otorga a los empleados cualificados de una empresa una participación en la propiedad a través de cuentas individuales. Las acciones de la empresa son gestionadas por un fideicomiso en nombre de los empleados y, con el tiempo, se dividen y se asignan a cuentas de jubilación personales (en la práctica, los empleados no compran las acciones). El valor de cada cuenta de jubilación es un reflejo del rendimiento de la empresa: cuanto mayor sea su éxito y crecimiento, más beneficio económico llegará a los trabajadores. Cada año, la compañía aporta una contribución a las cuentas de los empleados. Cuando un trabajador deja la empresa o se jubila, el PTAE le compensa de acuerdo con el valor de la compañía y la participación que el empleado tenga en su cuenta.
Bob y Kurt reflexionan sobre la transición de la propiedad de la empresa, sus esperanzas en el futuro de Taylor y aquello de lo que se sienten más orgullosos.
«Hoy en día, cada vez hay más trabajadores que sencillamente quedan apartados de la posibilidad de salir adelante y generar riqueza».
Kurt Listug
«Con este sistema, podemos pagar a nuestra gente de una manera más sustancial y con más significado», explica Kurt. «Esto da a todos los trabajadores una participación financiera directa en el éxito de la empresa, lo cual les mantendrá enfocados en la construcción de los mejores instrumentos musicales para las generaciones futuras».
La importancia de planificar con tiempo
Kurt, Bob y Barbara Wight, directora financiera de Taylor, empezaron a investigar sobre los PTAE hace bastante tiempo. De hecho, la empresa ha estado proyectando activamente esta transición durante unos siete años. Bob cuenta que él y Kurt aprendieron a valorar la planificación a largo plazo como un principio fundamental desde los primeros días de su asociación.
«Cuando Kurt y yo teníamos veintitantos años, buscábamos dar a nuestra empresa la forma más conveniente para nosotros», recuerda. «Un día, fuimos a hablar con un abogado. Nos empezó a decir: ‘cuando vendáis la empresa…’, y yo le corté: ‘¿qué quieres decir? No tengo ninguna intención de vender esta empresa’. Él contestó: ‘Bob, vas a vender la empresa, ya sea por accidente cuando mueras o en algún momento antes de que eso ocurra y aún tengas el control de la compañía’. Esa bofetada me hizo ver muy claro que pensar en el futuro iba a ser clave para nosotros».
Barbara Wight, que entró en Taylor en julio del 2009, había aprendido por las malas la importancia capital de crear un plan de sucesión de propiedad.
«Pasé por la dura experiencia de ayudar a una gran empresa líder mundial en su sector a materializar su transición cuando el fundador murió inesperadamente sin haber establecido un plan de sucesión. Ahí intervienen dos elementos: la gestión de la compañía y la entidad de la propia empresa, que es un organismo. Y, si no tienes un plan de sucesión para que ese organismo sobreviva después de que tú ya no seas parte de él, va a ser muy difícil que siga adelante».
«Zildjian se fundó en el siglo XVII, Martin en 1833… No es raro que las compañías de la industria de la música tengan una vida muy larga».
Barbara Wight
Ese fue un punto importante en la entrevista entre Barbara, Bob y Kurt previa a su contratación.
«Yo no estaba dispuesta a volver a pasar por una situación así», reconoce Barbara. «Quería asegurarme de que Bob y Kurt entendían esa necesidad de planificación. Y, por supuesto, así era, porque ellos también piensan a largo plazo. En realidad, hemos estado tratando este tema desde que yo entré en Taylor».
Andy Powers viene para quedarse
Hablando de pensar a largo plazo, uno de los ejemplos más evidentes del compromiso continuo de Taylor con el diseño de guitarras fue la llegada de Andy Powers, que fue fichado por Bob casi 10 años antes de esta transición de la propiedad. Cualquiera que haya seguido la prolífica oleada de innovaciones de Taylor durante esta década ya tendrá una idea del enorme impacto de Andy como arquitecto de nuestro diseño de vanguardia. No es ningún secreto que Andy fue contratado para ser el sucesor de Bob Taylor como constructor de guitarras. Lo que quizá no sea tan conocido es que Bob quería explícitamente a alguien que fuera relativamente joven y garantizara un vínculo a largo plazo con Taylor. Cuando Bob escribió la «lista de cualidades» que quería para su sucesor, uno de los puntos era que esa persona fuera alguien por debajo de la treintena pero que tuviera 20 años de experiencia en la fabricación de guitarras. Parecía imposible que alguien lo cumpliera, pero, sorprendentemente, Andy marcó esa casilla (construyó su primera guitarra cuando tenía 9 años).
Andy reafirmó su compromiso con los nuevos empleados-propietarios de Taylor después de que Bob y Kurt anunciaran la transición de la propiedad.
«Mi idea es pasar toda mi carrera profesional aquí, dedicado a este maravilloso mundo de la guitarra que tanto amamos», declara. «Bob siempre ha dicho que él y Kurt pasaron mucho tiempo levantando unos cimientos sólidos y un techo sin goteras, y en esta próxima generación ya nos centraremos en dar forma al interior».
Bob afirma que la contratación de Andy y el trabajo diario con él es uno de los logros de los que está más orgulloso, y lo considera como un ejemplo de la filosofía proactiva de la empresa.
«Andy es mejor constructor de guitarras que yo (es más; creo que es uno de los mejores del mundo). Y eso es fantástico, porque significa que no vamos a conformarnos con recrear el pasado, sino que vamos a mejorar el futuro. Para nosotros, los ‘viejos tiempos de gloria’ son hoy y mañana».
La importancia de la cultura del trabajo
Como empresa, Taylor podía haberse conformado con establecerse como una tienda respetada en el mercado de las guitarras acústicas de gama alta. Pero Bob y Kurt siempre tuvieron miras más ambiciosas.
«Cuando compramos American Dream, dijimos: ‘algún día seremos tan grandes como Martin’», recuerda Kurt. «No dejaba de ser gracioso que eso lo dijeran dos chavales, pero realmente ese era nuestro objetivo».
Con el tiempo, Bob y Kurt fueron incorporando a otros colaboradores a su proyecto. Y entendieron que, para que la empresa siguiera creciendo y se mantuviera fiel a sus valores, tenían que crear una cultura sólida junto con otras personas que compartieran sus opiniones, perspectivas e iniciativa.
«A Kurt, a Andy y a mí nos encanta hacer guitarras, pero aún nos gusta más crear empleos y carreras para los demás».
Bob Taylor
«Aquello iba más allá del simple negocio”, defiende Kurt. «Era un negocio, pero también se trataba de atraer a gente tan apasionada por su profesión como Bob y yo. Queríamos crear un entorno de trabajo que priorizara la innovación, la resolución de problemas, la colaboración y el respeto. Un lugar en el que todo el mundo se sintiera empoderado para desplegar su talento particular y tuviera una sensación de orgullo por su labor».
Bob todavía recuerda vivamente una epifanía que experimentó cuando era un joven constructor que aspiraba no solo a dominar su oficio, sino a convertirlo en una vocación atractiva para otras personas.
«En aquellos primeros días de lucha, cuando me encantaba lo que hacía pero no tenía un duro, me marqué otra meta: lograr que ese trabajo se convirtiera en una ocupación de la que otras personas se sintieran orgullosas. Quería darles la oportunidad de plantarse delante de sus amigos con una trayectoria profesional y decirles: ‘yo también tengo una carrera, me dedico a hacer guitarras’».
Décadas más tarde, y aparte del reconocimiento personal que se ha ganado como pionero del diseño y la fabricación de guitarras en la época moderna, Bob valora sobre todo la empresa de más de 1200 trabajadores en la que se ha convertido Taylor.
«A Kurt, a Andy y a mí nos encanta hacer guitarras, pero aún nos gusta más crear empleos y carreras para los demás».
Los empleados-propietarios de Taylor destacan los aspectos de la cultura de la compañía con los que más conectan.
Tren de largo recorrido
Kurt está convencido de que la transferencia de la propiedad a los trabajadores era el mejor camino a seguir desde la perspectiva empresarial. Pero también le entusiasma la idea de ofrecer un medio para que los nuevos empleados-propietarios de Taylor puedan crear un mejor futuro financiero para ellos y sus familias, especialmente en una época de creciente desigualdad económica en todo el mundo.
«Hoy en día, cada vez hay más trabajadores que sencillamente no tienen la posibilidad de salir adelante y generar riqueza», lamenta. «La mayoría de las personas no tendrán la oportunidad de crear abundancia financiera en su vida, a menos que reduzcan sus gastos al mínimo y reciban unos ingresos lo bastante altos como para poder ahorrar algo de dinero. Pero no podrán recibir pagos en forma de capital ni tener control sobre él. Este acuerdo de propiedad supone una oportunidad para que los empleados puedan acumular capital a medida que la empresa vaya creciendo. En su plan de jubilación, reunirán un dinero que jamás podrían haber generado de otra manera».
Pastel para todos
Mientras exploraban la transición de la propiedad, una de las prioridades de Bob, Kurt y Andy era encontrar un marco adecuado que acogiera a todos los empleados de Taylor, incluidos los de México, Sudamérica, el Reino Unido y la Unión Europea. Al fin y al cabo, la sede de Taylor en Ámsterdam (que actúa como núcleo operativo para gestionar nuestra propia red de distribución y ventas e incluye un centro de servicio y reparación totalmente equipado) ha sido vital para nuestro crecimiento internacional durante los últimos diez años.
El segundo complejo industrial de Taylor en Tecate, Baja California, México (situado aproximadamente a una hora de nuestro cuartel general en El Cajón, Estados Unidos), también ha tenido un papel fundamental. Allí es donde fabricamos la Baby Taylor, la GS Mini y las series Academy, 100 y 200, además de estuches y fundas para guitarra.
Una costurera trabaja en una funda de concierto Taylor en nuestra planta de Tecate
«Uno de nuestros mayores éxitos ha sido el auge de las operaciones en Tecate», manifestaron Bob y Kurt en un mensaje dirigido a los empleados de Taylor en México después del anuncio del PTAE. «Creemos que esta es una de las mejores fábricas de guitarras del mundo, y tenéis que estar orgullosos del trabajo que habéis hecho para que Taylor lidere la industria y nuestros instrumentos sean tan populares en todo el planeta».
Dado que las regulaciones del PTAE están regidas por la ley federal de los Estados Unidos, la búsqueda del mecanismo apropiado para incluir a empleados de varios países añadió una notable complejidad al proceso, ya que cada territorio tiene sus propias leyes. La directora financiera Barbara Wight se puso manos a la obra con este tema y trabajó con asesores externos especializados en ayudar a las empresas a conducir la transición de la propiedad a través de un PTAE. Esta es una de las razones por las que el proceso de planificación duró varios años.
«Había que tener en cuenta a la totalidad de los implicados, y la estructura no habría sido correcta hasta asegurarnos de que todos ellos quedaran debidamente reconocidos en la transacción», comenta Barbara. «Eso incluía a Bob, Kurt, Andy y nuestros trabajadores en todo el mundo. También tenía que ser un marco favorable para nuestros proveedores y clientes, la comunidad local, el colectivo empresarial y las entidades que nos han ayudado a adquirir la compañía».
En los años previos a la transición, la fecha marcada como objetivo siempre había sido el 31 de diciembre del 2020. Pero nadie contaba con una pandemia.
«Cuando todo saltó por los aires y hubo que cerrar las fábricas, el plan quedó a un lado», explica Barbara. «Tuvimos que pasar al modo de supervivencia y, ante todo, cuidar de nuestro personal. Pero, con el paso de los meses, empezamos a ver que el mundo giraba la mirada hacia la música, y eso nos motivó a recuperar la idea. En septiembre del año pasado, dijimos: ‘hagámoslo’. Y comprimimos un proyecto de un año en solo tres meses, desde septiembre hasta el 31 de diciembre, porque pensamos que sería genial arrancar el 2021 de una forma increíblemente positiva para todos nuestros empleados, distribuidores y clientes».
Los trabajadores de la planta de Taylor en Tecate están incluidos en el PTAE establecido en los Estados Unidos. Este arreglo es el primero de su clase en el ámbito de los PTAE, y da lugar a un nuevo paradigma que otras empresas podrían optar por seguir.
«Un PTAE es la mejor opción para nosotros, porque significa que nuestro objetivo primordial de construir instrumentos de máxima calidad para los músicos continuará vivo en el futuro».
Andy Powers
Los empleados del Reino Unido y la Unión Europea se beneficiarán de un programa similar (un PTAE global) contemplado en las regulaciones de la UE.
Nate Shivers, director de ventas de Taylor para Europa, Oriente Medio y África, vive y trabaja en Ámsterdam, y subraya que los programas de tipo PTAE no son habituales en Europa.
«El hecho de que Taylor se complicara la vida para aplicar los mismos principios básicos a su plantilla en Europa fue una gran sorpresa para los trabajadores», afirma. «Eso significó toda una declaración de compromiso con el equipo europeo por parte de Taylor».
Nate también reconoce que la noticia fue recibida con una sensación de alivio, ya que algunos empleados tenían dudas sobre el futuro de Taylor sin Bob y Kurt en su rol de propietarios.
«Existía la posibilidad real de que un día nos despertáramos siendo propiedad de un banco o de una compañía competidora. El camino que Bob, Kurt y Andy eligieron tuvo muchísimo impacto para este grupo».
Las diversas caras de la sostenibilidad
En estos últimos años, hemos compartido muchas historias sobre las iniciativas de Taylor hacia una actividad más sostenible. En la mayoría de los casos, nuestros esfuerzos se han centrado en la gestión responsable de los recursos naturales que utilizamos. Hemos invertido en proyectos de futuro como la reforestación de bosques de ébano o koa, el reciclaje y la replantación de árboles en entornos urbanos y otras prácticas orientadas a reducir los residuos. En esencia, se trata de la misma filosofía que ha llevado a Bob, Kurt y Andy a invertir en la gente y la cultura de Taylor cediendo la propiedad a los empleados. Y las dos ideas encajan perfectamente. Bob suele recurrir al ejemplo de los árboles de caoba que fueron plantados hace un siglo en Fiyi por misioneros británicos y cuya madera se ha utilizado para construir guitarras Taylor.
«¿No es genial pensar que, dentro de cien años, los artesanos de Taylor podrían estar haciendo guitarras con ébano, koa y otras especies de madera que nosotros estamos plantando ahora?», imagina Bob.
Y, tal como señala Barbara Wight, la música es una forma de expresión humana tan esencial y duradera que las empresas dedicadas a los instrumentos musicales pueden durar muchas generaciones.
«Zildjian se fundó en el siglo XVII, Martin en 1833… No es raro que las compañías de la industria de la música tengan una vida muy larga. Esas empresas en particular lo han logrado traspasando el negocio de padres a hijos. En nuestro caso, perduraremos muchísimos años gracias a nuestros empleados. Y eso es algo verdaderamente increíble».
Barbara Wight, directora financiera de Taylor, argumenta por qué la transición de la propiedad es algo tan significativo para los trabajadores y para el crecimiento continuo de la empresa.
Por qué esta estructura es buena para los músicos
Es fácil que la gente que ya sentía afinidad con los instrumentos y los valores de Taylor (o incluso con las guitarras en general) vea con buenos ojos nuestros planes a largo plazo. Pero esto también es una buena noticia para los clientes actuales y futuros.
Dave Pelletier, director de ventas de Taylor, lleva décadas en la industria de la música, tanto en el lado de la fabricación como en el del comercio minorista. Para él, está claro que la transferencia de la propiedad a los empleados supone una relación de beneficio mutuo con los clientes de Taylor.
«El trato a los trabajadores y a los clientes dice mucho de una empresa. La cesión de la propiedad a los empleados es la máxima expresión de una entidad que acompaña las palabras con hechos. Esta decisión conecta con nuestros clientes y los atrae hacia la marca; ya estamos detectando esa tendencia. También les reafirma sobre la continuidad de nuestra cultura y de la forma en que seguiremos haciendo negocios en el futuro. Todo esto se traduce en una garantía de la calidad que los consumidores obtendrán a cambio del dinero que con tanto esfuerzo han ganado. Y, a nivel personal, como trabajadores individuales de Taylor, ahora tenemos una perspectiva más amplia sobre nuestra labor y nos preguntamos si cada cosa que hacemos beneficiará a todos y, en última instancia, a nuestros clientes».
Dave Pelletier y Steve Theriault hablan sobre los beneficios de la transición de la propiedad a los empleados para los clientes, distribuidores y socios de la cadena de suministro de Taylor.
La transferencia de la propiedad a los empleados crea clientes satisfechos
Los datos de las empresas con un PTAE apuntan a unos excelentes registros de productividad, éxito comercial y satisfacción tanto de los trabajadores como de los clientes. Según el Centro Nacional para la Propiedad de los Empleados (NCEO por las siglas en inglés de «National Center for Employee Ownership», una organización de investigación sin fines de lucro), las empresas con un PTAE y otros programas de propiedad de los empleados representan bastante más de la mitad de la lista anual de «las 100 mejores empresas para trabajar en Estados Unidos» publicada por la revista Fortune.
Alex Moss, fundador y presidente del Praxis Consulting Group y exmiembro de la junta directiva del NCEO, fue una figura clave en el equipo asesor para el PTAE de Taylor. Hablamos con él para que nos contara su perspectiva sobre la transición de la propiedad de Taylor desde el punto de vista del cliente.
Tú has ayudado a muchas empresas en estos procesos de transición. ¿Hay algo que te haya llamado especialmente la atención en el caso de Taylor?
Lo que más destacaría es la coherencia en torno a los valores de la empresa, desde la motivación general hasta todas las pequeñas decisiones encaminadas a establecer el PTAE y la propiedad compartida de una forma que reflejara el propósito inicial de Bob y Kurt. Eso coloca a la compañía en una buena posición para, tal como ellos mismos dicen, «seguir llevando la alegría de la música» a la gente que recibe sus productos. La transición a un PTAE es un proceso muy complejo en sí mismo, y a mí me ha impresionado ver cómo lo han llevado a cabo reforzando en todo momento la visión de Taylor.
¿Por qué es bueno este sistema para los clientes de una empresa?
La principal preocupación de los consumidores es que sus necesidades queden satisfechas. También tienen sus propios compromisos con las comunidades a las que sirven: en el caso de los artistas, crear la música que van a compartir. Esta estructura de propiedad de los empleados es una excelente noticia para los clientes de Taylor a todos los niveles. Los trabajadores de Taylor, que siempre han diseñado y construido unas guitarras increíbles, ahora están aún más arraigados a la empresa y reciben una recompensa por ofrecer instrumentos y servicios de primera. Eso supone un refuerzo directo de lo que quiere el cliente, y aporta una nueva y poderosa razón para que los empleados-propietarios de Taylor cumplan con las expectativas. Al mismo tiempo, los clientes también ven que Taylor está redoblando sus esfuerzos por cuidar de su gente, y muchos consumidores sencillamente admiran a las empresas que hacen este tipo de cosas. Esta filosofía se alinea con la forma en que quieren hacer negocios, y se enorgullecen de trabajar con socios comerciales como Taylor. De hecho, la mecánica del proceso de propiedad puede desviar la atención de la intención principal, que no es otra que crear unas conexiones humanas aún más fuertes.
¿Existe una correlación entre la realización profesional de los empleados y la satisfacción del cliente?
La propiedad de los empleados se adapta especialmente bien a una empresa en la que la forma en que los trabajadores desempeñan sus funciones influye directamente en la calidad del producto final. Lo que los empleados de Taylor consiguen todos los días no es fácil; si lo fuera, cualquiera podría hacerlo. Por lo tanto, todo lo que Taylor haga para contribuir a que los empleados-propietarios se sientan conectados con su trabajo les ayudará directamente a ofrecer calidad y valor, y eso hará que los clientes sigan encantados con el producto. Por supuesto, eso no lo crea el PTAE: el mérito es de Bob y Kurt, y ahora, de Andy y de todos los que se han unido a ellos para sacar adelante a la empresa. La transferencia de la propiedad a los empleados protege a la compañía al tiempo que la ilumina y la refuerza, y demuestra que hay una conexión directa entre el éxito de todas las partes. Es bastante simple: cuando los empleados-propietarios trabajan a gusto, rinden más y eso se manifiesta en mejores resultados para los clientes.
La pasión por el diseño de guitarras sigue viva
Desde su perspectiva como diseñador jefe de Taylor, Andy Powers está entusiasmado con la promesa de que la propiedad de los empleados mantendrá a la organización alineada con su propósito compartido de servir a los músicos durante las próximas décadas. Andy se ha sumergido profundamente en la historia del diseño de instrumentos musicales y ha estudiado la evolución de otras empresas que han pasado por varias generaciones y cambios de propiedad. Ese conocimiento le permite identificar las oportunidades y los valores únicos que Taylor puede ofrecer a los músicos.
«Cuando una empresa cambia de manos tras la marcha de su fundador, existe el riesgo de que el propósito principal se desplace desde su enfoque original de buscar la excelencia para sus clientes a simplemente generar beneficios, muchas veces destinados a pagar deudas», explica. «En estos casos, los consumidores pueden pasar de ser considerados como las personas a las que la empresa debe servir a quedar vistos como meros objetos de los cuales se saca un provecho. Cuando esto sucede, el cambio de percepción erosiona la filosofía que dio sentido a la empresa en el momento de su creación».
«Un PTAE es la mejor opción para nosotros, porque significa que nuestro objetivo primordial de construir instrumentos de máxima calidad para los músicos continuará vivo en el futuro», añade Andy. «Así, Taylor puede mantener su compromiso de servir a los guitarristas y seguir preocupándose por sus empleados, proveedores y recursos forestales. Ningún grupo queda excluido en beneficio de otro. Yo lo veo como la mejor decisión para que una empresa de guitarras consolide su intención de ofrecer productos de primera clase».
Andy Powers explica cómo ayudará la transferencia de la propiedad a preservar la cultura creativa de Taylor.
La reacción de proveedores, distribuidores y otros socios clave de Taylor ha sido unánimemente positiva. Para nuestro equipo directivo era importante garantizar a todo el mundo que ninguna de nuestras operaciones y actividades de alta gestión y producción iba a quedar alterada por esta transición de la propiedad, y que Bob y Kurt continuarían con sus funciones de administración. El anuncio no solo quería transmitir un mensaje de continuidad sin fisuras, sino también volatilizar cualquier posible especulación sobre el futuro de Taylor (lo cual aportó una reconfortante sensación de tranquilidad a mucha gente).
Esta transición también puede ser un ejemplo a seguir para otras empresas con una cultura creativa en sus procesos de cambio de propiedad.
«Taylor es una luz que ilumina el camino correcto en nuestra industria», dice Meng Ru Kuok (cofundador de BandLab Technologies y director ejecutivo de Swee Lee Music, nuestro socio en Singapur, Malasia e Indonesia) en una nota de felicitación remitida a Kurt Listug. «Estamos muy orgullosos de trabajar con vosotros, y ojalá que en el futuro yo pueda hacer lo mismo por mi equipo».
Después de presentar nuestra estilizada y divertida guitarra GT el pasado octubre, ahora anunciamos con entusiasmo el nacimiento de dos modelos premium de palosanto y koa.
Una de las mayores alegrías para los imaginativos diseñadores de Taylor es satisfacer las necesidades de los guitarristas ofreciéndoles herramientas musicales inspiradoras que antes no existían. Normalmente, se trata de instrumentos con ciertas características reinventadas o refinadas que los hacen más fáciles de tocar o que aportan una nueva paleta tonal a explorar. Y, muchas veces, las dos cosas van de la mano.
Ese fue el caso de la presentación en octubre de nuestra «deportiva» Grand Theater, GT para los amigos. Tal como relatábamos en el artículo de portada del último número de Wood&Steel, el diseñador jefe de Taylor Andy Powers había detectado que los guitarristas mostraban un creciente interés por las proporciones compactas y la sensación de agilidad de los instrumentos más pequeños, aunque nadie quería escatimar en sonido. El objeto de deseo de los músicos era una guitarra que diera la talla tanto en el estudio como en el escenario y que fuera capaz de producir un tono rico y pleno.
En realidad, Andy ya había estado dando vueltas a varias ideas de diseño años antes de que Taylor se pusiera en serio a desarrollar el proyecto que acabaría convirtiéndose en la GT. Desde el principio, tuvo claro que una de las decisiones fundamentales para esta guitarra (igualmente trascendente en términos de sensación y sonido) iba a ser la longitud de escala de las cuerdas desde la cejuela hasta la selleta. Andy pensaba en una escala de cuerda algo más corta de lo habitual en las guitarras acústicas modernas («la mayoría de ellas se mueve entre los 650 y 660 mm», especifica) pero más larga que la medida de cuerda típica en una guitarra de viaje (hasta 597 mm, que es la longitud de escala de nuestra GS Mini). Casi todo el mundo pasa por alto esa zona intermedia, pero para Andy era la clave para crear una nueva categoría de guitarra con un sonido y sensación tan atractivos como singulares. Al final, se plantó en una longitud de escala de 612,7 mm, que sería el equivalente a colocar una cejilla en el primer traste de una guitarra con una escala de 647,7 mm.
Para las dimensiones de la caja, Andy vislumbraba algo más grande que la popular GS Mini pero no tanto como la Grand Concert. Tomó prestada la silueta de la Grand Orchestra, nuestro estilo de caja más voluminoso, y redujo tanto sus curvas como su profundidad.
«Se trata [C-Class] de un mecanismo diferente para enfatizar la respuesta de graves de una guitarra relativamente pequeña pero sin renunciar a las aportaciones del diseño V-Class, como las mejoras en el volumen y la entonación».
El otro ingrediente crucial iba a ser la arquitectura del varetaje interno. El desafío era sacar una voz plena de una caja de proporciones compactas. Una de las ventajas del innovador varetaje V-Class de Andy, presentado en el 2018, es su capacidad para mejorar el tono y producir una respuesta uniforme en todo el espectro de frecuencias. Sin embargo, las dimensiones más pequeñas de la GT le llevaron a echar mano de una pizca de «alquimia acústica», como él mismo dice, para realzar los graves. El resultado fue una variante asimétrica de su diseño V-Class a la que llamó C-Class™ por su elemento estructural en voladizo («cantilever» en inglés).
«Se trata de un mecanismo diferente para enfatizar la respuesta de graves de una guitarra relativamente pequeña», aclara Andy, «pero sin renunciar a las aportaciones del diseño V-Class, como las mejoras en el volumen y la entonación».
La integración de todas estas especificaciones de diseño únicas eleva las guitarras GT a una categoría propia que ofrece una combinación irresistible de sonido espléndido y comodidad de interpretación. La longitud de escala y las cuerdas de calibre fino (.012-.053) crean un perfil de tensión liviano y fluido; de hecho, la sensación sería la misma que al tocar una guitarra con escala de 647,7 mm afinada un semitono hacia abajo. La escala más corta también comporta una ligera condensación del espacio entre trastes, de manera que los acordes complicados son más fáciles de digitar.
«Es una de las guitarras más cómodas que he tenido en las manos», escribía en diciembre Art Thompson, el gurú de los bancos de pruebas de la revista Guitar Player, en su reseña de la GTe Urban Ash (a la que, por cierto, galardonó con un premio Editors’ Pick a la «favorita del editor»). «Es ligera como una pluma, pero enormemente dinámica y expresiva».
Otros detalles de diseño que contribuyen a la agradable sensación táctil de la GT son la cejuela de 43,6 mm de ancho, que se sitúa entre los 42,8 y los 44,4 mm de otras guitarras Taylor de 6 cuerdas, y un nuevo perfil de mástil que se adapta a la longitud de escala exclusiva de la GT.
«Este perfil presenta elementos del clásico mástil Taylor y lanza un guiño al diseño compuesto que desarrollamos para la Grand Pacific», apunta Andy. «En proporción, tiene un punto extra de profundidad y presencia en la mano del guitarrista que llama la atención en un instrumento con tanta sensación de agilidad. Aun así, la sutil transición del perfil desde la cejuela hasta el tacón ofrece un tacto tan agradable y equilibrado que parece que no tengas que hacer ningún esfuerzo al tocar».
En Taylor nunca dejamos de recibir mensajes de guitarristas (desde principiantes hasta veteranos que quieren reducir el estrés de las manos y disfrutar lo máximo posible de una actividad que les encanta) que nos preguntan cuáles son los modelos más cómodos de tocar. Y, teniendo en cuenta los numerosos rasgos que la hacen tan confortable para la mano, la GT es sin lugar a dudas una opción excelente.
Hora de divertirnos en serio
Cuando en octubre estrenamos la GT (que se ha convertido en el modelo fabricado en los Estados Unidos que más rápido se ha vendido en la historia de Taylor), acompañamos su lanzamiento con el lema «diversión en serio» en referencia a la fusión de facilidad de manejo y alto rendimiento que creemos que esta guitarra encarna. En retrospectiva, si podemos considerar a la GS Mini como nuestro producto de más éxito, es en parte porque con ella conseguimos hermanar un tamaño perfecto para tocar en el sofá y una voz sorprendentemente robusta. Sin embargo, sabíamos que aún había margen (y expectación por parte de los guitarristas) para subir el listón de sofisticación musical con un instrumento compacto.
La GT Urban Ash, el modelo inicial, presenta fondo y aros de madera Urban Ash maciza con tapa de pícea también maciza, y está disponible con electrónica ES2 opcional. La elección de esta especie de fresno (también conocida como fresno de Shamel o fresno silvestre mexicano) obedecía a un doble propósito: no solo nos encantan sus propiedades tonales similares a las de la caoba, sino que veíamos a esta guitarra como otra emocionante expresión de nuestro compromiso con la iniciativa de madera urbana en la que estamos inmersos, basada en utilizar madera obtenida de forma responsable a partir de árboles que llegan al final de su vida y van a ser retirados de áreas municipales.
También queríamos que nuestra primera guitarra GT fuera ampliamente accesible para los músicos, así que optamos por unos complementos modestos y la lanzamos en el mismo rango de precios que la serie American Dream. De esta forma, la GT se situaba al nivel de los modelos más asequibles de la línea Taylor fabricados en los Estados Unidos exclusivamente con madera maciza.
Hasta ahora, esta guitarra ha recibido una calurosa acogida por parte de los críticos y artistas que han podido tenerla entre manos.
En el escenario: FINNEAS
Hablamos con el premiado compositor y productor FINNEAS, uno de los primeros artistas que han tocado la nueva GT K21e.
En uno de los vídeos de su serie «First Look», el probador de equipos de Premier Guitar John Bohlinger elogiaba su «magia bluesera» y destacaba la dicotomía de la «diversión a lo grande» de la GT.
«Parece el tipo de instrumento con el que podrías perderte en el bosque durante unos días y, nada más volver, dar un concierto en un estadio», comentaba.
En «Riffs de la crítica» tienes más primeras impresiones sobre la GT Urban Ash.
Nuevos modelos GT
Desde la fase inicial de su desarrollo, la GT prometía un gran potencial como otra versátil plataforma para que Andy siguiera proponiendo innovadoras y atractivas combinaciones de maderas y tratamientos estéticos. Es más, ya hemos adoptado oficialmente a la GT como nuevo miembro de nuestra familia de formas de caja, y le hemos atribuido el número 1 para designarla dentro de nuestro esquema de nomenclatura de modelos.
Nos encanta la idea de arrancar el 2021 ampliando el repertorio GT con dos nuevos ejemplares: la GT 811e de palosanto y pícea, que suma una voz más a la riqueza de la Serie 800, y la K21e íntegramente de koa, que aporta otra nueva y seductora personalidad musical a nuestra Serie Koa.
Observa cómo Nicholas Veinoglou saca partido al tono rico y la cómoda sensación de las nuevas Taylor GT 811e y GT K21e.
Aquí está la GT 811e…
Andy tenía muchas ganas de crear una guitarra GT con la clásica combinación de palosanto y pícea de Sitka.
Él siempre compara el trato de las maderas con la forma particular en la que distintos chefs o comunidades geográficas utilizan los ingredientes básicos de la cocina para imprimir una identidad original a una receta ya conocida.
«En la GT 811 escucharás ese sonido característico de las guitarras de pícea y palosanto con tapa plana, pero la nueva forma y estructura de la GT lleva la experiencia de interpretación y escucha a otra dimensión», afirma Andy. «Este modelo mantiene todos los rasgos que tanto nos gustan de la GT, como su esbelto contorneado, una voz sorprendentemente plena y esa sensación de agilidad y total comodidad en el mástil y las cuerdas, pero hemos moldeado su tono para darle más densidad y saturación de armónicos. La tapa responde rápidamente incluso a la articulación más delicada, y está respaldada por ese sonido profundo que define al palosanto».
Estéticamente, la guitarra comparte muchos de los complementos estándar de la Serie 800, como los perfiles de arce, roseta de abulón, incrustaciones con diseño Element en madreperla, golpeador de palosanto y acabado brillante de 4,5 milésimas de pulgada en la caja. Como características más personales, la GT 811 cuenta con varetaje C-Class, caja sin apoyabrazos (debido a la forma compacta y confortable de la GT) y clavijas de afinación Taylor Mini de níquel ahumado (las Mini son más adecuadas para proporciones pequeñas, y su peso reducido ayuda a mantener el equilibrio físico de la guitarra). La GT 811e también incluye la electrónica ES2 integrada y se distribuye en nuestro atractivo AeroCase, un estuche que ha enamorado a los músicos por ser ligero y ultrarresistente al mismo tiempo.
… Y aquí, la GT K21e
La versión íntegramente de koa de la GT irradia una fabulosa armonía entre belleza estética, comodidad de ejecución y expresividad sonora.
«El tono de esta guitarra es una muestra perfecta de la dulzura y el equilibrio de medios que hacen única a la koa», opina Andy. «Tiene un sonido vibrante y definido con un ataque suavemente redondeado. Su respuesta equilibrada resulta ideal para utilizarla como instrumento rítmico, pero también va de maravilla para el fingerstyle o estilos más inclinados hacia la guitarra eléctrica».
Este modelo con tapa, fondo y aros de koa maciza veteada presenta un tratamiento shaded edgeburst alrededor de la caja y el mástil. Por supuesto, no faltan complementos de la Serie Koa como los perfiles y el fileteado de arce, un elegante motivo de incrustaciones Spring Vine en arce, acabado brillante de 4,5 milésimas de pulgada en la caja y clavijas de afinación Gotoh Mini 510 en oro viejo. La guitarra está equipada con la pastilla ES2 y viene en el estuche AeroCase de Taylor.
Una interesante diferencia tonal entre los nuevos modelos GT y la GT Urban Ash original, más allá de los colores sonoros distintivos de las propias maderas, es el efecto de los diversos tratamientos de acabado. Así lo explica Andy:
«Las guitarras GT Urban Ash tienen un acabado mate ultrafino a base de agua con un factor de amortiguación muy bajo, lo cual permite a las maderas generar un perfil de armónicos directo y orgánico. Por su parte, los modelos GT de la Serie 800 y la Serie Koa lucen el acabado brillante más tradicional de Taylor, que filtra levemente las características de cada pieza de madera para refinar la respuesta».
Sea cual sea la guitarra GT que más te llame, una cosa es segura: todas ellas te ofrecerán una experiencia de interpretación fantástica. Es cosa de familia.
En taylorguitars.com encontrarás más información acerca de todos los modelos GT de Taylor, incluidas las especificaciones completas, fotografías, demostraciones en vídeo y otros contenidos. Si quieres saber más sobre la disponibilidad de estas guitarras, ponte en contacto con el distribuidor de Taylor en tu zona.
Riffs de la crítica
Aquí tienes algunos comentarios extraídos de reseñas recientes de la GTe Urban Ash.
Guitar.com
«…a los que no somos virtuosos de la guitarra acústica, esta sensación cómoda y relajada nos anima a ser un poco más ambiciosos. Por ejemplo, es mucho más fácil hacer bendings en la cuerda de Sol entorchada que con una acústica con una longitud de escala más convencional, así que puedes plantearte los solos casi como harías con una eléctrica con cuerda de Sol plana».
«Las notas agudas aisladas se quedan flotando en el aire más tiempo del que te esperarías. El contenido armónico es generosísimo, y la entonación es espectacular incluso con afinaciones abiertas más bajas…».
«Cuanto más tiempo pasas con esta guitarra, más encantos te revela. Para los cantautores, el tamaño compacto y la sensación intimista de la GT la hacen ideal tanto para el salón de casa como para el escenario o el estudio».
Chris Vinnicombe
Vintage Guitar
«El sonido de los acordes rasgueados es absolutamente puro y cristalino. Esta Taylor no te da la rotundidad de una dreadnought, pero ofrece unos matices que sorprenden en un instrumento tan portátil. Los agudos también son dulces, pero no con ese tono fino y debilucho de algunas acústicas, sino con un carácter musculoso de verdad».
«Se puede pensar en la GTe como una pequeña acústica para profesionales… Es tan válida para tocar en directo como para componer canciones sobre la marcha… Esta Taylor no es una guitarra parlor más: la GTe Urban Ash marca sus propias reglas entre las acústicas de caja pequeña».
Pete Prown
Guitar Player
«La GT responde muchísimo al tacto del intérprete, y transita fácilmente entre pasajes suaves y enérgicos manteniendo un tono dulce, enfocado y coherente en todo momento».
«Tiene una presencia imponente que no sospecharías por su reducido tamaño… Es perfecta para viajar, pero brillará igualmente como instrumento de estudio o directo gracias a la riqueza de su tono y a un campo sonoro amplio y pleno».
Art Thompson
American Songwriter
«La GT se adapta magníficamente a solos rápidos y líneas de fingerstyle, pero para nada se queda atrás si quieres sacarle un ritmo contundente tocado con púa… Esta guitarra emite una voz redonda con unas fundamentales sólidas y unos medios muy vivos. Además, ofrece una respuesta inesperadamente potente incluso a un tacto muy suave».
«En cierto sentido, la escala más corta y el menor espacio entre cuerdas de la GT arrojan una luz distinta sobre el paisaje del diapasón. ¡Yo me lo pasé bomba probando acordes que serían incomodísimos de tocar en una guitarra de escala estándar!».
Llega una nueva clase de guitarra que sorprende por su tamaño, sensación y sonido. La Taylor GT ofrece un tono de categoría profesional en un instrumento ágil y divertido de tocar.
“¿Hay planes en Taylor de hacer una guitarra parlor?”
Es una pregunta que nuestro equipo de atención al cliente recibe con bastante frecuencia. Pero Glen Wolff, el gerente de este departamento, señala que la gente no siempre sabe formular sus cuestiones con precisión y recurre al punto de referencia que considera más próximo. En este caso, esa referencia es una guitarra parlor o, en ocasiones, una GS Mini de madera maciza.
“No es que los clientes busquen exactamente una guitarra parlor tradicional”, aclara Wolff. “A los músicos les encanta la comodidad de un instrumento compacto, pero no quieren comprometer el sonido. Y asumen que una guitarra de caja más pequeña, como una parlor o una GS Mini de madera maciza, estará a la altura en las dos cosas”.
Solo hay un pequeño problema: una GS Mini construida íntegramente con madera maciza no mejorará el sonido significativamente. Sabemos lo que decimos: Andy Powers, el diseñador jefe de Taylor, ha hecho unos cuantos experimentos. Aunque él ya sabía que la cosa no funcionaría, lo intentó hasta el último momento usando cola proteica y otros materiales y técnicas de última generación para maximizar la respuesta tonal. Pero no obtuvo ningún resultado que justificara la producción de esas guitarras.
“Las dimensiones de la Mini imponen unas restricciones inevitables a lo que se le puede sacar a este diseño”, argumenta Andy. “Es una guitarra magnífica para su tamaño, pero no puedes hacer que suene mucho más fuerte sin alargar las cuerdas”.
Bob Taylor chocó contra esa misma pared hace unos años en sus intentos de “vitaminar” a la Baby Taylor, nuestra guitarra de viaje original, para darle una voz más recia y plena.
Bob ya lo dijo en un artículo de Wood&Steel en el 2010 hablando sobre sus pruebas iniciales de rediseño de la Baby Taylor, que finalmente condujeron al nacimiento de la GS Mini: “en general, por mucho que tunees un diseño, el resultado no cambia demasiado”. Bob acabó llegando a la conclusión de que se necesitaba una escala de trastes más larga y una caja más grande. El resto es historia: la GS Mini se ha convertido en una de las guitarras más populares que jamás hayamos fabricado en Taylor.
Aun así, Bob es perfectamente consciente de las limitaciones sonoras de la Mini a causa de su tamaño.
“Si tuviera que describir el tono de la Mini, diría que es divertido y muy digno”, defiende Bob. “Pero, si tocas una GS Mini durante un tiempo y luego pruebas una Academy 10, que es más grande, dirás: “ah, ¡esto es otra cosa!”“.
Tamaño de viaje frente a tamaño completo
Desde el punto de vista de las dimensiones, las guitarras acústicas de cuerdas de acero suelen dividirse en dos categorías básicas: tamaño completo y tamaño de viaje, que obviamente recibe este nombre por sus ventajas de portabilidad. Uno de los factores determinantes es la longitud de las cuerdas, también conocida como escala de trastes o longitud de escala. Se trata de la medida de las cuerdas desde la cejuela hasta la selleta, que representa la máxima longitud de vibración de una cuerda tocada al aire.
En general, las guitarras de viaje tienen una escala más corta que puede llegar hasta aproximadamente 597 mm, que casualmente es la longitud de escala de la GS Mini. Las guitarras de tamaño completo (o escala completa) se mueven entre 628,6 y 647,7 mm. Taylor produce guitarras de escala completa en dos longitudes: 631,8 mm para las Grand Concert y la Grand Symphony rediseñada, y 647,7 mm para los demás modelos, que se sitúan en la escala más larga dentro de las medidas habituales.
Si te has ido fijando en los proyectos de Andy desde su llegada a Taylor hace casi diez años, quizá hayas observado que uno de los diseños que más ha explorado con muy buenos resultados ha sido el de nuestros modelos Grand Concert 12-fret fáciles de tocar. (El estilo de caja Grand Concert es el más pequeño dentro de nuestras guitarras de tamaño completo). Estos instrumentos se han reconfigurado para adaptarlos a la era moderna: la combinación de una caja pequeña con un mástil 12-fret más corto y una longitud de escala de 631,8 mm da lugar a una guitarra cómoda de sostener en el regazo, con una tensión de cuerdas más baja y una distancia entre trastes ligeramente reducida que facilita la acción de los dedos en el diapasón.
Desde su lanzamiento, nuestros modelos 12-fret se han hecho cada vez más populares entre los músicos, sobre todo los que buscan relajar el esfuerzo de la mano del mástil. Por otro lado, estas guitarras generan una respuesta tonal muy viva con especial protagonismo de los medios, gracias en parte a la colocación del puente más cerca del centro del lóbulo inferior.
Andy también ha tirado de las ventajas de nuestra plataforma de diseño 12-fret/Grand Concert para desarrollar modelos de 12 cuerdas más confortables para el intérprete, como la 562ce, la 362ce y la reciente 652ce Builder’s Edition. Estos instrumentos elevaron el listón en cuanto a comodidad y utilidad musical, y apuntalaron aún más nuestra ya consolidada reputación como la marca que construye las guitarras de 12 cuerdas más fáciles de tocar de la industria.
Por el camino, Andy ha analizado esa zona intermedia entre el tamaño completo y de viaje y ha reflexionado sobre las posibilidades de una guitarra con unas proporciones de medidas y escala entre la GS Mini y la Grand Concert. “Examiné esa tierra de nadie entre los tamaños convencionales de viaje y escala larga, y vi claro que ahí faltaba algo”, afirma. “Parecía como si hubiera toda una categoría de dimensiones oculta a la existencia. Y yo quería hacer algo que fuera lo suficientemente grande para sonar bien pero lo bastante pequeño como para llevar la comodidad y la facilidad de interpretación a otro nivel de diversión”.
Una nueva longitud de escala intermedia
Igual que las proporciones de la caja, la longitud de escala es un aspecto fundamental para un diseñador de guitarras.
“De todas las decisiones cruciales que toma un luthier al iniciar la creación de un instrumento, una de las primeras es elegir la longitud de las cuerdas”, comenta Andy. “Y ese parámetro determinará casi todo lo que hará a continuación”.
Cuando empezó a trabajar en las dimensiones de esta nueva guitarra, Andy se plantó en lo que él llama una escala de trastes intermedia de 612,7 mm. Esta medida equivale a la longitud de cuerda resultante al tocar una guitarra de 647,7 mm de escala con una cejilla en el primer traste.
“A veces, los guitarristas afinamos la guitarra de Mi bemol a Mi bemol”, dice Andy. “Algunos músicos prefieren esta afinación porque les permite cantar más fácilmente, pero a muchos simplemente les gusta tocar con una tensión más suave. Si aflojas las cuerdas un semitono, son más agradecidas de tocar, casi como si hubieras bajado un punto el calibre del juego. Sin embargo, aunque la sensación de esas cuerdas no tan tensas es muy seductora, puede ser que no siempre quieras tocar en Mi bemol. A mí, por ejemplo, me gusta utilizar la afinación de concierto, especialmente cuando toco con otros músicos. Para probar esta longitud de escala, cogí una guitarra de 647,7 mm típica, bajé la afinación un semitono y le puse una cejilla en el primer traste”.
Guitarist and music director Nicholas Veinoglou provides a demo of the GT’s bold, shimmering acoustic tone.
El nacimiento de una caja
Una vez definida la longitud de escala, Andy se metió en faena para diseñar un nuevo estilo de caja con unas proporciones situadas entre la GS Mini y la Grand Concert. Imaginó una forma sin cutaway y tomó prestadas las curvas de la rotunda Grand Orchestra aplicándoles la reducción adecuada. La anchura del lóbulo inferior (381 mm) y la profundidad (95,2 mm medidos en la boca) son las mismas que las de la Grand Concert, pero esta caja de 470 mm es 25,4 mm (una pulgada) más corta.
Hemos llamado a esta caja Grand Theatre para seguir la convención de nomenclatura “Grand” de nuestros otros estilos estándar. Pero, en el campus de Taylor, nos referíamos a ella como GT porque esta abreviatura parecía reflejar mejor la personalidad musical juvenil, atractiva y divertida asociada a este instrumento.
Nuevo varetaje C-Class™
Para darle voz a la GT, Andy recurrió a los conceptos fundamentales de su innovadora arquitectura de varetaje V-Class, principalmente la interacción entre la rigidez de la tapa en paralelo a las cuerdas para producir notas con mucho sustain y su flexibilidad para generar un volumen agradable. Pero, partiendo de un tamaño de caja un poco más reducido, Andy quería tener más margen de manipulación sobre la respuesta en frecuencia. Por lo tanto, adoptó un enfoque distinto con un patrón de varetaje asimétrico.
“El sistema V-Class está diseñado para ofrecer una respuesta muy lineal en todo el espectro”, explica. “Todas las notas suenan muy uniformes. Pero yo quería aprovechar la perfecta proporción entre esta caja más pequeña y la longitud de las cuerdas para sacar una respuesta sonora menos regulada. La arquitectura asimétrica permite exagerar la respuesta de graves de la guitarra, por ejemplo. Normalmente, conseguir que una caja pequeña responda bien en el rango de graves es todo un reto, porque no tiene una superficie tan grande como para flexionarse y mover el aire en el grado necesario. Con este patrón de varetaje modificado, obtienes una respuesta que no te esperarías de este tamaño reducido, y eso hace que la experiencia sea mucho más divertida”.
Dado que esta arquitectura emplea un concepto de diseño en voladizo (“cantilever” en inglés), le dimos el nombre de varetaje C-Class.
A la palestra con Urban Ash
Tanto Andy como Bob Taylor vieron el lanzamiento de esta nueva guitarra como otra gran oportunidad para reafirmar nuestro compromiso a largo plazo con el uso de la madera Urban Ash, presentada a principios de este año en la 324ce Builder’s Edition y utilizada en nuestra nueva Grand Symphony 326ce (que también estrenamos en este número de Wood&Steel). Esta madera, obtenida de forma responsable a partir de fresnos de Shamel retirados de áreas municipales del sur de California, tiene un sonido seco, claro y asilvestrado con una agradable calidez en los medios que la sitúa al nivel de la caoba hondureña de alta calidad.
Haciendo una analogía con las razas caninas, a Bob Taylor le gusta llamar a esta especie “el golden retriever de las maderas”.
“Lo único que quiere este tipo de fresno es complacerte”, asegura. “Es una especie fácil de secar, cortar, combar, lijar y mecanizar, y musicalmente funciona muy bien. ¡Es perfecta en todo!”.
El fondo y los aros de fresno macizo se combinan con una tapa de pícea también maciza. Igual que en nuestras guitarras American Dream, el diapasón, el puente y el recubrimiento del clavijero lucen un atractivo y duradero eucalipto ahumado. Por otro lado, los guitarristas más avispados notarán que el tamaño del puente se ha reducido para adaptarlo a la caja GT.
Este nuevo modelo se distribuirá con el nombre de GT Urban Ash y con electrónica ES2 integrada opcional. Y, junto con la serie American Dream, la GT se venderá al precio más accesible para nuestras guitarras fabricadas en los Estados Unidos (es decir, al nivel de la Serie 200 Deluxe). De esta manera, la GT y las American Dream pasan a ser nuestras guitarras de madera maciza fabricadas en Estados Unidos más asequibles.
Los complementos de la GT Urban Ash incluyen incrustaciones en el diapasón con diseño Pinnacle en acrílico italiano, roseta de anillo triple de koa, fileteado de color negro en la tapa, tinte Urban Sienna en el fondo y aros de fresno, acabado mate superfino de 2 milésimas de pulgada, clavijas de afinación Taylor mini de níquel y nuestro estuche ligero pero ultrarresistente AeroCase™.
Tanto Andy como nuestro equipo de desarrollo de productos auguran un gran potencial para las guitarras GT, así que no será extraño que lancemos nuevos modelos en otras series de la línea Taylor en un futuro próximo.
Todo en su punto
La GT se ha diseñado desde cero con una nueva longitud de escala, forma de caja, varetaje y tamaño del mástil, y su magia radica en la integración de esos elementos en una armonía única entre sensación y sonido. Desde el principio, el propósito de Andy fue crear una categoría inédita que mantuviera un equilibro óptimo entre una guitarra de viaje y un instrumento de tamaño completo. Y eso le dio a la GT una cierta aureola de “guitarra en el punto justo” entre el equipo de Taylor. De hecho, el nombre en clave con el que el grupo de desarrollo de producto se refería oficialmente a ella era “Proyecto Ricitos de Oro”.
La GT cuenta con cuerdas de calibre fino (.012 – .053) con una tensión equivalente a la de una guitarra con escala de 647,7 mm afinada un semitono hacia abajo (de Mi bemol a Mi bemol). La sensación es la que tendrías con un juego Custom Light .011 – .052 más cómodo para los dedos, pero con la potencia y el impacto de una cuerda más grande.
La escala acortada también reduce el espacio entre trastes, lo cual ayuda a digitar acordes complicados.
“Este modelo te lo pone fácil para tocar esos acordes complejos que abarcan varios trastes y que en otras guitarras se convierten en un tormento”, sugiere Andy. “El espacio entre los trastes es cómodo incluso para los intérpretes a los que no les cuesta estirar los dedos, ya que a ellos simplemente les parecerá que están tocando más arriba en el diapasón. La tensión más baja hace que aplicar presión sobre las cuerdas sea físicamente más fácil, y la mayor proximidad entre los trastes favorece la digitación”.
Otra característica especial de este mástil frente a otros modelos de Taylor es la anchura de la cejuela de 43,6 mm (entre los 42,8 y los 44,45 mm de otras guitarras), que ofrece un cómodo espaciado entre las cuerdas. Esta medida, unida a la proporción compacta entre el mástil y la caja, permite que las manos estén un poco más juntas y alivia el esfuerzo de la muñeca en la ejecución de acordes con cejilla.
La conexión GT entre coches y guitarras
Andy no pasó por alto los paralelismos entre los atributos musicales de la Taylor GT y el carácter de un coche deportivo GT. En el mundo de la automoción, la designación GT (abreviatura del término italiano “gran turismo”) se refiere a la unión del rendimiento de alta velocidad y la conducción ágil de un deportivo con elementos de lujo que lo hacen cómodo y divertido de conducir durante períodos largos.
“Esta guitarra tiene unas propiedades similares”, compara Andy. “Ofrece una combinación de manejo superágil y respuesta de alto rendimiento, y se ha refinado para que a todo el mundo le parezca muy divertida de tocar”. Andy añade que las confortables proporciones compactas y la baja tensión de las cuerdas hacen de la GT la guitarra de madera maciza más fácil de tocar de la línea Taylor, de manera que promete regalarte largas sesiones musicales sin que se te canse la mano.
A Andy le encanta profundizar en todos los recovecos de diseño que confieren a la GT su identidad musical única, y le satisface enormemente ver que muchos entusiastas de Taylor también tienen un gran interés en esos pequeños matices de construcción. Sin embargo, en esta ocasión él preferiría simplemente pasarle la guitarra a alguien y animarle a tocarla. Igual que ocurre con la GS Mini, la GT encandila al instante con su cómoda sensación, y su gama de sonidos puede abrir nuevos mundos de inspiración a cualquier músico.
“Un intérprete no necesita saber al detalle qué pasa dentro de la guitarra para disfrutarla, así como tampoco hace falta conocer todas las interioridades técnicas y mecánicas de un coche para divertirse conduciéndolo”, opina Andy. “Aquí lo importante es coger la guitarra y tocarla, sin más”.
The rich musical response of the GT Urban Ash ranges from pristine highs and throaty lows, as showcased here by Nicholas Veinoglou.
Artistas enamorados
Jay Parkin, miembro del equipo de marketing de Taylor (se encarga de gestionar la creación de contenidos y es copresentador de nuestro podcast From the Factory y del programa semanal de vídeos en streaming Taylor Primetime en el canal de YouTube de Taylor), ha estado trabajando con nuestro director de relaciones artísticas Tim Godwin para hacer llegar la GT a varios guitarristas durante los últimos meses. En general, los músicos han quedado entusiasmados con la sensación, la capacidad de respuesta y el tono de este instrumento.
“Esta guitarra es ideal para mí, porque me alucina el sonido de una acústica de gran tamaño pero yo soy muy pequeñita”, dice la cantautora de Los Ángeles Sara Niemietz. “Se ajusta a la perfección, es fácil de tocar y suena muy real”.
Thunderstorm Artis, KT Tunstall, Chris Conley and other Taylor artists share their thoughts on the Taylor GT.
Chris Conley, cantante y guitarrista de la banda de rock Saves the Day, le envió este mensaje a Jay: “¿por qué la habéis hecho tan maravillosa? No puedo dejar de tocarla. En serio te lo digo”.
Keith Goodwin, de la banda Good Old War, escribió estas expresivas palabras: “ESTO ES LA BOMBA. En mi vida he tocado una guitarra como esta”.
El guitarrista, director musical, compositor y educador establecido en Los Ángeles Nick Veinoglou, que acompaña a Jordan Fisher y al artista de Atlantic Records Bazzi en giras tanto nacionales como internacionales, casi se desmaya de placer al probar la GT.
“Nunca había sentido tanta conexión con un instrumento nada más sacarlo de la caja. Me recuerda la razón por la que empecé a tocar la guitarra”. (En la edición digital en Internet de Wood&Steel puedes ver a Veinoglou ofreciendo una demostración de la GT).
Jay también tuvo sus propias impresiones después de grabar la guitarra varias veces durante la producción de contenidos de vídeo.
“Es perfecta para grabar. Suena increíblemente imponente y enfocada al mismo tiempo”.
El ingeniero de sonido y cineasta Gabriel O’Brien, autor del artículo sobre grabación de guitarras acústicas en este número de Wood&Steel, también le ha sacado jugo a la GT.
“Es comodísima de tocar, y te da todo lo que podrías desear en una GS Mini de nivel premium: cuerdas más finas, cejuela más ancha, madera maciza, escala un poco más larga… Pero al final, todo eso es lo que hace que la GT tenga su propia personalidad. La he mezclado para varios vídeos y va muy bien para grabar. Dejé la GT a mi lado en la mesa de mezclas y la iba tocando cada vez que hacía un descanso. De hecho, su tono me gusta tanto que decidí usarla para volver a grabar mis partes de guitarra en otro proyecto”.
Pregunta por la nueva Taylor GT Urban Ash a los distribuidores autorizados de Taylor a partir de octubre. Para más detalles sobre la guitarra, incluidas las especificaciones completas, fotografías, demostraciones y contenido de vídeo adicional, entra en taylorguitars.com. También puedes ver un episodio en vídeo de nuestro podcast From the Factory en el que Andy Powers y Bob Taylor hablan en profundidad sobre el desarrollo de la GT.
La cultura de innovación de Taylor está construida sobre la base de la pasión, la solución de problemas y la resolución valiente de situaciones. Durante estos momentos difíciles, sabemos cómo responder. Tenemos que cuidar a los otros tanto como nos cuidamos a nosotros mismos.
Es una pregunta que nuestro equipo de atención al cliente recibe con bastante frecuencia. Pero Glen Wolff, el gerente de este departamento, señala que la gente no siempre sabe formular sus cuestiones con precisión y recurre al punto de referencia que considera más próximo. En este caso, esa referencia es una guitarra parlor o, en ocasiones, una GS Mini de madera maciza.
“No es que los clientes busquen exactamente una guitarra parlor tradicional”, aclara Wolff. “A los músicos les encanta la comodidad de un instrumento compacto, pero no quieren comprometer el sonido. Y asumen que una guitarra de caja más pequeña, como una parlor o una GS Mini de madera maciza, estará a la altura en las dos cosas”.
Solo hay un pequeño problema: una GS Mini construida íntegramente con madera maciza no mejorará el sonido significativamente. Sabemos lo que decimos: Andy Powers, el diseñador jefe de Taylor, ha hecho unos cuantos experimentos. Aunque él ya sabía que la cosa no funcionaría, lo intentó hasta el último momento usando cola proteica y otros materiales y técnicas de última generación para maximizar la respuesta tonal. Pero no obtuvo ningún resultado que justificara la producción de esas guitarras.
Después de casi medio siglo, lo que Kurt y Bob han aprendido es que ni los buenos ni los malos tiempos duran para siempre y que con la mezcla adecuada de pasión y determinación, nos impulsa hasta atravesar los tramos más escabrosos. “Cuando éramos un pequeña compañía y quebramos, trabajamos duro y nunca nos rendimos sin importar qué tan desesperanzado pareciera el panorama”, dice. “Nos concentramos en trabajar, en pensar en nuevas ideas, en seguir intentado. No teníamos nada sobre lo qué construir. Tuvimos que inventarlo todo de cero y buscar ideas geniales para responder al mercado. Hemos tenido emergencias fuertes a lo largo del camino, algunas veces incluso teníamos sólo una oportunidad de hacer las cosas bien y encontrar el éxito, pues de lo contrario fracasaríamos y no sobreviviríamos. La habilidad de responder a la adversidad se ha vuelto parte del ADN de nuestra compañía.”
La naturaleza de su travesía le ha dado a Bob y a Kurt un profundo respeto por los músicos del mundo, quienes transitan un camino paralelo que también requiere adaptabilidad y resiliencia en la búsqueda de su pasión para poder sobrevivir. Esta misma noción se expande a los fabricantes de instrumentos y a los propietarios de tiendas de música independientes. Realmente a cualquiera que haya buscado conseguir sus sueños con tenacidad. Aunque Taylor es una compañía más grande ahora, que cuenta con un banco profundo de talento y de recursos, el gran diseñador de guitarras Andy Powers, quien ahora también es uno de los socios dueños de la marca, dice que una de las fortalezas de la cultura de Taylor es que todavía podemos pensar como si fuéramos una compañía pequeña.
“Una de las razones por las que amo trabajar con Bob y Kurt es la manera en la que han mantenido la mentalidad intrépida de un negocio cuando recién empieza”, dice. “Han construido una herencia de trabajar duro a través de los días buenos, mundanos y los más difíciles”. Claro, la monstruosa pandemia del COVID-19, con su arrasadora ruptura global, ha introducido una nueva escala de dificultades y complejidades por superar. Y aún así, Bob, Kurt y Andy, junto con otros líderes de Taylor, han recurrido al libro de jugadas de Taylor para saber cómo responder a la adversidad: vamos a cerrar las escotillas, a ser creativos y a diseñar soluciones para las necesidades de nuestros socios en la comunidad de la música.
Las máscaras hacen parte de la nueva normalidad en Taylor
Respondiendo a una nueva realidad
Como una compañía de alcance global, Taylor ha estado siguiendo con atención los desarrollos sobre la crisis del COVID-19 propagarse desde China a Europa y luego a Estado Unidos a principios de este año, creando una ola de cierres de negocios y aislamientos sociales. La mayor preocupación de Taylor fue proteger la salud y bienestar de sus empleados y de las familias en EE.UU, Méjico, Europa y Camerún. Al mismo tiempo, sabíamos que la supervivencia de nuestros proveedores y clientes, junto con la de los músicos, estaba también en riesgo. A principios de marzo empezamos a implementar medidas de protección y seguridad internamente y poco después, suspendimos los tours por nuestra fábrica y cerramos al público nuestro campus en El Cajón, California. El 19 de marzo, el gobernador de California, Gavin Newsom anunció un aislamiento obligatorio para todo el estado y la producción en El Cajón fue suspendida. La región de México de Baja California, donde se encuentran nuestras instalaciones de manufactura, estaba atrasada con respecto a nuestra línea de tiempo acá en el sur de California. El viernes 17 de abril, se tomó la decisión de suspender las operaciones allí.
Afortunadamente, los equipos ejecutivos y de gerencia de Taylor se habían estado reuniendo productivamente para planear un escenario de cierre y coordinar los esfuerzos requeridos para volver a abrir, desde ayudar a los empleados de El Cajón a participar en el Programa de Trabajo Compartido del estado de California (el cual proporciona a las empresas alternativas diferentes a los despidos), hasta desarrollar nuevos protocolos de seguridad para cuando podamos volver a producir guitarras. Taylor también inició conversaciones con oficiales de la ciudad de El Cajon y el condado de San Diego, para asegurarse de que estaban al tanto de la situación y apoyando los pasos que se estaban planeando. De esta manera pudimos trabajar de la mano hacia una aproximación por fases al momento de re-abrir operaciones críticas. Mientras tanto, cambiamos las operaciones no enfocadas en la producción para que pudieran ejecutarse desde casa, utilizando herramientas como las teleconferencias para poder reunirnos y colaborar. Y así, volvimos al trabajo.
Manteniéndonos conectados con nuestros clientes
Aunque ya habíamos dejado de aceptar guitarras para reparación, miembros de nuestro equipo de Servicio al cliente continuaron respondiendo a las dudas de nuestros clientes de manera remota en Norte América y Europa y pudieron adaptarse tranquilamente. Dada la organización remota, nuestro encargado de Servicio al cliente, Glen Wolff decidió que la mejor manera de trabajar para su equipo sería a través de emails y chats, principalmente. “Ya habíamos estado implementando la comunicación por mail y chat, así que fue una transición fácil a la hora de trabajar desde casa”, dice Wolff.
“En un momento como este le da a la música y a los músicos un sentido de propósito.”
Tim Godwin, Director de Relaciones del entretenimiento.
“No contestar llamadas nos dio el tiempo de posibilitar que la opción de ‘chat en vivo’ estuviera disponible la mayor parte del día, y los clientes la usan muchísimo. También sacamos provecho de la flexibilidad en los horarios de la gente cuando trabajan desde casa y la mayoría de los días hemos expandido nuestra cobertura de chat de 6 a.m. a 5 p.m. Hasta el momento nos ha funcionado bastante bien. No sentimos que estemos quedándonos cortos a la hora de responder a las expectativas de nuestros clientes”.
Apoyo a tiendas
Sabíamos que nuestras tiendas aliadas, especialmente las tiendas de música independientes, serían vulnerables a la incertidumbre que se aproximaba. El tiempo era esencial así que a mediados de marzo, creamos e implementamos una promoción más rápidamente de lo que habíamos logrado nunca antes. La promoción, llamada Días Taylor, era diferente a todo lo que habíamos hecho antes – estaba diseñada para ofrecer gran valor a los clientes y también para ayudar a las tiendas a hacer negocios en un momento en el que muchos estaban al borde de cerrar sus tiendas físicas temporalmente. “Pasó de ser sólo un concepto a estar disponible para nuestras tiendas aliadas en cuestión de días”, dice el vicepresidente de Ventas de Taylor, Monte Montefusco. “Fue un verdadero reflejo de nuestra cultura, de nuestro deseo de ayudar a las tiendas aliadas y de nuestra habilidad de unirnos como equipo”.
La promoción estuvo en vigencia desde finales de marzo hasta el final de mayo y fue ampliamente aceptada por tiendas y clientes. Se ofreció en Norte América (EE.UU y Canadá) y adaptada para otros mercados al rededor del mundo incluyendo Europa, Méjico, Perú, Costa Rica, Chile, Corea del Sur y Australia. “Las tiendas se reintentaron y encontraron nuevas maneras de servir a su comunidad musical” dice Monte. “Las redes sociales se convirtieron en ese letrero de ‘estamos abiertos’ que poníamos en la puerta. La promoción fue un gran oportunidad para las tiendas de acercarse a los músicos e inspirarlos a trabajar en su arte mientras trabajan desde casa”.
Tiendas independientes que han sido aliados de Taylor durante mucho tiempo, como Tobias Music, ubicada en el suburbio de Downers Grove en Chicago, estuvieron agradecidas de tener una promoción convincente para sus clientes durante estos tiempos difíciles para todos”. “Para nosotros ha sido enorme”, dijo Paul Tobias a finales del mes de abril. “En este mundo nuestra tienda ha estado ‘cerrada’ durante cinco semanas y nuestro gobernador acaba de anunciar que el Aislamiento Obligatorio en casa será extendido. En general, los negocios están pasando por un mal momento pero con la promoción de Taylor que implementamos en línea, hemos podido mantenernos a flote después de cinco semanas de dificultades. Taylor se convirtió en nuestro bote salvavidas”.
Otras tiendas se adaptaron como pudieron, algunas ofreciendo el servicio de recogida
Nuestro departamento de herramientas fabricando escudos de plexiglás en estaciones de trabajo que necesitan de ellos.
Trabajando con nuestros proveedores de madera
La naturaleza disruptiva de la pandemia también significó retos para Taylor en cuanto al manejo de sus proveedores de madera. Para empezar, trabajamos con proveedores de todos los rangos, pequeños y grandes, y cada situación necesitaba soluciones únicas. Los proveedores más pequeños son por lo general más vulnerables, explica nuestro Director de operaciones de madera y recursos, Charlie Redden. “Muchos de nuestros proveedores de madera sólo tienen dos o tres clientes que les compran una vez al año”, dice. “Cuando un pueblo pequeño en América Central depende de uno o dos clientes- así como también nosotros dependemos de ellos- la sociedad necesita ser tratada con atención y cuidado durante momentos como este”.
Otro reto lo encontramos al darnos cuenta de que la pandemia interrumpió el ritmo y la sincronización de nuestra cadena de suministros, pues detuvo por completo nuestra operación de manufactura. Sin embargo, en muchos casos, nuestro compromiso de compra de madera se cierra en contratos de un año o más y, a menudo, la supervivencia de esos proveedores se encuentra en riesgo. “Estamos encontrando maneras creativas de comprar la madera justa para mantener a nuestros proveedores en el mercado a la vez que mantenemos un inventario de madera saludable para Taylor”, dice Redden. “Si podemos ayudar a nuestros proveedores conectándolos con otras oportunidades en el mercado como la producción de muebles, la industria de la construcción o el uso de madera como pasatiempo para que se puedan recuperar, ya que nosotros no estamos comprando tanta como antes, estamos felices de hacerlo”.
Ayudando a los artistas a adaptarse
La interrupción masiva que se dio en la industria de la música ha forzado a los artistas a volverse creativos de nuevas maneras. Algunos guitarristas se han inclinado hacia dar clases de guitarra en línea, mientras otros artistas han acudido a las redes sociales como Instagram, Facebook y Twitch para publicar o transmitir en vivo sus presentaciones. Aquellos que tienen una fanaticada fuerte han encontrado pequeñas maneras de usar sus redes sociales para monetizar sus presentaciones virtuales. En algunos casos los fans pagan por conciertos que se transmiten en vivo y en otros, se da la opción de dejar una donación voluntaria. Le hemos brindado nuestro apoyo a artistas Taylor de todas las maneras en que hemos podido. Principalmente, usando nuestras redes sociales para promover sus transmisiones en vivo y otras presentaciones con nuestros fans Taylor. Hemos desarrollado un calendario semanal de todas las transmisiones en vivo de nuestros artistas Taylor en nuestro Live From Home Digest, el cual puede encontrar en en la sección del blog de nuestra página web. Cada semana podrá encontrar nueva información de artistas en diferentes plataformas como Facebook, Twitter, YouTube y más.
El director de Relaciones del entretenimiento de Taylor, Tin Godwin, dice que a pesar de los difíciles retos financieros que los artistas hoy deben enfrentar, algunos han encontrado una luz al final del túnel y han descubierto beneficios en este momento surreal que estamos viviendo. “Algunos han usado este tiempo para mejorar su manera de tocar, se han concentrado en escribir nuevo material o han explorado maneras de compartir su música con sus oyentes desde casa”, dice Godwin. “Otros, incluido yo mismo, han estado colaborando remotamente con frecuencia con amigos músicos. La realidad es que muchos músicos, para bien o para mal, están más disponibles en este momento, de manera que en algunos casos han podido sumergirse por completo en proyectos creativos que habían estado posponiendo durante mucho tiempo. Para ellos, esta experiencia ha sido incluso gratificante”. Otros artistas bien establecimos han estado dando presentaciones en vivo desde casa para ayudar a organizaciones benéficas. Para los fans que también están pasando más tiempo en casa, las presentaciones ofrecen una conexión íntima y realista con sus artistas favoritos. Godwin dice que hoy más que nunca esta experiencia compartida ha resaltado el concepto de comunidad en el mundo de la música, tanto para la gente que trabaja en la industria como para artistas y audiencias.
“He estado viendo más actos de empatía y amabilidad entre la gente”, dice. “En un momento como este, la música y los músicos encuentran un mayor sentido de propósito. Sigue siendo entretenimiento pero ahora es más que eso. Es una manera de conectar a las personas y ayudarlos a sentirse unidos aún cuando físicamente están alejados. “Incluso desde mi posición en Taylor he encontrado que la gente está más disponible para hablar ahora” añade Godwin. “Sea un artista o alguien más que trabaja en la industria, ahora tenemos más tiempo para discutir intereses, asociaciones y proyectos y para planear lo que vendrá más adelante”
Bob y Andy se ponen a trabajar
Aunque la producción de guitarras Taylor se detuvo temporalmente, mucho está pasando tras bambalinas. Bob Taylor y Andy Powers han respondido al desafío de este momento trabajando juntos en varios proyectos con vigor y fuerza. Sus instintos de diseñadores se han agudizado y sincronizado a medida que se han alimentado de la creatividad de uno y de otro. “Tanto Andy como yo prosperamos cuando pensamos creativamente”, dice Bob. “Ambos somos constructores y nos gusta resolver problemas. Cuando nos sentimos acorralados contra la pared, nos encanta encontrar una manera innovadora de salir del problema, y porque mucho está en riesgo, trabajamos más rápido”.
Por su parte, Andy siempre tiene guardados espectaculares diseños, esperando el momento perfecto para darles vida. La realidad actual, junto con la incertidumbre que la acompaña, dice él, son estímulos para sacar varios proyectos adelante. “Estamos trabajando en estos proyectos para el beneficio de todos- nuestros empleados, nuestros clientes, nuestros proveedores y claro, nuestros guitarristas”, dice. “Estamos teniendo todo en consideración y usando todos nuestros recursos para sobrellevar la situación actual”. Aunque no estamos en libertad de revelar nuestros nuevos diseños, Andy dice que estarán empapados de un nuevo sentido de propósito. En las reuniones de desarrollo de producto que llevamos a cabo vía teleconferencia en abril, tanto Andy y Bob tenían más energía que nunca cuando discutían la próxima línea de productos que planeamos introducir. “Mientras que unos pueden decir que nosotros sólo construimos guitarras, yo creo que hacemos mucho más que eso”, dice Andy. “Podemos ayudar a crear un rayo de esperanza, de alivio, inventamos una manera de compartir nuestras experiencias en forma de canción”.
La temperatura de los empleados tiene que ser monitoreada antes de entrar a la fábrica todos los días.
La banda Barenaked Ladies nos deleita con una canción donde tienen como invitado a Michael Buble durante una transmisión para recolectar fondos para el Banco de alimentos de Canadá durante esta pandemia.
Mascaras fabricadas en nuestra fábrica de Tecate.
Nuevos protocolos de seguridad
Durante el cierre de nuestras fábricas, nuestro directores ejecutivos y jefes de área supervisaron todos los protocolos de seguridad en nuestra fábricas de El Cajón y Tecate siguiendo muy de cerca las recomendaciones de los departamentos de salud. esto incluye implementar distanciamiento social, incrementar la limpieza y el uso de equipo de protección para todos los empleados. Termómetros de distancia también fueron implementados para revisar la temperatura de todos los empleados que entren en las instalaciones.
Otras modificaciones incluyen espacio suficiente para cumplir con distanciamiento social, plexiglás cuando es necesario, adecuación de espacios en cocinas y lugares de descanso. En nuestra fábrica de Tecate utilizamos todos nuestros recursos de la sección de estuches para producir mascaras protectoras. “Los estamos usando en nuestras dos fábricas de Tecate y El Cajón” nos dice el VP de manufactura, Chris Wellons. “Tambien hemos donado miles de tapabocas. Hemos autorizado algunas operaciones en la fábrica con un limitado personal de técnicos. (todos participando de manera voluntaria), con un retorno de tiempo completo empezando el 18 de Mayo.
Una de las metas más importantes es el de adaptarnos a la nueva realidad preservando la cultura de la empresa, dice nuestro VP de desarrollo de productos Ed Granero, miembro del comité ejecutivo junto con Wellons. “Hemos cultivado una cultura de colaboración de “puertas abiertas” aquí” dice Granero. “nuestra fortaleza es el trabajo en equipo. A medida que nos movemos hacia el próximo paso de nuestra nueva vida de trabajo, vamos a encontrar nuevas formas de trabajar como un equipo y seguir cumpliendo nuestras metas. A medida que vuelva nuestra fuerza de producción, las medidas de seguridad estarán destinadas a que tengamos un ambiente de trabajo seguro para todos.”
Granero enfatiza que, aunque las guitarras no sean consideradas “esenciales” la gente de Taylor si lo es. “La gente acá son tan trabajadores como innovadores, y son tan dedicados como cualquiera “dice el. Juntos Granero y Wellons quieren reconocer a todas las personas que ayudaron ¨a que la luz de la fábrica” estuviera prendida durante el problema de producción. Wellons fue muy efusivo en esa frase por la forma en que el departamento de recursos humanos puso en marcha los nuevos protocolos de seguridad. “Solo quiero extender mi agradecimiento a todos los empleados que estuvieron involucrados en la planeación, coordinación y más que nada por la ejecución de todos estos planes en las fábricas.” el escribió en una nota a la empresa. “agradecemos muchísimo el coraje y dedicación que todos han mostrado durante estos tiempos tan difíciles”
Empleados de Taylor practicando distanciamiento social durante su descanso.
“La música no es algo agradable para tener, es una necesidad.”
Kurt Listug
El camino adelante
Mientras esta nueva normalidad empieza, Kurt recoge de las experiencias pasadas junto con Bob. “Estamos analizando como navegar estas aguas tormentosas” Dice él. “Tenemos un gran liderazgo junto a una gran creatividad y contamos con increíbles empleados. Tengo la seguridad que superaremos esto y que volveremos mucho más fuertes como empresa. “Una de las cosas que más amo de la cultura de nuestra empresa es la forma en la que nos apoyamos mientras trabajamos por una meta en común especialmente durante tiempos difíciles,” él dice. “Algunos de mis momentos de más orgullo han venido de momentos en los cuales hemos tenido que luchar contra la adversidad. Bob y Andy compartieron con nuestros empleados que no podrían pedir tener un mejor grupo de gente para enfrentar este momento tan difícil. Yo comparto ese sentimiento y lo quiero expandir a la comunidad de distribuidores y tiendas de las cuales nos sentimos privilegiados de ser parte.
Preguntas y Respuestas con Kurt Listug Co-Fundador y CEO
P: Usted y Bob crearon la identidad de Taylor Guitars durante momentos muy difíciles. Tuvieron la espalda contra la pared muchas veces, especialmente en los primeros años de la empresa. Como esas experiencias prepararon a Bob ya a usted- Y ahora a Andy Powers junto a otros lideres ejecutivos de la empresa para responder a situaciones como esta?
R: Esa época nos dio mucha confianza y nos enseñó a que podemos superar cualquier cosa. aun cuando no veamos ninguna luz al final del túnel. Nos hemos probado a nosotros mismos que estamos llenos de recursos. Aunque es sumamente estresante, nosotros sabemos que ganaremos batallas y abriremos camino.
P: Que enseñanzas le esta dejando como líder este momento tan especial? Como cree que Taylor Guitars volverá mas fuerte como empresa?
R: Estoy maravillado de ver a los empleados de la empresa haciendo todo lo que pueden para que sigamos moviéndonos para adelante como empresa. La gente se siente 100% enfocada al éxito. Yo creo que la empresa se está volviendo más unida. Nuestro trabajo en equipo está en su mejor momento y estamos sentando las bases para la recompensa que vendrá en los próximos años.
P: A parte del revolcón que este escenario a creado en el sistema, es fascinante como la gente se está adaptando. Ya sea los artistas usando las redes sociales para comunicarse con las personas o las tiendas inventando formas creativas para seguir con su negocio, nuevas ideas nacen y echan raíces. ¿Qué opina de lo que está viendo? ¿Y qué dice esto del poder de la música en momentos como este?
R: No puedes quedarte sentado. No hay garantía de supervivencia. Es una época muy difícil y tenemos que hacer todo lo posible para navegar en aguas tan difíciles y mantener el curso hacia adelante. es muy gratificante ver el nuevo poder e importancia de la música. La música nos es algo lindo tener, es una necesidad.
P: Desde su perspectiva, de una empresa que siempre ha mantenido una excelente relación con sus empleados y clientes, ¿qué tan importante es el apoyo para ellos en este momento?
R: Ala empresa le va bien cuando todos hacemos lo mejor para tomar decisiones que beneficien a la mayor cantidad de gente. Esto habla de nuestros valores al tomar decisiones que impacten positivamente a muchos. Eso es muy importante, pero en situaciones difíciles quieres asegurarte que estas empujando a los demás lo más que puedas de forma positiva.
P: ver a Bob y Andy trabajar más cerca últimamente es maravilloso, sobre todo verlos en la búsqueda de cómo construir guitarras en un momento tan difícil como este. Es increíble ver como en un momento como este se ven muy creativos y organizados. ¿Usted se siente estimulado creativamente también pensando en estrategias para el futuro de Taylor?
R: Absolutamente. Esta situación es muy compleja y genera mucha presión, y estamos peleando en progresar. Una de las cosas más difíciles es no saber cuánto dure esta situación y como va a cambiar el mundo. Investigar y mirar hacia el futuro es muy electrizante.
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